Julio Hernández López: Astillero
No es un asunto de enojos, asombros o voluntarismo, como si la aprobación de nuevas formas de opresión fiscal selectiva proviniese de un accidente impensable o de un imprevisto cambio de ruta a última hora. Las camarillas de diputados dominantes han respondido puntualmente a los intereses que las cohesionan y las llevaron a las curules, en una natural continuidad del proceso de desmantelamiento del país y de consolidación de privilegios y excepciones. Los encaramados en el poder han hecho lo que deben hacer, es decir, aquello para lo cual fueron llevados adonde están, así en estos días vayan a jugar a las diferencias de forma, a los litigios menores, a las correcciones/concesiones; así parezca que pueden darse diferendos entre el rendido salinismo de Paco Rojas en San Lázaro y el calculador salinismo esquivo de Manlio Fabio Beltrones en el Senado; así Cesarín Nava plantee fórmulas cómicas de pleito ratero al PRI porque éste habría aprobado puntos hacendarios insuficientes y erróneos; así aparezcan profesionales de las derrotas a buen precio como Ortega cuyo chuchismo se deslinda de tomas de tribuna, colabora a que el itinerario legislativo programado siga su curso y luego se declara indignado por los aumentos aprobados, en parodia infame sorjuanista, como si no fuera ocasión de lo mismo que acusa.
El prianismo cree haber tomado la medida a la oposición de izquierda y a los movimientos sociales. Ya no hay prudencia ni cierto recato útil: los golpes han de ejecutarse como van, con todo, y sin ver hacia atrás. El punto clave se ha dado con las maniobras fascistoides contra el Sindicato Mexicano de Electricistas, en una sublimación del manejo mediático sucio, atropellando abiertamente Constitución, leyes y sentido común, escribiendo con letras de oro en el muro de la ignominia la frase rectora del entender y el proceder gubernamentales: haiga sido como haiga sido, es decir, haiga de ser como haiga de ser. La primera etapa del calderonismo transitó del fraude electoral a los comicios de julio pasado, en que el PRI asumió el control de un tambaleante gobierno federal humedecido. La segunda etapa, ya de cogobierno PRI-Salinas y PAN-Calderón, despegó con el golpe a los electricistas, continúa con la aprobación de los impuestos ya encarrilados ayer y se afianza mediante la designación de cargos repartidos con sentido bipartidista de botín, tanto en el IFAI ya abiertamente desnaturalizado con sus dos nuevas integrantes (aunque ese camino era evidente desde tiempos de Alonso Lujambio, que luego confirmaría su dependencia del felipato al ser designado en la SEP), como en la CNDH, en la sustitución de ministros de la Corte que por edad se retiran, en las renovaciones escalonadas de consejeros del terriblemente deslegitimado IFE...
Es un proceso anunciado de expropiación de lo público para ser puesto al servicio de los aliados bipartidistas (con migajas para el perredismo chucho y otros miembros de la servidumbre partidista). Y, frente a ello, las quejas, la iracundia provisional, los reclamos al aire y los arranques de revolucionarismo circunstancial no hacen más que prestarse para desahogos individuales de conciencia e improductivos análisis superficiales (algunos de ellos adecuadamente utilizados para hacer como que se atiende a los inconformes, en una especie de judo político). Nada cambiará si no hay organización y acción políticas, si el peso de quienes se oponen a lo que sucede en el país no es colocado en la balanza de las decisiones y es tomado en cuenta conforme a ese significado y a esa representatividad. Cierto es que anuncios de barbarie electorera como la reposición del FAP y la designación de Manuel Camacho como coordinador mellan el ánimo e instalan preocupantes suspicacias y fundados temores, cierto es que buena parte de la capacidad de movilización de esa izquierda social ha sido delegada a personajes emblemáticos pero no infalibles, y que las estrategias de protesta o resistencia han sido recurrentes y solamente eficaces en términos de sobrevivencia de ese movimiento, pero la embestida de la derecha fascistoide y el priísmo salinista obliga a luchar cada cual desde su trinchera por detener el camino de voracidad criminal que está terminando con la viabilidad de nuestra nación. No es asunto de indignaciones o depresiones, sino de conciencia y acción.
JALONEO EN SAN LÁZARO. Diputados de PRD y PT mantuvieron tomada la parte baja de la tribuna de San Lázaro hasta la madrugada de ayerFoto Francisco Olvera
Astillas
El presidente del desempleo ha colocado los números de la cesantía nacional al nivel de 1995, el año posterior al error de diciembre... El titular de la Semarnat, alguien de apellido Elvira, ha pedido a los mexicanos que recen a la Virgen para que llueva a tiempo y tengamos agua. En tanto la gente busca soluciones en el cielo, el mencionado funcionario aprovecha para dar trece autorizaciones más para siembra de maíz transgénico en el país. Ante ese milagro, Monsanto, Dows y Pioneer, que podrán trabajar en tierras de Tamaulipas, Sonora, Sinaloa y Chihuahua, dieron gracias a la Virgen de la Dependencia... Nadie levantará las cejas ni promoverá linchamientos mediáticos desde Televisa porque en el paquete fiscal recién aprobado se le haya otorgado el privilegio de pagar diferidamente mil 900 millones de pesos por el uso del espectro radioeléctrico que esa empresa hará cuando cierre el negocio anunciado de aprovechar redes nacionales de 30 megahertz para servicios móviles, entre ellos el de telefonía. Cuando las licitaciones le favorezcan, Televisa pagará esos derechos hasta 2012 y 2013, pero eso no será un atraco o una transa, sino el aprovechamiento legal de resquicios previamente sembrados para beneficio empresarial legítimo... Y, mientras un subsecretario federal de Comunicaciones y Transportes nos advierte que el aumento de impuestos no es suficiente, y que esas modificaciones fiscales no significan solución para los problemas del país, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a las dos nuevas comisionadas calderonistas en el IFAI dar temprana muestra de compromiso con la transparencia, al reservar la difusión de sus declaraciones patrimoniales!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En el torrente de críticas que está recibiendo el PRI por pactar en lo oscurito con el PAN la mayor alza de impuestos en la historia del país, hay que hacer una salvedad: cumplió su compromiso de no permitir que se gravara la venta de alimentos y medicinas. Al menos cumplió en la Cámara de Diputados. Los senadores –no hay que darlo por descontado– podrían meter reversa, recordemos cómo se las gasta –y se las cobra– Beltrones. Pero si también los priístas rechazan en la Cámara de Senadores el 2%, ya tendrán un rico filón para explotar en su ruta hacia 2012. Prepárense a escuchar una andanada de espots: Nos comprometimos a defender la economía de los más pobres y no dejamos pasar el impuesto que los panistas querían cargar a los alimentos y las medicinas.
El horror
Salvo eso, el desempeño de los priístas fue tan desastroso como el de los panistas. La teoría dice que la política fiscal debe corregir las desigualdades económicas que inevitablemente se presentan en el seno de la colectividad, de tal suerte que la distancia entre los muy ricos, las clases medias y los pobres no sean abismales. Pero el presupuesto de ingresos que se aprobó la madrugada de ayer en la Cámara de Diputados, tiene una finalidad distinta. En vez de contribuir al bienestar social, a una distribución menos inequitativa de los recursos, va en dirección contraria. En primer lugar, conserva los abundantes ingresos y privilegios de la clase política… de las cámaras, de los partidos políticos, de los gobernadores, la alta burocracia, incluyendo al Presidente. Luego, descarga sobre las empresas medianas y pequeñas un fardo que muchas no podrán soportar. Tendrán que cerrar o bajar al nivel de changarros y despedir a mucha gente, porque estará fuera de sus posibilidades pagar de hoy en adelante 30 por ciento de impuesto sobre la renta, 16 por ciento de IVA sobre sus insumos, el 3 por ciento en servicios de telefonía, aparte de los gasolinazos y los aumentos de luz que el Ejecutivo se dispone a asestarles a partir del próximo año, para esto último no necesita aprobación del Congreso (es decisión exclusiva de Calderón). Y en el caso ya no de las empresas, sino de las personas, también la carga va más allá de lo que pueden soportar. ¿Y qué vamos a recibir a cambio? Más baches en las calles, agua contaminada en algunos rumbos de la ciudad de México, asaltos y secuestros, y el espectáculo de una horrenda estela de crímenes.
