MONEDERO
Por: Carmen R. Ponce Meléndez*
El pasado jueves 8 el nuevo Secretario de Hacienda, José Antonio Meade,
presentó al Congreso de la Unión el paquete económico 2017 que
comprende: los Criterios Generales de Política Económica, el Proyecto de
Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) y la Ley de Ingresos.
Esos documentos deberán ser discutidos, analizados y finalmente
aprobados por el Congreso a más tardar el 15 de noviembre del año en
curso.
El PPEF contempla un gasto por 4,804 mmp, 6.2 por ciento menos al de 2016; implica un alto recorte en el gasto público del orden de 239 mil 700 millones de pesos, los sindicatos empresariales pedían un recorte de 300 mil millones.
Este gasto público representa 23.7 por ciento del PIB, en tanto que los ingresos presupuestales 21.2 por ciento. La inversión física -generadora de empleos- disminuye considerablemente, pasó de representar 3.8 por ciento del PIB a tan sólo 2.7 por ciento.
De acuerdo a la gráfica existen reducciones importantes en el gasto social del orden de 28.2 por ciento, sumando educación, salud y desarrollo social. Llama la atención el recorte en Turismo, pues éste contribuye con más del 8 por ciento al PIB, es fuente de divisas.
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Aunque el porcentaje de reducción en Pemex no se ve alto (20.7), representa 100 mil millones de pesos menos, con una producción petrolera 9.6 por ciento menor a la 2016. Significan menos divisas y mayor déficit en las balanzas comercial y de pagos, los ingresos petroleros disminuyen 15.0 por ciento, y por tanto los ingresos presupuestales.
El marco macroeconómico para 2017 es de 2.0 a 3.0 de crecimiento en el PIB, una inflación del 3 por ciento; un precio del barril de petróleo de 42 dólares por barril y un precio del dólar de 18.20 pesos. Hay que considerar que en esta administración el peso se ha depreciado 40.0 por ciento.
Se afecta el bienestar de las familias mexicanas
En la presentación de este Paquete Económico tanto el Secretario de Hacienda como el propio Presidente de la República afirmaron que no se afectaría el bienestar de las familias mexicanas, lo cual es totalmente falso.
En primer lugar menor gasto es menor crecimiento económico y menos empleos. Si bien es cierto que el gasto público “perse” no representa crecimiento, la inversión física sí y el gasto social también, porque conlleva redistribución del ingreso.
Por ejemplo, esa reducción que se propone en los sueldos de los altos funcionarios aunque no generaría un alto excedente podría destinarse a educación o a salud. Pero sobre todo tendría un buen efecto político porque la mayoría de la gente se siente agraviada con esos altos niveles de desigualdad en los ingresos.
El recorte en Educación es de 31.6 mil millones de pesos y en Salud 12.1 mil millones de pesos, eso también afecta el bienestar de las familias mexicanas.
Los usuarios de la educación y de la salud pública no son marcianos, son familias mexicanas, en su mayoría pobres. Todas las instituciones de salud pública están en una situación crítica. Presentan serias deficiencias, y ni que decir de las escuelas. La salud privada en este país en para los ricos y poderosos.
La mayoría de los servicios públicos de salud son rebasados por la demanda de la población, no alcanzan a cubrirla, carecen de suficientes medicamentos, personal Médico y enfermeras, camas, instrumental médico. Por mencionar algunas carencias.
Y ahora se les reduce el gasto público, que en México apenas alcanza 3 por ciento del PIB. En los países miembros de la OCDE es del doble.
Liberar los precios de la gasolina también afecta a las familias, directamente a la clase media e indirectamente a las pobres, a través de los precios.
Con este recorte al gasto público de 2017 ya son cinco los ajustes, en total ascienden a 559 mil 11 millones de pesos menos. Por tanto hay una afectación acumulada al bienestar de las familias mexicanas.
Pero no conformes con destruir lo poco que queda del Estado de Bienestar – enemigo del neoliberalismo- también pretenden acabar con la poca innovación tecnológica, el desarrollo científico y la educación superior. Todos estos factores también afectan seriamente el bienestar de las familias mexicanas.
El recorte del gasto en Conacyt es altísimo, del 23.3 por ciento, incluso se ajusta el gasto de la educación superior.
Seguiremos siendo un país maquilador, sin crecimiento, a pesar de los muchos tratados comerciales, porque el único valor agregado que tienen nuestras exportaciones es la mano de obra barata.
En general todo este tipo de medidas afecta a toda la población (hombres, mujeres y niñez), sólo que en el caso de México puede ser catastrófico por los salarios tan miserables y porque existen 55 millones de personas en condición de pobreza.
Bueno, todo esto lo tendrán que analizar, discutir y en su caso aprobar los Legisladores. Seguramente estarán a la altura de las circunstancias.
Twitter : @ ramonaponce
Especial
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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