Tal como en su momento fue denunciado, la mano que meció la cuna para que el reprobable Arturo Chávez Chávez fuera nombrado procurador general de injusticias impulsa ahora a Mauricio Farah Gebara para que sea el próximo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Beltrónicos (CNDB). Dando y dando: los senadores priístas votaron a favor de la propuesta felipilla para la PGR (con el lamentable argumento de que preferían ese candidato malo, pues Los Pinos les podía mandar uno peor, y arguyendo que dejaban a Calderón la responsabilidad completa, no a medias, de esa polémica propuesta) y ahora es de esperarse que en la política del cambalache entre cárteles partidistas, los de blanco y azul se adhieran a la propuesta de quien ayer, en insólito ejercicio de precocidad democrática, según eso para estar en condiciones de aspirar, renunció a su cargo de quinto visitador de la inflada, derrochadora e inútil comisión todavía a cargo de José Luis Soberanes.
Según el currículum disponible en la página electrónica de la CNDH, el mercantilmente predestinado Farah Gebara sólo tenía el antecedente de ser secretario administrativo de esa comisión, sin experiencia ni participación académica ni cívica en materia de derechos humanos, antes de ser nombrado en febrero de 2005, por razones ignotas (¡ah, los caminos del tianguis político son inescrutables) quinto visitador de la CNDH (ya a partir de que asumió esa chamba produjo, como era obligado, distintos materiales y dio conferencias relacionadas con su encargo, sobre todo en temas de migración y de –juar, juar– defensa de los periodistas). En realidad, su orientación profesional está visiblemente cargada a asuntos de análisis electoral (su maestría en política y gobierno, obtenida de la Universidad de Essex, tuvo como tesis El PRI y la liberación política en México). Pero Farah comparte expectativas de crecimiento político con Pablo Escudero, quien era oficial mayor de la CNDH; casó con Sylvana, la hija del poderoso senador Beltrones, y ahora es diputado federal electo por el partido comercial del tucán verde. Según la revista Quién, convertida por las circunstancias en indispensable espacio de confidencias sobre emparentamientos políticos y empresariales, fue su propio suegro, Manlio Fabio Beltrones, quien lo propuso como candidato plurinominal por los verdes. El senador sonorense aprovechó la alianza del PRI y el PVEM para convencer a Jorge Emilio González y registrar a su yerno en la lista de los candidatos.
Un enredo más de querencias ha sido destapado por otro mecedor de cunas (en este momento especializado en mover un moisés toluqueño): dice el provisionalmente jarocho Salinas que el panista chihuahuense Javier Corral, que le ha acusado en San Lázaro de ser jefe de jefes, acudía a su residencia a pedir apoyo para iniciativas políticas. Críticas públicas y afectos privados, ha titulado Carlín Salín este rodaje de revelaciones sobre virtudes y vicios de la política bipartidista mexicana.
Por cierto, años atrás, cuando su condición era de virtual autoexiliado (la causa de su destierro estaba en decisiones tomadas por él durante su propio gobierno), Carlos Salinas de Gortari era asociado con desgracias naturales, sobre todo movimientos sísmicos, cada vez que asomaba la testa a suelo mexicano. Ahora que cree estar en vías de franca recuperación pública, el licenciado ha visto coincidir con infortunios populares lluviosos otra de sus andanzas restauradoras, ésta vez en el Veracruz de la precandidatura presidencial fidelina diseñada para chantajear con algún cargo federal más delante o para convalidar Barbies atlacomulcas. Del chamoy de la caldera grande a la salazón del sabidamente salino.
Astillas
Durante cinco años, La Jornada San Luis sufrió el embate del gobernador panista Marcelo de los Santos. El 23 de marzo de 2004 le anunció personalmente al director de ese medio (el mismo tecleador que aquí astilla) que suspendía toda relación publicitaria mientras no se aceptara su pretensión de elegir encabezados y diseño de la primera plana del diario cuando así lo decidiera. El 18 de junio de ese mismo año, sus funcionarios secuestraron la edición en que se daba cuenta de la promesa de maniobras con dinero público para favorecer a la Minera San Xavier (la Comisión Estatal de Derechos Humanos, presidida por Magdalena González Vega, expidió la recomendación 12/05, derivada del expediente CEDH-QO.561/04, en el que luego de una amplia investigación aseguró que se habían producido violaciones al derecho a la información y a la libertad de prensa). Para denunciar la política arbitraria y excluyente de ese gobernador, el astillado director de La Jornada San Luis irrumpió en la ceremonia oficial de entrega de los premios estatales de periodismo para decir de frente al mencionado panista lo que de él se pensaba. Enseguida se inició una caminata desde la capital potosina a la ciudad de México, en defensa de lo que se llamó el periodismo necesario. Y momento hubo en que frente a la oficina del gobernador se realizó un acto público de apoyo al diario, con la asistencia de Magú, Jaime Avilés, Chaneca Maldonado, Gabino Palomares y periodistas de otras entidades, bajo el lema “Que viva La Jornada San Luis”. Este sábado, entre rechiflas, tachado de represor y corrupto, De los Santos dejó el gobierno potosino (días atrás había recibido huevazos en la plaza de armas). Se cumplió el objetivo de sobrevivencia trazado en 2004 (seguir en pie cuando menos hasta llegar al 27 de septiembre de 2009, un día después de que De los Santos dejara el poder): Marcelo se ha ido y La Jornada San Luis vive. Es posible que la difícil situación económica del país acabe dañando a un diario tocado por el boicot que en el tramo final del marcelismo fue levantado parcialmente. Pero eso ya será otra historia, más allá del capricho de un gobernante al que el periodismo de pie resistió sus caprichos y presuntas sentencias de muerte. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Según el currículum disponible en la página electrónica de la CNDH, el mercantilmente predestinado Farah Gebara sólo tenía el antecedente de ser secretario administrativo de esa comisión, sin experiencia ni participación académica ni cívica en materia de derechos humanos, antes de ser nombrado en febrero de 2005, por razones ignotas (¡ah, los caminos del tianguis político son inescrutables) quinto visitador de la CNDH (ya a partir de que asumió esa chamba produjo, como era obligado, distintos materiales y dio conferencias relacionadas con su encargo, sobre todo en temas de migración y de –juar, juar– defensa de los periodistas). En realidad, su orientación profesional está visiblemente cargada a asuntos de análisis electoral (su maestría en política y gobierno, obtenida de la Universidad de Essex, tuvo como tesis El PRI y la liberación política en México). Pero Farah comparte expectativas de crecimiento político con Pablo Escudero, quien era oficial mayor de la CNDH; casó con Sylvana, la hija del poderoso senador Beltrones, y ahora es diputado federal electo por el partido comercial del tucán verde. Según la revista Quién, convertida por las circunstancias en indispensable espacio de confidencias sobre emparentamientos políticos y empresariales, fue su propio suegro, Manlio Fabio Beltrones, quien lo propuso como candidato plurinominal por los verdes. El senador sonorense aprovechó la alianza del PRI y el PVEM para convencer a Jorge Emilio González y registrar a su yerno en la lista de los candidatos.
Un enredo más de querencias ha sido destapado por otro mecedor de cunas (en este momento especializado en mover un moisés toluqueño): dice el provisionalmente jarocho Salinas que el panista chihuahuense Javier Corral, que le ha acusado en San Lázaro de ser jefe de jefes, acudía a su residencia a pedir apoyo para iniciativas políticas. Críticas públicas y afectos privados, ha titulado Carlín Salín este rodaje de revelaciones sobre virtudes y vicios de la política bipartidista mexicana.
Por cierto, años atrás, cuando su condición era de virtual autoexiliado (la causa de su destierro estaba en decisiones tomadas por él durante su propio gobierno), Carlos Salinas de Gortari era asociado con desgracias naturales, sobre todo movimientos sísmicos, cada vez que asomaba la testa a suelo mexicano. Ahora que cree estar en vías de franca recuperación pública, el licenciado ha visto coincidir con infortunios populares lluviosos otra de sus andanzas restauradoras, ésta vez en el Veracruz de la precandidatura presidencial fidelina diseñada para chantajear con algún cargo federal más delante o para convalidar Barbies atlacomulcas. Del chamoy de la caldera grande a la salazón del sabidamente salino.
Astillas
Durante cinco años, La Jornada San Luis sufrió el embate del gobernador panista Marcelo de los Santos. El 23 de marzo de 2004 le anunció personalmente al director de ese medio (el mismo tecleador que aquí astilla) que suspendía toda relación publicitaria mientras no se aceptara su pretensión de elegir encabezados y diseño de la primera plana del diario cuando así lo decidiera. El 18 de junio de ese mismo año, sus funcionarios secuestraron la edición en que se daba cuenta de la promesa de maniobras con dinero público para favorecer a la Minera San Xavier (la Comisión Estatal de Derechos Humanos, presidida por Magdalena González Vega, expidió la recomendación 12/05, derivada del expediente CEDH-QO.561/04, en el que luego de una amplia investigación aseguró que se habían producido violaciones al derecho a la información y a la libertad de prensa). Para denunciar la política arbitraria y excluyente de ese gobernador, el astillado director de La Jornada San Luis irrumpió en la ceremonia oficial de entrega de los premios estatales de periodismo para decir de frente al mencionado panista lo que de él se pensaba. Enseguida se inició una caminata desde la capital potosina a la ciudad de México, en defensa de lo que se llamó el periodismo necesario. Y momento hubo en que frente a la oficina del gobernador se realizó un acto público de apoyo al diario, con la asistencia de Magú, Jaime Avilés, Chaneca Maldonado, Gabino Palomares y periodistas de otras entidades, bajo el lema “Que viva La Jornada San Luis”. Este sábado, entre rechiflas, tachado de represor y corrupto, De los Santos dejó el gobierno potosino (días atrás había recibido huevazos en la plaza de armas). Se cumplió el objetivo de sobrevivencia trazado en 2004 (seguir en pie cuando menos hasta llegar al 27 de septiembre de 2009, un día después de que De los Santos dejara el poder): Marcelo se ha ido y La Jornada San Luis vive. Es posible que la difícil situación económica del país acabe dañando a un diario tocado por el boicot que en el tramo final del marcelismo fue levantado parcialmente. Pero eso ya será otra historia, más allá del capricho de un gobernante al que el periodismo de pie resistió sus caprichos y presuntas sentencias de muerte. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
¿Pues qué ya no había sido presentada por el Senado de la República una controversia constitucional ante las dos ministras y los nueve ministros de la Suprema Corte respecto al asunto Banamex? Se trata de la historia del rescate con fondos del gobierno de Estados Unidos de Citibank, accionista principal de Banamex. De carambola puso a éste fuera de las leyes mexicanas, que no permiten a gobiernos extranjeros ser propietarios o copropietarios de bancos nacionales. La Secretaría de Hacienda hizo su propia interpretación jurídica y extendió un permiso a Banamex para que continuara operando sin cambios. Esta situación fue discutida en marzo pasado, desde entonces el senador Beltrones anunció que sería interpuesta una controversia ante la Corte para que definiera si Banamex opera ilegalmente, pero ante los comentarios aparecidos en esta sección, y diversos medios, en el sentido de que aparentemente el político sonorense trabajaba a favor de un grupo de financieros para adquirirlo, el tema pareció desvanecerse, nunca se supo si había sido archivado o se había promovido la controversia. Banamex continúa funcionando con el permiso económico –como si fuera un taxi sin placas– que le otorgó Hacienda y Beltrones este fin de semana volvió a la carga. Hay una pregunta que podría encerrar la respuesta a varias dudas. ¿Por qué hoy? ¿Por qué desentierra el asunto estos días que se discute el presupuesto? Ha tenido una posición ambivalente, nada raro en él, a veces pareciera que va a favor del superIVA del 2%, otras ocasiones da la impresión de que está en contra, o todo lo contrario. Pero el 2% bien vale un banco. ¿Será que Hacienda, a cambio del apoyo del sonorense, retirará el permiso temporal a Banamex, convocará a accionistas mexicanos a que lo tomen a su cargo y amigos de Beltrones serán los favorecidos? Ahí se las dejo para que se rasquen la oreja.
Lujambio y las universidades
Nadie está en contra de la idea de que las universidades públicas manejen sus recursos con transparencia, al contrario, muchos coincidimos en que deberían ser ejemplo de claridad. Sin embargo, es algo truculento que el secretario de Educación, Alonso Lujambio, use como pretexto una supuesta opacidad para justificar el recorte presupuestal. Hay que exigir que mejore la rendición de cuentas y que optimicen el uso de los recursos, pero eso es distinto a despojarlas. Por otro lado, Lujambio es el funcionario menos indicado para hablar de transparencia. Cuando fue presidente del IFAI era conocido que tomaba a su cargo los asuntos espinosos relativos a la Presidencia de la República para clasificarlos como confidenciales y mandarlos a la reserva. El 8 de mayo del año pasado reproduje un mensaje enviado por el químico David Aguilar, de Veracruz: Desde el día primero de marzo solicité al IFAI la totalidad de los contratos adjudicados a Ivancar (empresa de la familia del entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo) por las diferentes empresas de Pemex. Nunca recibí notificación alguna de ampliación del plazo de respuesta, y ya pasó el máximo de tiempo para responder, que son 40 días. Mi solicitud es la número 301182. Estoy asqueado de vivir en esta simulación de democracia y manos limpias, y todavía como puntilla han borrado mi registro del sistema de cómputo, de tal forma que ni siquiera le puedo dar seguimiento alguno a mi requerimiento. El comentario del lector mereció una desmañada respuesta de Jaime Alcudia Goya, entonces director general de comunicación social, más orientada a defender la imagen de su jefe que a dar respuesta satisfactoria al químico Aguilar. Ahora Lujambio está al servicio de la nada transparente miss Gordillo. Más adelante lo podrá recompensar haciéndolo diputado y jefe de la fracción panista del Panal en la Cámara de Diputados, como su antecesor Reyes Tamez. Va de premio en premio.
Road show
La comentada visita de Salinas de Gortari al puerto de Veracruz, invitado por un grupo de empresarios y Fidel Herrera a hacer una exposición sobre los problemas económicos del momento, es la primera de una serie de presentaciones que hará en diversas partes del país. Como Lázaro, se levantó y andó. Le fascina que le toquen el tema de modificar la Constitución para que se permita la relección. Fidel salió con buena ganancia. Dicen que recibió muy buenos consejos, mas no sobre el arte de gobernar, el final de su sexenio está a la vista, sino sobre los servicios jurídicos de sobresalientes abogados contratados por la familia Salinas de Gortari para salir –y muy bien librada– de complejos problemas. Las finanzas de Veracruz están de cabeza.
Lujambio y las universidades
Nadie está en contra de la idea de que las universidades públicas manejen sus recursos con transparencia, al contrario, muchos coincidimos en que deberían ser ejemplo de claridad. Sin embargo, es algo truculento que el secretario de Educación, Alonso Lujambio, use como pretexto una supuesta opacidad para justificar el recorte presupuestal. Hay que exigir que mejore la rendición de cuentas y que optimicen el uso de los recursos, pero eso es distinto a despojarlas. Por otro lado, Lujambio es el funcionario menos indicado para hablar de transparencia. Cuando fue presidente del IFAI era conocido que tomaba a su cargo los asuntos espinosos relativos a la Presidencia de la República para clasificarlos como confidenciales y mandarlos a la reserva. El 8 de mayo del año pasado reproduje un mensaje enviado por el químico David Aguilar, de Veracruz: Desde el día primero de marzo solicité al IFAI la totalidad de los contratos adjudicados a Ivancar (empresa de la familia del entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo) por las diferentes empresas de Pemex. Nunca recibí notificación alguna de ampliación del plazo de respuesta, y ya pasó el máximo de tiempo para responder, que son 40 días. Mi solicitud es la número 301182. Estoy asqueado de vivir en esta simulación de democracia y manos limpias, y todavía como puntilla han borrado mi registro del sistema de cómputo, de tal forma que ni siquiera le puedo dar seguimiento alguno a mi requerimiento. El comentario del lector mereció una desmañada respuesta de Jaime Alcudia Goya, entonces director general de comunicación social, más orientada a defender la imagen de su jefe que a dar respuesta satisfactoria al químico Aguilar. Ahora Lujambio está al servicio de la nada transparente miss Gordillo. Más adelante lo podrá recompensar haciéndolo diputado y jefe de la fracción panista del Panal en la Cámara de Diputados, como su antecesor Reyes Tamez. Va de premio en premio.
Road show
La comentada visita de Salinas de Gortari al puerto de Veracruz, invitado por un grupo de empresarios y Fidel Herrera a hacer una exposición sobre los problemas económicos del momento, es la primera de una serie de presentaciones que hará en diversas partes del país. Como Lázaro, se levantó y andó. Le fascina que le toquen el tema de modificar la Constitución para que se permita la relección. Fidel salió con buena ganancia. Dicen que recibió muy buenos consejos, mas no sobre el arte de gobernar, el final de su sexenio está a la vista, sino sobre los servicios jurídicos de sobresalientes abogados contratados por la familia Salinas de Gortari para salir –y muy bien librada– de complejos problemas. Las finanzas de Veracruz están de cabeza.
El golpe de Estado en Honduras complicó aún más la ya de por sí saturada agenda del presidente Barack Obama en los planos doméstico e internacional. En el primer caso destacan la cada vez más complicada aprobación del plan de salud, la renuencia de los magnates financieros para entender la necesidad de poner freno a sus desmedidas ambiciones, la restructuración del mercado inmobiliario y el persistente aumento del desempleo. En el segundo, la decisión de aumentar o disminuir tropas en Afganistán, el proceso de lograr la paz en Medio Oriente, los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, y la necesidad de detener el calentamiento del planeta. En todos y cada uno de estos temas hay controversias no sólo con los republicanos, sino incluso con sus propios compañeros de partido.
Su agenda está saturada de asuntos que pueden determinar el rumbo que tome su gobierno en los próximos años. O, como él coloquialmente lo definiera, su plato está lleno. El golpe de Estado que la oligarquía hondureña propinó al presidente Manuel Zelaya complica aún más esa agenda. Los países del orbe han manifestado su rechazo al gobierno de facto en Honduras y han exigido el restablecimiento de la normalidad democrática en ese país. El gobierno del presidente Obama también se ha manifestado en ese sentido, aunque como lo ha dicho el propio presidente Zelaya, en forma tibia y sin llevar a fondo las sanciones al régimen del señor Micheletti. Si esa tibieza está determinada por la convicción de Obama de cortar de tajo con la política intervencionista de la administración Bush y evitar sanciones que lastiman a la población que se pretende apoyar, es algo que debiera quedar explícito en las declaraciones del Departamento de Estado.
No se descarta que algunos grupos ligados con la fracción anticastrista residente en Miami ejerzan su influencia en el Congreso y en algunos sectores del actual gobierno, particularmente en el Departamento de Estado, para evitar que el gobierno estadunidense presione más firmemente a los golpistas. Son los mismos que han acusado al presidente Zelaya de simpatizar con Cuba y Venezuela y han justificado el golpe de Estado.
El hecho es que, más allá de la disputa en torno a la actitud del gobierno de Obama con respecto a los golpistas hondureños, la pregunta que se hacen quienes ven con preocupación esta escalada conservadora en su contra es: ¿cuánto más resistirá la guerra abierta que desde la derecha se le ha declarado? Tal vez es tiempo de que el presidente estadunidense concrete sus promesas, aun sin el consenso de quienes, por una u otra razón, nunca estarán de acuerdo con cambiar el estado actual de cosas.
abalderasr@yahoo.com.mx
Su agenda está saturada de asuntos que pueden determinar el rumbo que tome su gobierno en los próximos años. O, como él coloquialmente lo definiera, su plato está lleno. El golpe de Estado que la oligarquía hondureña propinó al presidente Manuel Zelaya complica aún más esa agenda. Los países del orbe han manifestado su rechazo al gobierno de facto en Honduras y han exigido el restablecimiento de la normalidad democrática en ese país. El gobierno del presidente Obama también se ha manifestado en ese sentido, aunque como lo ha dicho el propio presidente Zelaya, en forma tibia y sin llevar a fondo las sanciones al régimen del señor Micheletti. Si esa tibieza está determinada por la convicción de Obama de cortar de tajo con la política intervencionista de la administración Bush y evitar sanciones que lastiman a la población que se pretende apoyar, es algo que debiera quedar explícito en las declaraciones del Departamento de Estado.
No se descarta que algunos grupos ligados con la fracción anticastrista residente en Miami ejerzan su influencia en el Congreso y en algunos sectores del actual gobierno, particularmente en el Departamento de Estado, para evitar que el gobierno estadunidense presione más firmemente a los golpistas. Son los mismos que han acusado al presidente Zelaya de simpatizar con Cuba y Venezuela y han justificado el golpe de Estado.
El hecho es que, más allá de la disputa en torno a la actitud del gobierno de Obama con respecto a los golpistas hondureños, la pregunta que se hacen quienes ven con preocupación esta escalada conservadora en su contra es: ¿cuánto más resistirá la guerra abierta que desde la derecha se le ha declarado? Tal vez es tiempo de que el presidente estadunidense concrete sus promesas, aun sin el consenso de quienes, por una u otra razón, nunca estarán de acuerdo con cambiar el estado actual de cosas.
abalderasr@yahoo.com.mx
Más allá de su 2 por ciento para los pobres, la cadena de incrementos en los impuestos existentes y la actualización (léase aumentos) de precios y tarifas del sector público, la propuesta económica 2010 del calderonato sólo reporta decrementos. ¿Cómo crecería 3 por ciento el país, según la versión oficial, si el paquetazo carece de lo más elemental para echar a caminar y estimular la economía? Quién sabe, pero lo cierto es que el panismo actúa en riguroso sentido contrario de lo que una década atrás, como supuesta oposición, proponía: lo importante, decía el PAN que no se come, es elevar a rango de política de Estado la política económica, profundizando en una reforma fiscal integral, en una política hacendaria no sólo recaudatoria sino comprometida con la micro, pequeña y mediana empresas para solventar el déficit creciente de empleos permanentes y productivos que demandan los mexicanos.
Entre lo poco que registra incremento (algo tradicional en este renglón) para 2010 está el presupuesto destinado el servicio de la deuda pública (interna y externa): 11.2 por ciento con respecto a 2009 (contra una reducción de 17.7 por ciento en la SEP), o lo que es lo mismo, 238 mil millones de pesos. En sólo un bienio, de los bolsillos de los mexicanos habrán salido más de 450 mil millones de pesos para tal fin, mientras el endeudamiento se mantiene al alza. De allí en fuera, prácticamente todo cae.
Van algunos ejemplos, documentados por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados: para la función desarrollo económico la propuesta calderonista representa una reducción de 8.19 por ciento al gasto aprobado en el ejercicio fiscal 2009. Para el próximo año, con respecto al anterior, la propuesta es reducir las asignaciones presupuestales de la siguiente manera: energía, 2.56 por ciento; comunicaciones y transportes, 16 por ciento (para carreteras, por ejemplo, la caída es de 25 por ciento y de 32 por ciento en puertos); desarrollo agropecuario y forestal, 16.5; laboral, 7.69; empresarial (fundamentalmente apoyos a pequeñas y medianas empresas), 5.6; turismo (tercer captador de divisas), 30.8, y agro, 25.6.
Para la banca de desarrollo (propiedad de la nación, hasta donde se sabe, y uno de los grandes motores de la economía) la propuesta calderonista consiste en reducir su presupuesto en 97.4 por ciento, y en 55 por ciento los dineros públicos canalizados a los fondos de fomento.
Los dineros públicos para la conservación del medio ambiente y los recursos naturales se recortan en casi 20 por ciento; los destinados al Programa de Financiamiento y Aseguramiento al Medio Rural se desploman 58 por ciento; los canalizados al Apoyo para el Desarrollo y Mejoramiento Rural de plano desaparecen, al igual que los asignados a la Zona Metropolitana del Valle de México y al Fondo Metropolitano de Infraestructura para el Desarrollo, entre otros muchos. Además, se reduce el presupuesto para urbanización, vivienda y desarrollo regional (12 por ciento) y el de agua potable y alcantarillado (11.5 por ciento).
País sin educación, país sin futuro. Y en Los Pinos lo entienden bien: para el apoyo en Servicios Educativos Concurrentes la reducción presupuestal propuesta es de 33.4 por ciento; para cultura, 25.2; educación para adultos cae 2.8 y educación superior 2 por ciento. Posgrado crece 0.6 por ciento, educación básica 9.5, y educación media superior 9.5. A cambio, se borran del mapa (desaparecen) los recursos para lo siguiente: ampliación de la oferta educativa de los institutos tecnológicos; fortalecimiento a la educación temprana y el desarrollo infantil; Atención educativa a grupos en situación vulnerable; apoyos complementarios para el FAEB; fortalecimiento de la educación media superior en el Colegio de Bachilleres; fortalecimiento de la educación media superior en Cecytes; Sistema Nacional de Educación a Distancia; Universidad Autónoma de la Ciudad de México; programa de carrera docentes; fortalecimiento a las acciones asociadas a la educación indígena; apoyo a la infraestructura de las universidades interculturales existentes; fondo de apoyo a la calidad de las universidades tecnológicas; programa de apoyo a la formación profesional y Proyecto de Fundación Educación Superior-Empresas (ANUIES); Becas Fullbright García-Robles; fondo para la consolidación de la universidades interculturales; equipamiento de escuelas educación básica; fondo de apoyo para la calidad de los institutos tecnológicos (descentralizados); equipamiento e infraestructura (talleres y laboratorios); fortalecimiento de la educación media superior; Instituto Mexicano de Cinematografía Fidecine, y los programas de cultura en todos y cada uno de los estados de la República. Para el fortalecimiento de la calidad en las escuelas normales la caída es de 67 por ciento.
En Semarnat ni un centavo para el Sistema de información ambiental ni para los programas ecológico Texcoco, de desarrollo de infraestructura de temporal, de ampliación de infraestructura de riego, de rehabilitación y modernización en unidades y distritos de riego, y de conservación y rehabilitación de áreas de temporal tecnificado. En la Sener: cero pesos a los programas de establecimiento y promoción de medidas para el ahorro de energía y aprovechamiento de energía renovable, y el de sustitución de equipos electrodomésticos para el ahorro de energía. Y así por el estilo, secretaría por secretaría.
¿De dónde, pues, el 3 por ciento de crecimiento?
Las rebanadas del pastel
¿De qué país habla?: no hay plan B, porque no vamos a endeudar al país, aseguró el autodenominado dirigente nacional panista, César Nava, y precisó que no vamos a aplicar las recetas del pasado que ya han quebrado varias veces al país. Pues bien, el susodicho pasó por alto que en lo que va del calderonato la deuda del sector público federal se ha incrementado ferozmente: 77 por ciento en lo que toca al débito externo y 72 por ciento en el ámbito interno; al cierre del primer semestre de 2009 el saldo del primero fue de 84 mil 405.7 millones de dólares (comparable al registrado en 1995, el año de la gran crisis), y el del segundo de 2 billones 536 mil 98.1 millones de pesos (el mayor de la historia), según la estadística del tercer informe del propio inquilino de Los Pinos. Por lo demás, pues que no se estrese, porque con las mismas recetas del pasado, Calderón ya quebró al país.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Entre lo poco que registra incremento (algo tradicional en este renglón) para 2010 está el presupuesto destinado el servicio de la deuda pública (interna y externa): 11.2 por ciento con respecto a 2009 (contra una reducción de 17.7 por ciento en la SEP), o lo que es lo mismo, 238 mil millones de pesos. En sólo un bienio, de los bolsillos de los mexicanos habrán salido más de 450 mil millones de pesos para tal fin, mientras el endeudamiento se mantiene al alza. De allí en fuera, prácticamente todo cae.
Van algunos ejemplos, documentados por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados: para la función desarrollo económico la propuesta calderonista representa una reducción de 8.19 por ciento al gasto aprobado en el ejercicio fiscal 2009. Para el próximo año, con respecto al anterior, la propuesta es reducir las asignaciones presupuestales de la siguiente manera: energía, 2.56 por ciento; comunicaciones y transportes, 16 por ciento (para carreteras, por ejemplo, la caída es de 25 por ciento y de 32 por ciento en puertos); desarrollo agropecuario y forestal, 16.5; laboral, 7.69; empresarial (fundamentalmente apoyos a pequeñas y medianas empresas), 5.6; turismo (tercer captador de divisas), 30.8, y agro, 25.6.
Para la banca de desarrollo (propiedad de la nación, hasta donde se sabe, y uno de los grandes motores de la economía) la propuesta calderonista consiste en reducir su presupuesto en 97.4 por ciento, y en 55 por ciento los dineros públicos canalizados a los fondos de fomento.
Los dineros públicos para la conservación del medio ambiente y los recursos naturales se recortan en casi 20 por ciento; los destinados al Programa de Financiamiento y Aseguramiento al Medio Rural se desploman 58 por ciento; los canalizados al Apoyo para el Desarrollo y Mejoramiento Rural de plano desaparecen, al igual que los asignados a la Zona Metropolitana del Valle de México y al Fondo Metropolitano de Infraestructura para el Desarrollo, entre otros muchos. Además, se reduce el presupuesto para urbanización, vivienda y desarrollo regional (12 por ciento) y el de agua potable y alcantarillado (11.5 por ciento).
País sin educación, país sin futuro. Y en Los Pinos lo entienden bien: para el apoyo en Servicios Educativos Concurrentes la reducción presupuestal propuesta es de 33.4 por ciento; para cultura, 25.2; educación para adultos cae 2.8 y educación superior 2 por ciento. Posgrado crece 0.6 por ciento, educación básica 9.5, y educación media superior 9.5. A cambio, se borran del mapa (desaparecen) los recursos para lo siguiente: ampliación de la oferta educativa de los institutos tecnológicos; fortalecimiento a la educación temprana y el desarrollo infantil; Atención educativa a grupos en situación vulnerable; apoyos complementarios para el FAEB; fortalecimiento de la educación media superior en el Colegio de Bachilleres; fortalecimiento de la educación media superior en Cecytes; Sistema Nacional de Educación a Distancia; Universidad Autónoma de la Ciudad de México; programa de carrera docentes; fortalecimiento a las acciones asociadas a la educación indígena; apoyo a la infraestructura de las universidades interculturales existentes; fondo de apoyo a la calidad de las universidades tecnológicas; programa de apoyo a la formación profesional y Proyecto de Fundación Educación Superior-Empresas (ANUIES); Becas Fullbright García-Robles; fondo para la consolidación de la universidades interculturales; equipamiento de escuelas educación básica; fondo de apoyo para la calidad de los institutos tecnológicos (descentralizados); equipamiento e infraestructura (talleres y laboratorios); fortalecimiento de la educación media superior; Instituto Mexicano de Cinematografía Fidecine, y los programas de cultura en todos y cada uno de los estados de la República. Para el fortalecimiento de la calidad en las escuelas normales la caída es de 67 por ciento.
En Semarnat ni un centavo para el Sistema de información ambiental ni para los programas ecológico Texcoco, de desarrollo de infraestructura de temporal, de ampliación de infraestructura de riego, de rehabilitación y modernización en unidades y distritos de riego, y de conservación y rehabilitación de áreas de temporal tecnificado. En la Sener: cero pesos a los programas de establecimiento y promoción de medidas para el ahorro de energía y aprovechamiento de energía renovable, y el de sustitución de equipos electrodomésticos para el ahorro de energía. Y así por el estilo, secretaría por secretaría.
¿De dónde, pues, el 3 por ciento de crecimiento?
Las rebanadas del pastel
¿De qué país habla?: no hay plan B, porque no vamos a endeudar al país, aseguró el autodenominado dirigente nacional panista, César Nava, y precisó que no vamos a aplicar las recetas del pasado que ya han quebrado varias veces al país. Pues bien, el susodicho pasó por alto que en lo que va del calderonato la deuda del sector público federal se ha incrementado ferozmente: 77 por ciento en lo que toca al débito externo y 72 por ciento en el ámbito interno; al cierre del primer semestre de 2009 el saldo del primero fue de 84 mil 405.7 millones de dólares (comparable al registrado en 1995, el año de la gran crisis), y el del segundo de 2 billones 536 mil 98.1 millones de pesos (el mayor de la historia), según la estadística del tercer informe del propio inquilino de Los Pinos. Por lo demás, pues que no se estrese, porque con las mismas recetas del pasado, Calderón ya quebró al país.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
Decir que el gobierno es un pésimo recaudador de impuestos (RE 15, 22 y 29 de dic, 2008) se sustenta en que su captación como porcentaje del PIB es raquítica (19.8%) en comparación la de países eficientes de la OCDE, los cuales captan en promedio el 36% de su PIB, esto es, casi el doble que México, y sin petróleo (Gráfico 1).
La falla principal del sistema fiscal radica en el deficiente cobro del impuesto sobre la renta (ISR) tanto a empresas como a personas físicas. Con este impuesto México sólo capta 5.7% del PIB, mientras que los países de la OCDE captan 13% en promedio y los avanzados como Noruega o Dinamarca, 20.7 y 29.3 respectivamente.
El ISR, es sabido, constituye el principal impuesto por su volumen de captación, porque tiene la capacidad de ser justo y proporcional, y porque es un equilibrador (y redistribuidor) básico de las distorsiones y la concentración del ingreso.
a) ISR empresarial. Su baja captación en el país obedece principalmente a:
• Una disminución excesiva en los años recientes de su tasa (fija y aplicable a las utilidades), del 40% que tenía en 2001 a 28% actual (Gráfico 2).
• Una alta tasa de evasión es-timada en 26% por el ITAM, en 33% por el CIDE y en 46% por la CEPAL, y
• Una elusión (evasión permitida) posiblemente mayor a la evasión, que se da por normas laxas y tratamientos especiales, algunos de los cuales se justifican por su beneficio social y otros no.
b) ISR a personas físicas. Este es otro caso de ineficaz captación y marcada inequidad en nuestro país. Por este impuesto los países de la OCDE captan en promedio el 9.4% de su PIB, y México únicamente 3.4%. Sus fallas más visibles son:
• Haber reducido su tasa má-xima en forma similar a la del ISR empresarial (de 40% en 2001 al 28% actual), porcentaje muy bajo si se compara con la tasa promedio de la OCDE (36.5%), e incluso con Venezuela (34), Argentina y Colombia (35), o Chile (40%), y más con las tasas tope de países avanzados como Estados Unidos (42%), España (43), Canadá (46), Alemania (48), Países Bajos (52), Dinamarca (55) o Suecia (56) (Gráfico 2).
• Una estructura deficiente de tasas que incide en los ingresos medios y libera los altos por su parcial acumulación y poca progresividad (Gráfico 3).
• La evasión en los ingresos personales por actividades empresariales y profesionales, que ha sido estimada en 77% por el Colmex, en 80% por el ITAM, y en 87% por la CEPAL.
• La elusión en este sector se da fundamentalmente porque el sistema omite incluir, acumular y gravar como debería los ingresos a las ganancias de capital (en especial dividendos), como ocurre en economías como la estadunidense.
Conclusiones
1) México debe cobrar bien los impuestos existentes, despetrolizar sus finanzas y cuando menos elevar en un 50% su capta-ción (de 19.8 a 30% del PIB).
2) Para ello, por principio no proceden nuevos impuestos en tanto los existentes no se cobren y usen bien, y no se reduzca notablemente el gasto superfluo, dispendioso y ofensivo existente. En las condiciones actuales es inapropiado cualquier gravamen adicional que afecte a las familias pobres y medias del país, y esto es válido para precios y tarifas de los bienes y servicios públicos.
3) Consideramos en consecuencia que el impuesto de 2% al consumo general debe rechazarse. Si hay tanto empeño en gravar el consumo, que sea el suntuario, retomando el impuesto que ya se (mal) aplicó hace algunos años y que Hacienda se encargó de sepultar.
4) Consideramos que el impuesto sobre la renta (ISR) bien administrado puede allegar al fisco el doble o más de los recursos que se piensan captar con la propuesta del gobierno. Por tal razón, sugerimos focalizar el actual esfuerzo legislativo en este impuesto con los siguientes criterios:
a) Para el ISR a las empresas:
Disparates golpistas
El presidente brasileño, Luis Inazio Lula da Silva, reaccionó ayer con inusitada firmeza y energía al no menos insólito ultimátum que recibió del régimen espurio conformado en Honduras: definir, en un plazo de diez días, el estatus del presidente constitucional, Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde hace exactamente una semana, tras su regreso al país centroamericano. Además, la dictadura que encabeza Roberto Micheletti exigió que el gobierno de Brasilia tome medidas inmediatamente para asegurar que el señor Zelaya deje de utilizar la protección que le ofrece la representación diplomática para instigar la violencia en Honduras, y amenazó con tomar medidas adicionales de acuerdo al derecho internacional.
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El Correo Ilustrado
¿Sarcasmo o chantaje del señor Cordero?
¿Es ironía o ganas de intimidar las declaraciones vertidas por Ernesto Cordero Arroyo, de Sedeso? Entre otros asuntos menciona que Si no se aprueba el plan económico, más gente tendrá que saltarse una comida, y si se aprueba dice… “Todos comerán…”
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Notable convocatoria de La Jornada para una conferencia de Noam Chomsky en la UNAM. La sala Netzahualcoyotl, a reventar de estudiantes en su mayoría, profesores e investigadores, periodistas. Prueba una vez más de que el análisis de los problemas actuales, en una perspectiva crítica, sacude a la sociedad. No sólo por la perspectiva crítica, sino por la inteligencia e información que distingue el discurso del filósofo estadunidense.
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Hace tres meses, las instancias oficiales aseguraban que éste sería un año con pocas lluvias por el fenómeno de El Niño. Alertaban sobre una mayor falta de agua en la ciudad de México y llamaban a la población a no desperdiciar el vital líquido. Pero las lluvias se convirtieron en problema y los funcionarios no hablan de escasez, sino de desastre. Las inundaciones dejan a miles con problemas en sus hogares y partes de la metrópoli se paralizan cada que llueve. Como prometimos el lunes pasado, seguimos con las nuevas aportaciones de los funcionarios para explicar lo que ocurre.
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El PAN cumplió 70 años de vida en septiembre de este año (2009). Aparece en el escenario político nacional como una respuesta al gobierno del general Lázaro Cárdenas, que si bien había logrado avances importantes en lo tocante a democracia social, no había sido un gobierno que pudiera identificarse con la democracia política.
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Los impuestos son precisamente eso. Se imponen sobre alguien por parte del gobierno. Son compulsivos, aunque no tienen por qué ser equitativos. No somos contribuyentes en un sentido literal del término, sino tributarios.
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El nuevo camino de San Juan Chamula (no a), que aspira a ser una carretera de cuatro carriles, un bulevar con aires de grandeza (en este caso, la de los caciques indígenas de la localidad) hacia la alguna vez orgullosa Ciudad Real en el valle de Jovel, es reveladora de los tiempos que corren.
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Durante la semana pasada se llevaron a cabo en la Sala Nezahualcóyotl las sesiones de la cuarta edición del Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta, con la Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como conjunto residente del concurso. Al igual que en las ediciones anteriores, la convocatoria fue nula para las sesiones preliminares, a las que asistió un promedio de no más de seis u ocho personas.
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Ricardo Raphael
Me lleva, me carga
A mediados del siglo XIX se volvió muy famoso en la ciudad de México un maleante, una suerte de mago invisible que podía hacerse de lo ajeno prácticamente sin ser notado. Las autoridades jamás pudieron dar con El Pifas.
Hacía su agosto en la vía pública. Tal era su destreza profesional que siempre era tarde cuando el transeúnte descubría el extravío de sus posesiones.
Cuenta la leyenda que la ciudad andaba tan irritada por las tropelías de este maleante, que un 10 de mayo habría aparecido como encabezado en la primera plana de un periódico de nota roja la siguiente declaración: ¡Pifas, por tu madre, entrégate!
La sensación de desagrado provocada por este peculiar personaje creció a tal grado que él es el responsable de esa expresión utilizada en nuestros días: ¡Me lleva Pifas! La cual presupone que algo o alguien nos trae de muy mal humor.
Y este bandolero también dejó en herencia para la posteridad otra expresión cuyo significado es muy distinto: “Ya me cargó Pifas.”
La primera frase infiere que hay una amenaza inasible pero real que nos trae inquietos y de malas. La segunda significa que esa amenaza ya se materializó y acabó por despojarnos de algo que nos pertenecía.
Pifas es intuición que nos avisa cuando el ambiente se ha enrarecido, y es también constatación cuando la fatalidad se nos vino encima.
Por estos días, cada vez que pienso en la política de mi país, estas dos frases se enredan en mi cerebro bajo la forma de pregunta: ¿estamos los mexicanos que nos lleva El Pifas? ¿O de plano ya nos cargó ese mismo señor?
Es prerrogativa de cada quien responderse como pueda. Políticamente yo todavía me siento más llevado que cargado por El Pifas.
Traigo un malestar creciente por la manera como se están conduciendo los asuntos públicos en México, pero todavía no me doy por perdido frente a su fatalidad.
Me lleva Pifas porque veo los embates que están lesionando un patrimonio democrático que con muchísimo esfuerzo nos hubiéramos procurado los mexicanos apenas muy recientemente.
Me lleva porque los partidos renunciaron a ser vínculos que estrecharan lazos entre la sociedad y el Estado; y también porque estas instituciones han sido secuestradas por unos cuantos líderes profesionales.
Me lleva Pifas porque la sociedad organizada, que no hace tanto jugara un papel muy activo en la construcción democrática, está hoy desdibujada y desarticulada.
Me lleva también porque en el gobierno sigue importando más la lealtad y la pertenencia a una camarilla, que los méritos profesionales y la capacidad crítica.
Estoy que me lleva Pifas porque se ha dañado la autonomía y la credibilidad de los órganos del Estado.
Me lleva porque las autoridades locales han extraviado toda preocupación democrática. En su territorio la cooptación o la aniquilación de los adversarios han triunfado sobre el respeto a la pluralidad de voces e identidades.
Estoy que me lleva porque la tolerancia ha dejado de ser código para la conversación y en su lugar la desconfianza y el desprecio volvieron a ser la moneda de cambio que se utiliza en los recintos de poder.
Me lleva Pifas porque el desánimo campea entre los más jóvenes y el pesimismo se ha apoderado de una inmensa mayoría de mexicanos.
Estoy que me lleva porque en lugar de el acto de escuchar, por estos días decir discursos pareciera ser lo único relevante.
Me lleva porque los asuntos que requieren de mayor seriedad están siendo resueltos de manera muy mediocre. También porque los nuevos gobernantes están resultando tanto o más corruptos en comparación con los anteriores.
Este es un país que se merece una historia muy distinta a la que está teniendo. Resbalamos sí, por la rampa enjabonada que nos conduce hacia atrás y muy probablemente hacia una versión empeorada de lo que éramos; pero todavía estamos a tiempo de ponerle un alto al desbarrancadero.
Como aquel diario de nota roja del siglo XIX, hoy me doy el lujo de exigirle a El Pifas que se entregue. Que no siga haciendo sus inmoralidades, que tenga la bondad de dejarnos en paz.
En México todavía no nos ha cargado Pifas. Falta poco pero aún no ha ocurrido. Buena parte del patrimonio está magullado, maltrecho, en riesgo, pero aún en pié.
Es responsabilidad de los muchos que en adelante no nos cargue, aunque nos lleve.
Analista político
Hacía su agosto en la vía pública. Tal era su destreza profesional que siempre era tarde cuando el transeúnte descubría el extravío de sus posesiones.
Cuenta la leyenda que la ciudad andaba tan irritada por las tropelías de este maleante, que un 10 de mayo habría aparecido como encabezado en la primera plana de un periódico de nota roja la siguiente declaración: ¡Pifas, por tu madre, entrégate!
La sensación de desagrado provocada por este peculiar personaje creció a tal grado que él es el responsable de esa expresión utilizada en nuestros días: ¡Me lleva Pifas! La cual presupone que algo o alguien nos trae de muy mal humor.
Y este bandolero también dejó en herencia para la posteridad otra expresión cuyo significado es muy distinto: “Ya me cargó Pifas.”
La primera frase infiere que hay una amenaza inasible pero real que nos trae inquietos y de malas. La segunda significa que esa amenaza ya se materializó y acabó por despojarnos de algo que nos pertenecía.
Pifas es intuición que nos avisa cuando el ambiente se ha enrarecido, y es también constatación cuando la fatalidad se nos vino encima.
Por estos días, cada vez que pienso en la política de mi país, estas dos frases se enredan en mi cerebro bajo la forma de pregunta: ¿estamos los mexicanos que nos lleva El Pifas? ¿O de plano ya nos cargó ese mismo señor?
Es prerrogativa de cada quien responderse como pueda. Políticamente yo todavía me siento más llevado que cargado por El Pifas.
Traigo un malestar creciente por la manera como se están conduciendo los asuntos públicos en México, pero todavía no me doy por perdido frente a su fatalidad.
Me lleva Pifas porque veo los embates que están lesionando un patrimonio democrático que con muchísimo esfuerzo nos hubiéramos procurado los mexicanos apenas muy recientemente.
Me lleva porque los partidos renunciaron a ser vínculos que estrecharan lazos entre la sociedad y el Estado; y también porque estas instituciones han sido secuestradas por unos cuantos líderes profesionales.
Me lleva Pifas porque la sociedad organizada, que no hace tanto jugara un papel muy activo en la construcción democrática, está hoy desdibujada y desarticulada.
Me lleva también porque en el gobierno sigue importando más la lealtad y la pertenencia a una camarilla, que los méritos profesionales y la capacidad crítica.
Estoy que me lleva Pifas porque se ha dañado la autonomía y la credibilidad de los órganos del Estado.
Me lleva porque las autoridades locales han extraviado toda preocupación democrática. En su territorio la cooptación o la aniquilación de los adversarios han triunfado sobre el respeto a la pluralidad de voces e identidades.
Estoy que me lleva porque la tolerancia ha dejado de ser código para la conversación y en su lugar la desconfianza y el desprecio volvieron a ser la moneda de cambio que se utiliza en los recintos de poder.
Me lleva Pifas porque el desánimo campea entre los más jóvenes y el pesimismo se ha apoderado de una inmensa mayoría de mexicanos.
Estoy que me lleva porque en lugar de el acto de escuchar, por estos días decir discursos pareciera ser lo único relevante.