¿De veras no hay de otra?
El atraco que están cometiendo los pripánicos se basa en la confianza de que en la próxima elección presidencial no existirá una tercera opción. El tribunal electoral hizo el trabajo sucio de imponer a Chucho Ortega en la presidencia del PRD y dividió fatalmente a la izquierda. Lo del voto en blanco, ya se vio, es un ejercicio sin mayores consecuencias prácticas. ¿Quieren saber algo? No se fíen. Aun con el monopolio que ejercen los partidos sobre la postulación de candidatos, podrían llevarse una sorpresa.
Las cuentas de Sojo
No abandona el optimismo a Eduardo Sojo, el responsable del Inegi. Asegura que la tasa de desempleo en septiembre fue de 6.41%, el número de parados llegó a 2 millones 930 mil, la cifra más elevada desde la crisis de 1995. En lo que va del año –reporta Inegi– han perdido su empleo un millón 7 mil personas. ¡Ojalá fuera cierto! Eso significaría que 93% de las 45 millones de personas en edad de trabajar tienen una ocupación. Estaríamos viviendo la era de mayor prosperidad de la historia, casi casi como si Felipe Calderón hubiera cumplido su promesa de convertirse en el presidente del empleo. La verdad es otra. Inegi cuenta como gente empleada a la que labora un par de días a la semana, por ejemplo, en el servicio doméstico de entrada por salida. ¿Vieron el filme La vida es bella? En algo se parecen las cuentas de Sojo. Son historias para que no nos demos cuenta de la terrible realidad. Probablemente el desempleo anda en 40 %, no en el sojístico 6.41%.
Capitalismo cuatachón
El premio Nobel de Economía, doctor James J. Heckman, acaba de decir que el de México es un capitalismo entre amigos. Pasaron pocas horas antes de que la realidad confirmara –no hacía falta, de cualquier modo– lo acertado de su juicio. Según el diputado Javier Corral, Televisa recibió un favor de cuates: un diferimiento para el pago de derechos por uso de espectro radioeléctrico por mil 900 millones de pesos. No le faltará cash para dar el enganche de la red de fibra óptica, y aún cabe la posibilidad de que el pago sea a meses sin intereses.
e@Vox Populi
En el torrente de críticas que está recibiendo el PRI por pactar en lo oscurito con el PAN la mayor alza de impuestos en la historia del país, hay que hacer una salvedad: cumplió su compromiso de no permitir que se gravara la venta de alimentos y medicinas. Al menos cumplió en la Cámara de Diputados. Los senadores –no hay que darlo por descontado– podrían meter reversa, recordemos cómo se las gasta –y se las cobra– Beltrones. Pero si también los priístas rechazan en la Cámara de Senadores el 2%, ya tendrán un rico filón para explotar en su ruta hacia 2012. Prepárense a escuchar una andanada de espots: Nos comprometimos a defender la economía de los más pobres y no dejamos pasar el impuesto que los panistas querían cargar a los alimentos y las medicinas.
El horror
Salvo eso, el desempeño de los priístas fue tan desastroso como el de los panistas. La teoría dice que la política fiscal debe corregir las desigualdades económicas que inevitablemente se presentan en el seno de la colectividad, de tal suerte que la distancia entre los muy ricos, las clases medias y los pobres no sean abismales. Pero el presupuesto de ingresos que se aprobó la madrugada de ayer en la Cámara de Diputados, tiene una finalidad distinta. En vez de contribuir al bienestar social, a una distribución menos inequitativa de los recursos, va en dirección contraria. En primer lugar, conserva los abundantes ingresos y privilegios de la clase política… de las cámaras, de los partidos políticos, de los gobernadores, la alta burocracia, incluyendo al Presidente. Luego, descarga sobre las empresas medianas y pequeñas un fardo que muchas no podrán soportar. Tendrán que cerrar o bajar al nivel de changarros y despedir a mucha gente, porque estará fuera de sus posibilidades pagar de hoy en adelante 30 por ciento de impuesto sobre la renta, 16 por ciento de IVA sobre sus insumos, el 3 por ciento en servicios de telefonía, aparte de los gasolinazos y los aumentos de luz que el Ejecutivo se dispone a asestarles a partir del próximo año, para esto último no necesita aprobación del Congreso (es decisión exclusiva de Calderón). Y en el caso ya no de las empresas, sino de las personas, también la carga va más allá de lo que pueden soportar. ¿Y qué vamos a recibir a cambio? Más baches en las calles, agua contaminada en algunos rumbos de la ciudad de México, asaltos y secuestros, y el espectáculo de una horrenda estela de crímenes.
¿De veras no hay de otra?
El atraco que están cometiendo los pripánicos se basa en la confianza de que en la próxima elección presidencial no existirá una tercera opción. El tribunal electoral hizo el trabajo sucio de imponer a Chucho Ortega en la presidencia del PRD y dividió fatalmente a la izquierda. Lo del voto en blanco, ya se vio, es un ejercicio sin mayores consecuencias prácticas. ¿Quieren saber algo? No se fíen. Aun con el monopolio que ejercen los partidos sobre la postulación de candidatos, podrían llevarse una sorpresa.
Las cuentas de Sojo
No abandona el optimismo a Eduardo Sojo, el responsable del Inegi. Asegura que la tasa de desempleo en septiembre fue de 6.41%, el número de parados llegó a 2 millones 930 mil, la cifra más elevada desde la crisis de 1995. En lo que va del año –reporta Inegi– han perdido su empleo un millón 7 mil personas. ¡Ojalá fuera cierto! Eso significaría que 93% de las 45 millones de personas en edad de trabajar tienen una ocupación. Estaríamos viviendo la era de mayor prosperidad de la historia, casi casi como si Felipe Calderón hubiera cumplido su promesa de convertirse en el presidente del empleo. La verdad es otra. Inegi cuenta como gente empleada a la que labora un par de días a la semana, por ejemplo, en el servicio doméstico de entrada por salida. ¿Vieron el filme La vida es bella? En algo se parecen las cuentas de Sojo. Son historias para que no nos demos cuenta de la terrible realidad. Probablemente el desempleo anda en 40 %, no en el sojístico 6.41%.
Capitalismo cuatachón
El premio Nobel de Economía, doctor James J. Heckman, acaba de decir que el de México es un capitalismo entre amigos. Pasaron pocas horas antes de que la realidad confirmara –no hacía falta, de cualquier modo– lo acertado de su juicio. Según el diputado Javier Corral, Televisa recibió un favor de cuates: un diferimiento para el pago de derechos por uso de espectro radioeléctrico por mil 900 millones de pesos. No le faltará cash para dar el enganche de la red de fibra óptica, y aún cabe la posibilidad de que el pago sea a meses sin intereses.
e@Vox Populi
Carlos Fernández-Vega: México SA
¡Felicidades!, presidente del empleo, porque en la ya larga historia de gobiernos ineficientes y grotescos ninguno lo había hecho tan bien: con Calderón en Los Pinos, de enero a septiembre de 2009 México acumuló un millón de desempleados, y a lo largo de su estadía en la residencia oficial un millón 400 mil, de tal suerte que la tasa de desocupación abierta en el país se ha incrementado alrededor de 80 por ciento en poco menos de tres años, y tan sólo en septiembre pasado rompió el récord impuesto por Ernesto Zedillo en 1995, al llegar dicho indicador a 6.41 por ciento de la población económicamente activa, o lo que es lo mismo, casi 3 millones de paisanos en el desamparo laboral absoluto.
