Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Cuando se trata de explicar hechos y fenómenos que se producen alrededor de la debatida y debatible figura de Andrés Manuel López Obrador, el historiador Enrique Krauze Kleinbort abandona el rigor intelectual, la disciplina del investigador social y muestra que el liberalismo que tanto anuncia para asociarlo a su figura y tesis, no lo aplica para enjuiciar al tabasqueño y se toma licencias que lo exhiben cuando menos como obsesivo, sino es que intolerante.
Eduardo Ibarra Aguirre
Cuando se trata de explicar hechos y fenómenos que se producen alrededor de la debatida y debatible figura de Andrés Manuel López Obrador, el historiador Enrique Krauze Kleinbort abandona el rigor intelectual, la disciplina del investigador social y muestra que el liberalismo que tanto anuncia para asociarlo a su figura y tesis, no lo aplica para enjuiciar al tabasqueño y se toma licencias que lo exhiben cuando menos como obsesivo, sino es que intolerante.
Para ilustrar lo anterior, nada mejor que las palabras del autor de Biografía del poder y La presidencia imperial, consignadas por Joaquim Ibarz en la página web de La Vanguardia, de España, del 2 de mayo pasado.
A partir de aquí le doy la palabra al entrevistador y al entrevistado:
¿Cómo explica que autores como Sergio Pitol, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, respalden la vía insurreccional de López Obrador?
--Cada caso es distinto. Algunos porque cuidan a su clientela de jóvenes universitarios.
Otros por una auténtica convicción romántica que los lleva a pensar que la historia de 2008 es la misma que la de 1938 (fecha en que el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó la industria petrolera). Otros más, sobre todo los literatos, por ignorancia de cómo funciona la vida económica real. No creo que sepan leer un balance.
¿Cómo interpreta que intelectuales que durante el largo mandato del PRI destacaron en su defensa de la democracia respalden ahora el asalto a las instituciones?
--¡Qué te puedo decir! Es una gran decepción.
Estas sumisiones de intelectuales a un caudillo antidemocrático son incomprensibles, difíciles de asimilar. Ellos, claro, dirán, que no son sumisos al caudillo sino a las causas del pueblo. Algunos son inteligentes, no todos, por lo que deben ser conscientes de lo que ocurre en el mundo cuando un pueblo se pone de rodillas ante un líder. En unos casos --como te digo-- los mueve el cálculo, el romanticismo, la ignorancia, o simple y llanamente el odio al PAN y al PRI.
¿Usted los llamaría intelectuales orgánicos de López Obrador?
¿Usted los llamaría intelectuales orgánicos de López Obrador?
--En cierta medida lo son. Y si tú preguntas a la mayoría de esos intelectuales, pero sobre todo a los literatos, lo que verdaderamente saben del petróleo te contestarán con una frivolidad.
Ninguno de los dirigentes del PRD se atreve a levantar la voz contra López Obrador.
--Los tiene a todos secuestrados. En el momento en que tomen distancia los va a estigmatizar y a condenar como traidores. Se quiere apropiar del partido. Pero partido o no partido, López Obrador se está apoderando de un mito histórico, la nacionalización del petróleo en 1937. Usa y manipula la historia para sus propios fines políticos, para llegar al poder.
López Obrador dice que con sus protestas hace resistencia civil.
--Habla de resistencia civil pacífica pero sus acciones, como poner barricadas en la tribuna del Congreso, son violentas. López Obrador se ha cerrado la vía electoral y sigue la insurreccional. Espera que el Gobierno cometa algún traspié, que haya algún muerto, para montarse sobre eso y derrocar a Calderón. Al mandar al diablo a las instituciones marcó la ruta a seguir. El analista Ricardo Alemán reveló que cuando hace unos meses le dijeron a López Obrador que Petróleos Mexicanos (Pemex) no podía seguir así, que había que cambiar, contestó: "Al diablo con Pemex y con Calderón. Que se hunda Pemex".
Si Gandhi volviera a nacer y viera lo que están haciendo los seguidores de López Obrador se volvería a morir, porque la verdad es que de pacífico no tiene nada. Amenazar con secuestrar instituciones es un acto de fuerza. Si no queremos anarquía, si no queremos violencia y si no queremos dictadura, lo que tenemos que hacer es fortalecer la democracia.
Hasta aquí la trascripción.
Hasta aquí la trascripción.
El autorretrato de Krauze es insuperable.
Acuse de recibo
El lector que se identifica como Luis Fernando pregunta sobre “¡Ya basta!” de Calderón (12-V-08): “¿Y no será una estrategia del gobierno espurio para justificar la represión? Atrás de los asesinatos de policías y de sicarios parece estar la mano del propio gobierno disfrazado de matón”… Noemí, de Mujeres por la Dignidad Indígena, dice sobre México y la crisis alimentaria (5-V-08): “¿Sabes cómo puede abatir la crisis alimentaria el espurio Jelipe (sic) del Sagrado Corazón de Jesús Calderón y Ave María (sic)? Pues comiéndose menos al pueblo”… Tratos y retratos, de Canal 22, anunció nueva temporada con lo siguiente: "Silvia Lemus entrevista a Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa de Colombia, sobre las FARC y el reciente problema en el territorio colombiano (sic)". (La Jornada de Enmedio, 7-V-08, p. 10ª.)…
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