Hoy andan con la cabeza levantada y exigen derechos
Por Carolina Velázquez
México DF, 8 octubre 08 (CIMAC).- Aún cuando las mujeres mexicanas fueron parte importante de la protesta estudiantil de 1968 no lo hicieron de manera organizada como una corriente con demandas propias, su participación como movimiento se gestó poco después.
De ahí que el feminismo de nuestro país no sea una herencia del 68, no obstante sus demandas de justicia y libertad fueron un “excelente caldo de cultivo” para que emergieran las demandas de las mujeres, sin él hubiera sido más difícil para las mexicanas ganar legitimidad frente a los hombres, las propias mujeres, la sociedad y el gobierno.
Esta es la lectura, a cuatro décadas de distancia, de Teresita de Barbieri, feminista de origen uruguayo avecindada en México, investigadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista exclusiva para Cimacnoticias, De Barbieri hace un recuento de las aportaciones del feminismo en nuestro país luego de la protesta estudiantil de 1968 y cuáles han sido sus demandas e influencia en otros movimientos a partir de su lucha en la defensa de los derechos humanos de las mujeres.
“Antes del 68 no había movimiento de mujeres. En México es la ocasión para que surja el movimiento de mujeres, como lo es también en otros países como Italia y Francia donde había empezado a surgir algo y se refuerza. El 68 es el movimiento donde las mujeres se expresan, en Francia ya había algo y en Italia toma fuerza en 1969”, afirma.
-- ¿Qué aporta la protesta estudiantil de 1968 a la lucha de las mujeres?
-- El movimiento estudiantil fue del centro a la izquierda y fue un movimiento predominantemente masculino. ¿Por qué? Bueno, es que recién en la década de los 60 entran las mujeres masivamente a las universidades, antes eran muy pocas, hay también una entrada masiva de las mujeres al mercado de trabajo.
“Es importante destacar que fue un movimiento de izquierda profundamente democrático. No fue la izquierda marxista centrada en la lucha de clases sino una izquierda democrática que pedía justicia y libertad, un excelente caldo de cultivo para que de ahí emerjan las demandas de las mujeres. No era un movimiento centrado en la lucha de clases, ni tenía el carácter (marxista) de la predominancia de los sindicatos y del ámbito laboral, sino que hace presente el ámbito ciudadano, de la vida cotidiana, no las condiciones de trabajo en las fábricas, sino la relación de las y los individuos con el Estado.
“Hay que considerar también que en EU, sobre todo en San Francisco y California, lugares muy cercanos a México, estaba emergiendo con fuerza el movimiento feminista, junto con las luchas en contra de la guerra de Vietnam con una influencia de las corrientes pacifistas. Estaban también surgiendo el feminismo entre los movimientos de protesta como lo jipis que también eran movimientos de reivindicación de la libertad y la justicia, que buscaban expresiones y espacios nuevos en la vida cotidiana.
“En 1968 las mujeres despiertan al problema de la desigualdad. En México el movimiento de mujeres aparece dos o tres años después a partir de una manifestación que se organiza para celebrar el 8 de marzo frente al Monumento a la Madre”.
-- ¿Herencia del 68?
-- No exactamente, pero sin el 68 hubiera sido más difícil para las mujeres ganar legitimidad frente a los hombres, las propias mujeres, la sociedad y desde el gobierno.
-- ¿Qué pasa en México en estos 40 años luego del movimiento estudiantil de 1968?
-- El feminismo crece desde comienzos de los 70, y crece en varios lugares, crece por un lado la organización de las mujeres, pero no donde se esperaba, entre las organizaciones obreras no prende ni en las campesinas. Prende en las amas de casa de los sectores populares urbanos, en las mujeres que se enfrentan en la vida cotidiana a los problemas domésticos, las que tienen jornadas de trabajo intensas y disponen de ciertos espacios de tiempo para la organización independiente, la movilización y la lucha de ciertas demandas.
“En México, en los años 70, se desarrolla todo el sindicalismo independiente y el movimiento social que no se acaba con la represión del 71 (durante la presidencia de Luis Echeverría) porque hay movimientos campesinos y de trabajadores agrarios (muy importante en los azucareros) y el movimiento urbano popular, años después, en 1985 hay una movilización en la Ciudad de México en torno al terremoto, propia de las y los ciudadanos.
“En los años 80, ya con Miguel de la Madrid en la presidencia de la República, empieza el deterioro económico y las medidas de gobierno que lleva a cabo van a facilitar a Carlos Salinas establecer un modelo neoliberal. Con el deterioro económico estas organizaciones de mujeres de colonias populares se fortalecen y exigen cada vez más.
“Por un lado aumentan los precios de los bienes de consumo básicos y por otro hay menores ingresos familiares. Por tanto, les exige más trabajo a las mujeres y tienen que fijarse en la calidad de la vida familiar. Después las mujeres van adquiriendo más conciencia ciudadana y son sujetas de derecho. Se fijan en que haya la luz pública en la noche, en el transporte, la vivienda, el agua, es decir, en distintos aspectos de la vida cotidiana colectiva que las afecta directamente, a ellas y a sus familias, y que les permite fortalecer su condición ciudadana desde la organización y el crecimiento de la conciencia de ser sujetas de derecho
“También se organizan movimientos de corte maoísta que tienen una vertiente campesina y una vertiente urbana y que logran movilizaciones importante y en los sindicatos también está la insurgencia sindical independiente y el movimiento de democracia sindical de las y los maestros”.
EL CRECIMIENTO
-- ¿Qué pasa en esos años con el movimiento feminista?
-- Crece enormemente en todas sus variantes. Entran feministas a distintos lugares de estas organizaciones populares. Se crean ONG feministas y esas ONG trabajan con sectores populares urbanos y rurales. Hay demandas de vivienda, de servicios básicos de salud y de derechos ciudadanos y hay crecimiento de las mujeres en otros campos: instituciones académicas, medios de comunicación e instituciones de gobierno.
“El año internacional de la mujer celebrado en México creó en el año de 1975 mecanismos para el compromiso de los Estados, esos mecanismos internacionales hicieron propuestas para cambios en la legislación mexicana. México tuvo también una política de población que, si bien expandió métodos anticonceptivos a toda la población femenina mostró además en algunos sectores mecanismo de coerción. Se supo que desde las instituciones se les imponían a las mujeres métodos de anticoncepción sin consultarles o cuando estaban terminado de parir ‘les metían el consentimiento’, es decir, las hacían firmar su aceptación bajo coerción”.
-- ¿Se ligó el feminismo en México al movimiento internacional?
-- ¡Claro! Participamos en distintas organizaciones y eventos internacionales. Se establecen en América Latina los encuentros feministas que comienzan en 1981 en Lima, Perú, y después nos volvemos a reunir en toda una red amplia, muy amplia, con muchas mujeres de diversos países lo que sigue sucediendo hasta el día de hoy. El próximo encuentro será en 2009, en la Ciudad de México en el Centro Histórico. Así lo hemos hecho de manera ininterrumpida en distintas ciudades y países, cada cuatro años.
“Existe la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y de El Caribe que desarrolló toda una línea de trabajo sobre derechos sexuales y reproductivos exigiendo anticoncepción, aborto, servicios de salud, respetando los principios de libertad y justicia para las mujeres.
“Todas estas acciones han tenido como resultado al apoyo de las mujeres al proceso de democratización y a su participación como actoras políticas en la lucha por las cuotas, la despenalización del aborto como sucedió en la Ciudad de México, la mejora en los servicios de salud sexual y reproductiva.
“Un elemento muy importante del movimiento feminista de todos estos años es que se expande a otros movimientos, permite la emergencia como el movimiento LGBTT: lésbico, gay, bisexual, transgénero y transexual”.
EL CAMINO POR ANDAR
-- ¿Qué falta?
-- Lo que falta es parte del proceso histórico que es largo y no sabemos a dónde va a dar. Falta saber qué pasos se van a ir dando para lograr que se redefinan la condición de los seres humanos, mujeres y varones, hacia formas de razonamiento y sociabilidad igualitarias, donde se reconozca el derecho al ejercicio de la misma libertad y la misma dignidad para mujeres y varones.
“Es un proceso largo y difícil que no está concluido y que pasa por cosas como la redefinición de la economía, donde se pueda pasar de una visión de valor y precio a otra donde no haya valor y precio, en la que se daría otro valor al trabajo doméstico realizado históricamente por las mujeres, a otras relaciones de parentesco y a otras relaciones económicas”.
-- A cuarenta años del movimiento estudiantil de 1968 ¿qué fue lo más significativo de él para el feminismo en México?
-- Ha crecido la condición de las mujeres como sujetos de derecho y como ciudadanas. Esto se ve en que las mujeres andan por la calle con la cabeza levantada, exigen en todos lados el respeto a su cuerpo, exigen trabajo, exigen respeto a sus hijas e hijos y exigen elecciones libres y democráticas
08/CV/GG
Por Carolina Velázquez
México DF, 8 octubre 08 (CIMAC).- Aún cuando las mujeres mexicanas fueron parte importante de la protesta estudiantil de 1968 no lo hicieron de manera organizada como una corriente con demandas propias, su participación como movimiento se gestó poco después.