Alcen las copas y brinden por el éxito, que lo propio harán gobierno calderonista y legisladores que recién aprobaron un nuevo alud de impuestos y alzas de precios para los mexicanos, pues con el paquetazo 2010 van que vuelan para romper su propio récord. De acuerdo con la estadística del Inegi, cada familia mexicana se compone de 4.3 miembros, en promedio, de tal suerte que en tan sólo nueve meses (enero-septiembre de 2009) el inquilino de Los Pinos, con su millón de desempleados en ese periodo, ha permitido que alrededor de 4.3 millones de mexicanos hayan quedado sin ingreso, y la cifra se eleva a poco más de 6 millones si se considera el inquilinaje desde el principio (primero de diciembre de 2006 a la fecha). Lo anterior sin incluir a los 45 mil electricistas recién defenestrados por Calderón, o lo que es lo mismo, alrededor de 200 mil mexicanos sin ingreso, pero eso sí, con la oportunidad histórica de tomar cursos de inglés (Lozano dixit).
Así, en el balance del México que muestra claros signos de recuperación (Calderón dixit) 3 millones de mexicanos carecen de empleo, de tal suerte que, de acuerdo con el citado promedio por familia del Inegi, casi 13 millones de personas carecen de ingreso regular. Y, muy al estilo foxista (a una mala noticia, me adelanto con una buena, aunque sea falsa), el inquilino de Los Pinos contó su simpática fábula de los signos de recuperación justo la víspera de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía divulgara los indicadores oportunos de ocupación y empleo correspondientes a septiembre pasado, los cuales son verdaderamente desastrosos, pues registran una tasa de desempleo abierto mayor a la de la crisis de 1995, a la que un día atrás, fresco como lechuga, Calderón hizo referencia: este año se han perdido 1.6 empleos de cada cien, no obstante enfrentar la crisis más severa, mientras en 1995 esta cifra fue superior: 11 por cada ciento.
En su gira artística por Quintana Roo (estado en el que se registra un caso aberrante, digno de Torquemada, pues una joven de 22 años ha sido condenada a tres décadas de prisión por abortar, algo que reconforta y fortalece la fe de la Iglesia en México) el inquilino de Los Pinos también presumía la creación de 200 mil empleos formales (hay que restarle 45 mil electricistas) entre junio y la primera quincena de octubre del presente año, cuando 24 horas después el Inegi cometió el pecado mortal de informar que la tasa de desocupación abierta en el país alcanzó la mayor cota ya no se diga del sexenio del vivir mejor, sino de cuando menos los últimos tres lustros (6.41 por ciento de la población económicamente activa, equivalente a casi 3 millones de personas); que en las grandes ciudades (aquellas con 100 mil o más habitantes) el desempleo llegó a 7.88 por ciento (algo así como 2.7 millones de mexicanos) y, en fin, que tan sólo de enero a septiembre de 2009 un millón de mexicanos engrosaron las filas del ejército de reserva (más de la mitad de ellos registrados, precisamente, de junio a septiembre de 2009).
Ésas son las cifras (oficiales), y con ellas los legisladores que aprobaron el paquetazo 2010 (sobre todo aquellos que no tienen de qué avergonzarse, como los priístas, según orgullosa defensa del diputado tricolor David Penchyna) pueden darse una idea de a quiénes les aumentaron los impuestos y los precios y tarifas del sector público (más lo que provoquen en los del sector privado). No son los únicos, desde luego, que pagarán más y recibirán nada a cambio. También se cuentan los más de 55 millones de mexicanos en pobreza, y todos aquellos privilegiados con ingreso de hasta 250 pesos por día (73 por ciento de los ocupados; otro 10 por ciento de los ocupados no reciben ingresos).
Eso sí, los legisladores presumen que con su voto favorable evitamos la quiebra del país. Por cierto, algunos puritanos pusieron el grito en el cielo, porque en la sesión en San Lázaro el también diputado tricolor Óscar Levín Coppel sacó a relucir su refinado castellano y a un grupo de opositores al paquetazo 2010 espetó: ahora sí van a comer mierda ustedes, ¡cabrones! No se sabe de qué se espantaron, si tienen toda la razón: en efecto, al aprobar el alud de impuestos y el incremento de precios y tarifas del sector público –todo ello en medio de la crisis tenebrosa–, los priístas y los panistas –más sus rémoras de los minipartidos– sin consideración alguna condenaron a los mexicanos a seguir comiendo mierda, porque no va a quedar para más.
Y como la equidad fiscal es lo importante, el gobierno calderonista y los legisladores prianistas procedieron a exprimir a los mexicanos de a pie, y de paso a otorgar más privilegios a la temida fábrica de sueños, la de por sí apapachada Televisa, de acuerdo con un arrepentido diputado panista, Javier Corral, quien por medio de la denuncia quiere expiar culpas: “no se puede exigir al pueblo de México, como lo acabamos de votar y yo a favor de ello, 30 mil millones de pesos por la vía del IVA, y al mismo tiempo extender un diferimiento para el pago de derechos por uso de espectro radioeléctrico por mil 900 millones de pesos a una sola empresa hasta 2012 y hasta 2013… nadie se engañe: este artículo tiene un destinatario, que es Televisa, la única empresa que hasta ahora ha mostrado interés por la licitación de dos redes nacionales de 30 megahercios cada una en el espectro radioeléctrico…”. Pero el único engañado fue él: los demás legisladores lo sabían (de ello se encargó el canal de las estrellas, aunque la información no salió a cuadro) y lo aprobaron.
Las rebanadas del pastel
Idénticos, pero no iguales: los 30 mil millones adicionales que en 2010 deberán pagar los mexicanos por el aumento a la tasa de IVA, mucho se parecen a los poco más de 30 mil millones que en utilidades netas ha reportado Televisa de 2006 a junio de 2009, pero existe una diferencia: a los primeros se les obliga a pagar, no hay vuelta de hoja; a la segunda, pobrecita, se le difiere el pago de derechos por mil 900 millones de pesos.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
¡Felicidades!, presidente del empleo, porque en la ya larga historia de gobiernos ineficientes y grotescos ninguno lo había hecho tan bien: con Calderón en Los Pinos, de enero a septiembre de 2009 México acumuló un millón de desempleados, y a lo largo de su estadía en la residencia oficial un millón 400 mil, de tal suerte que la tasa de desocupación abierta en el país se ha incrementado alrededor de 80 por ciento en poco menos de tres años, y tan sólo en septiembre pasado rompió el récord impuesto por Ernesto Zedillo en 1995, al llegar dicho indicador a 6.41 por ciento de la población económicamente activa, o lo que es lo mismo, casi 3 millones de paisanos en el desamparo laboral absoluto.
Alcen las copas y brinden por el éxito, que lo propio harán gobierno calderonista y legisladores que recién aprobaron un nuevo alud de impuestos y alzas de precios para los mexicanos, pues con el paquetazo 2010 van que vuelan para romper su propio récord. De acuerdo con la estadística del Inegi, cada familia mexicana se compone de 4.3 miembros, en promedio, de tal suerte que en tan sólo nueve meses (enero-septiembre de 2009) el inquilino de Los Pinos, con su millón de desempleados en ese periodo, ha permitido que alrededor de 4.3 millones de mexicanos hayan quedado sin ingreso, y la cifra se eleva a poco más de 6 millones si se considera el inquilinaje desde el principio (primero de diciembre de 2006 a la fecha). Lo anterior sin incluir a los 45 mil electricistas recién defenestrados por Calderón, o lo que es lo mismo, alrededor de 200 mil mexicanos sin ingreso, pero eso sí, con la oportunidad histórica de tomar cursos de inglés (Lozano dixit).
Así, en el balance del México que muestra claros signos de recuperación (Calderón dixit) 3 millones de mexicanos carecen de empleo, de tal suerte que, de acuerdo con el citado promedio por familia del Inegi, casi 13 millones de personas carecen de ingreso regular. Y, muy al estilo foxista (a una mala noticia, me adelanto con una buena, aunque sea falsa), el inquilino de Los Pinos contó su simpática fábula de los signos de recuperación justo la víspera de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía divulgara los indicadores oportunos de ocupación y empleo correspondientes a septiembre pasado, los cuales son verdaderamente desastrosos, pues registran una tasa de desempleo abierto mayor a la de la crisis de 1995, a la que un día atrás, fresco como lechuga, Calderón hizo referencia: este año se han perdido 1.6 empleos de cada cien, no obstante enfrentar la crisis más severa, mientras en 1995 esta cifra fue superior: 11 por cada ciento.
En su gira artística por Quintana Roo (estado en el que se registra un caso aberrante, digno de Torquemada, pues una joven de 22 años ha sido condenada a tres décadas de prisión por abortar, algo que reconforta y fortalece la fe de la Iglesia en México) el inquilino de Los Pinos también presumía la creación de 200 mil empleos formales (hay que restarle 45 mil electricistas) entre junio y la primera quincena de octubre del presente año, cuando 24 horas después el Inegi cometió el pecado mortal de informar que la tasa de desocupación abierta en el país alcanzó la mayor cota ya no se diga del sexenio del vivir mejor, sino de cuando menos los últimos tres lustros (6.41 por ciento de la población económicamente activa, equivalente a casi 3 millones de personas); que en las grandes ciudades (aquellas con 100 mil o más habitantes) el desempleo llegó a 7.88 por ciento (algo así como 2.7 millones de mexicanos) y, en fin, que tan sólo de enero a septiembre de 2009 un millón de mexicanos engrosaron las filas del ejército de reserva (más de la mitad de ellos registrados, precisamente, de junio a septiembre de 2009).
Ésas son las cifras (oficiales), y con ellas los legisladores que aprobaron el paquetazo 2010 (sobre todo aquellos que no tienen de qué avergonzarse, como los priístas, según orgullosa defensa del diputado tricolor David Penchyna) pueden darse una idea de a quiénes les aumentaron los impuestos y los precios y tarifas del sector público (más lo que provoquen en los del sector privado). No son los únicos, desde luego, que pagarán más y recibirán nada a cambio. También se cuentan los más de 55 millones de mexicanos en pobreza, y todos aquellos privilegiados con ingreso de hasta 250 pesos por día (73 por ciento de los ocupados; otro 10 por ciento de los ocupados no reciben ingresos).
Eso sí, los legisladores presumen que con su voto favorable evitamos la quiebra del país. Por cierto, algunos puritanos pusieron el grito en el cielo, porque en la sesión en San Lázaro el también diputado tricolor Óscar Levín Coppel sacó a relucir su refinado castellano y a un grupo de opositores al paquetazo 2010 espetó: ahora sí van a comer mierda ustedes, ¡cabrones! No se sabe de qué se espantaron, si tienen toda la razón: en efecto, al aprobar el alud de impuestos y el incremento de precios y tarifas del sector público –todo ello en medio de la crisis tenebrosa–, los priístas y los panistas –más sus rémoras de los minipartidos– sin consideración alguna condenaron a los mexicanos a seguir comiendo mierda, porque no va a quedar para más.
Y como la equidad fiscal es lo importante, el gobierno calderonista y los legisladores prianistas procedieron a exprimir a los mexicanos de a pie, y de paso a otorgar más privilegios a la temida fábrica de sueños, la de por sí apapachada Televisa, de acuerdo con un arrepentido diputado panista, Javier Corral, quien por medio de la denuncia quiere expiar culpas: “no se puede exigir al pueblo de México, como lo acabamos de votar y yo a favor de ello, 30 mil millones de pesos por la vía del IVA, y al mismo tiempo extender un diferimiento para el pago de derechos por uso de espectro radioeléctrico por mil 900 millones de pesos a una sola empresa hasta 2012 y hasta 2013… nadie se engañe: este artículo tiene un destinatario, que es Televisa, la única empresa que hasta ahora ha mostrado interés por la licitación de dos redes nacionales de 30 megahercios cada una en el espectro radioeléctrico…”. Pero el único engañado fue él: los demás legisladores lo sabían (de ello se encargó el canal de las estrellas, aunque la información no salió a cuadro) y lo aprobaron.
Las rebanadas del pastel
Idénticos, pero no iguales: los 30 mil millones adicionales que en 2010 deberán pagar los mexicanos por el aumento a la tasa de IVA, mucho se parecen a los poco más de 30 mil millones que en utilidades netas ha reportado Televisa de 2006 a junio de 2009, pero existe una diferencia: a los primeros se les obliga a pagar, no hay vuelta de hoja; a la segunda, pobrecita, se le difiere el pago de derechos por mil 900 millones de pesos.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Pedro Miguel: Navegaciones
Eduviges Manzano, la madre de Jacinta, había esperado muchos meses el momento de hablar con su hija. Y ahora la escuincla mocosa, después de un año de ausencia, aparecía de la mano de un hombre desconocido, le arrojaba un saludo insípido, subía corriendo a la bodega de la azotea a buscar un frasco viejo, no lo encontraba, le venía el sentimiento y se largaba, claro, de tal palo tal astilla, sin ni siquiera saludar, y la trataba a ella (a Eduviges, a E-du-vi-ges-Man-za-no-de-la-To-rre) como si fuera un adorno, no, peor, porque uno se fija en los adornos y toda persona educada tiene que decir por lo menos ¡ay, qué bonito!; más bien como una basura, como una telaraña molesta; pues que se largara Jacinta con su padre y con la enfermera gorda con la que el idiota se había ido a vivir, dejándola a ella, a Eduviges, en la soledad y en la deshonra, a ver si esos dos perros calientes la volvían a meter al kínder y a la primaria, que es lo que esta canija necesitaba para aprender modales.
Con esos pensamientos en la cabeza y una sensación de presión detrás de los ojos, Eduviges Manzano bajó las escaleras de servicio, cruzó el patio, entró a la casa, atravesó la sala, subió a la planta alta, fue a su habitación, se dirigió al gabinete en el que guardaba las medicinas, sacó del mueble un bote de plástico como de medio litro, regresó a la cocina y allí empezó a sollozar, pero no se detuvo. Puso sobre la mesa el recipiente junto con un envase de leche que tomó del refrigerador, un plato sopero que bajó de la alacena y una cuchara obtenida en el cajón de los cubiertos. Desenroscó el tapón del frasco y vio, con satisfacción maligna, que estaba casi lleno de unas tabletas amarillentas y grandes; las vació en el plato, les echó encima un chorro de leche y se dispuso a deglutir aquello como si se tratara de cereal del desayuno.
* * *
–Fuiste grosera con tu mamá –le dijo Andrés a Jacinta cuando ambos devoraban sendas tortas en un cuchitril de la colonia Doctores. Habían abordado un taxi, ella le había pedido al conductor que los llevara al mercado de La Lagunilla y a medio camino se quedaron atrapados en un gran embotellamiento. Poco después, por entre los vehículos paralizados, hordas de peatones se abrían paso caminando en la misma dirección. Portaban pancartas y llevaban prisa.
–¿Quiénes son? –preguntó Jacinta.
