TIEMPO DE MUJERES

Propone el Ejecutivo 9 mil millones de pesos para este rubro

Presupuesto etiquetado 2010: la falsa ilusión de los recursos para mujeres

Por Gladis Torres Ruiz

México DF, 19 oct 09 (CIMAC).-El gobierno federal no tiene claro lo que significa perspectiva de género. Presenta presupuestos “etiquetados” que así lo demuestran, tal es el caso del Presupuesto Etiquetado (PE) que el Ejecutivo propone para 2010 que es muy “similar” al ejercido durante 2009: cerca de nueve mil millones de pesos, los cuales “supuestamente” se aplicarán en leyes y programas en favor de las mujeres.

Esto es sólo en apariencia, ya que al analizarlo minuciosamente se comprueba que en las aportaciones por rubro se asignan recursos altos a programas que no tienen género, mientras que a los que benefician directamente a las mujeres se les quitan, señaló en entrevista con Cimacnoticias la diputada federal Enoé Uranga.

En un análisis realizado por la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde confronta el PE 2009 con la Propuesta de Egresos de la Federación (PPEF) para el ejercicio fiscal 2010, se indica, por ejemplo, que en el Ramo 12, referente a salud, “desaparecen” los proyectos de infraestructura social de salud y se agrega el de prevención de la obesidad, con 162.4 millones de pesos.

Esto, en palabras de la perredista, evidencia que “en el gobierno federal no comprende lo que es la perspectiva de género”: la obesidad es un problema general de salud y no debería estar en el PE, sino en el presupuesto para las y los mexicanos. “Lo colocan en el PE pensando en que la mitad de los recursos será para mujeres y la otra para hombres. Eso no es equidad de género”.

Los PE son recursos específicos cuyo único uso es el señalado en la “etiqueta”. Son “útiles porque buscan reducir la discriminación” en contra de las mujeres, señala el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género en el texto “La experiencia. LIX Legislatura de la Cámara de Diputados en materia de Presupuesto Proequidad de Género”, elaborado en 2007.

Los gastos para la equidad de género no constituyen ni el 0.05 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país ni el 0.02 por ciento del gasto programable, mientras que el “desgaste para su negociación y seguimiento es enorme”, dice el texto.

La legisladora del sol azteca agrega que, como se ha hecho anteriormente, se incluye en la PPEF el Programa de Desarrollo Oportunidades dentro del Anexo 10, destinado al PE; de acuerdo con un análisis titulado “El Presupuesto etiquetado para mujeres” –realizado por el Centro de Análisis e Investigación Fundar– esto es totalmente equívoco, pues aunque ese programa puede tener consecuencias y/o efectos vinculados con el avance de las mujeres, “carece de enfoque de género”.

En consecuencia, agrega el documento de Fundar, su inclusión en el Anexo 10 provoca un efecto tramposo en el PE. Por ejemplo, para 2010 el monto total del gasto para las mujeres es de 55 mil 480.2 millones de pesos; no obstante, 46 mil 146.5 millones de pesos corresponden a Oportunidades, por lo que realmente se destinarán a las mujeres únicamente 9 mil 333.7 millones de pesos.

Enoé Uranga cuestiona también la cantidad asignada “al programa de Margarita Zavala”, el de guarderías, que se pretende ejerza en 2010 8 mil 378.4 millones de pesos, una cifra apenas menor que la destinada al conjunto de programas para mujeres.

¿SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA A LA BAJA?

La diputada del PRD señala que en la PPEF para 2010 los recursos para derechos reproductivos de las mujeres tienen una caída impresionante. Si bien es cierto que incluye el programa Reducción de la Mortalidad Materna, con 259.5 millones de pesos, no se especifica cómo se usará el dinero

Para frenar la mortalidad materna, en el ámbito federal se instrumentan cuatro acciones: la Estrategia 100 por 100 (que se enfoca a los 125 municipios con más bajo índice de desarrollo humano); el programa Embarazo Saludable, dependiente del Seguro Popular, que ofrece la afiliación inmediata a mujeres en estado de gravidez; el programa Arranque Parejo en la Vida y la Estrategia Integral para Acelerar la Reducción de la Mortalidad Materna en el país. Ninguno cuenta con presupuesto etiquetado en el PPEF.

