3/15/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada sábado 15 de marzo 2025

Vigilias y luto en más de 30 ciudades por los desaparecidos
No deberían existir colectivos de buscadoras. Los hay porque les arrebataron a sus seres queridos y no obtuvieron respuesta de un Estado cómplice o ausente. Los hay porque existen 120 mil familias destrozadas tras la desaparición de uno o una de sus integrantes. Porque los gobiernos en turno, federales, estatales y municipales, sólo voltean a verlas cuando una tragedia les revienta. Hoy fue Teuchitlán, ayer San Fernando y mañana quién sabe.

Con palas y uñas escarban la tierra a la que llegan por un pitazo, un rumor, un algo que atraviesa sus oídos colectivos. ¿Qué hubiera pasado si ellas no hubieran cruzado el umbral del rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco? ¿Quién se hubiera atrevido a tomar con cuidado y dignidad cada pedazo de hueso, cada zapato, mochila, cuaderno y camiseta encontrada en el mismísimo infierno? ¿Quién hubiera ofrecido el testimonio fotográfico de que sí existen crematorios clandestinos, para el momento en que las autoridades lo negaran?

La Guardia Nacional estuvo ahí hace apenas seis meses, y hay testimonios de que el campo de entrenamiento y de exterminio de jóvenes reclutados de manera engañosa o forzada, operaba desde 2012, a tan sólo 55 kilómetros de Guadalajara. El tenebroso hallazgo del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, marcó los hornos clandestinos y entregó toda la información a las autoridades.

Cada año son más familias las que pierden a un ser amado y empiezan desde cero el peregrinar por instancias y baldíos. El horror hoy se extiende entre la sociedad porque cada vez queda más cerca la posibilidad de que toque en casa. Por eso, también, la necesaria movilización en lugar de resguardarse. Y por eso hoy, en más de 30 ciudades de una veintena de estados de la República, habrá vigilias y lutos colectivos en plazas centrales con 400 velas y 400 zapatos que representan a quienes ya no están porque no hubo un Estado que los protegiera.

No faltan políticos sinvergüenzas que quieren montarse en una acción que justo los interpela. No falta tampoco la reiterada negación del oficialismo. Pero hoy el horror es más grande, no cabe la indiferencia y se busca en la colectividad amortiguar el miedo y buscar la esperanza arrebatada.

Desinformemonos.org

Irresueltas, 3 huelgas mineras
Otro panel laboral por San Martín 
Johnson, embajador de la CIA
Transcurridos cerca de 18 años, los tribunales mexicanos se han negado sistemáticamente a resolver a favor de los trabajadores las tres huelgas mineras estalladas el 30 de julio de 2007 (Cananea, Sonora; Sombrerete, Zacatecas; y Taxco, Guerrero) en contra de Grupo México. En cambio, los impartidores de justicia no hay hecho otra cosa que mantener impune y proteger los intereses del tóxico Germán Larrea, lo que da puntual cuenta de que no sólo Ricardo Salinas Pliego patrocina a ciertos integrantes del Poder Judicial.

Lo peor del caso es que en el sexenio anterior algunos integrantes del gabinete se prestaron a este oscuro proceder –concretamente en el caso de la mina San Martín, en Sombrerete–, tras la queja presentada por el Sindicato Nacional de Mineros que derivó (junio de 2023) en una solicitud del gobierno estadunidense para que el mexicano investigara la situación de los trabajadores en ese centro productivo,concesionado a Grupo México, consorcio que sistemáticamente ha violado el derecho de huelga y de libre asociación sindical.

En ese entonces, las secretarías del Trabajo y de Economía estuvieron a cargo de atender la solicitud del gobierno estadunidense en el marco del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) del T-MEC, con el fin de revisar la situación de los trabajadores de la mina San Martín, en Sombrerete, Zacatecas, concesionada al citado corporativo, propiedad del tóxico barón.

Dicha solicitud, presentada por la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos, encabezada por Katherine Tai, se basó en la violación de los derechos laborales de los trabajadores en la mina San Martín en huelga (junto con las de Cananea y Taxco), toda vez que Grupo México lejos de atender las demandas de los trabajadores simplemente reanudó las actividades productivas e ilegalmente contrató personal ajeno al sindicato titular del contrato colectivo del trabajo, el Nacional de Mineros.

Tanto Trabajo como Economía simplemente se lavaron las manos, batearon la solicitud, aseguraron que dicha solicitud estaba fuera del ámbito del MLRR y que si había algo que arreglar, pues que los trabajadores recurrieran a las instancias judiciales mexicanas, es decir, las mismas que a lo largo de casi 18 años sistemáticamente les han negado la justicia y se han dedicado a mantener impunes a Grupo México y a su propietario, a pesar de que hay un laudo favorable al Sindicato Minero que lo reconoce como titular del contrato colectivo, al tiempo que responsabiliza al corporativo de causar y lo condena a pagar salarios caídos y prestaciones.

Como en aquel momento se comentó en este espacio, por aquellos ayeres las solicitudes presentadas en el marco del MLRR sumaban 11. De ese total, 10 fueron resueltas favorablemente para los trabajadores (en ninguna apareció relacionado el nombre de Germán Larrea). Sola una, la de la mina San Martín, fue rechazada por las autoridades mexicanas, en línea con el proceder de los dos sexenios anteriores.

Y colorín, colorado, esta historia no ha terminado, porque el pasado jueves el Sindicato Nacional de Mineros anunció que “pedirá la nulidad del panel laboral por el caso de la mina San Martín, a la vez que anunció que solicitará la instalación de uno nuevo, ya que el representante del gobierno de México ante esa instancia del T-MEC (el citado MLRR), Lorenzo Roel Hernández, actuó de manera “parcial. Nahir Velasco, coordinador jurídico del sindicato, señaló que ese personaje –también representante de la Coparmex y de las cámaras patronales– incurrió en omisiones e influyó en la decisión de los otros dos panelistas, además de que argumentó que la huelga estallada hace más de 17 años fue por ‘un tema personal’ entre el líder minero Napoleón Gómez Urrutia y el empresario Germán Larrea”, cuando en realidad el conflicto estalló por violaciones al contrato colectivo, a la libertad sindical y a la falta de condiciones de seguridad en la mina.

Entonces, ¿cuánto tiempo más?, porque parece que, en su denodado esfuerzo por mantener impune al tóxico Germán Larrea, para las autoridades mexicanas 18 años no son muchos, casi un suspiro.

Las rebanadas del pastel

De inmediato enseñó el cobre: aún no se instala en la oficina principal de la embajada de Estados Unidos en México, pero Ronald Johnson –ex militar de fuerzas especiales y veterano de la CIA, con lo que ello implica– ya habla de la posibilidad del utilizar la fuerza militar gringa en territorio mexicano contra los cárteles de la droga. Y ese es el tono con el que este energúmeno comienza su labor diplomática en nuestro país.

Twitter: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com

Entre la espada y la pared
La ambigüedad con la que el presidente Vladimir Putin respondió a la propuesta de Estados Unidos de declarar un alto el fuego, que Ucrania aceptó sin condiciones previas, deja al titular del Kremlin entre la espada y la pared.

Porque aceptarla sin más, después de tres años de guerra, que suman miles de muertos y mutilados, así como el estigma de no haber podido cumplir ninguno de los objetivos que planteó al iniciar su operación militar especial (desmilitarizar Ucrania, desnazificarla y liberar el Donbás (Donietsk y Lugansk); ciertamente, consiguió otros no previstos como establecer un corredor terrestre que une Crimea con Rusia y anexionarse cuatro regiones ucranias antes de ocuparlas por completo), sería visto por muchos rusos como un perdedor y por el sector nacionalista más radical, como un traidor.

Dar un rotundo no a Trump equivaldría a poner en entredicho la perspectiva de mejorar la relación bilateral y desatar la ira de un aparente socio impredecible, que ya anoche al enterarse de los muchos peros que puso Putin –aplicando ahora contra Moscú su método de la vara y la zanahoria– ordenó endurecer las sanciones a los bancos rusos y limitar la posible venta de petróleo.

Por eso, Putin optó por no comprometerse ni con un ni con un no, planteando numerosas dudas, algunas razonables como la dificultad de verificar que nadie viole el acuerdo, y al menos tres que mientras dure la tregua son inaceptables para Ucrania, Europa y Trump: que Kiev suspenda el reclutamiento y reubicación de tropas, que Bruselas deje de darle ayuda militar y financiera y que los 10 mil efectivos ucranios en Kursk se entreguen como prisioneros. Nada dijo sobre ninguna concesión de Rusia que, además, se reserva el derecho de reclutar y armarse.

Con ello, pretende endosar a Ucrania la culpa si se niega a declarar el cese de hostilidades bajo las imposiciones rusas y apuesta todo a que podrá convencer a Trump de qué lo apoye, aún consciente de que un mediador no debe ponerse de lado de una sola de las partes beligerantes.

No es claro que Trump acepte que la discusión de las cuestiones que Putin insiste en resolver se vuelva interminable, frustrando lo que tanto anhela: presumir que es el único capaz de lograr un alto el fuego, que no una paz justa y duradera.

EDITORIAL
Cada miércoles, centenares de jubilados se manifiestan a las puertas del Congreso argentino para implorar al gobierno neofascista de Javier Milei que frene la motosierra con la cual aniquiló el poder adquisitivo de sus pensiones, y cada miércoles son vejados por los esbirros al mando de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sin embargo, esta semana se vivió un punto de inflexión: después de que el pasado 5 de marzo un fanático del club de futbol de barrio Cacharita Juniors, de 75 años, fuera rociado con gases y golpeado por policías que le rompieron una muñeca, los hinchas de ese deporte que es casi una religión en el país austral decidieron acompañar y proteger a las personas de la tercera edad. Ese apoyo dio paso a una cadena de respaldos espontáneos de diversos sectores sociales que revitalizaron la lucha por un ingreso digno en diversos puntos de Buenos Aires y otras provincias.