De ahí que el feminismo de nuestro país no sea una herencia del 68, no obstante sus demandas de justicia y libertad fueron un “excelente caldo de cultivo” para que emergieran las demandas de las mujeres, sin él hubiera sido más difícil para las mexicanas ganar legitimidad frente a los hombres, las propias mujeres, la sociedad y el gobierno.
Esta es la lectura, a cuatro décadas de distancia, de Teresita de Barbieri, feminista de origen uruguayo avecindada en México, investigadora de tiempo completo del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista exclusiva para Cimacnoticias, De Barbieri hace un recuento de las aportaciones del feminismo en nuestro país luego de la protesta estudiantil de 1968 y cuáles han sido sus demandas e influencia en otros movimientos a partir de su lucha en la defensa de los derechos humanos de las mujeres.
“Antes del 68 no había movimiento de mujeres. En México es la ocasión para que surja el movimiento de mujeres, como lo es también en otros países como Italia y Francia donde había empezado a surgir algo y se refuerza. El 68 es el movimiento donde las mujeres se expresan, en Francia ya había algo y en Italia toma fuerza en 1969”, afirma.
-- ¿Qué aporta la protesta estudiantil de 1968 a la lucha de las mujeres?
-- El movimiento estudiantil fue del centro a la izquierda y fue un movimiento predominantemente masculino. ¿Por qué? Bueno, es que recién en la década de los 60 entran las mujeres masivamente a las universidades, antes eran muy pocas, hay también una entrada masiva de las mujeres al mercado de trabajo.
“Es importante destacar que fue un movimiento de izquierda profundamente democrático. No fue la izquierda marxista centrada en la lucha de clases sino una izquierda democrática que pedía justicia y libertad, un excelente caldo de cultivo para que de ahí emerjan las demandas de las mujeres. No era un movimiento centrado en la lucha de clases, ni tenía el carácter (marxista) de la predominancia de los sindicatos y del ámbito laboral, sino que hace presente el ámbito ciudadano, de la vida cotidiana, no las condiciones de trabajo en las fábricas, sino la relación de las y los individuos con el Estado.
“Hay que considerar también que en EU, sobre todo en San Francisco y California, lugares muy cercanos a México, estaba emergiendo con fuerza el movimiento feminista, junto con las luchas en contra de la guerra de Vietnam con una influencia de las corrientes pacifistas. Estaban también surgiendo el feminismo entre los movimientos de protesta como lo jipis que también eran movimientos de reivindicación de la libertad y la justicia, que buscaban expresiones y espacios nuevos en la vida cotidiana.
“En 1968 las mujeres despiertan al problema de la desigualdad. En México el movimiento de mujeres aparece dos o tres años después a partir de una manifestación que se organiza para celebrar el 8 de marzo frente al Monumento a la Madre”.
-- ¿Herencia del 68?
-- No exactamente, pero sin el 68 hubiera sido más difícil para las mujeres ganar legitimidad frente a los hombres, las propias mujeres, la sociedad y desde el gobierno.
-- ¿Qué pasa en México en estos 40 años luego del movimiento estudiantil de 1968?
-- El feminismo crece desde comienzos de los 70, y crece en varios lugares, crece por un lado la organización de las mujeres, pero no donde se esperaba, entre las organizaciones obreras no prende ni en las campesinas. Prende en las amas de casa de los sectores populares urbanos, en las mujeres que se enfrentan en la vida cotidiana a los problemas domésticos, las que tienen jornadas de trabajo intensas y disponen de ciertos espacios de tiempo para la organización independiente, la movilización y la lucha de ciertas demandas.
“En México, en los años 70, se desarrolla todo el sindicalismo independiente y el movimiento social que no se acaba con la represión del 71 (durante la presidencia de Luis Echeverría) porque hay movimientos campesinos y de trabajadores agrarios (muy importante en los azucareros) y el movimiento urbano popular, años después, en 1985 hay una movilización en la Ciudad de México en torno al terremoto, propia de las y los ciudadanos.
“En los años 80, ya con Miguel de la Madrid en la presidencia de la República, empieza el deterioro económico y las medidas de gobierno que lleva a cabo van a facilitar a Carlos Salinas establecer un modelo neoliberal. Con el deterioro económico estas organizaciones de mujeres de colonias populares se fortalecen y exigen cada vez más.