El gasto que ejercen estas estrategias y programas es destinado a la gestión del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud (SS), el cual recibió 552 millones 168 mil 858 pesos en 2009, suma que en 2010 podría reducirse a 259.5 millones de pesos, es decir, casi 50 por ciento.

Fundar señala en su análisis que en ningún documento del PPEF 2010 se indica para qué son estos recursos. “Puede suponerse que se intenta fortalecer, desde el ámbito federal, el cumplimiento de la Estrategia Integral para Acelerar la Reducción de la Mortalidad Materna, anunciada en mayo pasado”.

Dicha estrategia establece la atención universal de las mujeres en situación de urgencia obstétrica y se suma a múltiples acciones destinadas a reducir la mortalidad materna presentados desde 2007 a la fecha: Embarazo Saludable (a través del Seguro Popular), estrategia 100 por 100 y Programa de Acción Arranque Parejo en la Vida 2007-2012.

Según Fundar, estas estrategias no han rendido frutos, ya que la última cifra publicada oficialmente refleja un incremento de 1.4 por ciento de muertes maternas, es decir, mil 115 mujeres fallecidas por causas asociadas a diversos factores; entre ellos, la deficiente capacidad de respuesta satisfactoria y resolutiva de los servicios de salud ante complicaciones obstétricas, sobre todo para población abierta.

Desde esa perspectiva, la “etiquetación” será insuficiente no sólo por lo bajo de la cantidad asignada, sino porque a la par se desatienden aspectos estructurales en materia presupuestaria.

La reducción de la muerte materna es una de las Metas del Milenio en cuyo cumplimiento México presenta mayor retraso y dificultades. Ante ese panorama, la actual administración federal pretende reducirla puntualmente al término de su periodo, en 2012, tres años antes de lo previsto. De ahí que haya recursos etiquetados específicamente para tal fin, aunque en la realidad sean muchos menos que en el papel.

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CONTEXTO

Presupuestos etiquetados y su impacto en las mujeres

Por Gladis Torres Ruiz

México DF, 20 oct 09 (CIMAC).- El gasto etiquetado para mujeres es de suma importancia para avanzar efectivamente hacia un presupuesto con enfoque de género, ya que es un mecanismo real para el desarrollo de las leyes de un país y una herramienta concreta para monitorear programas, acciones y estrategias de las políticas públicas dirigidas y que afectan directamente a las mujeres, señalan expertas y expertos en la materia.

Silvia Fernández en su documento: “Presupuestos Sensibles al Género categorías e indicadores de género en la gestión operativa y financiera Hacia la construcción de políticas fiscales para “Vivir bien”, señala que dichos presupuestos son la expresión monetaria de políticas públicas que visibilizan las condiciones de desigualdad entre mujeres y hombres y se orientan a remediarlo (igualdad de oportunidades en diferentes dimensiones: social, económico, político y cultural).

El documento editado por el Fondo para el Desarrollo de las Mujeres de las Naciones Unidas (UNIFEM, por sus siglas en inglés), indica que son una herramienta de redistribución equitativa de los recursos públicos para superar las desigualdades sociales y de género, con ello se supone que los recursos se emplean para hacer más efectiva la estrategia de desarrollo buscando llegar a los pobres, donde las mujeres están sobre representadas.

Tienen como objetivo analizar pormenorizadamente, los presupuestos de los gobiernos con vistas a descubrir su impacto sobre mujeres, niñas, niños y hombres; así como sobre otros ejes de diferenciación social, como etnicidad, capacidades diferentes y clases sociales.

Desde hace varios años algunos países han adoptado los presupuestos con perspectiva de género y durante los últimos años México se ha insertado en esta dinámica, según el documento titulado “Presupuestos Responsivos al Género”, publicado en Observatorio de la Economía Latinoamericana, de las autoras Mercedes Arce Rodríguez y Emma Zapata Martelo.