Bullrich respondió de la misma manera en que lo ha hecho cada vez que los gobiernos de derecha le han dado puestos de poder: ordenando una represión que no le envidia nada a los regímenes totalitarios ni a los genocidas de la última dictadura militar argentina, de la que ella y la mayor parte de los mileístas son apologistas furibundos. Además de disparar contra un reportero y arrojar al suelo a una anciana de 87 años, las cinco corporaciones lanzadas contra la población bonaerense asaltaron vehículos de transporte público para detener a toda persona que portara indumentaria de equipos de futbol, arrojaron gases lacrimógenos de manera indiscriminada, realizaron decenas de detenciones arbitrarias, obligaron a niños a autoincriminarse por delitos que no ocurrieron, entre otras violaciones graves a los derechos humanos. En una más de sus exhibiciones de desprecio por la ley y las garantías individuales, Bullrich advirtió que todas las personas que acudieron a la protesta fueron fichadas y serán criminalizadas.

Lejos de recular tras la difusión de imágenes que muestran sin margen de dudas el uso desproporcionado y gratuito de la fuerza pública, la ministra acusó de intentar un golpe de Estado a quienes suplican por un alivio a la miseria que padecen después de toda una vida de trabajo. Ayer, en un discurso frente a los grandes latifundistas que efectivamente son autores de golpes de Estado, descendientes de golpistas y beneficiarios de las dictaduras, Milei agradeció a Bullrich, describió a los manifestantes como hijos de puta, y calificó la represión como una defensa de la República, que equiparó con la defensa de la oligarquía frente a los degenerados que propugnan la justicia social. El mandatario que presume su alineamiento incondicional con el genocida Benjamin Netanyahu como una virtud ratificó que su política represiva es un verdadero terrorismo de Estado, pues su finalidad es acabar con cualquier disidencia e imponer el miedo como disuasión a las expresiones de malestar.

Aunque atroz, la conducta de Milei no resulta sorprendente por cuanto representa las pulsiones autoritarias que nunca ha ocultado. Tampoco sorprende el cierre de filas de Grupo Clarín y La Nación, los grandes conglomerados que controlan la mayoría de los medios argentinos, los cuales llegan a extremos nauseabundos para crear o reproducir la narrativa de la represión como defensa de los ciudadanos de bien frente a hordas de delincuentes; complicidad que los medios globales acompañan con un silencio que corrobora la percepción de que ponen los negocios por encima de cualquier ética.

Condenan la represión del gobierno de Milei

El Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos condena tajantemente la brutal represión cometida por el gobierno de Javier Milei y Patricia Bullrich contra jubilados, hinchas de futbol y organizaciones sociales que se movilizaron pacíficamente en Argentina.

Hacemos un llamado a todos los pueblos de nuestro Abya Yala a alzar nuestras voces y repudiar categóricamente estos actos de violencia que han dejado 114 detenidos (entre ellos niños), 20 heridos y al fotógrafo Pablo Grillo en estado grave.

Esta violencia sistemática viola los derechos humanos de las y los jubilados y de todas las personas que fueron reprimidas, poniendo en evidencia el régimen autoritario y fascista encabezado por Milei, que atenta contra la democracia y la soberanía del pueblo argentino.

¡Exigimos la libertad inmediata e incondicional de los detenidos!, ¡Basta de represión!, ¡Castigo a los responsables!

Daniela González López y Eduardo Correa Senior Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos

Posturas extremas sobre la fiesta taurina
Unos defienden la tradición de la fiesta, el espectáculo, la naturaleza del toro de lidia, etcétera; otros defienden evitar el sufrimiento y proteger a los animales que nos rodean como humanos; ambas partes se acusan mutuamente de insensibilidad e ignorancia. Dado que las posturas extremas respecto a los toros y la fiesta taurina lucen irreconciliables, y aunque seguramente dejará insatisfechos tanto a unos como a los otros, quizá la solución propuesta por las autoridades de la Ciudad de México sea sensata y razonable.
Ernesto Arnoux
 
Considera ridícula la prohibición de corridas de toros
En la Plaza de Toros México caben sentadas 42 mil personas, con un sólo lleno rebasan las 27 mil firmas que se oponen a la fiesta brava, tradición de más de 500 años.Esto es algo completamente ridículo, si no les gusta la fiesta pues que no vayan, si creen que es algo cruel y que se maltrata a los animales, que se den una vueltecita por el rastro para que aprecien la delicadeza con que se mata a los animales.No piensan que si en la plaza un toro sale bravo, será indultado, mientras en el rastro el animal no tiene ninguna posibilidad.El ser humano mata animales desde la prehistoria, ahora unos cuantos se preocupan, de risa es la situación.¿Qué habrá detrás de esto?
Javier Aspuru Lloréns

