Julio Hernández López: Astillero
El simulacro de informe que presentó ayer Felipe Calderón en el Auditorio Nacional cierra el ciclo político unipersonal (no el de calendario, que terminará con el último día de noviembre próximo) iniciado en San Lázaro en diciembre de 2006 con una puerta trasera como determinante vía de apropiación del poder.
El trágico panista michoacano dio ayer su primer adiós mediante un acto público que sintetizó las malas prácticas adquiridas con rapidez y maestría del priísmo de las siete décadas: acarreo de la burocracia en estos tiempos del PAN-gobierno y exageración indecorosa de los presuntos logros, todo con una inocultable intención electoral y con el ánimo transgresor de reglas que ha caracterizado al calderonismo: así como empezó el ciclo, con un poder presidencial, el de Vicente Fox, volcado en apoyo delictivo del candidato de la continuidad, se ha cerrado con un acto de propaganda y loas en que buscó aprovechar hasta el último resquicio previo al arranque de las campañas electorales para favorecer a la facción propia y a sí mismo, el jefe presuntamente muy exitoso.
A partir de ahora, y luego de su desesperado maratón de inauguraciones y discursos (antes de que su carroza se convirtiera en calabaza, dijo en alguno de esos actos de nostalgia adelantada), Calderón pasará a ser uno más de los personajes políticos en pugna pacífica por el poder presidencial (por hoy no hablemos de los riesgos de que el narco altere o haga suspender los comicios), a sabiendas de que los reflectores y las expectativas se posarán sobre tres de cuatro aspirantes al relevo (el panalista ecologista Quadri no pinta de verdad en esa contienda) y que a partir de julio habrá un nuevo poder constituido, sea Peña, Vázquez o López (primeros apellidos citados conforme a las tendencias electorales reportadas por todas las casas encuestadoras, incluso la de Covarrubias, usualmente contratada y validada por el lopezobradorismo).
Por lo pronto, el pinolero en vías de dilución concentra sus ansias de torero en hacerle faena tras faena a la novillera Josefina. Ayer le instaló una adjuntocracia para demostrar que los hilos de colores blanco y azul son tejidos desde Los Pinos y que a la candidata precaria no le queda sino aguantar vara. Nombrar adjuntos significa que no se tiene confianza plena en los titulares o que no se confía ni se acepta la valía de quienes acaban como adjuntos para estar sujetos a la supervisión o mando de los titulares. Adjuntocracia dañina para la aspirante siempre sometida a fuego amigo, con un dominante jefe formal que así responde, con nombramientos al estilo de Salinas con Colosio (entre ellos el de Ernesto Zedillo como coordinador de campaña no deseado por Luis Donaldo), al intento de respingo de Vázquez Mota contra piezas veneradas por el felipismo, como son el intocable Genaro y la Sota ayudante de cocina real. #PinchesAdjuntos.
Así llegan el todavía gobernador yunquista de Guanajuato, oliendo a bendiciones papales, Juan Manuel Oliva, el ex gobernador de Jalisco Francisco Ramírez Acuña y el primer compadre de Los Pinos, el senador Guillermo Anaya, en medio de otros nombramientos que hicieron al dirigente formal del PAN, Gustavo Madero, siempre tan involuntariamente claridoso, expresar en Twitter que esas designaciones son para asegurar la máxima coordinación y alineamiento entre el Partido y la Campaña #Josefinanosune. A confesión de Madero, relevo de Chep…, es decir, de pruebas.
En la Cámara de Senadores se envolvía para regalo prometido al Vaticano la reforma de los artículos 24 y 40 de la Constitución. En el primero se confirmaba la peligrosa libertad de convicciones éticas, abriendo el camino a una futura Suprema Corte de Ética de la Nación o un Santo Oficio de la Ética que defina cuáles convicciones pueden ser dignas de libertad, y en el segundo se instalaba el terso y aparentemente inobjetable concepto de laica a la definición de la República Mexicana, allanando así el camino a la posterior exigencia de que esa laicidad se complete con el otorgamiento de libertad para que contenidos religiosos puedan ser oficialmente incorporados a la educación pública. B16 y su Iglesia en proceso de expansión ya han ganado mucho con esas modificaciones aparentemente menores o incluso benignas y ya han sembrado la semilla de la discusión de los derechos naturales, la educación confesional y la mayor presencia pública de los curas y sus sermones (como el del sabidamente filopanista Juan Sandoval, arzobispo emérito a quien la grilla vaticana quitó cualquier relevancia en los actos papales, y que en la fiesta organizada ayer para celebrar sus 79 años de vida dijo: invito a la gente que reflexione su voto en el proceso electoral que viene, y no elijan sólo por la cara bonita o el copete más levantado). Podéis ir en paz: la grilla neocristera ha comenzado.
Astillas
Una lectora, cuyo nombre no será publicado, reporta: “Hoy por la manaña fui a la lechería de Liconsa ubicada en la sección Ríos de la colonia Jardines de Morelos, en el municipio de Ecatepec de Morelos, estado de México. Estando en la fila, la persona responsable, de la cual desconozco su nombre, nos informó que antes de recibir la leche debíamos pasar obligatoriamente a recoger una carta a mi nombre, o de lo contrario no tendríamos derecho al servicio. Siguiendo sus instrucciones, nos formamos en otra fila para recibir el documento referido. Al abrir la carta, nos encontramos con que se trataba de un mensaje del presidente Felipe Calderón aludiendo a los ‘logros’ alcanzados por su gobierno a través de Liconsa. Por lo que puedo entender, ¿qué no se supone que nos encontramos en un periodo de veda electoral? Eso es proselitismo encubierto. Considero que el presidente debería ser un ejemplo en el cumplimiento de las disposiciones en materia electoral”. La lectora acompañó al texto enviado a esta columna una copia del que ella a su vez había recibido… Y, mientras AMLO advierte que por un espot de él salen tres de Peña Nieto y dos de Vázquez Mota, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
juliohdz@jornada.com.mx
El simulacro de informe que presentó ayer Felipe Calderón en el Auditorio Nacional cierra el ciclo político unipersonal (no el de calendario, que terminará con el último día de noviembre próximo) iniciado en San Lázaro en diciembre de 2006 con una puerta trasera como determinante vía de apropiación del poder.
El trágico panista michoacano dio ayer su primer adiós mediante un acto público que sintetizó las malas prácticas adquiridas con rapidez y maestría del priísmo de las siete décadas: acarreo de la burocracia en estos tiempos del PAN-gobierno y exageración indecorosa de los presuntos logros, todo con una inocultable intención electoral y con el ánimo transgresor de reglas que ha caracterizado al calderonismo: así como empezó el ciclo, con un poder presidencial, el de Vicente Fox, volcado en apoyo delictivo del candidato de la continuidad, se ha cerrado con un acto de propaganda y loas en que buscó aprovechar hasta el último resquicio previo al arranque de las campañas electorales para favorecer a la facción propia y a sí mismo, el jefe presuntamente muy exitoso.
A partir de ahora, y luego de su desesperado maratón de inauguraciones y discursos (antes de que su carroza se convirtiera en calabaza, dijo en alguno de esos actos de nostalgia adelantada), Calderón pasará a ser uno más de los personajes políticos en pugna pacífica por el poder presidencial (por hoy no hablemos de los riesgos de que el narco altere o haga suspender los comicios), a sabiendas de que los reflectores y las expectativas se posarán sobre tres de cuatro aspirantes al relevo (el panalista ecologista Quadri no pinta de verdad en esa contienda) y que a partir de julio habrá un nuevo poder constituido, sea Peña, Vázquez o López (primeros apellidos citados conforme a las tendencias electorales reportadas por todas las casas encuestadoras, incluso la de Covarrubias, usualmente contratada y validada por el lopezobradorismo).
Por lo pronto, el pinolero en vías de dilución concentra sus ansias de torero en hacerle faena tras faena a la novillera Josefina. Ayer le instaló una adjuntocracia para demostrar que los hilos de colores blanco y azul son tejidos desde Los Pinos y que a la candidata precaria no le queda sino aguantar vara. Nombrar adjuntos significa que no se tiene confianza plena en los titulares o que no se confía ni se acepta la valía de quienes acaban como adjuntos para estar sujetos a la supervisión o mando de los titulares. Adjuntocracia dañina para la aspirante siempre sometida a fuego amigo, con un dominante jefe formal que así responde, con nombramientos al estilo de Salinas con Colosio (entre ellos el de Ernesto Zedillo como coordinador de campaña no deseado por Luis Donaldo), al intento de respingo de Vázquez Mota contra piezas veneradas por el felipismo, como son el intocable Genaro y la Sota ayudante de cocina real. #PinchesAdjuntos.
Así llegan el todavía gobernador yunquista de Guanajuato, oliendo a bendiciones papales, Juan Manuel Oliva, el ex gobernador de Jalisco Francisco Ramírez Acuña y el primer compadre de Los Pinos, el senador Guillermo Anaya, en medio de otros nombramientos que hicieron al dirigente formal del PAN, Gustavo Madero, siempre tan involuntariamente claridoso, expresar en Twitter que esas designaciones son para asegurar la máxima coordinación y alineamiento entre el Partido y la Campaña #Josefinanosune. A confesión de Madero, relevo de Chep…, es decir, de pruebas.
En la Cámara de Senadores se envolvía para regalo prometido al Vaticano la reforma de los artículos 24 y 40 de la Constitución. En el primero se confirmaba la peligrosa libertad de convicciones éticas, abriendo el camino a una futura Suprema Corte de Ética de la Nación o un Santo Oficio de la Ética que defina cuáles convicciones pueden ser dignas de libertad, y en el segundo se instalaba el terso y aparentemente inobjetable concepto de laica a la definición de la República Mexicana, allanando así el camino a la posterior exigencia de que esa laicidad se complete con el otorgamiento de libertad para que contenidos religiosos puedan ser oficialmente incorporados a la educación pública. B16 y su Iglesia en proceso de expansión ya han ganado mucho con esas modificaciones aparentemente menores o incluso benignas y ya han sembrado la semilla de la discusión de los derechos naturales, la educación confesional y la mayor presencia pública de los curas y sus sermones (como el del sabidamente filopanista Juan Sandoval, arzobispo emérito a quien la grilla vaticana quitó cualquier relevancia en los actos papales, y que en la fiesta organizada ayer para celebrar sus 79 años de vida dijo: invito a la gente que reflexione su voto en el proceso electoral que viene, y no elijan sólo por la cara bonita o el copete más levantado). Podéis ir en paz: la grilla neocristera ha comenzado.