En él se indica que en Beijing en la Plataforma de Acción Mundial se establecieron disposiciones financieras en el plano nacional para los presupuestos de los gobiernos, quienes deberían asignar recursos suficientes para cumplir con las directrices de la plataforma, en este sentido destaca que el movimiento de mujeres ha sido de gran trascendencia en muchos países del mundo ya que han abogado por los derechos ciudadanos, e igualdad jurídica entre mujeres y hombres.

El Secretariado de la Commonwealth (que agrupa 54 países) impulsó en los países miembros los presupuestos de género, como experiencias pioneras. Para 1984 en Australia, la formulación se hizo en forma educativa al sensibilizar a los departamentos gubernamentales sobre las implicaciones de estas políticas y ayudó a reducir la ceguera de género y hacerle ver a los departamentos de industrias, tecnología y comercio, sobre los impactos negativos de las políticas macroeconómicas en las mujeres, señalan las autoras.

De igual manera en Sudáfrica, se impulsó este tipo de gastos en1994, en Canadá la experiencia data de 1993 y en el Reino Unido de 1989; en Escocia e Irlanda, se desarrolló una práctica mixta y a mediados de los 90 en Suiza. De la experiencia escocesa se plantea la necesidad de formar personas que trabajen en la administración pública y que tengan esta perspectiva.

En Europa existe información de 29 países donde se ha desarrollado o está en proceso iniciar algún tipo de experiencia sobre presupuestos de género; de éstos, 19 son países miembros de la Unión Europea. En ocho países la iniciativa ha surgido por parte del gobierno, o ha sido una iniciativa conjunta de gobierno y sociedad civil.

Mercedes Arce Rodríguez y Emma Zapata Martelo, precisan que en la mayoría de estos países la sociedad civil ha participado, ya sea de manera exclusiva o con la participación de otras instancias, iniciando el proceso de promoción de estas experiencias.

En 10 países la experiencia ha sido iniciada por algún organismo internacional (diferente a la Unión Europea) en conjunción con la sociedad civil. En el caso de Francia la iniciativa surgió desde el Parlamento, y en Suiza la propuesta vino del sindicato de los uncionarios públicos y posteriormente fue impulsada por grupos de mujeres, miembros del parlamento y sindicalistas.

Las autoras afirman que en su conjunto la experiencia de los presupuestos de género es muy reciente y ha tenido avances y retrocesos. Por lo general han sido grupos desde la sociedad civil quienes han impulsado su análisis y elaboración por parte de departamentos e instancias gubernamentales; siendo necesario en algunos casos como el de Gran Bretaña, Suecia, entre otros, el paso del tiempo y la acción desde los Parlamentos y algunas y algunos parlamentarios en particular, para lograr su incorporación desde el Estado.

Precisan que la llegada al poder de gobiernos neoliberales puede hacer retroceder la experiencia, mientras que los gobiernos progresistas la impulsan. Por ello consideran importante que este tipo de presupuestos se adopten independientemente de la afiliación política de los gobernantes como una necesidad sin la cual no pueden erradicarse las desigualdades entre los géneros.

PRESUPUESTO ETIQUETADO PARA MUJERES EN MÉXICO

En el año 2008, se incorporó por primera vez en el Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación, el artículo 25 de la Perspectiva de Género, que da origen al anexo específico para el presupuesto etiquetado para mujeres.

Esto fue una acción afirmativa en pro de fortalecer la operación y puesta en marcha de Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres y el Sistema Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, en los términos de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, leyes que se habían aprobado recientemente.

El Centro de Análisis e Investigación Fundar, señala que el gasto etiquetado para mujeres en realidad no es significativo como proporción del gasto programable, pero sí es de suma importancia para avanzar efectivamente hacia un presupuesto con enfoque de género ya que es un mecanismo real para el desarrollo de las leyes mencionadas y una herramienta concreta para monitorear programas, acciones y estrategias de la política pública dirigidas y que afectan directamente a las mujeres.