–Los electricis... –respondía el chofer, cuando pasaron, junto a la ventanilla de ella, varios hombres que andarían por la cincuentena y que cantaban a coro:
Eduviges Manzano, la madre de Jacinta, había esperado muchos meses el momento de hablar con su hija. Y ahora la escuincla mocosa, después de un año de ausencia, aparecía de la mano de un hombre desconocido, le arrojaba un saludo insípido, subía corriendo a la bodega de la azotea a buscar un frasco viejo, no lo encontraba, le venía el sentimiento y se largaba, claro, de tal palo tal astilla, sin ni siquiera saludar, y la trataba a ella (a Eduviges, a E-du-vi-ges-Man-za-no-de-la-To-rre) como si fuera un adorno, no, peor, porque uno se fija en los adornos y toda persona educada tiene que decir por lo menos ¡ay, qué bonito!; más bien como una basura, como una telaraña molesta; pues que se largara Jacinta con su padre y con la enfermera gorda con la que el idiota se había ido a vivir, dejándola a ella, a Eduviges, en la soledad y en la deshonra, a ver si esos dos perros calientes la volvían a meter al kínder y a la primaria, que es lo que esta canija necesitaba para aprender modales.
Con esos pensamientos en la cabeza y una sensación de presión detrás de los ojos, Eduviges Manzano bajó las escaleras de servicio, cruzó el patio, entró a la casa, atravesó la sala, subió a la planta alta, fue a su habitación, se dirigió al gabinete en el que guardaba las medicinas, sacó del mueble un bote de plástico como de medio litro, regresó a la cocina y allí empezó a sollozar, pero no se detuvo. Puso sobre la mesa el recipiente junto con un envase de leche que tomó del refrigerador, un plato sopero que bajó de la alacena y una cuchara obtenida en el cajón de los cubiertos. Desenroscó el tapón del frasco y vio, con satisfacción maligna, que estaba casi lleno de unas tabletas amarillentas y grandes; las vació en el plato, les echó encima un chorro de leche y se dispuso a deglutir aquello como si se tratara de cereal del desayuno.
* * *
–Fuiste grosera con tu mamá –le dijo Andrés a Jacinta cuando ambos devoraban sendas tortas en un cuchitril de la colonia Doctores. Habían abordado un taxi, ella le había pedido al conductor que los llevara al mercado de La Lagunilla y a medio camino se quedaron atrapados en un gran embotellamiento. Poco después, por entre los vehículos paralizados, hordas de peatones se abrían paso caminando en la misma dirección. Portaban pancartas y llevaban prisa.
–¿Quiénes son? –preguntó Jacinta.
–Los electricis... –respondía el chofer, cuando pasaron, junto a la ventanilla de ella, varios hombres que andarían por la cincuentena y que cantaban a coro:
Desempleo, impuestos y costo social
Según un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de desempleo en México se ubicó en septiembre pasado en 6.41 por ciento de la población económicamente activa, lo que equivale a 2 millones 930 mil personas sin trabajo, más de un millón de diferencia con respecto al mismo mes de 2008. Estos datos se complementan con los que arroja la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, elaborada por el propio Inegi, respecto de la cifra récord de ocupados en el sector informal: más de 12 millones de personas hasta el primer semestre de este año.
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El Correo Ilustrado
Por la salud colectiva
La Asociación Latinoamericana de Medicina Social, organización ciudadana para cuidar la vida y la salud, agradece al SME por alcanzar y defender derechos laborales que mejoran las condiciones para la vida digna de miles de trabajadores; por entenderse, ser y actuar como colectividad humana para lograr condiciones de vida más saludables en México. Consideramos que su historia, su lucha y su actual situación han alimentado (continúan haciéndolo) el campo de la medicina social, y ahora tal vez lo estén haciendo con ell de la salud colectiva en México.
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El liberalismo nació siendo antiestatista: el Estado, se dijo hace más de 200 años, limita la libertad de los mercados. Con la crisis de 1929 los liberales tuvieron que aceptar la intervención del Estado como posible salvación del capitalismo, aunque no pudiera resolver los agudos problemas de pérdida económica de muchos capitalistas individuales. Lo que hizo el Estado en ese año y los siguientes fue reactivar la economía dando empleo a quienes lo habían perdido. Con el empleo aumentó el número de consumidores y con éstos la demanda de productos que había disminuido provocando la crisis. Para dar empleo se hicieron obras de infraestructura y, como dijo alguien entonces, se hicieron hoyos y luego los taparon. El punto era dar empleo y pagar la mano de obra, aunque no fuera mucho, para convertirla en mercado eficiente, en consumidora. La economía florecería de nuevo.
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Todos los países desarrollados y muchos de los llamados emergentes están convencidos de que los que han logrado un crecimiento sostenido en el desarrollo económico han sido aquellos que han invertido en capital humano, es decir, en educación. Por tanto, han apoyado en forma creciente a las universidades y centros de investigación, al tiempo que han restructurado sus empresas para hacerlas más eficientes y competitivas en función de las innovaciones y necesidades tecnológicas.
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Desde el 68 se hizo obvia la necesidad de impulsar la democratización del Estado en consonancia con los cambios ocurridos en la sociedad. La formación de unas clases medias con capacidad de consumo, la urbanización explosiva de las ciudades, precipitada por la demografía, pero también por la crisis rural; la expansión educativa, el fortalecimiento de la cultura impulsada desde la universidad pública –UNAM–; el despliegue de las modernas telecomunicaciones, en fin, el fortalecimiento de la seguridad social y la salud, entre otros indicadores, dan cuenta de grandes mutaciones, pero también de los nuevos desafíos planteados al desarrollo nacional.
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Si pensamos en la Vida –así, con mayúsculas– como un serial televisivo, aunque no hemos visto casi nada de la serie, más o menos le podemos seguir el hilo. En los capítulos de la primera temporada, hace unos 4 mil millones de años, la Tierra era una bola ardiente. Dentro de ese caos hirviente se producían sin cesar millones de reacciones químicas entre los diferentes átomos que por ahí pululaban, que si un carbono se junta con un hidrógeno, que si dos hidrógenos con un oxígeno, y así se generaban múltiples combinaciones: las moléculas. Algunas duraban apenas un instante, otras eran más estables, hasta que el capricho acertó con una molécula capaz de autorreplicarse. Y como parece que la vida y el error son pareja de hecho, las réplicas nunca fueron todas exactas e incluso alguna de las réplicas fallidas también supo replicarse, de forma que teníamos un planeta con millones de moléculas replicantes que se iban diferenciando de sus progéneres. De todas las moléculas la que tomó mejor ventaja fue aquella que se rodeó de una membrana: la célula. De nuevo la misma situación. Millones de células replicándose y errando hasta tener muchos modelos de células diferentes más o menos adaptados a la situación. Y lo que tiene la diferencia es la virtud de atracción. Las grandes se sentían atraídas por las pequeñas, las que sabían hacer una cosa buscaban asociarse con las que se adaptaban mejor al hábitat en cuestión, hasta que otra vez el azar agrupó bajo una única membrana un grupito de células aptas para vivir… y para reproducirse.
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El paro fue un éxito total... un estado de insurrección civil pacífica del pueblo de Puerto Rico, afirmó el obispo metodista Juan Vera en referencia al paro nacional efectuado en la isla el 15 de octubre. Mientras, su homólogo católico de Caguas, Rubén González, subrayaba la indignación expresada debido a decisiones tomadas por el gobierno sin contar con el pueblo
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¿Qué querés decir cuando afirmás que Carlos Pascual viene por el resto? La pregunta me tomó desprevenido. La formuló un periodista argentino en una corta visita que hice a Brasil: había leído un artículo que publiqué en La Jornada en el que afirmaba que Tony Garza, el embajador de Bush en México, había venido por Pemex y logró una reforma energética que extirpa vitales actividades sustantivas y transforma el ente en un cascarón para el trámite de contratos y que Pascual, su sucesor, venía por el resto.
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Desde que se presentó El autobús del dramaturgo y novelista suizo Lukas Bärfuss en lectura dramatizada durante el primer Ciclo de Teatro Germano Contemporáneo, Carlos Corona tuvo el gran deseo de llevar la obra a escena de manera formal, lo que ahora realiza bajo el patrocinio del INBA. El texto de Bärfuss obtuvo un importante premio en su país natal en 2005, siendo una de las varias preseas que ha obtenido el autor, uno de los más reconocidos en Suiza y en los países de habla alemana, aunque su presencia ya irradia hacia muchos lados, por lo que es de celebrarse que el director nos lo dé a conocer en México.
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Rosario Ibarra
La justicia y el derecho
No hace mucho cayó a mis manos un escrito conocido de antaño, con las palabras de Amós, pastor de Técoa, uno de los llamados profetas menores, que vivió allá por el siglo VIII antes de Cristo.
Leer lo que profetizaba en aquellos remotísimos años y ver el dolor y la angustia de millones de pobladores del planeta en los días que vivimos hace pensar que los seres humanos estamos ayunos de humanidad... y lo más triste es que en este trozo de tierra en el que nos tocó nacer y al que llamamos patria, no sin una buena dosis de orgullo, ese dolor y esa angustia enormes son también un amago perenne para los menos y una cruel y cotidiana realidad para millones.
A veces nos brota de la mente la añoranza de tiempos felices en los que no se habían extendido como ahora la maldad, la ira, la codicia y el crimen, entre muchas otras formas de crueldad inaudita, pero muere pronto ese recuerdo grato, con tan sólo abrir las páginas de un diario y enterarse de la sevicia que se ha extendido por el orbe y de la que algo ha tocado a nuestro suelo en el ingrato reparto.
Qué triste resulta el que las palabras del profeta Amós —como en el siglo VIII— puedan pronunciarse hoy como si hubiesen nacido en nuestros días:
“¡Ay de los que convierten el derecho en veneno y echan por tierra la justicia!”... “Porque yo conozco la multitud de sus crímenes y la enormidad de sus pecados”... “Ay de los que aborrecen al que recrimina en la puerta y detestan al que habla con integridad”, decía.
¿No se siente que hay similitudes enormes entre los reclamos del profeta y lo que podemos reclamar hoy?
¿No hemos llorado por crímenes infames como los ocurridos el 2 de octubre de 1968, el 10 de junio de 1971, los cientos de desapariciones, los encarcelamientos injustos; el asesinato de Rubén Jaramillo y el de Digna Ochoa, entre otros muchos, las matanzas que tuvieron lugar en Coyuca, Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque; las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua; la negligencia criminal en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora... la inseguridad,.. la miseria, el hambre, el desempleo, la corrupción, la impunidad, la simulación, entre cientos o miles de hechos injustos, cuya lista sería interminable...?
Y el pueblo pobre, colmado de desilusión, abomina, aborrece, desprecia a los que hacen escarnio de su sufrimiento y dice, como decía Amós:
“Yo aborrezco, desprecio sus fiestas y me repugnan sus asambleas”... Hoy deben repugnarle las “reuniones” en las que se deciden los aumentos a los impuestos, los “por cientos” de extrema injusticia en alimentos y medicinas y en todo lo demás, y los “apapachos” del gobierno a los poderosos, a los dueños del dinero, a los señores del poder....
Y el pueblo pobre llora las muertes prematuras de sus hijos desnutridos y le parece injusto.
Y el pueblo pobre llora también y se retuerce las manos con rabia, cuando ni siquiera tiene con qué comprar una “cajita de angelito” ; y el pueblo pobre llora desesperado y nace en su mente el odio a la injusticia y el olvido en que lo tienen los poderosos, los fraudulentos, los simuladores, los hipócritas encaramados en el poder; y los millones de pobres anhelan y sueñan con que la justicia llegue para ellos y que permanezca siempre cerca de los suyos, y tal vez repitan las palabras pronunciadas hace siglos por el pastor-profeta Amós:
“Que el derecho corra como el agua y la justicia como un torrente inagotable”.
Dirigente del comité ¡Eureka!
Leer lo que profetizaba en aquellos remotísimos años y ver el dolor y la angustia de millones de pobladores del planeta en los días que vivimos hace pensar que los seres humanos estamos ayunos de humanidad... y lo más triste es que en este trozo de tierra en el que nos tocó nacer y al que llamamos patria, no sin una buena dosis de orgullo, ese dolor y esa angustia enormes son también un amago perenne para los menos y una cruel y cotidiana realidad para millones.
A veces nos brota de la mente la añoranza de tiempos felices en los que no se habían extendido como ahora la maldad, la ira, la codicia y el crimen, entre muchas otras formas de crueldad inaudita, pero muere pronto ese recuerdo grato, con tan sólo abrir las páginas de un diario y enterarse de la sevicia que se ha extendido por el orbe y de la que algo ha tocado a nuestro suelo en el ingrato reparto.
Qué triste resulta el que las palabras del profeta Amós —como en el siglo VIII— puedan pronunciarse hoy como si hubiesen nacido en nuestros días:
“¡Ay de los que convierten el derecho en veneno y echan por tierra la justicia!”... “Porque yo conozco la multitud de sus crímenes y la enormidad de sus pecados”... “Ay de los que aborrecen al que recrimina en la puerta y detestan al que habla con integridad”, decía.
¿No se siente que hay similitudes enormes entre los reclamos del profeta y lo que podemos reclamar hoy?
¿No hemos llorado por crímenes infames como los ocurridos el 2 de octubre de 1968, el 10 de junio de 1971, los cientos de desapariciones, los encarcelamientos injustos; el asesinato de Rubén Jaramillo y el de Digna Ochoa, entre otros muchos, las matanzas que tuvieron lugar en Coyuca, Acteal, Aguas Blancas, El Charco, El Bosque; las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua; la negligencia criminal en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora... la inseguridad,.. la miseria, el hambre, el desempleo, la corrupción, la impunidad, la simulación, entre cientos o miles de hechos injustos, cuya lista sería interminable...?
Y el pueblo pobre, colmado de desilusión, abomina, aborrece, desprecia a los que hacen escarnio de su sufrimiento y dice, como decía Amós:
“Yo aborrezco, desprecio sus fiestas y me repugnan sus asambleas”... Hoy deben repugnarle las “reuniones” en las que se deciden los aumentos a los impuestos, los “por cientos” de extrema injusticia en alimentos y medicinas y en todo lo demás, y los “apapachos” del gobierno a los poderosos, a los dueños del dinero, a los señores del poder....
Y el pueblo pobre llora las muertes prematuras de sus hijos desnutridos y le parece injusto.
Y el pueblo pobre llora también y se retuerce las manos con rabia, cuando ni siquiera tiene con qué comprar una “cajita de angelito” ; y el pueblo pobre llora desesperado y nace en su mente el odio a la injusticia y el olvido en que lo tienen los poderosos, los fraudulentos, los simuladores, los hipócritas encaramados en el poder; y los millones de pobres anhelan y sueñan con que la justicia llegue para ellos y que permanezca siempre cerca de los suyos, y tal vez repitan las palabras pronunciadas hace siglos por el pastor-profeta Amós:
“Que el derecho corra como el agua y la justicia como un torrente inagotable”.
Dirigente del comité ¡Eureka!
Miguel Carbonell
El próximo ombudsman
Hasta donde tengo información, nunca en la historia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se había suscitado un interés tan grande de la opinión pública en torno al relevo de su presidente. Eso indica que se trata de una institución central en la arquitectura del Estado mexicano. Pero también dice mucho sobre el aprecio que le tiene la gente a la comisión.
En días pasados hemos podido ver las comparecencias de los candidatos, la exposición de los planes de trabajo y las preguntas que les hacían los senadores. Independientemente de la persona que finalmente resulte electa, creo que el siguiente presidente o presidenta de la CNDH deberá tener presentes los siguientes temas:
1. Derecho a la salud: las quejas por deficiente prestación de servicios médicos y por negligencias en los hospitales públicos han ocupado una buena parte de la agenda de la CNDH en los años recientes. El IMSS y el ISSTE han recibido constantes recomendaciones de la comisión por violaciones clamorosas a los derechos humanos de los usuarios de sus servicios médicos.
