Rodrigo Vera
México D.F. 3 de marzo (apro).- Dos hijos del padre Marcial Maciel, Raúl y Omar, revelaron hoy que fueron abusados sexualmente por parte del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Raúl González Rivas reveló que él tenía 8 años de edad cuando su padre, quien siempre les ocultó su verdadera identidad, abusó de él por primera vez. “Estábamos de viaje en Colombia, acostados en la cama, como cualquier niño pequeño acostado con su padre, y él intentó bajarme el calzoncillo”, dijo el joven en el noticiario radiofónico de Carmen Aristegui. Junto con su hermano Omar, Raúl agregó que ya cuando ambos superaban los diez años de edad, Marcial Maciel los obligaba a masturbarlo.
Estos jóvenes, junto con su otro hermano Christian González –actualmente de 17 años--, fueron los hijos que Marcial Maciel tuvo con la señora Blanca Estela Lara Gutiérrez. Raúl y Christian dijeron que ellos son hijos fisiológicos de Maciel, mientras que Omar –el mayor— fue adoptado por Maciel desde que era un bebé, ya que fue producto de una relación anterior que tuvo la señora Blanca Estela. Ésta, por su parte, reveló que conoció a Marcial Maciel en la ciudad de Tijuana, cuando ella tenía 19 años de edad y él 56. Dijo Blanca Estela: “Cuando yo lo conocí, él me dijo que ya era un hombre grande, que quería tener una familia. Él nunca se quiso casar. Yo sí. Pero yo era tan inocente”.
Fue así como Maciel adoptó a Omar, y procreó después a Raúl y a Christian. A todos ellos, el fundador de los Legionarios les mintió sobre su verdadera identidad, pues les dijo que se llamaba Raúl Rivas. Pero al momento de registrar a los niños, aunque Maciel se hacía apellidar Rivas, les dio el apellido de González. A esta familia, Maciel ni siquiera le mencionó que era sacerdote. Agregó la señora Blanca Estela: “Él siempre decía que era detective privado, que era de la CIA. Yo siempre le creí”. Los hijos mencionaron que siempre sintieron una gran admiración por su padre, quien era con ellos “muy amable”, y hasta los vecinos les decían que “debía ser un santo”. Maciel les recomendaba a sus hijos que no fumaran ni tuvieran novia hasta los 25 años de edad. Lo veían como “el patriarca de la familia”.
Sin embargo, se dieron cuenta de la verdadera identidad de Maciel debido a que un día vieron su fotografía publicada en la revista Contenido. La publicación daba a conocer también los cargos de pederastia que pesaban sobre el fundador de los Legionarios. Raúl relató que, con el tiempo, empezó a tener problemas sicológicos. Y Maciel lo envió con un psiquiatra en España que le estuvo suministrando fármacos muy fuertes –como los empleados contra la esquizofrenia—que lo mantenían en cama e inconsciente. Los jóvenes también revelaron –en esa entrevista radiofónica-- la adicción a las drogas de Marcial Maciel. Dijeron que éste siempre cargaba en los bolsillos unas pastillas de color rojo, que incluso se las daba a probar. Hasta hace poco descubrieron –dicen—que se trataba de un medicamento hecho a base de morfina. Actualmente, Blanca Estela y sus hijos están pidiendo a la Legión de Cristo la herencia que Maciel les prometió.
Es una cuantiosa suma de dinero que, según les dijo Maciel, fue depositada en un fideicomiso. Sin embargo, a la fecha no han podido detectar dónde está ese fideicomiso. Ellos suponen que los Legionarios les quieren robar la herencia que les corresponde.
Estos jóvenes, junto con su otro hermano Christian González –actualmente de 17 años--, fueron los hijos que Marcial Maciel tuvo con la señora Blanca Estela Lara Gutiérrez. Raúl y Christian dijeron que ellos son hijos fisiológicos de Maciel, mientras que Omar –el mayor— fue adoptado por Maciel desde que era un bebé, ya que fue producto de una relación anterior que tuvo la señora Blanca Estela. Ésta, por su parte, reveló que conoció a Marcial Maciel en la ciudad de Tijuana, cuando ella tenía 19 años de edad y él 56. Dijo Blanca Estela: “Cuando yo lo conocí, él me dijo que ya era un hombre grande, que quería tener una familia. Él nunca se quiso casar. Yo sí. Pero yo era tan inocente”.
Fue así como Maciel adoptó a Omar, y procreó después a Raúl y a Christian. A todos ellos, el fundador de los Legionarios les mintió sobre su verdadera identidad, pues les dijo que se llamaba Raúl Rivas. Pero al momento de registrar a los niños, aunque Maciel se hacía apellidar Rivas, les dio el apellido de González. A esta familia, Maciel ni siquiera le mencionó que era sacerdote. Agregó la señora Blanca Estela: “Él siempre decía que era detective privado, que era de la CIA. Yo siempre le creí”. Los hijos mencionaron que siempre sintieron una gran admiración por su padre, quien era con ellos “muy amable”, y hasta los vecinos les decían que “debía ser un santo”. Maciel les recomendaba a sus hijos que no fumaran ni tuvieran novia hasta los 25 años de edad. Lo veían como “el patriarca de la familia”.
Sin embargo, se dieron cuenta de la verdadera identidad de Maciel debido a que un día vieron su fotografía publicada en la revista Contenido. La publicación daba a conocer también los cargos de pederastia que pesaban sobre el fundador de los Legionarios. Raúl relató que, con el tiempo, empezó a tener problemas sicológicos. Y Maciel lo envió con un psiquiatra en España que le estuvo suministrando fármacos muy fuertes –como los empleados contra la esquizofrenia—que lo mantenían en cama e inconsciente. Los jóvenes también revelaron –en esa entrevista radiofónica-- la adicción a las drogas de Marcial Maciel. Dijeron que éste siempre cargaba en los bolsillos unas pastillas de color rojo, que incluso se las daba a probar. Hasta hace poco descubrieron –dicen—que se trataba de un medicamento hecho a base de morfina. Actualmente, Blanca Estela y sus hijos están pidiendo a la Legión de Cristo la herencia que Maciel les prometió.
Es una cuantiosa suma de dinero que, según les dijo Maciel, fue depositada en un fideicomiso. Sin embargo, a la fecha no han podido detectar dónde está ese fideicomiso. Ellos suponen que los Legionarios les quieren robar la herencia que les corresponde.
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