Feminismos.
Por Bego Capapé para Resumen Latinoamericano, 20 de setiembre de 2023
Foto: protesta en el consulado guatemalteco de Santurtzi, Bizkaia
Lolita Chávez es una mujer maya k´iche, luchadora, enérgica y con un magnetismo que poca gente posee. Originaria de los territorios del oeste de Guatemala, lleva años luchando por los derechos de las mujeres y la defensa de su Tierra. Es líderesa del movimiento de resistencia indígena. Es representante del Consejo de pueblos K´iches por la Defensa de la Vida, Madre Naturaleza, Tierra y Territorio (CPK). Este Consejo se creó en 2008 y su trabajo se centra en los problemas, preocupaciones y planteamientos de los megaproyectos mineros, hidroeléctricos, petroleros y agroindustriales, que quieren implantar en esos territorios. Estos planes fueron dejando sin tierras a sus habitantes y con algún intento de asesinato, como es el caso de Chávez, y de la judicialización de sus luchas.
Lolita no ha podido regresar a Guatemala desde que se exilió en Euskal Herria (País vasco) en 2017 por las amenazas de muerte que recibió por su activismo. Su salida obligada del país, significó para ella un desarraigo de su Comunidad, para una mujer maya es vital permanecer en su lugar de origen, en su tierra, con los suyos. Ha recorrido países para denunciar la situación de su Pueblo y de las demás defensoras de los territorios, pero no cuenta con ninguna seguridad para volver con su gente.
Fue finalista del Premio Sajarov de los Derechos Humanos del Parlamento Europeo en 2017; en 2018 recibió el Premio Ignacio Ellacuría por su trabajo en la protección de las tierras y los recursos naturales. En 2021 recibió el Premio Romero de los Derechos Humanos que otorga anualmente la Universidad de Dayton por ser la líderesa en la lucha de su Pueblo por mantener los bienes comunes de los territorios.
Todo esto lo ha vivido con altibajos, algunas experiencias fueron muy positivas, se ha sentido con mucho calor humano alrededor, con abrazos, con solidaridad, pero en otras ocasiones ha notados el odio y las miradas, como dice Lolita “con expresión de racismo y de odio”. Se ha sentido protegida, pero en el destierro.
Lolita subiendo a la cueva de Mari en Amboto
–Cuando llegaste a Euskal Herria, ¿qué te llamó la atención?
-Fue el trato que hay aquí a los presos y a las presas políticas una de las cosas que más me llamó la atención. Cuando llegué vi todo un planteamiento, me gustó y siento que el Movimiento de Liberación Vasco y algunas comunidades, acuerpan, abrazan y muestran ese amor a los presos y presas. Cuando llegué a Euskal Herria venía con mucho miedo de hablar, de no saber si lo que decía estaba bien. Me sorprendió ver cómo la gente pedía la amnistía, de cómo se lucha por la amnistía, algo tremendamente necesario. Me gustó también cuando salen de la cárcel después de haber cumplido sus condenas, casi siempre muy largas y emociona ver cómo hacen rondas y acompañamientos con la gente que acaba de abandonar la prisión. Yo también lo he hecho en las ocasiones que he podido. Veía cómo se concentraban en las plazas por le gente que salía. Esto me hizo ver y comprender que yo también soy guerrera como ellas, aquí hay un pueblo guerrero. También sentí que aquí hay una red que me podía proteger, donde a la derecha le sería difícil atacarme y que seguramente estaba a salvo de ella. Estaba muy temerosa cuando me presenté aquí, asustada, pero enseguida me di cuenta que había llegado a un sitio seguro.
Me ha interesado mucho su idioma, su cultura y sobre todo su lucha, una lucha que no viene de la época de Franco sino de mucho antes. La imposición del castellano como en mi Pueblo, nos lo impusieron obligatorio, se condenó nuestra lengua k´iche y se impuso el castellano. El lenguaje es algo cultural y matrístico. He visitado muchas casas en Euskal Herria y me han abrazado las mujeres, a la cuales las veo mujeres guerreras con capacidad mágica, estratégica, espiritual y vinculada a la Madre Tierra o Ama Lurra. Sé que el matriarcado está muy metido aquí, me ha sorprendido la fuerza del matriarcado, como lo llaman ustedes.
Aquí se me ha cuidado, la gente, mi gente, esa que es del movimiento revolucionario, las derechas no, de ellos he recibido odio. He visto en sus miradas el odio. Me he vinculado y relacionado con presos y presas políticas, con sus familiares, con algunos sectores de gente joven que luchan para que no invadan sus tierras, por sus trabajos y en algunos grupos he visto el interés por volver a trabajar la tierra. No me ha faltado ni comida, ni amor por parte de la gente de acá. Otra cosa que también me ha gustado mucho es conocer la mitología vasca, sitios mitológicos y sitios sagrados, me ha impresionado Mari y su cueva. Fue un error colocar a Euskal Herria en Europa, tendría que estar en Abya Yala (los movimientos indígenas denominan así a toda América, tanto la del norte, centro y sur). Tiene todo lo mágico que los Pueblos Mayas amamos: montanas, árboles, agua…veo que aquí hay árboles ancestrales.
-¿Qué dejaste en Guatemala?
Me dejé cosas lindas pero también cosas feas. Me quitaron todo, yo tenía Comunidad, un hijo y una hija, mi casa comunal, que la llamábamos así porque allí se podía quedar mucha gente, siempre que necesitase mi espiritualidad. Las raíces caminan conmigo pero aquí cuesta más, es más difícil hacer nuestras ceremonias mayas. En ocasiones aquí me encuentro en un espacio que es muy tosco, no hay roce con la Comunidad.
Dejé también mi trabajo, yo era maestra. Dejé todo eso. Tuve que prescindir de mi alimento, no encuentro lo que comía allí. También me cuesta conseguir las medicinas que allí tomaba, los temazcales. La montaña maya es para mí como resguardo de mi ser y se quedó allí. Hace unos días se murió mi tío, era como mi padre, el me crió y ahora ha fallecido un primo, muy joven. Cuando pierdes a alguien allí, el dolor se pasa en Comunidad, nos puede durar tres días, 9 ó 30, estamos todas juntas. Se hacen fiestas. Aquí veo que el dolor se pasa, más o menos, en soledad. Extraño a mi familia, extraño a mi Comunidad.
También he dejado y echo de menos a mis compañeras, esas revolucionarias que luchan todos los días contra esas multinacionales que solo buscan el beneficio económico y si deben desplazar a las poblaciones a otro lugar, secar los ríos o talar indiscriminadamente los árboles, lo hacen. Cito en muchas ocasiones a Florentino Pérez, ese empresario español que nos está matando quitándonos el agua, quiero que nos conozcamos, que conozca los rostros de la comunidad que su empresa trata de eliminar en Guatemala y las historias de quienes estamos defendiendo otro modelo de vida. Que nos ponga el rostro, que sepa quiénes somos.
-Y la gente de aquí, ¿tenemos muchas diferencias con la de tu tierra?
-Una cosa que me llama la atención de aquí, es cómo la gente se complica de la nada, de cosas simples se hace un problema grande. También me ha sorprendido ver que hay gente que tiene muchos privilegios y no comparte; llegar donde la gente que vive en la codicia y tiene otro modo de vida, en ocasiones, fue violento. En algunos momentos, aquí algunxs no son conscientes de que las empresas, incluso vascas, están explotando territorios allá. Hermanas que se han quedado en el camino vía exilio y nunca más se supo de ellas, se dan por desaparecidas y ya está. Tenemos que ser conscientes que debemos sostener la existencia mediante nuestro modo de vida, saber que somos semilla y lo que salga de esa semilla, es el legado que dejaremos en la Tierra.
Veo que aquí la política del miedo ha hecho mella en el Pueblo vasco también. Soy consciente que cualquier lucha en Euskal Herria se paga con muchos años de cárcel para la gente guerrera y luchadora además de muchas multas de mucho dinero. Les cuesta hacer asambleas y concentraciones si no son con permisos. En Euskal Herria hay mucha policía y eso produce mucha opresión. Los códigos penales que se usan aquí han permeabilizado dentro de la Comunidad. Allí no hemos dejado que permeabilicen en nuestra Comunidad. Un ejemplo es que allá vendemos libremente nuestra comida en la calle, tamales, tortillas, el jocón…eso no hemos dejado que nos lo penalicen, tenemos la autonomía y eso nos da cierta soberanía. Aquí no puedo hacerlo porque me piden la licencia.
Otra diferencia que he sentido, es que aquí me cuesta generar Comunidad, creo que hay mucho individualismo. La gente no es natural y tampoco sincera, tiene problemas y no cuenta con su Comunidad, se pone la careta y no pasa nada. Se guarda todo dentro del corazón, aquí importa mucho el qué dirán.
-Este año ha habido elecciones en tu país, ¿ha cambiado algo para que puedas volver sin peligro o el peligro aún se mantiene?
-Tengo dos pensamientos: uno es que sí quiero regresar y es lo que más añoro y el segundo no es miedo a que me maten o me metan a la cárcel, sino igual que es aconsejable mantener algo de prudencia. Ambos pensamientos están llenos de incertidumbres. Si vuelvo puede que la muerte esté cerca, pero si no vuelvo la muerte estará cerca también. El exilio es una muerte silenciosa, es la lejanía de tus raíces. En el exilio me he enfermado bastante, he colapsado y en ocasiones he ido a la otra dimensión. Aquí hay muerte lenta y allí hay muerte guerreando. Me enseñaron a vivir peleando con una vida digna y a ser combativa. Es mi duda y mi pregunta, ¿donde quiero estar?
-¿Qué pérdidas has tenido en Guatemala durante tu exilio?
-El mes pasado se murió un tío mío y esta semana un primo bastante joven. Me quedé huérfana muy jovencita y la familia me arropó, me cuidó, me hizo sentirme protegida. Fui la menor de cuatro hermanos, cuando tenía 11 años mi padre murió y a los cuatro meses mi madre, de quien se dice heredé su rebeldía, gracias a su ejemplo de organización comunitaria. Me fui a vivir con mi tío, ese tío que hizo de padre para mí y que ahora se ha ido “a otra dimensión”.
En Guatemala los mayas vivimos el duelo de otra manera que aquí. El duelo se vive en Comunidad, se hacen tres días de fiesta y actividades, preparamos comida… aquí se vive el duelo normalmente en soledad, de otra manera.
Quiero volver porque hay compañeros de lucha, además de familiares, que se han ido y quiero sembrarles allá. Me duele el exilio, es una de las enfermedades que más duelen a los pueblos indígenas, para una maya estar lejos de su tierra de sus raíces…es morir un poco. Es un desdoblamiento, tu cuerpo está aquí pero tu alma está allí.
-Ha habido elecciones en Guatemala hace poco, ¿fue la gran sorpresa que ganase Semilla?
-Sí. Los resultados de estas últimas elecciones fueron sorprendentes. En Guatemala hay una corrupción brutal que se sostiene con unas estructuras mafiosas y unidas a la oligarquía, con una burguesía emergente, con militares con muchísimo poder que trabajaban en apoderarse de los territorios de los indígenas, allanamiento de viviendas, violencia sexual y todo esto con una impunidad total y cada vez esta estrategia se ha hecho más grande y poderosa. Muchas y muchos abrazamos las ideas de MLP, (Movimiento para la Liberación de los Pueblos) pero un tribunal lo anuló a pesar de que habíamos quedado en cuarto lugar en las elecciones generales de 2019. Fue excluido por mentiras del TSE (Tribunal Supremo Electoral), pero al mismo tiempo este Tribunal admitía a otros candidatos con serias denuncias por narcotráfico. Nosotras teníamos a una mujer muy luchadora, Thelma Cabrera, pero no la dejaron participar. El Pueblo estaba enfurecido y harto, entonces fue la gran sorpresa que un partido que estaba en las últimas, SEMILLA, subiese tanto y produjese ese gran impacto quedando en primer lugar en la primera vuelta. Entonces la oligarquía junto con la burguesía y los militares, se unieron y empezaron a maniobrar con golpes técnicos. Comenzaron a urdir planes, querían anular Semilla, enjuiciar a miembros del partido, encarcelar a gente activista, criminalizar a medios de comunicación. Se puso en marcha todo el aparato represivo y de ataque. Los movimientos de lucha de la juventud de todas las Comunidades y de los Pueblos Originarios se levantaron, estuvieron en pie de lucha, pero la derecha sigue con su planteamiento y ataques de golpes técnicos. No les importa si Naciones Unidas se expresa en contra, ni que lo haga Europa. Ellos quieren avanzar en sus planes de allanamiento, de la narcoactividad y tráfico de armas, no hay que olvidar que Guatemala es un corredor en Abya Yala de tráfico de órganos y de personas.
-¿A qué te refieres cuando hablas de golpes de estado técnicos?
-Golpes técnicos son anular al partido Semilla que ganó. Lo anularon y lo dejaron fuera, así que las congresistas y los congresistas no tienen partido y eso implica no poder estar en las comisiones. Golpes técnicos es también tener tomada la Corte de Constitucionalidad que está realizando maniobras y decisiones que no le corresponden y lo mismo está haciendo la Corte Suprema de Justicia. Estamos a la espera de que el Tribunal Supremo Electoral tome decisiones respecto a este asunto. Tienen que velar y asegurar porque se aplique la ley.
-Después de todas estas reflexiones, ¿crees que vas a regresar?
-Las ancestras y los ancestros me dicen que vuelva, abogados y organizaciones me dicen que no vuelva. Pero creo que tengo que hacer caso a mi instinto y lo más probable es que sí, que regrese a mi Tierra. Yo no hice algo malo allí, quiero que la gente sepa que en mi territorio no hice nada negativo, lo que hice fue defender el agua, los bosques, la tierra y nuestro modelo de vida. Por esto me quiere castigar el modelo patriarcal de justicia, pero sé que la Naturaleza me cuida, sino ya habría colapsado, porque he estado en tantos peligros… accidentes, ataques armados, he sufrido violencia sexual. Me ampara Qanan Ulew (la Madre Tierra) y exijo justicia y castigo contra estos militares y esta oligarquía que está empobreciendo al Pueblo.
Hay un movimiento que conocí, que es el sindicato de campesinos y campesinas, que enviaron al Estado una carta para exigirles la desjudicialización de mis casos, el Pueblo lo está pidiendo, porque son montajes que ellos hicieron contra mí. Ya se demostró en su día que el Ministerio Público es un agente a favor de todos los militares y oligarcas. No hizo una investigación veraz, lo llevó a cabo con los intereses que estas empresas y la derecha perseguía. Se están enviando cartas al Ministerio tanto desde Guatemala como de muchos sitios de Europa para la desjudicialización de mis casos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario