Eduardo Ibarra Aguirre
Para Ana Lilia en esta dura prueba.
Don Fausto perdió la batalla decisiva por la vida, como más tarde o más temprano nos sucederá a todos. Aquí no hay distinciones de ninguna índole porque es, acaso, el único rasero con el que se mide igualitariamente a los seres vivos.
El fin del ciclo vital se antoja como el acto más democrático inventado por la naturaleza, donde todos somos casi iguales. Aunque existan funerales con páginas repletas de esquelas en los diarios --con recursos públicos para lucimientos particulares-- o ataúdes chapeados de oro.
El corazón de Fausto Fernández Ponte dejó de latir a las 4:35 horas del lunes 6 por un paro cardiaco, tras haber sido hospitalizado la noche del sábado en el puerto de Veracruz, donde vivía desde 1998 por indicaciones médicas, sobre todo a partir de que hace tres años se le detectó cáncer. Visto así, la disciplina y el amor por la vida permitieron al nativo de Minatitlán prolongar durante una docena de años más la creación periodística –reproducida en decenas de diarios impresos y centenares de sitios electrónicos--, el compromiso con los desposeídos de la aldea global y las búsquedas transformadoras del entorno socioeconómico.
Partió como la madre naturaleza permite, no siempre, hacerlo a los hombres generosos y sabios, comprometidos con los sin voz de los cinco continentes, escribiendo su leída Asimetrías, quizá la número 5 mil 700, un día antes de la hospitalización.
Traté a don Fausto durante los últimos 16 años, con una cercanía y comunicación crecientes. Primero lo leí en El Financiero y escuché en Enfoque de Estéreo 100, donde ambos hacíamos comentarios vía telefónica, en 1992, pero fue dos años más tarde cuando nos dimos cita a desayunar en el Martín Fierro, porque sentí la necesidad de agradecer personalmente al columnista que a partir de 1994 brindó espléndidas muestras de compromiso periodístico con la puja que libramos, junto a José Francisco Gallardo Rodríguez, por la libertad de expresión frente a la cúpula castrense que reaccionó en forma torpe, desproporcionada, por la publicación de la propuesta académica sobre el ombudsman militar.
A partir de aquel desayuno en la calle de Vito Alessio Robles, no tuvo reposo el compromiso periodístico de don Fausto con la liberación del general, el respeto a la integridad física e intelectual de su familia y del editor. Nada tiene de casual que el libro Ejército, medios y libertad de expresión, comience con la extraordinaria entrevista que me hizo y publicó Excélsior el 21 y 22 de enero de 2002, y por separado a mi querida Leticia Enríquez Sánchez. 16 días más tarde, el prisionero de conciencia entonces más antiguo de México, fue liberado por decreto presidencial, y no vía indulto como pretendieron Vicente Fox Quesada y sus asesores.
La presencia de don Fausto en Forum y Forumenlinea dejó una huella imborrable por la hondura del análisis, la independencia de juicio y el compromiso con la transformación social. Infiernillo fue otra aportación, en forma satírica y humorística, de aforismos en verso octosílabo medido y rimado.
El alcance y proyección de Fernández Ponte en sus creativos 76 años de vida y 61 de periodista, superan con creces este sesgado testimonio, ya como filósofo e historiador, o bien como reportero y trotamundos, además de chef y capitán de velero, también de beisbolista profesional y editor de periódicos, como estudioso del derecho y entrevistador de jefes de Estado y de gobierno, incluido Fidel Castro Ruz, entrevista que Julio Scherer García se negó a publicar en Excélsior.
Hasta siempre queridísimo Fausto.
Acuse de recibo
“Mil felicidades por los 19 años de Forum”, dice la abogada Norma Esperanza Falcón Ruiz y agrega a Llamados unitarios y prácticas excluyentes (6-IX-10): “El quehacer bancario y financiero, así como el político, adquiere visos conductuales de crimen organizado. Los capos del narco no son distintos de los magnates de la banca, las finanzas y la política. Así, 27 años de neoliberalismo económico y político se ha traducido en una crisis tan profunda, sin precedente histórico, que afecta al pueblo de México. Ello ha creado un caldo de cultivo de inexorable reivindicación. Ello ha determinado la condición actual de Estado fallido, objetivo precisamente por ello de una inminente operación de rescate militar y geopolítico, intervencionista, de un Estado extranjero, el estadunidense"… La colega Nancy Azpilcueta escribió el 30 de agosto: “Por último, porque nunca es tarde para las felicitaciones, y porque en tiempos tan difíciles para el periodismo por convicción los esfuerzos se multiplican y el apoyo, si bien moral y a la distancia estimula, vaya también el mejor deseo de que se cumplan muchos aniversarios más de Forum, actualmente en su versión cibernética y que sigan los éxitos para el colega y amigo Eduardo Ibarra Aguirre quien dirige desde hace 19 años uno de los medios más perseguidos por el gobierno federal de Felipe Calderón”… Son seis los números que no se imprimieron el último año.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario