Los que se quedan ( The Holdovers, 2023), el largometraje más reciente del realizador estadunidense Alexander Payne ( Entre copas / Sideways, 2004; Nebraska, 2013), con guion de David Hemingson, es una clásica comedia romántica ambientada en un medio académico, al estilo de Haciendo historia ( The History Boys, Nicholas Hytner, 2006), donde a partir de una historia de desencuentros entre los alumnos hartos de una férrea disciplina académica y un profesor de historia clásica Paul Hunham (Paul Giamatti, formidable), quien día a día les asesta su humor sarcástico y sus burlas prepotentes, se transita hacia una fábula sobre la madurez intelectual y moral que ese mismo maestro habrá de conquistar a lado del joven Angus (Dominic Sessa), el alumno por él más maltratado y, previsiblemente, el más querido.
Lo anterior suena. por supuesto, a un compendio de los clichés
más socorridos en películas sobre planteles educativos donde se forjan
aspiraciones y nobles sentimientos juveniles, y que va de La sociedad de los poetas muertos (Peter
Weir, 1989), hasta una cantidad considerable de dramas aleccionadores
del mismo tipo. Sin embargo, es justo señalar que Alexander Payne ha
logrado sortear las facilidades del género a partir del guion muy eficaz
de David Hemingson en el que abundan diálogos muy hilarantes proferidos
por ese malicioso profesor Hunham, quien destila veneno y mala leche
contra todo mundo, incluyéndose a sí mismo, y que el actor Paul Giamatti
encarna a la perfección. Con un olor corporal muy rancio, causado por
un desorden metabólico, y un estrabismo que desconcierta a quienes
intentan fijar en él la mirada, el maestro misántropo no cultiva para
nada el arte del autoengaño. La naturaleza no me dotó de un rostro que favorezca el romance
, declara en un arrebato de sarcasmo. Un alumno, a su vez, añade material para el desprecio de sí mismo que siente Paul: Yo creía que todos los nazis se habían refugiado en Argentina
. No en el colegio Barton, deja entender.
Con todo ello, el desafío de humanizar al personaje iracundo y
perversamente seductor que interpreta Giamatti, resulta ser el aspecto
más jocoso y entretenido de la cinta. Al quedar los cinco alumnos
recluidos en la mazmorra académica, acompañados del inefable Hunham y un
magro personal de servicio en el que destaca la cocinera negra Mary
(Da’Vine Joy Randolph), el círculo se va cerrando con la salida tardía
de cuatro alumnos, hasta sólo quedar, en primer plano, los personajes
del maestro, el alumno y la cocinera, quienes habrán de encontrar las
formas más inesperadas de conciliar sus fricciones y sanar heridas
personales. “Ya sólo quedamos (en escena), declara el brillante alumno
Angus, dos fracasados y una madre en duelo
, aludiendo aquí a la muerte en Vietnam de un hijo de la cocinera. Los que se quedan
es un relato agridulce sobre la soledad y la imperiosa necesidad
estrechar lazos de fraternidad. Lo sorprendente es ver la manera en que
Alexander Payne, con su característica sobriedad narrativa, consigue
transformar los lugares comunes de esta historia en revelaciones morales
realmente emotivas.
Se exhibe en Cinemanía, Cine Tonalá, Cinemex y Cinépolis.
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