Pedro Echeverría V.
1, Sólo “la borregada” -como dijo antes de las elecciones internas en Morena el presidente López Obrador- no reconoce hoy que los comicios internos de ese partido fueron idénticos en acarreos, compra de votos y demás trampas. John Ackerman, quien ha venido organizando lo que llama la democracia interna en Morena, posee miles de datos que se han recogido en el país, pero “la borregada” –donde están todos los candidatos seleccionados- ha preferido tomar el camino de siempre: desprestigiar a todo el que hable mal de Morena y AMLO. Al estar muy atento y conversar de lo que sucedió el pasado domingo, no me queda más que reconocer al viejo PRI.
2 En el sistema capitalista –para que funcione como ha sido por siglos- nada importante puede ser distinto. Si algo, raramente, es diferente porque escapa de su control, pronto será metido al redil, es decir, a la estructura organizada que lo hace funcionar. Por ello se puede ver que todos los partidos políticos tienen la misma historia: “nacen, crecen, se desarrollan y mueren”. Son radicales y honestos para sumar fuerzas cuando inician, pero pasado un tiempo corto o largo –según enseña con multitud de ejemplos la historia- la corrupción, el saqueo, la desvergüenza de políticos, están siempre presentes ejerciéndose con naturalidad. Así han muerto mil partidos que proclamaron su patriotismo y otros de la derecha o conservadores que desaparecieron sin chistar.
3. El pueblo trabajador, en política, siempre ha valido un carajo, es decir nada; lo mismo hay que decir de la mayoría de los militantes o asociados de los partidos. Quienes desde hace siglos intervienen y dirigen las políticas en el país siempre ha sido un puñado de políticos de partidos muy ligados con los empresarios. Si el llamado pueblo son los campesinos, los obreros, las clases medias bajas, que son el 80 por ciento de la población, entonces éste, toda su vida ha sido manipulado con dinero, regalos, promesas. Todos los partidos en México han sido manejados por unos 20 sujetos muy bien pagados o subsidiados que en su vida activa se encargan de operar los dineros del erario público. Pero en México, con el “presidencialismo”, nada se nueve sin la orden del presidente.
4. Recuerdo bien –por lecturas y discusiones- la enorme capacidad manipuladora del presidente Elías Calles (o Calles) (1924-28). Se impuso, mediante una gran guerra civil contra De la Huerta, como sucesor presidencial y luego dominó políticamente a la nación más de 12 años, hasta que fue expulsado a los EEUU. Al ser asesinado el expresidente y candidato electo Álvaro Obregón en 1928, Calles prometió que no habría en México una reelección, pero él se proclamó “el jefe máximo de la revolución” y pudo imponer autoritariamente a tres de sus sucesores (Portes Gil, Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez), incluyendo a Lázaro Cárdenas, mismo que para deshacerse de él tuvo que expulsarlo del país.
5. Pues este presidente, gran manipulador que siempre actuaba con la cabeza y la mirada baja, así como con voz lenta e ideas muy pensadas; fue el creador del PNR, PRM, PRI, que dominó y gobernó consecutivamente el país desde 1929 hasta el año 2000, es decir, 71 años. Era una dictadura permanente, pero nadie le llamó así porque siempre estuvo al servicio incondicional de los grandes empresarios y del imperio de los EEUU; por ello, obviamente, al servicio siempre subsidiado, de los medios de información. El PAN, desde que nació en 1939 fue subsidiado con millones de pesos (a escondidas) por los gobiernos del PRI hasta los días en que se legalizó todo el subsidio. Buscaban los gobiernos que en México sólo hubiese dos partidos, como en EEUU.
6. En México, en el interior del PAN –el partido conservador, de la derecha- ha habido siempre lucha entre los idealistas que reclaman regreso a los principios religiosos y una moral de servicio –que al parecer son muy pocos, con baja representatividad-, frente a los políticos concretos –con fuerza empresarial- que apoyan totalmente la economía de mercado, los negocios y la corrupción. Pareciera que el PRI y el PAN resistirán –a pesar de la caída de ambos- por su historia; lo demás partidos desaparecerán por falta de financiamiento de empresarios y gobiernos. Morena, apoyando toda la corrupción y afiliando a todos, puede convertirse en el nuevo PRI con gobiernos que sigan sus principios. (4/VIII/22)
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