“Por un lado aumentan los precios de los bienes de consumo básicos y por otro hay menores ingresos familiares. Por tanto, les exige más trabajo a las mujeres y tienen que fijarse en la calidad de la vida familiar. Después las mujeres van adquiriendo más conciencia ciudadana y son sujetas de derecho. Se fijan en que haya la luz pública en la noche, en el transporte, la vivienda, el agua, es decir, en distintos aspectos de la vida cotidiana colectiva que las afecta directamente, a ellas y a sus familias, y que les permite fortalecer su condición ciudadana desde la organización y el crecimiento de la conciencia de ser sujetas de derecho
“También se organizan movimientos de corte maoísta que tienen una vertiente campesina y una vertiente urbana y que logran movilizaciones importante y en los sindicatos también está la insurgencia sindical independiente y el movimiento de democracia sindical de las y los maestros”.
EL CRECIMIENTO
-- ¿Qué pasa en esos años con el movimiento feminista?
-- Crece enormemente en todas sus variantes. Entran feministas a distintos lugares de estas organizaciones populares. Se crean ONG feministas y esas ONG trabajan con sectores populares urbanos y rurales. Hay demandas de vivienda, de servicios básicos de salud y de derechos ciudadanos y hay crecimiento de las mujeres en otros campos: instituciones académicas, medios de comunicación e instituciones de gobierno.
“El año internacional de la mujer celebrado en México creó en el año de 1975 mecanismos para el compromiso de los Estados, esos mecanismos internacionales hicieron propuestas para cambios en la legislación mexicana. México tuvo también una política de población que, si bien expandió métodos anticonceptivos a toda la población femenina mostró además en algunos sectores mecanismo de coerción. Se supo que desde las instituciones se les imponían a las mujeres métodos de anticoncepción sin consultarles o cuando estaban terminado de parir ‘les metían el consentimiento’, es decir, las hacían firmar su aceptación bajo coerción”.
-- ¿Se ligó el feminismo en México al movimiento internacional?
-- ¡Claro! Participamos en distintas organizaciones y eventos internacionales. Se establecen en América Latina los encuentros feministas que comienzan en 1981 en Lima, Perú, y después nos volvemos a reunir en toda una red amplia, muy amplia, con muchas mujeres de diversos países lo que sigue sucediendo hasta el día de hoy. El próximo encuentro será en 2009, en la Ciudad de México en el Centro Histórico. Así lo hemos hecho de manera ininterrumpida en distintas ciudades y países, cada cuatro años.
“Existe la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y de El Caribe que desarrolló toda una línea de trabajo sobre derechos sexuales y reproductivos exigiendo anticoncepción, aborto, servicios de salud, respetando los principios de libertad y justicia para las mujeres.
“Todas estas acciones han tenido como resultado al apoyo de las mujeres al proceso de democratización y a su participación como actoras políticas en la lucha por las cuotas, la despenalización del aborto como sucedió en la Ciudad de México, la mejora en los servicios de salud sexual y reproductiva.
“Un elemento muy importante del movimiento feminista de todos estos años es que se expande a otros movimientos, permite la emergencia como el movimiento LGBTT: lésbico, gay, bisexual, transgénero y transexual”.
EL CAMINO POR ANDAR
-- ¿Qué falta?
-- Lo que falta es parte del proceso histórico que es largo y no sabemos a dónde va a dar. Falta saber qué pasos se van a ir dando para lograr que se redefinan la condición de los seres humanos, mujeres y varones, hacia formas de razonamiento y sociabilidad igualitarias, donde se reconozca el derecho al ejercicio de la misma libertad y la misma dignidad para mujeres y varones.
“Es un proceso largo y difícil que no está concluido y que pasa por cosas como la redefinición de la economía, donde se pueda pasar de una visión de valor y precio a otra donde no haya valor y precio, en la que se daría otro valor al trabajo doméstico realizado históricamente por las mujeres, a otras relaciones de parentesco y a otras relaciones económicas”.
-- A cuarenta años del movimiento estudiantil de 1968 ¿qué fue lo más significativo de él para el feminismo en México?
-- Ha crecido la condición de las mujeres como sujetos de derecho y como ciudadanas. Esto se ve en que las mujeres andan por la calle con la cabeza levantada, exigen en todos lados el respeto a su cuerpo, exigen trabajo, exigen respeto a sus hijas e hijos y exigen elecciones libres y democráticas
08/CV/GG
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