2. Derechos de los migrantes: la CNDH ha documentado puntualmente la continua vulneración de derechos de los migrantes, incluyendo el secuestro masivo de muchos de ellos. Atravesar el territorio nacional se ha convertido en una verdadera pesadilla para miles de personas que año tras año entran a México por su frontera sur. Es probable que en los siguientes años estos flujos sigan creciendo, por lo que la siguiente administración de la CNDH deberá ponerle una especial atención al tema.
3. Derechos de víctimas del delito y de personas detenidas: la procuración de justicia en México es simplemente un desastre, tanto a nivel federal como local. La mayoría de los delitos quedan impunes debido al pésimo trabajo de algunos ministerios públicos, a la deficiente atención que prestan a las víctimas o denunciantes, a la corrupción rampante que corroe las instituciones ministeriales, etcétera. En ese contexto, no es raro observar la masiva violación de derechos de víctimas y detenidos en la etapa de investigación de presuntos delitos.
4. Cárceles: las cárceles se han convertido en lo que quizá se podría considerar el espacio institucional más violento y salvaje dentro del Estado mexicano. La conocida sobrepoblación, el problema del autogobierno, el tráfico de todo tipo de sustancias, la corrupción omnipresente: esos son los rasgos más evidentes de un sistema que se está cayendo en pedazos y de cuya existencia nos llegan apenas ecos cuando suceden motines y entonces se producen decenas de muertos. Lo que está pasando en las cárceles mexicanas es de tal gravedad que rebasa nuestro sentido común alrededor de los derechos.
5. Nuevos derechos: el ombudsman nacional debe ser sensible a la dimensión histórica de los derechos, expresada claramente en su permanente evolución. En ese contexto, debe ser capaz de ubicar y saber defender derechos que pueden ser calificados como “nuevos”. Me refiero a derechos como el derecho al agua, los derechos de las personas homosexuales, el derecho al medio ambiente, los derechos frente a riesgos tecnológicos, etcétera. Ojalá el siguiente ombudsman fuera capaz de formular, desde la propia CNDH, una agenda progresista y moderna de derechos.
La lista podría seguir hasta el infinito, pero de lo que no cabe duda es de la enorme oportunidad que tiene en sus manos el Senado de la República para darle un empuje decisivo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para que siga contribuyendo a una política de respeto a los derechos humanos de todos los que vivimos en México. Ojalá nuestros representantes estén a la altura del reto.
www.miguelcarbonell.com
Investigador del IIJ-UNAM
En días pasados hemos podido ver las comparecencias de los candidatos, la exposición de los planes de trabajo y las preguntas que les hacían los senadores. Independientemente de la persona que finalmente resulte electa, creo que el siguiente presidente o presidenta de la CNDH deberá tener presentes los siguientes temas:
1. Derecho a la salud: las quejas por deficiente prestación de servicios médicos y por negligencias en los hospitales públicos han ocupado una buena parte de la agenda de la CNDH en los años recientes. El IMSS y el ISSTE han recibido constantes recomendaciones de la comisión por violaciones clamorosas a los derechos humanos de los usuarios de sus servicios médicos.
2. Derechos de los migrantes: la CNDH ha documentado puntualmente la continua vulneración de derechos de los migrantes, incluyendo el secuestro masivo de muchos de ellos. Atravesar el territorio nacional se ha convertido en una verdadera pesadilla para miles de personas que año tras año entran a México por su frontera sur. Es probable que en los siguientes años estos flujos sigan creciendo, por lo que la siguiente administración de la CNDH deberá ponerle una especial atención al tema.
3. Derechos de víctimas del delito y de personas detenidas: la procuración de justicia en México es simplemente un desastre, tanto a nivel federal como local. La mayoría de los delitos quedan impunes debido al pésimo trabajo de algunos ministerios públicos, a la deficiente atención que prestan a las víctimas o denunciantes, a la corrupción rampante que corroe las instituciones ministeriales, etcétera. En ese contexto, no es raro observar la masiva violación de derechos de víctimas y detenidos en la etapa de investigación de presuntos delitos.
4. Cárceles: las cárceles se han convertido en lo que quizá se podría considerar el espacio institucional más violento y salvaje dentro del Estado mexicano. La conocida sobrepoblación, el problema del autogobierno, el tráfico de todo tipo de sustancias, la corrupción omnipresente: esos son los rasgos más evidentes de un sistema que se está cayendo en pedazos y de cuya existencia nos llegan apenas ecos cuando suceden motines y entonces se producen decenas de muertos. Lo que está pasando en las cárceles mexicanas es de tal gravedad que rebasa nuestro sentido común alrededor de los derechos.
5. Nuevos derechos: el ombudsman nacional debe ser sensible a la dimensión histórica de los derechos, expresada claramente en su permanente evolución. En ese contexto, debe ser capaz de ubicar y saber defender derechos que pueden ser calificados como “nuevos”. Me refiero a derechos como el derecho al agua, los derechos de las personas homosexuales, el derecho al medio ambiente, los derechos frente a riesgos tecnológicos, etcétera. Ojalá el siguiente ombudsman fuera capaz de formular, desde la propia CNDH, una agenda progresista y moderna de derechos.
La lista podría seguir hasta el infinito, pero de lo que no cabe duda es de la enorme oportunidad que tiene en sus manos el Senado de la República para darle un empuje decisivo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para que siga contribuyendo a una política de respeto a los derechos humanos de todos los que vivimos en México. Ojalá nuestros representantes estén a la altura del reto.
www.miguelcarbonell.com
Investigador del IIJ-UNAM
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Mentiras críticas
También en estos días de luz algunas mentes oscuras han esparcido una serie de mentiras para desestabilizar a la nación. Menos mal que son investigados los orígenes de tales inventos y quiénes los han propalado en francos actos de provocación y traición a la patria. Aquí, algunos de estos horripilantes engendros:
—En los dos sexenios recientes se implementó una estrategia para deteriorar el funcionamiento de Luz y Fuerza del Centro a fin de justificar su liquidación y luego su privatización.
—Se cancelaron inversiones en mantenimiento para debilitar su productividad y generación de energía a tal grado que hace 20 años no produce ni un kilowatt nuevo.
—Por mandato del gobierno federal LyFC compraba su faltante a la CFE a 98 centavos el kilovatio/hora cuando la tarifa industrial era de 88 centavos. Lo que significaban 40 mil millones de pesos al año. O sea que el gobierno no perdía, sólo pasaba la lana de una bolsa a la otra.
—Según la Profeco, durante los primeros nueve meses de este año 4 mil 883 usuarios se quejaron contra CFE y mil 419 se quejaron contra LyFC.
—La otra estrategia para reventarla financieramente es que 60% de su producción era suministrada a 12 mil empresas privilegiadas a una tarifa de regalo de 0.46 centavos el k/h; menos de la tercera parte del 1.50 que es la tarifa normal. Siempre por órdenes superiores.
—A espaldas de la Constitución, las empresas extranjeras que operan en México ya producen 40% de la energía eléctrica que se consume en el país. Son las españolas Iberdrola y Unión Fenosa; las estadounidenses Enron, Intergen y G.E. Bechtel; las japonesas Mitsubishi y Nichimen-AES; la francesa EDF y la canadiense Trans Alfa.
—Nunca se ha informado a la nación en manos de quién están o estarán las redes de fibra óptica de todo el país —DF incluido—, ni sobre las potencialidades de comunicación del cable convencional. Ahí se esconden los negocios del siglo.
—Todavía hay recursos legales para demostrar entre otras cosas que: el gobierno debió haber dado parte al Congreso y que la toma de instalaciones fue, además de abusiva, ilegal; y que sólo un laudo de la Junta de Conciliación y Arbitraje puede dar por terminado el vínculo laboral entre empresa y sindicato.
—En cuanto a la liquidación, los trabajadores de base de Luz y Fuerza en promedio van a cobrar 305 mil pesos por finiquito o 435 mil pesos con compensación incluida, si tramitan su pago antes del 14 de noviembre. En tanto, para los no sindicalizados, la liquidación será de un millón 300 mil pesos o un millón 800 mil, si le apuran.
—El salario promedio de los trabajadores del SME es de 220 pesos diarios, es decir, 6 mil 600 pesos mensuales. Casi 20 mil trabajadores están debajo de este promedio de ingresos.
—Si hay corrupción de Martín Esparza y su directiva en el SME, que se los prueben y se les castigue. Pero que no por ellos tengan que pagar 44 mil trabajadores.
—Que la movilización nacional en contra de los recientes actos de gobierno todavía es posible luego de una reunión sindical clave este próximo sábado.
—Y que la última página de esta historia todavía no está escrita.
También en estos días de luz algunas mentes oscuras han esparcido una serie de mentiras para desestabilizar a la nación. Menos mal que son investigados los orígenes de tales inventos y quiénes los han propalado en francos actos de provocación y traición a la patria. Aquí, algunos de estos horripilantes engendros:
—En los dos sexenios recientes se implementó una estrategia para deteriorar el funcionamiento de Luz y Fuerza del Centro a fin de justificar su liquidación y luego su privatización.
—Se cancelaron inversiones en mantenimiento para debilitar su productividad y generación de energía a tal grado que hace 20 años no produce ni un kilowatt nuevo.
—Por mandato del gobierno federal LyFC compraba su faltante a la CFE a 98 centavos el kilovatio/hora cuando la tarifa industrial era de 88 centavos. Lo que significaban 40 mil millones de pesos al año. O sea que el gobierno no perdía, sólo pasaba la lana de una bolsa a la otra.
—Según la Profeco, durante los primeros nueve meses de este año 4 mil 883 usuarios se quejaron contra CFE y mil 419 se quejaron contra LyFC.
—La otra estrategia para reventarla financieramente es que 60% de su producción era suministrada a 12 mil empresas privilegiadas a una tarifa de regalo de 0.46 centavos el k/h; menos de la tercera parte del 1.50 que es la tarifa normal. Siempre por órdenes superiores.
—A espaldas de la Constitución, las empresas extranjeras que operan en México ya producen 40% de la energía eléctrica que se consume en el país. Son las españolas Iberdrola y Unión Fenosa; las estadounidenses Enron, Intergen y G.E. Bechtel; las japonesas Mitsubishi y Nichimen-AES; la francesa EDF y la canadiense Trans Alfa.
—Nunca se ha informado a la nación en manos de quién están o estarán las redes de fibra óptica de todo el país —DF incluido—, ni sobre las potencialidades de comunicación del cable convencional. Ahí se esconden los negocios del siglo.
—Todavía hay recursos legales para demostrar entre otras cosas que: el gobierno debió haber dado parte al Congreso y que la toma de instalaciones fue, además de abusiva, ilegal; y que sólo un laudo de la Junta de Conciliación y Arbitraje puede dar por terminado el vínculo laboral entre empresa y sindicato.
—En cuanto a la liquidación, los trabajadores de base de Luz y Fuerza en promedio van a cobrar 305 mil pesos por finiquito o 435 mil pesos con compensación incluida, si tramitan su pago antes del 14 de noviembre. En tanto, para los no sindicalizados, la liquidación será de un millón 300 mil pesos o un millón 800 mil, si le apuran.
—El salario promedio de los trabajadores del SME es de 220 pesos diarios, es decir, 6 mil 600 pesos mensuales. Casi 20 mil trabajadores están debajo de este promedio de ingresos.
—Si hay corrupción de Martín Esparza y su directiva en el SME, que se los prueben y se les castigue. Pero que no por ellos tengan que pagar 44 mil trabajadores.
—Que la movilización nacional en contra de los recientes actos de gobierno todavía es posible luego de una reunión sindical clave este próximo sábado.
—Y que la última página de esta historia todavía no está escrita.
Lydia Cacho
Plan B
La calle de la esperanza
Una mujer del estado de México detectó a un sujeto que estacionaba su auto frente a su casa en una calle con muy poca circulación. Días después observó que se drogaba en el vehículo y que otros jóvenes se le acercaban, aparentemente a comprar tachas.
La señora pensó en llamar a la policía, pero tomó una decisión increíble: competir con el probable narcomenudista. Limpió su garage y con su pequeño hijo fue a rentar unas películas. Llamaron a los amigos, hicieron palomitas y en un par de semanas el cine en su casa tuvo tal éxito entre los chavitos que la mujer decidió, unida ya a sus vecinos, cerrar la calle por la tarde. Improvisaron una pantalla con sábanas, otro vecino trajo un aparato de sonido y las y los jóvenes decidieron crear un grupo de debate sobre las películas.
El cineclub vecinal se convirtió en un éxito. Ante la falta de espacios públicos adecuados para que se reúnan, jueguen, se diviertan y aprendan a vivir en comunidad niños, niñas y adolescentes, la solución fue la determinación creativa de una mujer que se negó a reaccionar desde el enojo. En lugar de esperar decidió actuar y el resultado es magnífico. El hombre que se drogaba en el auto se fue y nadie lo ha visto en esa zona.
Una tarde, con la calle llena del feliz auditorio, la policía intentó arrestar a la dueña de las sábanas y del videoproyector. A pesar de explicarle a la autoridad que ese no es un negocio sino un proyecto social vecinal, una alternativa para las y los jóvenes, la policía insistió.
Otra vez la mujer le dio la vuelta al problema. Se sumó un grupo de artistas con un plan de alcance estatal que incluye acciones concretas de prevención de adiciones y violencia a través del teatro y del cine. Unido al plan hay un experto en seguridad que prepara un proyecto de prevención proactiva de adicción y violencia similar al que se implementó en Londres con éxito. En muchos rincones de México hay gente sembrando ideas y acciones para transformarlo. Hoy celebro este ejemplo inspirador.
Una mujer del estado de México detectó a un sujeto que estacionaba su auto frente a su casa en una calle con muy poca circulación. Días después observó que se drogaba en el vehículo y que otros jóvenes se le acercaban, aparentemente a comprar tachas.
La señora pensó en llamar a la policía, pero tomó una decisión increíble: competir con el probable narcomenudista. Limpió su garage y con su pequeño hijo fue a rentar unas películas. Llamaron a los amigos, hicieron palomitas y en un par de semanas el cine en su casa tuvo tal éxito entre los chavitos que la mujer decidió, unida ya a sus vecinos, cerrar la calle por la tarde. Improvisaron una pantalla con sábanas, otro vecino trajo un aparato de sonido y las y los jóvenes decidieron crear un grupo de debate sobre las películas.
El cineclub vecinal se convirtió en un éxito. Ante la falta de espacios públicos adecuados para que se reúnan, jueguen, se diviertan y aprendan a vivir en comunidad niños, niñas y adolescentes, la solución fue la determinación creativa de una mujer que se negó a reaccionar desde el enojo. En lugar de esperar decidió actuar y el resultado es magnífico. El hombre que se drogaba en el auto se fue y nadie lo ha visto en esa zona.
Una tarde, con la calle llena del feliz auditorio, la policía intentó arrestar a la dueña de las sábanas y del videoproyector. A pesar de explicarle a la autoridad que ese no es un negocio sino un proyecto social vecinal, una alternativa para las y los jóvenes, la policía insistió.
Otra vez la mujer le dio la vuelta al problema. Se sumó un grupo de artistas con un plan de alcance estatal que incluye acciones concretas de prevención de adiciones y violencia a través del teatro y del cine. Unido al plan hay un experto en seguridad que prepara un proyecto de prevención proactiva de adicción y violencia similar al que se implementó en Londres con éxito. En muchos rincones de México hay gente sembrando ideas y acciones para transformarlo. Hoy celebro este ejemplo inspirador.
www.lydiacacho.net
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