Me lleva porque los asuntos que requieren de mayor seriedad están siendo resueltos de manera muy mediocre. También porque los nuevos gobernantes están resultando tanto o más corruptos en comparación con los anteriores.
Este es un país que se merece una historia muy distinta a la que está teniendo. Resbalamos sí, por la rampa enjabonada que nos conduce hacia atrás y muy probablemente hacia una versión empeorada de lo que éramos; pero todavía estamos a tiempo de ponerle un alto al desbarrancadero.
Como aquel diario de nota roja del siglo XIX, hoy me doy el lujo de exigirle a El Pifas que se entregue. Que no siga haciendo sus inmoralidades, que tenga la bondad de dejarnos en paz.
En México todavía no nos ha cargado Pifas. Falta poco pero aún no ha ocurrido. Buena parte del patrimonio está magullado, maltrecho, en riesgo, pero aún en pié.
Es responsabilidad de los muchos que en adelante no nos cargue, aunque nos lleve.
Analista político
Lydia CachoPlan B28 de septiembre de 2009
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Lecturas(4123)
Jóvenes que odian
Matan, violan, secuestran, roban, asaltan y lo hacen con la frialdad de los actores hollywoodenses. Son jóvenes de entre 16 y 28 años que viven en México. La Unidad de investigación de EL UNIVERSAL reveló el nuevo perfil delincuencial juvenil. Los datos coinciden con lo expuesto a principio de 2009 por la Secretaría de Educación Pública: la frustración, la violencia doméstica, la pobreza y la desigualdad, de la mano del ocio, el abaratamiento de las drogas y el acceso al alcohol son los detonantes de la violencia juvenil. Las y los expertos alertan sobre los niveles de crueldad de las y los jóvenes que incursionan en la delincuencia.
No es casualidad que de 40 mil personas presas en este momento en la capital, todas crecieron y vivían en 25 colonias específicas. Barrios dominados por la pobreza, la falta de escuelas y parques; casas sin luz ni agua potable. Territorio de las y los desposeídos que durante generaciones han vivido rodeados de racismo, desprecio de las autoridades y de su prójimo. El resentimiento social y la ira no son casualidad en ninguna sociedad y en México tendemos a negar el poder de la violencia estructural, esa que mantiene guetos de pobreza con discursos absurdos que insisten en que “quien quiere puede”, sacando de contexto el sufrimiento y las condiciones límite de ciertos grupos sociales.
La reacción de la sociedad ante este fenómeno lo agrava, cada vez más gente en todos los ámbitos pide penas más severas para menores que delinquen, les descalifica y desprecia con un odio que nutre la violencia. Esa es tal vez la razón por la que la directora de readaptación social del DF asegura que estos jóvenes no son capaces de mostrar remordimiento por sus acciones, desconocen la empatía. Este fenómeno global no es casual. La cultura y la religión nos han enseñado a huir del conflicto o enfrentarlo a golpes.
Hace años en Cancún se creó un modelo de educación para la paz en una escuela publica con resultados asombrosos. El estudiantado, el profesorado, las madres y padres participaron.
En la educación para la paz en lugar de huir del conflicto se enseña a enfrentarlo, para convivir y aprender de él. Me consta que este tipo de educación permite tener una actitud activa ante el conflicto, evitar la sumisión, la evasión o la competición a favor de la negociación y la cooperación. La provención se diferencia de la prevención en que su objetivo no es evitar el conflicto sino saber cómo afrontarlo. Los programas de justicia restaurativa con jóvenes sí funcionan y podrían aplicarse en México. En lugar de desperdiciar millones en fiestas patrias del Bicentenario podrían invertirse en programas para sanar a la patria.
La paz no es la ausencia de guerra sino el proceso de realización de la justicia en los diferentes niveles de la relación humana. Si queremos que en México se eduque para la paz, habrá que comenzar por reconocer la injusticia social e intervenir en ella directamente con programas que demuestren a niños y niñas que tienen derecho a un futuro en su país.
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Jóvenes que odian
Matan, violan, secuestran, roban, asaltan y lo hacen con la frialdad de los actores hollywoodenses. Son jóvenes de entre 16 y 28 años que viven en México. La Unidad de investigación de EL UNIVERSAL reveló el nuevo perfil delincuencial juvenil. Los datos coinciden con lo expuesto a principio de 2009 por la Secretaría de Educación Pública: la frustración, la violencia doméstica, la pobreza y la desigualdad, de la mano del ocio, el abaratamiento de las drogas y el acceso al alcohol son los detonantes de la violencia juvenil. Las y los expertos alertan sobre los niveles de crueldad de las y los jóvenes que incursionan en la delincuencia.
No es casualidad que de 40 mil personas presas en este momento en la capital, todas crecieron y vivían en 25 colonias específicas. Barrios dominados por la pobreza, la falta de escuelas y parques; casas sin luz ni agua potable. Territorio de las y los desposeídos que durante generaciones han vivido rodeados de racismo, desprecio de las autoridades y de su prójimo. El resentimiento social y la ira no son casualidad en ninguna sociedad y en México tendemos a negar el poder de la violencia estructural, esa que mantiene guetos de pobreza con discursos absurdos que insisten en que “quien quiere puede”, sacando de contexto el sufrimiento y las condiciones límite de ciertos grupos sociales.
La reacción de la sociedad ante este fenómeno lo agrava, cada vez más gente en todos los ámbitos pide penas más severas para menores que delinquen, les descalifica y desprecia con un odio que nutre la violencia. Esa es tal vez la razón por la que la directora de readaptación social del DF asegura que estos jóvenes no son capaces de mostrar remordimiento por sus acciones, desconocen la empatía. Este fenómeno global no es casual. La cultura y la religión nos han enseñado a huir del conflicto o enfrentarlo a golpes.
Hace años en Cancún se creó un modelo de educación para la paz en una escuela publica con resultados asombrosos. El estudiantado, el profesorado, las madres y padres participaron.
En la educación para la paz en lugar de huir del conflicto se enseña a enfrentarlo, para convivir y aprender de él. Me consta que este tipo de educación permite tener una actitud activa ante el conflicto, evitar la sumisión, la evasión o la competición a favor de la negociación y la cooperación. La provención se diferencia de la prevención en que su objetivo no es evitar el conflicto sino saber cómo afrontarlo. Los programas de justicia restaurativa con jóvenes sí funcionan y podrían aplicarse en México. En lugar de desperdiciar millones en fiestas patrias del Bicentenario podrían invertirse en programas para sanar a la patria.
La paz no es la ausencia de guerra sino el proceso de realización de la justicia en los diferentes niveles de la relación humana. Si queremos que en México se eduque para la paz, habrá que comenzar por reconocer la injusticia social e intervenir en ella directamente con programas que demuestren a niños y niñas que tienen derecho a un futuro en su país.
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