2/12/2012

La rebeldía de México: "fin de la buena vecindad" con EU, según Brzezinski

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
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Un trabajador estadunidense participa en las labores de renovación de la valla fronteriza con México, el 1º de febrero pasado, a la altura de Tijuana, Baja CaliforniaFoto Reuters

El libro Visión estratégica: EU y la crisis del poder global, del ex asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter e íntimo de Barack Obama, Zbigniew Brzezinski –ver Bajo la Lupa 5 y 8/2/12–, en el capítulo tres consagra una parte especial a México y al fin de la buena (sic) vecindad.

La declinación de Estados Unidos (EU) representará un mayor riesgo serio (sic) de parte de México debido a sus mayores condiciones de volatilidad política y económica. Pinta a México de lo peor –y eso que los regímenes neoliberales, tanto panistas como priístas, han seguido al pie de la letra toda la agenda de EU, en particular desde la adopción del infame documento Nuevos horizontes de 2001, patrocinado por el Centro Estratégico de Estudios Internacionales del que, por cierto, es miembro prominente Brzezinski– con una transfrontera repleta de violencia, tensión étnica (sic), tráfico de armas y drogas, inmigración ilegal y demonización (sic) política.

No dice ni pío de que la venta de armas, el entrenamiento de los cárteles y el lavado bancario (v. gr. Wachovia y Stanford, casos que no se atreve a investigar la hipócrita PGR) son fomentados presuntamente por EU.

Señala que 15 por ciento de la fuerza laboral de México trabaja en EU y el porcentaje de México debajo de la línea de pobreza es más que el doble de Canadá. ¿Para qué sirvieron, entonces, TLCAN, luego el ASPAN y el Plan México/Mérida?

El grave error del “México neoliberal prianista” fue haber eludido el libre paso de personas (en lugar de la cocaína) y luego haberse empecinado en una inviable enchilada (sic) completa (la postura demencial de la dupla Fox-Castañeda Gutman).

Perturban la inimputabilidad unilateral de EU y su falta de arrepentimiento: mismo fenómeno en la fase entreguista de los mediocres políticos mexicanos quienes obedecieron ciegamente los dictados de Washington.

Considera que la dinámica política interna de México es más inestable cuando su relación con EU ha sido históricamente más turbulenta que con Canadá –que también sería adversamente afectada por el declive estadunidense, pero no a los niveles de México, el cual se sumiría en una crisis doméstica caótica, con implicaciones seriamente adversas para las relaciones bilaterales.

El deterioro significativo de la relación bilateral será un choque (sic) doloroso para el público de EU que no está consciente de la complejidad de la relación que históricamente ha sido tanto contenciosa como cooperativa.

Reconoce que EU, bajo el temor de un desparramamiento de la violencia y turbulencia de México a su territorio, explota también la oportunidad (sic) resultante para ganar (sic) territorio a expensas de su vecino más débil. ¿Todavía quiere EU más territorio después del despojo de más de la mitad de México en el siglo XIX?

Señala la aplicación inconsistente y algunas veces autobenéfica de la doctrina Monroe, sus guerras de expansión (sic) que resultaron en la captura de Texas, California y el sudoccidente de EU en 1848, así como la ocupación impopular por el presidente Wilson de Veracruz durante la Revolución Mexicana ¿Conocerán esa parte de la historia bilateral los neoliberales del PAN y el PRI?

Cita de ejemplo de cooperación al TLCAN, ahora (sic) la mayor zona económica del mundo. Por lo visto, no está enterado de la demolición del TLCAN por NBER, máximo think tank económico de EU: El TLCAN y el desempeño menos que estelar de México (2004).

Admite la inherente dificultad para manejar una relación tan asimétrica. ¿Manejar, cuando lo único que ha ejecutado EU desde el siglo XIX son invasiones (13 intervenciones visibles) y otras invisibles (la financiera y económica) y no se cansa ahora en ejercer su voluntad bélica unilateral?

El declive redundará en una postura de EU más nacionalista (sic), más defensiva sobre su identidad nacional, más paranoide (sic) sobre su Seguridad del Hogar y menos deseosa en sacrificar sus recursos. ¿Cuándo ha sacrificado EU sus recursos por el bien de México? What’s going on, mister Brzezinski?

La política doméstica de EU será más proteccionista e impondrá subsidios internos en detrimento de las exportaciones de México que dañarán severamente (sic) la economía mexicana, creando poschoques políticos y sociales.

Los aturdidos neoliberales prianistas quienes acudieron ridículamente a la necrópolis de Davos padecen perturbadoramente el síndrome de negación y siguen expectorando un modelo a punto de ser desechado por el mismo EU. ¿Sabrán quién es Brzezinski?

EU proseguirá soluciones más coercitivas sobre la demonización de la migración y narcotráfico en México con deportación (sic) de migrantes y despliegue de tropas en la transfrontera, lo que incendiará un confrontación geopolítica.

Esgrime el montaje hollywoodense del 11/9 sobre el espectro de terroristas islámicos cruzando la frontera de México y reconoce que la construcción del muro transfronterizo evoca las imágenes negativas de Israel y su barrera de seguridad en Cisjordania o del muro de Berlín.

Admite que México ha heredado (sic) el papel de Colombia en el combate al narcotráfico, por lo que puede ser susceptible a las presiones políticas de acomodamiento con los barones de estupefacientes a expensas de la seguridad de EU ¡Otra de cowboys texanos!

La asociación evanescente de EU y México puede precipitar realineamientos regionales y aun internacionales que limitarían la habilidad de México para convertirse en líder regional.

Lo principal del impacto del declive de EU: Un México más débil, menos estable, menos viable (sic) económicamente y más antiestadunidense, incapaz (sic) de competir constructivamente con Brasil para el liderazgo regional cooperativo o para ayudar a promover la estabilidad en Centroamérica. ¡México, como summum del Estado fallido acéfalo y emasculado!

Esta situación será aprovechada por China, que empezará (sic) a jugar un papel más significativo en la política regional posestadunidense del hemisferio occidental. ¡Con razón el PAN odia tanto a China!

Un fenómeno ominoso es la emergencia, como tema primordial de la política mexicana despierta por su nacionalismo, de reclamos territoriales (sic) justificados por la historia e incendiados por incidentes transfronterizos con la transformación del bandidaje (sic) a una causa patriótica.

Peor: la presencia de muchos mexicanos –11.5 millones de migrantes (2009), 6.6 millones de indocumentaos y 31 millones de origen mexicano (10 por ciento de la población total de EU)– en territorios anteriormente mexicanos levanta el tema de la autodeterminación (¡supersic!) territorial. ¿Le asistirá la razón al teórico ruso Igor Panarin sobre la inminente balcanización de EU?

Arguye que, más allá de la especulación sobre lo que pareciera una ficción futurística, las realidades geopolíticas cambiarán dramáticamente en el caso del declive de EU, en cuyo caso la “segura localización geopolítica de EU libre de conflictos vecinales (…) sería cosa del pasado”.

A Brzezinski se le escapa lo principal en el largo plazo: el poder cultural del México profundo, característica de la que carece EU, que no podrá soportar una de tantas crisis que han sufrido los países milenarios.

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