6/24/2010

"El segundo sexo": no se nace feminista

TERCERA DE CINCO PARTES

CIMAC | México, DF.- A continuación transmitimos la tercera de cinco partes del artículo "El segundo sexo": no se nace feminista, que el escritor Carlos Monsiváis publicó en el volumen 20, de Debate Feminista, en octubre de 1999.

¿Qué tanto les divierte el heroísmo a las mujeres?

Por Carlos Monsiváis

México, DF, 23 jun 10 (CIMAC).- En la primera parte de “El segundo sexo”, De Beauvoir examina los hechos y los mitos. Y esto, en los años siguientes a su aparición, subraya en los lectores latinoamericanos la diferencia enorme con la experiencia europea.

En América Latina, los mitos y los hechos han sido peores, más degradados, en especial en el ámbito de las pobres y las indígenas. Y hasta el derrumbe del socialismo real los mitos ideológicos tenían en la izquierda un peso supersticioso semejante al europeo, pero con una carga mayor de analfabetismo funcional. Por eso, la polémica de De Beauvoir con el libro de Engels (El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado), le resultó irritante a la izquierda cultural (la izquierda partidista jamás se enteró).

La derecha, orgánicamente incapacitada para entender el libro, no supo jamás de su crítica a las posiciones de la iglesia católica, de la patrística a los obispos franceses, y sobre todo no percibió su idea de algo distinto al sometimiento natural.

En la derecha, el rechazo a los planteamientos feministas es orgánico, y en la izquierda, si bien con mayor práctica de convivencia feminista, sólo en años recientes se aceptó la tesis de un movimiento diverso y paralelo . Antes, lo usual era la prédica: todo debe encauzarse por la ruta única de la revolución, y quien indique rumbos alternos traiciona la lucha proletaria.

En mi primera lectura de El segundo sexo, me llamaron la atención las citas depredadoras y opresivas de un buen número de escritores, pensadoras, figuras famosas. ¿Cómo era posible, pensé, que Nietzsche, a quien apenas había leído pero que no era por eso menos Nietzsche, afirmara: "La mujer es la diversión del héroe"?

¿Que toda batalla termina en una orgía? El coito, corona de la épica. Tardé en comprender la eficacia del método de Simone de Beauvoir . Analiza antropológica, histórica, filosófica y políticamente un proceso, y se sirve de las citas como una síntesis del ritmo de las sentencias en la pared. Los aforismos del patriarcado son dictámenes sin derecho a réplica, y no proclaman sabiduría sino recuerdan el sitio relegado y a fin de cuentas invisible por genérico de las mujeres . "No se nace mujer. . ."

Es decir, no se nace enterada de la tragedia de haber nacido en el género equivocado, o si no se quiere un adjetivo tan exterminador, en el género que todavía en los años cincuenta, y si se era decente, recibía los estímulos de las variedades del sometimiento, o si ya se atrevía a trabajar, se instalaba en el perímetro donde no hay ascensos porque no se tenía con qué. (Si acudimos a la tesis freudiana de la envidia del pene, en materia de promociones laborales, entonces como ahora, las mujeres han vivido por así decirlo la envidia de los ascensos que el pene concede.)

Biología es destino. Sí, pero no con tal furia determinista ni todo el tiempo. Hoy, el destino ha cambiado notablemente para las jóvenes en pasado/presente las universidades, en la economía, en la cultura, e incluso se va modificando la suerte de las indígenas de Chiapas que al adquirir el uso de la palabra adquieren una visión del mundo.

Es justo reconocer que el feminismo es la única revolución del siglo XX que no termina en la autocracia (esto no es un elogio desde el punto de vista de Lenin, Stalin, el Ayatollah, numerosos clérigos, Fidel Castro y el PRI), y es de justicia señalar también que a medio siglo de su publicación, El segundo sexo retiene su vitalidad porque no obstante los avances, las mujeres continúan en situación de grave desventaja .

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