POLÍTICA
Confían expertas en que nueva presidenta no debilite al instituto
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- Las precursoras en la creación del instituto piden que se refuercen las acciones por la igualdad con gente experta y un ejercicio transparente de los recursos.
En medio del rechazo de activistas por el proceso con el que se designó a Lorena Cruz Sánchez como nueva titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), tres de las precursoras de esta institución, María Elena Chapa, Clara Jusidman y Alicia Elena Pérez Duarte, consideran que esta instancia debe fortalecerse.
Coinciden en que en el Inmujeres debe haber gente experta que pueda responder a los retos futuros, como el ejercicio transparente del presupuesto para la igualdad de género.
María Elena Chapa, presidenta del Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León, considera que lo que suceda con el Inmujeres repercutirá en los mecanismos estatales por los derechos femeninos, por lo que llamó a Lorena Cruz a que se rodee de “gente talentosa” y con experiencia para sustentar las acciones a favor de las mexicanas.
Al igual que otras activistas, la ex diputada federal criticó que el proceso de selección de la nueva titular del instituto fuera “poco transparente”.
Como legisladora, Chapa presentó en el año 2000 una iniciativa para crear el mecanismo institucional encargado de establecer las políticas de igualdad a nivel nacional, estatal y municipal. Su propuesta fue respaldada por la diputada panista María Elena Álvarez de Bernal.
La iniciativa fue aprobada y el Ejecutivo federal promulgó el decreto de creación del Inmujeres el 12 de enero de 2001. Así se culminó en los hechos una demanda del movimiento amplio de mujeres que data de 1995, cuando durante la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing un grupo de mexicanas pugnó por abrir una instancia rectora en materia de igualdad.
Entre ellas estaba María Elena Chapa, quien ese mismo año fue nombrada presidenta del Consejo Consultivo del Programa Nacional de la Mujer (Pronam), antecedente del Inmujeres que fue encabezado por la priista Dulce María Sauri. Después, en 1998, se creó la Comisión Nacional de la Mujer (Conam).
INSTITUTO FUNDAMENTAL
Clara Jusidman, directora de Incide Social e integrante de la delegación mexicana que acudió a Beijing, destaca que la creación del Inmujeres significó que la defensa de los derechos de las mexicanas ya no sería tema exclusivo de las activistas, sino que pasaría a ser responsabilidad del Estado.
Aclara que, aún con sus errores y deficiencias, el instituto ha logrado incidir en el fomento de la participación política femenina, las investigaciones con perspectiva de género, los presupuestos etiquetados y hacer que la perspectiva de género esté presente en la administración pública.
Por eso, la experta en democracia y Derechos Humanos observa que la presidencia del instituto “no es un lugar para que alguien vaya a aprender”, al referirse a la falta de experiencia de Lorena Cruz, ex directora del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social en el Estado de México durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto.
Entre las tareas fundamentales que ha realizado el Inmujeres en 12 años de existencia –agrega Jusidman– es hacer evidente que existe desigualdad entre mujeres y hombres; evidenciar que hay políticas públicas que las relegan a un segundo plano, y fomentar el acceso a derechos como salud, educación o vivienda.
A decir de la académica y experta en estudios jurídicos de género, Alicia Elena Pérez Duarte, quien también participó en Beijing en 1995, es “preocupante” que el gobierno de Peña Nieto quiera bajar el perfil a una institución que no fue creada para buscar poder político, sino para consolidar el concepto de igualdad en todos los ámbitos de la administración pública.
Explica que la nueva presidenta del Inmujeres tiene el reto de continuar la consolidación de la perspectiva de género en los tres niveles de gobierno, concentrar los programas contra la violencia hacia las mujeres, y revisar la adecuada administración de los fondos para la igualdad.
Sostiene que la institución se debe fortalecer a pesar de que Peña Nieto ha pretendido debilitarlo por dos vías: primero a través de un fallido intento de sectorizarlo a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) –encabezada ahora por Rosario Robles–, y otra por medio de la “imposición” en la presidencia de una persona sin el perfil para dirigir la institución.
Cabe recordar que en un proceso de relevo que mujeres de la sociedad civil y algunas consejeras del instituto calificaron como “turbio e inequitativo”, el pasado jueves Peña Nieto designó a Lorena Cruz como titular del Inmujeres.
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