Invitaciones
Conversatorio sobre la fundación de Tenochtitlán
Brújula Metropolitana invita al conversatorio La fundación de Tenochtitlan, a 700 años, con el profesor Miguel Ángel Sánchez Velasco.La cita es hoy a las 17 horas,en Misantla 11, Roma Sur (Central Campesina Cardenista), a tres calles del Metro Centro Médico, salida sur-poniente, por Tehuantepec, Ciudad de México. Entrada Libre. Informes: brujulametropolitana@yahoo.com o al teléfono55-5275-6418
Laura Nava y Fabián Zavala

Presentan obra Antígona hoy de Tadeco Teatro
El Centro Cultural El Albergue del Arte, les espera este sábado de marzo para compartir la obra de Antígona hoy, de Tadeco Teatro. Elenco: Melissa Cornejo, Víctor Joel Ariosa, Margarita H. Navarro, Gustavo Ávila y Xiomara Becerra. Técnico: Sabine Gründemann.Puesta en escena donde Antígona de la tragedia griega y María de Chihuahua, México, muestran cómo son cruzadas por un sistema de justicia ineficiente que no les dio voz, acompañadas de Tiresias, un títere híbrido viajero del tiempo, encargado de develar la deshumanización de un sistema que sigue transitando en la actualidad.Función sabatina, hoy a las 19:30 horas, en el Foro El Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora 32, colonia Villa Coyoacán. Reservaciones al teléfono 55-5554-6228.Entrada libre (cupo limitado a 20 personas)

No dejemos de hablar del genocidio en Palestina
Te esperamos mañana en el Ángel de la Independencia de las 12 a las 14 horas para manifestar nuestro repudio al genocidio provocado por el sionismo israelí.
Fraternalmente:
Guillermina Torres, Víctor Vera, Daniel Rossell, Columba Jiménez Carrera, Silvia Ramos, Ignacio Hernández, Raúl Amezcua, María Elena Chávez, Josefina Mena Abraham y Gilberto García Mora Ibarra

Reunión ciudadana sobre el agua potable en Neza
Hoy a las 17 horas se llevará a cabo una reunión ciudadana sobre el agua potable en Nezahualcóyotl. La cita es en el Centro Comunitario de la colonia Pirules, Laguna de Zempoala 75, junto a la lechería. Esperamos la presencia del director de la Brigada Colibrí de la Secretaría del Agua: Jonathan Noriega, del diputado federal Gerardo Ulloa y la diputada estatal Susana Estrada.¡Agua potable para todas y todos!
Edgar López, Josué Román, Mario Quintero, Sebastián Hernández y Raúl Solís

¿Es participación social en salud desde abajo recibir fondos del IMSS-Bienestar (Alejandro Shvarch) para con asambleas de derechohabientes del Issste inducir Comités de Salud del Bienestar (Cosabis) –organizados desde arriba por la Secretaría del Bienestar– y luego dispersar desde ellos un goteo de recursos a los insuficientes y deteriorados servicios de salud del Issste? ¿Es la manera adecuada de invertir en los desfinanciados servicios de los trabajadores públicos, presentándola además como participación social?

Según Shvarch, La Clínica es Nuestra es un proceso de democracia participativa del IMSS-Bienestar muy sólido que en 2025 incorpora a los compañeros del primer nivel del Issste –trabajando con la misma metodología– para el florecimiento de ese primer nivel (Conferencia matutina, 22/1/2025). Todo el fondo del IMSS-Bienestar suma 6 mil 300 mdp y, a diferencia de la participación social bajo la responsabilidad de Shvarch –que atiende a población sin seguridad social–, la de Batres en el Issste cubre un universo absolutamente diferente, constituido por sus derechohabientes.

Con el financiamiento de Shvarch (nunca precisado) y la logística de la Secretaría del Bienestar, Martí Batres, director general del Issste señaló que el objetivo fundamental de La Clínica es Nuestra es mejorar infraestructura, equipamiento y mobiliario de las unidades con participación comunitaria de los derechohabientes para mejorar las condiciones de su atención. ¿Y eso cómo se logra?

Con un universo nacional de 565 clínicas de primer nivel, luego indicó que se hacen asambleas de derechohabientes adscritos a cada clínica y se elige un comité –con presidente, secretaria técnica, tesorera– que también aprueba el proyecto a realizarse en la unidad. Él ejerce los recursos, contrataciones, obra. Es un proceso, dijo, de apropiación social/cultural de las comunidades sobre sus unidades. ¿Seguro? Se fortalece el tejido social porque la gente se junta, se conoce, se une. ¿Eso lo fortalece? ¿Cómo? Se favorece la construcción de la identidad del personal de salud con la derechohabiencia. ¿Y eso cómo se logra? También se fortalece el enfoque preventivo porque es el primer nivel. ¿Y cómo se lo fortalece? Además que se fomenta la economía local. ¿Cómo? Los recursos, remató, se aplicarán para impermeabilizar, mejorar instalaciones eléctricas, hidráulicas, acabados, techumbres, bardas perimetrales, baumanómetros, estetoscopios, oxímetros y mobiliario: sillas, anaqueles, pantallas, botiquines.

La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, aclaró que las asambleas se llevan con un facilitador (servidor de la nación) y un “secretario técnico (de la plantilla del Issste) para instalarla y dirigir los primeros trabajos (Conferencia matutina, 22/1/2025). Es decir, una asamblea inducida desde arriba (como documentan relatorías sobre su instalación, 15/3/2025).

Después se distribuyó una convocatoria, de la Dirección de Oficinas de Representación Issste, invitando a participar en asambleas de La Clínica es Nuestra (15/2/2025) acudiendo a la que te corresponde y participar en la asamblea comunitaria que determinará las mejoras, además de elegir el Cosabi que garantizará la gestión de los proyectos. Tu participación es importante. Detallando objetivos y funcionamiento para ayudarnos a mejorar 565 clínicas, los Cosabis (Comité de Contraloría Social (uno a tres derechohabientes) y el Plan de Trabajo.

Otra convocatoria publicitó: ayudamos a mejorar 13 unidades de medicina familiar detallando objetivos, Cosabis, funcionamiento, comité de contraloría social y plan de trabajo. Respecto a las asambleas comunitarias enfatizó que ellas son el mecanismo de participación para designar (desde arriba) y conformar los Cosabis aclarando que la integración estará sujeta a las dinámicas de vida de la población, sus tiempos y mecanismos de organización. ¿Cuáles mecanismos si esa organización deriva –en el caso de La Clínica es Nuestra, de Batres– de la inducción de la Secretaría de Bienestar con su facilitador (servidor de la nación) y del propio Issste con su secretario técnico (que forma parte de la plantilla del Issste)?

Frente al urgente fortalecimiento del seguro salud-Issste y la cascada de recursos que reclama, se aprecia que arribar desde la política en general a la seguridad social, como el caso de Batres (presidente del partido Morena 2014-2015), puede conducir a propuestas sin real soporte sanitario.

¿Su participación social en salud desde abajo consiste en dictar, con la Secretaría del Bienestar, los Cosabis desde arriba para dispersar desde ahí un goteo de recursos provenientes del IMSS-Bienestar? ¿Ello rompe la pasividad ciudadana y fortalece el primer nivel preventivo? ¿Es antineoliberal? ¿O es otra cosa? La participación social en salud siempre será bienvenida, pero bien labrada con la población y con precisión sanitaria.

UAM-X

La detención el pasado 8 de marzo y la posible deportación de Mahmoud Khalil −estudiante palestino de la Universidad de Columbia y uno de los líderes de las protestas estudiantiles contra el genocidio en Gaza−, por orden de la administración de Donald Trump, como bien han señalado varios comentaristas (t.ly/2A8HM), es el ataque más grave a la Primera Enmienda por parte de cualquier presidente estadunidense en años.

Nacido en el seno de una familia de refugiados palestinos en Siria, casado con una estadunidense y que, después de haber trabajado para el gobierno británico, emigró a Estados Unidos en 2022, completó su tesis de maestría en políticas internacionales y públicas y estaba por graduarse en un par de meses, Khalil es un residente legal permanente en Estados Unidos, habiente de una green card, que, según los agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), le ha sido revocada por su activismo. Si bien las residencias pueden ser revocadas, si su titular comete delitos como apoyar materialmente a una organización terrorista (en este caso Hamas) –lo que parece estar insinuando la administración trumpista, pero sin presentar ninguna prueba ni acusación oficial al respecto−, no es competencia del presidente ni de su secretario de Estado, sino de un juez de inmigración, y menos se puede anular por tener opiniones o participar en protestas (derechos protegidos por la Constitución) que no son de agrado de la administración en turno (t.ly/H3Umm).

La principal base legal para procesar al activista es una disposición legal raramente utilizada −aplicada, por ejemplo, en 1995 a Mario Ruiz Massieu (t.ly/EqXPs) y declarada anticonstitucional por una jueza, hermana de… Trump (t.ly/Tmj1I)−, promulgada para atacar a los sobrevivientes judíos del Holocausto de Europa del Este que llegaban a Estados Unidos en los años 40 y 50, sospechosos de ser agentes soviéticos y de amenazar los intereses de la política exterior estadunidense (t.ly/1Zo0Y). Si bien esto refleja perfectamente el espíritu del neomacartismo trumpista obsesionado con los enemigos internos −como ha señalado el sociólogo Richard Sennett (t.ly/8iEVL)−, el clima político que abrió la puerta al arresto de Khalil es legado de su predecesor.

La administración de Joe Biden y el establishment demócrata creó las condiciones que ahora Trump aprovecha en su cruzada expulsora contra los subversivos, sean migrantes o ciudadanos plenos. Han sido ellos quienes han demonizado y tratado de criminalizar a los opositores al genocidio en Gaza como extremistas antisemitas. Han sido los políticos liberales quienes reprimieron violentamente los campamentos propalestinos en los campus, no sólo en Columbia, sino también en otras universidades. Y así, su sofocación de la disidencia y ataques a la libertad de expresión ayer, fruto de su apoyo incondicional a Israel, los hace cómplices de la represión de hoy.

Resulta que, más allá de las pretensiones, ninguna de ambas administraciones ha sido tan diferente (t.ly/WHCCZ), tampoco en este rubro. Cuando a finales de 2023 la vocera de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre comparó a los manifestantes que pedían el alto al genocidio en Gaza y la implementación inmediata del cese el fuego, muchos judíos estadunidenses, con los neonazis de Charlottesville (sic), a quienes Trump defendió (in)famosamente después de una marcha violenta en 2017, a fin de justificar la brutal violencia policiaca en su contra, emulaba la misma demonización a la que Trump sujetó en otro momento a los activistas de #BlackLivesMatter, volcando todo el aparato represivo del Estado en su contra.

Este clima político bidenista era igualmente reminiscente de la represión de las manifestaciones contra la guerra en Vietnam, que llegó a su punto máximo bajo la administración de Nixon, pero que fue iniciada por sus predecesores demócratas. En 1970, antes de mandar a la Guardia Nacional a suprimir la protesta en la Universidad de Kent, el gobernador de Ohio (t.ly/3dtK4) comparó a los manifestantes con las camisas pardas nazis. Si los estudiantes eran nazis −tal como según la administración de Biden lo eran los manifestantes propalestinos−, entonces era justificado usar todo el tipo de fuerza en su contra: el saldo de la represión en Ohio han sido cuatro muertos, varios heridos y un estudiante paralizado de por vida (t.ly/ZlI_q). En usar todas las previsiones de la ley, incluidas las oscuras disposiciones que hoy trata de aplicar Trump contra Khalil −“sólo la primera de las cabecillas del activismo universitario ‘antiamericano’ en caer”, según el pre-sidente− éste sigue simplemente los pasos de sus predecesores, cuyo mutismo hoy es igual al del año pasado, cuando la Universidad de Columbia llamó a la policía para brutalizar a sus propios estudiantes, no es sorprendente.

El mundo en el que los saludos nazis son normales −e incluso blanqueados por el propio Israel y sus agencias como la Liga Antidifamación (t.ly/gpRe7), la misma que acaba de celebrar el arresto de Khalil por el peligro que representa (v)− y el gobierno y las universidades sofocan la libre expresión y el libre pensamiento mientras las sandías son antisemitas y todo el activismo propalestino es perseguido y criminalizado, es un mundo particular trumpista, pero uno para el que, primero habilitando el genocidio en Gaza y luego tratando de sofocar sus críticas en casa, sentó las bases Joe Biden.

Ese día de 1934 el Zócalo se llenó de muy distintos y festivos contingentes. El Congreso iba a cambiar el artículo tercero de la Constitución, y en lugar del vigente (de 1917) que tenía una anodina redacción liberal y administrativa (la educación es libre hay requisitos para impartirla), la nueva era un proyecto que partía de las condiciones en que la gran mayo-ría del país, campesinos, trabajadores, maestros y empleados vivían y trabajaban en la sociedad mexicana (la llamada educación socialista que nutriría el sexenio de Cárdenas). Doce años después, en 1946, el texto cardenista fue desechado por el Congreso por iniciativa del presidente Ávila Camacho, quien mencionó que en ella había un problema de redacción (¡sic!). Se aprobó entonces un texto que tenía como edulcorante propósito el desarrollo armónico de las personas (y del país). Era la escuela del amor o nueva escuela mexicana, como entonces se le llamaba irónicamente. 

 Desde ahí, el conservadurismo sentó sus reales en la educación y apareció su vena represiva. Desde 1958, golpear brutalmente a las y los maestros y reprimir a campesinos y trabajadores y, más tarde, 1968, asesinar estudiantes, se convirtió en cuestión de Estado (con el Congreso alabando la mano dura de Díaz Ordaz y exigiendo la renuncia del rector Barros Sierra). Y fue en ese contexto que se diagnosticó que los alborotos universitarios eran promovidos por los y las más jóvenes estudiantes. El gobierno asumió entonces la política de ya no crear instituciones integrales. Surgieron así, sin bachillerato, universidades como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Y, por otra parte, se crearon sistemas de educación media superior como el Colegio de Bachilleres (Colbach) y escuelas técnicas. Los jóvenes de inmediato identificaron que eran una especie de limbo, ni educación básica ni superior, aisladas, sin el ambiente de profesores e investigadores universitarios y sin la certidumbre al menos de poder seguir estudiando (pase automático). Hubo entonces que inducir a los jóvenes y se les pedía que hicieran una autoasignación de opciones –pero que realmente no les interesaban. Esta mezcla de la indefinición del nivel y el desinterés de los jóvenes hizo que las nuevas escuelas migraran con facilidad hacia ambientes represivos: basura, se les llamaba en el Conalep a los estudiantes que se hartaban. Este experimento de asignación forzosa duró 30 años (1996-2025) y ahora se propone continuarlo mediante la autoasignación: escoge tú mismo cuál escuela quieres de entre las que ya sabemos que no quieres

 Es un camino errado porque no plantea una ruta para salir del tema de la asignación forzosa. En su lugar habría que crear mecanismos que partieran de la legitimidad y razón que asiste a las demandas de las y los jóvenes. Es decir, rutas hacia el acceso a la educación superior (perfectamente posibles, como plantea la UAM) y luego hacia la real integración de cada bachillerato a una universidad. Con esto se suprimiría también la división entre bachillerato general y el tecnológico que incluiría la ley, y que favorece una muy temprana segmentación social porque desde las escuelas técnicas (autoasignadas a los pobres) es más difícil ingresar a la universidad. Sin darles oportunidad de ver otros horizontes, como estar y trabajar en el mundo desde la filosofía, las ciencias y la técnica. A las y los jóvenes les gusta discutir las grandes problemáticas y eso es central en la educación y, por eso, en la formación para el trabajo. Habría más razones, pero no estamos frente a un tema educativo o laboral, sino político. Algo tan importante como responder a las demandas y necesidades de conocimiento de los y las jóvenes, pero también algo tan vital para la educación como es la certidumbre de condiciones dignas de trabajo y de jubilación para los profesores, investigadores y maestros (Ley del Issste). 

Estas son cuestiones que hoy no se pueden discutir y definir como ley en condiciones de mínima igualdad o de equidad de trato para afectados. Si el Ejecutivo quiere una ley y los afectados no están de acuerdo, estos últimos llevan la de perder. En el caso del acceso a nivel medio superior en la Ciudad de México, por ejemplo, van a ser ya 30 años y un rastro de suicidios, depresión y desesperanza entre jóvenes. En el caso de nosotros las y los maestros, igual, han pasado 20 años de Ley del Issste, cinco años de Usicamm y de la UMA (unidad de medida y actualización) y cinco más de una Ley General de Educación Superior que afecta a las comunidades educativas de múltiples maneras. Quita, por ejemplo, a los estudiantes el derecho a la educación y pone su definición en manos de los directivos de las instituciones. No gratuidad y no democracia. Una y otra vez ahí prevaleció el acuerdo entre partidos, entre Morena y el PAN conservador. Aunque se aceptó la validez de las razones, no se quiso cambio alguno. La desconfianza en la autoridad y en el Congreso tiene sus razones y su historia.

* UNAM

Foto
El 14 de marzo de 1975 Luis Echeverría, entonces presidente de la República, acudió a las instalaciones de la UNAM para presidir la ceremonia de inicio de cursos, la cual resultaría altamente riesgosa, pues el encuentro estuvo a punto de convertirse en una crisis mayúscula. El mandatario fue alcanzado por una certera pedrada que, al tiempo de provocarle una herida en la frente, frustraba sus desmedidas expectativas por acercarse a una juventud que seguía reclamando la represión gubernamental de 1968 y 1971: ¡2 de octubre y 10 de junio no se olvidan!

Echeverría había sido secretario de Gobernación en el periodo de Díaz Ordaz y, desde esa posición, concentraba una serie de atribuciones –formales y de facto– que contribuyeron de manera inequívoca a la masacre estudiantil del 68. A su vez, como presidente de la República en 1971, Echeverría experimentó con formas de control que derivaron en una nueva represión ha-cia las expresiones estudiantiles de resistencia. Siguiendo las estimaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en Tlatelolco habían sido masacrados al menos 350 estudiantes, mientras en 1971 fueron asesinados alrededor de 120.

La década de los años 70, marcada por estos hechos ominosos, también expresaría una nueva forma de hacer política. Echeverría impulsaba una doble propuesta de apertura democrática y desarrollo compartido que constituían el eje discursivo de su gestión. Durante dicha gestión, la política educativa alcanzaría una gran presencia merced al enorme gasto social y a una estrategia que apelaba a la importancia nacional de la educación.

La voluntad oficial para atender el campo educativo superior, incluido el nivel medio, resultaría espectacular y pronto sus efectos se verían reflejados con la creación de nuevas instituciones –el Colegio de Ciencias y Humanidades, las Escuelas Nacionales de Estudios Profesionales y el Sistema de Universidad Abierta en la UNAM, así como el Colegio de Bachilleres y la Universidad Autónoma Metropolitana, en el ámbito nacional– y una táctica que analistas han caracterizado como de cooptación y control de los sectores intelectual y estudiantil.

Así, la educación superior alcanzaría una presencia impensable unos años antes. En ese contexto, el contradictorio personaje, que fundaba instituciones y a la vez reprimía al estudiantado, buscaría acercarse a la UNAM con el propósito explícito de inaugurar sus cursos y, sobre todo, de congraciarse con su comunidad.

Echeverría iniciaba su discurso agradeciendo una pretendida invitación de los universitarios. Lo cierto es que se trataba de una auto invitación, pues el entonces rector, Guillermo Soberón, afirmaría años después que los funcionarios cercanos al presidente le decían: “¿Cuándo vas a invitar al presidente a la UNAM, Guillermo? Me desentendía del tema, simulaba indiferencia. Es que el ambiente en la UNAM era muy adverso al presidente Echeverría. Y se sabía. ¡Pero él lo pidió! Yo advertí sobre el riesgo…” (bit.ly/41UpIuG)

El ambiente universitario resultó tal como cabría imaginarse: muy poco receptivo y absolutamente irreverente ante la figura presidencial. Las imágenes (bit.ly/4bA2AGy) dan testimonio de un Echeverría exaltado y reaccionando ante los gritos de un auditorio que tenía frente a sí al personaje más visible de la represión hacia el estudiantado. Así, el discurso del presidente se volvía peligrosamente provocador: “¡así gritaban las juventudes de Mussolini y Hitler!, ¡escuchen jóvenes manipulados por la CIA!, ¡jóvenes profascistas!, ¡jóvenes del coro fácil! El estudiantado, por su parte, incrementaba su inconformidad y malestar ante las arengas del presidente. Un escenario volátil, permanentemente en el filo de la navaja.

La década de los 70, pródiga para la educación superior y, de manera paradójica, plena de tensiones y de formas represivas –algunas veces sutiles y otras abiertamente violentas– dejaron una profunda huella en las instituciones nacionales. La expresión de fuerzas políticas como el Partido Comunista, de movimientos sociales y sindicales, así como de múltiples reivindicaciones universitarias detonaron un nuevo México, que daría cabida a sectores cada vez más conscientes de su papel social. Hace 50 años, los jóvenes no solamente se encontraban muy lejos del fascismo: habían sabido resistir la insolencia de un personaje que representaba al México del pasado.

* Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM

Shock and Awe. En una entrevista concedida al periódico El País, Harlan K. Ullman afirmó que el libro Impacto y pavor (1996) buscaba, mediante el uso de todo el poder físico y síquico que el enemigo se sintiera tan vulnerable e intimidado por la capacidad estadunidense que desestimara cualquier resistencia. Sus objetivos son la voluntad, percepción y comportamiento del adversario.

Naomi Klein. La doctrina del shock es un libro de 2007 de la autora y activista social canadiense, en el cual argumenta que el neoliberalismo ha cobrado relevancia gracias a una estrategia deliberada que denomina capitalismo del desastre, donde los actores políticos explotan el caos de los desastres naturales, las guerras y otras crisis para impulsar políticas impopulares.

Por su parte, Trump usa amenazas creíbles –que lo son porque su comportamiento y acción política confirma sus propósitos– para generar miedo y paralizar al oponente. Las narrativas están siempre bien estructuradas y se deslizan deliberadamente hacia símbolos que expresan eventos históricos traumáticos.

Munich. Tanto el discurso del vicepresidente Vance en Munich, como todo los actos y narrativas alrededor de Ucrania y la cercanía de Trump con Putin, sugerían analogías, sea con el pacto Ribbentrop-Molotov de los treinta, con el cual se le arrebata a Checoeslovaquia la región del Sudetes; sea más ampliamente con los acuerdos de Yalta, donde Estados Unidos y la Unión Soviética se dividieron los territorios europeos.

Polk. Desde su discurso de toma de posesión Trump usó un término inequívoco para los mexicanos y muchos otras naciones: destino manifiesto. Aparece por primera vez en el artículo Anexión del periodista John O’Sullivan, publicado en julio-agosto de 1845. En él se decía: El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la providencia para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. El presidente James Polk primero aprobó la anexión de Texas y luego con un conjunto de provocaciones bajo una cruzada del destino manifiesto, creó el clima propicio para declarar la guerra contra México.

¿Y el cambio de nombre de Golfo de México por Golfo de América, es una simple broma de un individuo senil? ¿Y las incursiones aéreas de las fuerzas aéreas estadunidenses? ¿Y las acusaciones de que gobierno mexicano está infiltrado o en contubernio con los cárteles criminales? ¡Claro que no!

Trump es un episodio. En las páginas del Financial Times se llevó a cabo recientemente por medio de dos sendos artículos publicados separadamente, un excelente debate sobre Trump. Joseph Nye uno de los mayores exponentes de la política exterior de Estados Unidos en el siglo XX y creador de concepto de poder blando, en 1990, para caracterizar la manera como algunos países ejercen influencia sobre otros sin recurrir directamente a las fuerzas armadas, considera que el nacionalismo nativista de Trump no tendrá éxito y concluye que el poder blando tendrá muchos problemas en los siguientes cuatro años. Desde luego su visión es histórica, pero ve el fenómeno Trump como un episodio que concluirá en cuatro años.

Trump, expresión de una tendencia profunda. Para Adam Tooze, un excelente economista de origen británico, entender el fenomeno Trump requiere una revision histórica de cómo llegamos a este punto, y qué significa. Para él, Trump no es sólo un shock, sino indicativo de una tendencia más profunda y a largo plazo. Es enfático en señalar que la coalición que sustentó la globalización estadunidense en su variante liberal ya colapsó y eso no comenzó ni cuando ganó Trump por primera vez.

Me identificó con esta visión. Desde hace dos años vengo insistiendo que Trump es una amenaza existencial para México.

¿Y sí tomamos en serio las amenazas de invasión estadunidense? Quiero empezar por reflexionar algunos aspectos relevantes de la guerra de intervención de Estados Unidos contra México de 1846-1848.

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