Astillas
Una lectora, cuyo nombre no será publicado, reporta: “Hoy por la manaña fui a la lechería de Liconsa ubicada en la sección Ríos de la colonia Jardines de Morelos, en el municipio de Ecatepec de Morelos, estado de México. Estando en la fila, la persona responsable, de la cual desconozco su nombre, nos informó que antes de recibir la leche debíamos pasar obligatoriamente a recoger una carta a mi nombre, o de lo contrario no tendríamos derecho al servicio. Siguiendo sus instrucciones, nos formamos en otra fila para recibir el documento referido. Al abrir la carta, nos encontramos con que se trataba de un mensaje del presidente Felipe Calderón aludiendo a los ‘logros’ alcanzados por su gobierno a través de Liconsa. Por lo que puedo entender, ¿qué no se supone que nos encontramos en un periodo de veda electoral? Eso es proselitismo encubierto. Considero que el presidente debería ser un ejemplo en el cumplimiento de las disposiciones en materia electoral”. La lectora acompañó al texto enviado a esta columna una copia del que ella a su vez había recibido… Y, mientras AMLO advierte que por un espot de él salen tres de Peña Nieto y dos de Vázquez Mota, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El presidente Calderón congregó ayer a 10 mil acarreados en el Auditorio Nacional en un autohomenaje en que repasó los imaginarios logros de su gobierno. Comienza la veda publicitaria en que no podrá usar los medios de comunicación para alabanza de su sexenio. Los siguientes tres meses serán de campaña política y en julio ya habrá nuevo presidente (o presidenta). No faltaron los miembros de su gabinete y los jerarcas del panismo. Hay algo en que dijo la verdad: en su gobierno se alcanzaron cifras históricas y sin precedentes. Por supuesto, él tiene sus propias opiniones sobre esto, pero la mayoría del pueblo mexicano piensa que las marcas históricas se consiguieron en corrupción, sangre y desempleo. Ese es el legado del calderonismo.
Tarjetas de crédito
Estamos en vísperas de vacaciones de Semana Mayor y no es superfluo hablar de tarjetas de crédito. Al terminar el año 2011 había 24.7 millones de plásticos en circulación. Es un índice relativamente bajo para un país con 112 millones de habitantes, pero sirve como muestra de la precariedad de sus recursos. No ha sido posible que se recupere el número de tarjetas que existía en el primer trimestre de 2008, antes de la devaluación calderonista, cuando circulaban 26.2 millones. Los bancos cancelaron millones de tarjetas de clientes que quedaron imposibilitados de pagarlas. Se observa un crecimiento consistente desde el segundo trimestre de 2010. Si se quiere ver un lado positivo, está aumentando el número de totaleros, clientes que cada mes liquidan el total de su saldo, por tanto, no tienen que pagar intereses. Cuide su tarjeta, evítese la visita a la casa de empeño cuando vuelva de vacaciones.
Casas de empeño
Es una reforma light la que hizo el Senado a la Ley Federal de Protección al Consumidor a fin de regular las casas de empeño. Operan más de 5 mil en la República. Solían ser las financieras de los pobres, ahora también lo son de la clase pobre alta y hasta de empresas que a veces recurren a ellas para pagar la nómina. Hay dos tipos de casas de empeño: las que corresponden a instituciones de beneficencia privada, como el Monte de Piedad, y las comerciales, que son negocios privados. Las reformas ahora aprobadas se refieren a las particulares. Algunas prestan con tasa de interés que se calcula día a día, por lo que llega a rebasar el mil por ciento anual. Algunas también operan como casas de cambio y se sabe que lavan dólares. La reforma light de los senadores otorga mayores recursos legales a Profeco para que las meta en cintura, sin embargo, podrán seguir fijando tasas de interés a su arbitrio. Hay algo plausible en su contenido: vetan a personas que hayan sido condenadas por delitos financieros o delincuencia organizada como socios o directivos de una casa de empeño.
Milagros de Benedicto XVI
Ya hay quien dé testimonio de que el Papa es milagroso. El secretario de Economía, Bruno Ferrari, fue visto en primera fila en las ceremonias religiosas de Guanajuato, rezando muy devotamente. Ahora se sabe que oraba para no ser despedido por la desastrosa rendición frente a los negociadores brasileños en el desacuerdo automotriz, que le costará a México varios centenares de millones de dólares a lo largo de los tres años que siguen. No solamente caerán las exportaciones, incluso se ponen en riesgo nuevas inversiones. Pero dicen que Calderón ya lo perdonó.
El presidente Calderón congregó ayer a 10 mil acarreados en el Auditorio Nacional en un autohomenaje en que repasó los imaginarios logros de su gobierno. Comienza la veda publicitaria en que no podrá usar los medios de comunicación para alabanza de su sexenio. Los siguientes tres meses serán de campaña política y en julio ya habrá nuevo presidente (o presidenta). No faltaron los miembros de su gabinete y los jerarcas del panismo. Hay algo en que dijo la verdad: en su gobierno se alcanzaron cifras históricas y sin precedentes. Por supuesto, él tiene sus propias opiniones sobre esto, pero la mayoría del pueblo mexicano piensa que las marcas históricas se consiguieron en corrupción, sangre y desempleo. Ese es el legado del calderonismo.
Tarjetas de crédito
Estamos en vísperas de vacaciones de Semana Mayor y no es superfluo hablar de tarjetas de crédito. Al terminar el año 2011 había 24.7 millones de plásticos en circulación. Es un índice relativamente bajo para un país con 112 millones de habitantes, pero sirve como muestra de la precariedad de sus recursos. No ha sido posible que se recupere el número de tarjetas que existía en el primer trimestre de 2008, antes de la devaluación calderonista, cuando circulaban 26.2 millones. Los bancos cancelaron millones de tarjetas de clientes que quedaron imposibilitados de pagarlas. Se observa un crecimiento consistente desde el segundo trimestre de 2010. Si se quiere ver un lado positivo, está aumentando el número de totaleros, clientes que cada mes liquidan el total de su saldo, por tanto, no tienen que pagar intereses. Cuide su tarjeta, evítese la visita a la casa de empeño cuando vuelva de vacaciones.
Casas de empeño
Es una reforma light la que hizo el Senado a la Ley Federal de Protección al Consumidor a fin de regular las casas de empeño. Operan más de 5 mil en la República. Solían ser las financieras de los pobres, ahora también lo son de la clase pobre alta y hasta de empresas que a veces recurren a ellas para pagar la nómina. Hay dos tipos de casas de empeño: las que corresponden a instituciones de beneficencia privada, como el Monte de Piedad, y las comerciales, que son negocios privados. Las reformas ahora aprobadas se refieren a las particulares. Algunas prestan con tasa de interés que se calcula día a día, por lo que llega a rebasar el mil por ciento anual. Algunas también operan como casas de cambio y se sabe que lavan dólares. La reforma light de los senadores otorga mayores recursos legales a Profeco para que las meta en cintura, sin embargo, podrán seguir fijando tasas de interés a su arbitrio. Hay algo plausible en su contenido: vetan a personas que hayan sido condenadas por delitos financieros o delincuencia organizada como socios o directivos de una casa de empeño.
Milagros de Benedicto XVI
Ya hay quien dé testimonio de que el Papa es milagroso. El secretario de Economía, Bruno Ferrari, fue visto en primera fila en las ceremonias religiosas de Guanajuato, rezando muy devotamente. Ahora se sabe que oraba para no ser despedido por la desastrosa rendición frente a los negociadores brasileños en el desacuerdo automotriz, que le costará a México varios centenares de millones de dólares a lo largo de los tres años que siguen. No solamente caerán las exportaciones, incluso se ponen en riesgo nuevas inversiones. Pero dicen que Calderón ya lo perdonó.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Si al desatado Felipe Calderón le quedara un resquicio de vergüenza –lo cual sería un milagro–, ni siquiera le habría pasado por la mente organizar un acto tan deleznable como el realizado ayer en el Auditorio Nacional, pletórico de burócratas acarreados, como en los mejores tiempos priístas. Y si el IFE fuera un organismo vertical, honorable, vigilante de los intereses ciudadanos y del cumplimiento de la ley, entonces tal acto no hubiera pasado de la planeación, en el mejor de los casos. Pero como uno y otro carecen del más elemental sentido de la ética, simplemente se han dado a la tarea de reproducir los tristemente celebres acontecimientos de 2006.
Ayer, ante la borregada, el inquilino de Los Pinos enumeró sus logros humanistas, corearon los locutores a sueldo, igualmente carentes de ética. ¿Logros, y además humanistas?, preguntaron los asqueados mexicanos: 15 millones adicionales de pobres, más de 50 mil muertos por la inseguridad, desempleo, informalidad creciente, salarios de hambre, bienestar en el suelo, el avance económico más bajo en casi tres décadas, corrupción a galope, concentración de la riqueza, saqueo de la nación, sexenio perdido. He allí sus verdaderos logros.
Mientras el IFE nuevamente finge demencia sobre la veda electoral, y el desbocado inquilino de Los Pinos repite los excesos e ilegalidades cometidas y fomentadas por su antecesor en 2006, Vicente Fox, sin que nadie lo detenga, basta sólo un ejemplo –eje de la campaña electoral calderonista– para dimensionar los logros de su paso por la residencia oficial, es decir, el relativo al presidente del empleo. Va, pues, por cortesía del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo correspondientes al cuarto trimestre de 2011 revelan el estado lamentable del mercado laboral. El sexenio culmina con ocupación informal para más de 14 millones de mexicanos, condiciones críticas de trabajo para 6.2 millones, subocupación para 4.2 millones y desocupación para 2.5 millones. Además, hay que considerar el número de ocupados que no reciben ingreso (4.2 millones), los que cuando mucho perciben un salario mínimo (6.4 millones), los que ganan entre uno y dos salarios mínimos (10.8 millones), y las personas con ocupación que no tienen acceso a la seguridad social (30.8 millones), o aquellas que no tienen contrato por escrito (14.8 millones). Todo esto es altamente preocupante y sólo constituye una muestra de la tarea a realizar si se pretende resolver este desequilibrio social.
Lo descrito contrasta con la modesta creación de 1.1 millones de nuevos empleos permanentes formales, incluso considerando los eventuales apenas se generaron 1.5 millones de nuevos empleos formales (registrados en el IMSS) con el presidente del empleo. La escasa creación de plazas laborales y la mayor ocupación se ha dado en detrimento de la calidad laboral de los trabajadores mexicanos, algo que no se reconoce en el discurso oficial. De igual manera, las deficiencias del entorno laboral se reflejan en la escasa generación de patrones; éstos presentan una tendencia estancada, misma que no ha podido recuperar su ritmo desde 2008. La creación de empresas formales en México se ha detenido, en realidad lo que prevalece es el incremento de unidades de actividad económica que si bien a corto plazo dotan de recursos a la población ocupada en ellos, en realidad no otorgan todas la prestaciones sociales que las personas requieren.
Lo anterior tiene una implicación: difícilmente se podrá resolver la situación de precariedad laboral, y con ello de la pobreza, si antes no se tiene una creación de empresas que cuenten con mayor infraestructura humana, física y de formalidad ante las instituciones. Así también, la tasa de subocupación corresponde a la más alta desde su medición, es decir, ha existido una elevación importante de personas que cuentan con dos empleos dado que los ingresos de uno solo no resultan suficientes para cubrir sus gastos, siendo más de 4 millones de personas las que se encuentran en esta situación, excediendo incluso lo suscitado durante la crisis de 2009. Por otro lado, se tiene el grave problema que representa la informalidad.
Entre 2006 y 2011 México pasó de ser una economía en su mayoría generadora de empleo formal (con prestaciones sociales), a una gestada por la informalidad (carentes de ellas). La cantidad de personas que conforman la población ocupada en la informalidad ha rebasado el empleo formal permanente que se registra en el IMSS. Mientras estos últimos crecieron 3.4 por ciento en el cuarto trimestre de 2011 con respecto al mismo periodo del año anterior, la informalidad aumentó 13.4 por ciento (y esa tendencia se mantiene en 2012). Estos ritmos de crecimiento reflejan la incapacidad de absorción del mercado laboral formal, lo cual provoca que los mexicanos recurran a la informalidad como forma de obtener ingreso para intentar solventar sus necesidades. La proporción de personas que laboran en la economía informal representa un segmento de población que es mayor al de casi todas las actividades productivas, exceptuando únicamente al sector servicios. En el caso de las condiciones críticas de ocupación la gente en dicha condición supera a la ocupada en el sector de la construcción, incluso al textil.
Más preocupante es el hecho de que más de 4 millones de personas ocupadas ni siquiera reciben ingresos, situación de alta incidencia en entidades pobres de la República. El trabajo gratuito que desempeña este grupo de personas coloca en la palestra un par de desafíos. En el terreno estrictamente económico se argumenta que la falta de competitividad de México frente a naciones como China es atribuible a los bajos salarios que estas últimas pagan; sin embargo, la realidad indica que también en México existe precariedad laboral, en la que se encuentran quienes ni siquiera reciben ingresos, pero lo cual tampoco se ha traducido en beneficios competitivos. Las políticas públicas abocadas a la atención del flagelo de la pobreza no pueden revertir la precariedad del mercado laboral, es decir, bajos o nulos ingresos, así como escasas prestaciones sociales acaban por determinar la situación de marginalidad en que vive una parte considerable de la población en México.
Las rebanadas del pastel
La Comisión de Energía del Senado de la República palomeó el llamado acuerdo petrolero México-Estados Unidos sobre yacimientos transfronterizos en el Golfo de México, porque, aseguran sus integrantes, permitirá la exploración y explotación equitativa de los hidrocarburos que eventualmente se extraigan de esa zona. Bien, pero ¿desde cuándo el gobierno gringo es equitativo?
cfvmexico_sa@hotmail.com
Si al desatado Felipe Calderón le quedara un resquicio de vergüenza –lo cual sería un milagro–, ni siquiera le habría pasado por la mente organizar un acto tan deleznable como el realizado ayer en el Auditorio Nacional, pletórico de burócratas acarreados, como en los mejores tiempos priístas. Y si el IFE fuera un organismo vertical, honorable, vigilante de los intereses ciudadanos y del cumplimiento de la ley, entonces tal acto no hubiera pasado de la planeación, en el mejor de los casos. Pero como uno y otro carecen del más elemental sentido de la ética, simplemente se han dado a la tarea de reproducir los tristemente celebres acontecimientos de 2006.
Ayer, ante la borregada, el inquilino de Los Pinos enumeró sus logros humanistas, corearon los locutores a sueldo, igualmente carentes de ética. ¿Logros, y además humanistas?, preguntaron los asqueados mexicanos: 15 millones adicionales de pobres, más de 50 mil muertos por la inseguridad, desempleo, informalidad creciente, salarios de hambre, bienestar en el suelo, el avance económico más bajo en casi tres décadas, corrupción a galope, concentración de la riqueza, saqueo de la nación, sexenio perdido. He allí sus verdaderos logros.
Mientras el IFE nuevamente finge demencia sobre la veda electoral, y el desbocado inquilino de Los Pinos repite los excesos e ilegalidades cometidas y fomentadas por su antecesor en 2006, Vicente Fox, sin que nadie lo detenga, basta sólo un ejemplo –eje de la campaña electoral calderonista– para dimensionar los logros de su paso por la residencia oficial, es decir, el relativo al presidente del empleo. Va, pues, por cortesía del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo correspondientes al cuarto trimestre de 2011 revelan el estado lamentable del mercado laboral. El sexenio culmina con ocupación informal para más de 14 millones de mexicanos, condiciones críticas de trabajo para 6.2 millones, subocupación para 4.2 millones y desocupación para 2.5 millones. Además, hay que considerar el número de ocupados que no reciben ingreso (4.2 millones), los que cuando mucho perciben un salario mínimo (6.4 millones), los que ganan entre uno y dos salarios mínimos (10.8 millones), y las personas con ocupación que no tienen acceso a la seguridad social (30.8 millones), o aquellas que no tienen contrato por escrito (14.8 millones). Todo esto es altamente preocupante y sólo constituye una muestra de la tarea a realizar si se pretende resolver este desequilibrio social.
Lo descrito contrasta con la modesta creación de 1.1 millones de nuevos empleos permanentes formales, incluso considerando los eventuales apenas se generaron 1.5 millones de nuevos empleos formales (registrados en el IMSS) con el presidente del empleo. La escasa creación de plazas laborales y la mayor ocupación se ha dado en detrimento de la calidad laboral de los trabajadores mexicanos, algo que no se reconoce en el discurso oficial. De igual manera, las deficiencias del entorno laboral se reflejan en la escasa generación de patrones; éstos presentan una tendencia estancada, misma que no ha podido recuperar su ritmo desde 2008. La creación de empresas formales en México se ha detenido, en realidad lo que prevalece es el incremento de unidades de actividad económica que si bien a corto plazo dotan de recursos a la población ocupada en ellos, en realidad no otorgan todas la prestaciones sociales que las personas requieren.
Lo anterior tiene una implicación: difícilmente se podrá resolver la situación de precariedad laboral, y con ello de la pobreza, si antes no se tiene una creación de empresas que cuenten con mayor infraestructura humana, física y de formalidad ante las instituciones. Así también, la tasa de subocupación corresponde a la más alta desde su medición, es decir, ha existido una elevación importante de personas que cuentan con dos empleos dado que los ingresos de uno solo no resultan suficientes para cubrir sus gastos, siendo más de 4 millones de personas las que se encuentran en esta situación, excediendo incluso lo suscitado durante la crisis de 2009. Por otro lado, se tiene el grave problema que representa la informalidad.
Entre 2006 y 2011 México pasó de ser una economía en su mayoría generadora de empleo formal (con prestaciones sociales), a una gestada por la informalidad (carentes de ellas). La cantidad de personas que conforman la población ocupada en la informalidad ha rebasado el empleo formal permanente que se registra en el IMSS. Mientras estos últimos crecieron 3.4 por ciento en el cuarto trimestre de 2011 con respecto al mismo periodo del año anterior, la informalidad aumentó 13.4 por ciento (y esa tendencia se mantiene en 2012). Estos ritmos de crecimiento reflejan la incapacidad de absorción del mercado laboral formal, lo cual provoca que los mexicanos recurran a la informalidad como forma de obtener ingreso para intentar solventar sus necesidades. La proporción de personas que laboran en la economía informal representa un segmento de población que es mayor al de casi todas las actividades productivas, exceptuando únicamente al sector servicios. En el caso de las condiciones críticas de ocupación la gente en dicha condición supera a la ocupada en el sector de la construcción, incluso al textil.
Más preocupante es el hecho de que más de 4 millones de personas ocupadas ni siquiera reciben ingresos, situación de alta incidencia en entidades pobres de la República. El trabajo gratuito que desempeña este grupo de personas coloca en la palestra un par de desafíos. En el terreno estrictamente económico se argumenta que la falta de competitividad de México frente a naciones como China es atribuible a los bajos salarios que estas últimas pagan; sin embargo, la realidad indica que también en México existe precariedad laboral, en la que se encuentran quienes ni siquiera reciben ingresos, pero lo cual tampoco se ha traducido en beneficios competitivos. Las políticas públicas abocadas a la atención del flagelo de la pobreza no pueden revertir la precariedad del mercado laboral, es decir, bajos o nulos ingresos, así como escasas prestaciones sociales acaban por determinar la situación de marginalidad en que vive una parte considerable de la población en México.
Las rebanadas del pastel
La Comisión de Energía del Senado de la República palomeó el llamado acuerdo petrolero México-Estados Unidos sobre yacimientos transfronterizos en el Golfo de México, porque, aseguran sus integrantes, permitirá la exploración y explotación equitativa de los hidrocarburos que eventualmente se extraigan de esa zona. Bien, pero ¿desde cuándo el gobierno gringo es equitativo?
cfvmexico_sa@hotmail.com
El Correo Ilustrado
Invita al gabinete de AMLO a destapar propuestas
Ahora que empezarán formalmente las campañas electorales para la Presidencia de México, si todos y cada uno de los personajes que el candidato de las izquierdas ha invitado a formar parte de su gabinete en caso de ganar dieran la cara y anunciaran los capítulos respectivos de su propaganda política, es muy probable que cambiaran sensiblemente las tendencias electorales hasta ahora reportadas por diversas encuestas de opinión.
Invita al gabinete de AMLO a destapar propuestas
Ahora que empezarán formalmente las campañas electorales para la Presidencia de México, si todos y cada uno de los personajes que el candidato de las izquierdas ha invitado a formar parte de su gabinete en caso de ganar dieran la cara y anunciaran los capítulos respectivos de su propaganda política, es muy probable que cambiaran sensiblemente las tendencias electorales hasta ahora reportadas por diversas encuestas de opinión.
Enrique Dussel* /II y última: Algo más sobre el amor en la política
El amor es un sentimiento, una emoción, una pasión y hasta una virtud de un tercer nivel (aun neurológico). El simple placer o el dolor son sensaciones o emociones de primer grado. Me duele una muela; me causa placer el azúcar. La alegría o la tristeza son de segundo grado. Puedo tener alegría deseando un placer futuro, o tristeza recordando un dolor pasado. Las emociones de segundo grado atraviesan ya el neocortex y tienen un componente cognitivo, memorativo y evaluativo. El amor o el odio son de un tercer nivel: ya que es un afecto que puede renunciar a la alegría o el goce, o enfrentar la tristeza o la insatisfacción en vista de una simpatía con el otro, que le lleva aun a poder afrontar la propia negación al intentar la afirmación del otro: como la madre que arriesga su vida por tener un hijo que la pone en peligro; el padre que se lanza al río para salvar a su hijo; o el héroe que se entrega por la patria. El amor afronta el dolor y la tristeza porque por simpatía tiene hasta conmiseración por el otro. El amor del que hablamos no goza ni desea objetos, cosas, sino personas.
El amor es un sentimiento, una emoción, una pasión y hasta una virtud de un tercer nivel (aun neurológico). El simple placer o el dolor son sensaciones o emociones de primer grado. Me duele una muela; me causa placer el azúcar. La alegría o la tristeza son de segundo grado. Puedo tener alegría deseando un placer futuro, o tristeza recordando un dolor pasado. Las emociones de segundo grado atraviesan ya el neocortex y tienen un componente cognitivo, memorativo y evaluativo. El amor o el odio son de un tercer nivel: ya que es un afecto que puede renunciar a la alegría o el goce, o enfrentar la tristeza o la insatisfacción en vista de una simpatía con el otro, que le lleva aun a poder afrontar la propia negación al intentar la afirmación del otro: como la madre que arriesga su vida por tener un hijo que la pone en peligro; el padre que se lanza al río para salvar a su hijo; o el héroe que se entrega por la patria. El amor afronta el dolor y la tristeza porque por simpatía tiene hasta conmiseración por el otro. El amor del que hablamos no goza ni desea objetos, cosas, sino personas.
Jorge Eduardo Navarrete: El (inaplazable) fin del monopolio
Quizá no fue del todo inesperado que a mediados de febrero Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, anunciase que no aspiraría a ser designado para continuar al frente del organismo, que dirige desde 2007. Tras las traumáticas circunstancias que marcaron los relevos de su predecesor en el Banco, ese año, y de su par en el FMI, el pasado, este nuevo episodio careció de dramatismo y no produjo titulares de escándalo. Casi pasó inadvertido más allá de los círculos de la alta burocracia financiera internacional. Se hizo notar, es cierto, que no era alta la probabilidad de que un remanente de los años de Bush obtuviese el apoyo del gobierno de Obama, sin el cual no podría seguir en el cargo, y que ello podría haberlo orillado a anunciar su salida para el 30 de junio. No tardó en advertirse, sin embargo, que el relevo de Zoellick abría la oportunidad de poner a prueba las intenciones del puñado de países que detenta el control del banco respecto del alcance de la reforma de la institución. En otras palabras, brindaba la ocasión de sepultar la tradición feudal que ha regido las designaciones de los ejecutivos del fondo y el banco desde la fundación de ambas instituciones hace más de seis decenios. Como se sabe, esta peculiar forma de feudalismo fuera de época consiste en que Estados Unidos se ha reservado el privilegio de elegir al presidente del banco, mientras que a los países europeos ha cabido el de nominar al director-gerente del fondo. Se sabe también que, tras el relevo en el FMI el año último, todavía ajustado a esa práctica tan arbitraria como obsoleta, la siguiente oportunidad debería ser diferente. Esta siguiente oportunidad, que no debe dejarse pasar, es ahora.
Quizá no fue del todo inesperado que a mediados de febrero Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, anunciase que no aspiraría a ser designado para continuar al frente del organismo, que dirige desde 2007. Tras las traumáticas circunstancias que marcaron los relevos de su predecesor en el Banco, ese año, y de su par en el FMI, el pasado, este nuevo episodio careció de dramatismo y no produjo titulares de escándalo. Casi pasó inadvertido más allá de los círculos de la alta burocracia financiera internacional. Se hizo notar, es cierto, que no era alta la probabilidad de que un remanente de los años de Bush obtuviese el apoyo del gobierno de Obama, sin el cual no podría seguir en el cargo, y que ello podría haberlo orillado a anunciar su salida para el 30 de junio. No tardó en advertirse, sin embargo, que el relevo de Zoellick abría la oportunidad de poner a prueba las intenciones del puñado de países que detenta el control del banco respecto del alcance de la reforma de la institución. En otras palabras, brindaba la ocasión de sepultar la tradición feudal que ha regido las designaciones de los ejecutivos del fondo y el banco desde la fundación de ambas instituciones hace más de seis decenios. Como se sabe, esta peculiar forma de feudalismo fuera de época consiste en que Estados Unidos se ha reservado el privilegio de elegir al presidente del banco, mientras que a los países europeos ha cabido el de nominar al director-gerente del fondo. Se sabe también que, tras el relevo en el FMI el año último, todavía ajustado a esa práctica tan arbitraria como obsoleta, la siguiente oportunidad debería ser diferente. Esta siguiente oportunidad, que no debe dejarse pasar, es ahora.
Adolfo Sánchez Rebolledo: La escenografía del fervor
Los encargados de narrar la visita papal a Guanajuato dedicaron buena parte de sus observaciones a comparar el carisma de Juan Pablo II con el talante frío de su sucesor. A ojo de buen cubero, el alemán no tenía manera de salir bien librado. El primero arrebataba a las multitudes, las hacía delirar de emoción con sólo un gesto, una sonrisa o una palabra. El segundo, en cambio, es un teólogo, un pensador religioso, un ser conceptual carente de vivacidad emotiva. Ese era el personaje esperado por los 300 mil católicos invitados con boleto a presenciar los actos rituales.Y, sin embargo, al salir de México, al decir de Valentina Alazraki, Ratzinger parecía otro, casi un desconocido. La nostalgia, el fervor, la experiencia (y los medios) hicieron el milagro de convertir al anciano Ratzinger en un ídolo de masas: hasta un sombrero de charro se caló para fijar la previsible imagen final. Benedicto, hermano, ya eres mexicano, coreaban los fieles, apremiados por el animador, al despedirlo en la puerta del Colegio Miraflores, en León. Una vez más, la hospitalidad idiosincrática llevada a devorar al huésped reprodujo esa catarsis de autorreconocimiento que no admite otra mirada en el espejo que no sea la propia. La verdad, ¿era necesaria tanta exaltación para hacer visible la catolicidad del pueblo? Pasado el temor a una recepción fría o distante, todo parecía desmesurado, pues la inauguración a distancia de la iluminación de la estatua del Cristo del Cubilete y las reuniones con obispos latinoamericanos no parecían justificar el incómodo desplazamiento del obispo de Roma. Las dudas se disiparon pronto y al final los herederos de la tradición cristera, los mismos que jamás declinaron las banderas de la restauración, obtuvieron una nueva batalla simbólica sobre el viejo laicismo del Estado que hoy se busca precisar en el texto constitucional.
Los encargados de narrar la visita papal a Guanajuato dedicaron buena parte de sus observaciones a comparar el carisma de Juan Pablo II con el talante frío de su sucesor. A ojo de buen cubero, el alemán no tenía manera de salir bien librado. El primero arrebataba a las multitudes, las hacía delirar de emoción con sólo un gesto, una sonrisa o una palabra. El segundo, en cambio, es un teólogo, un pensador religioso, un ser conceptual carente de vivacidad emotiva. Ese era el personaje esperado por los 300 mil católicos invitados con boleto a presenciar los actos rituales.Y, sin embargo, al salir de México, al decir de Valentina Alazraki, Ratzinger parecía otro, casi un desconocido. La nostalgia, el fervor, la experiencia (y los medios) hicieron el milagro de convertir al anciano Ratzinger en un ídolo de masas: hasta un sombrero de charro se caló para fijar la previsible imagen final. Benedicto, hermano, ya eres mexicano, coreaban los fieles, apremiados por el animador, al despedirlo en la puerta del Colegio Miraflores, en León. Una vez más, la hospitalidad idiosincrática llevada a devorar al huésped reprodujo esa catarsis de autorreconocimiento que no admite otra mirada en el espejo que no sea la propia. La verdad, ¿era necesaria tanta exaltación para hacer visible la catolicidad del pueblo? Pasado el temor a una recepción fría o distante, todo parecía desmesurado, pues la inauguración a distancia de la iluminación de la estatua del Cristo del Cubilete y las reuniones con obispos latinoamericanos no parecían justificar el incómodo desplazamiento del obispo de Roma. Las dudas se disiparon pronto y al final los herederos de la tradición cristera, los mismos que jamás declinaron las banderas de la restauración, obtuvieron una nueva batalla simbólica sobre el viejo laicismo del Estado que hoy se busca precisar en el texto constitucional.
Ángel Guerra Cabrera: Benedicto XVI y la cooperación de marxistas y cristianos
La visita a Cuba del papa Benedicto XVI concluyó con gran éxito para el Vaticano y la Iglesia católica en la isla, así como para el pueblo y el gobierno cubanos. Fracasaron todas las provocaciones de la contrarrevolución, obediente a Estados Unidos, en su intento de enfrentar a la jerarquía eclesiástica nacional o al propio Sumo Pontífice con las autoridades de la isla, otra derrota para los planes subversivos de Washington, cuya política hacia Cuba tiene como objetivo central el derrocamiento del gobierno revolucionario.
La visita a Cuba del papa Benedicto XVI concluyó con gran éxito para el Vaticano y la Iglesia católica en la isla, así como para el pueblo y el gobierno cubanos. Fracasaron todas las provocaciones de la contrarrevolución, obediente a Estados Unidos, en su intento de enfrentar a la jerarquía eclesiástica nacional o al propio Sumo Pontífice con las autoridades de la isla, otra derrota para los planes subversivos de Washington, cuya política hacia Cuba tiene como objetivo central el derrocamiento del gobierno revolucionario.
Orlando Delgado Selley: Actores sociales y candidatos
Simultáneamente han aparecido dos pronunciamientos de grupos de ciudadanos esencialmente diferentes que irrumpen en la contienda político-electoral. Uno de ellos expresamente invita a los candidatos a responder por escrito una serie de preguntas y a presentarlas en un foro público. El otro insiste en la propuesta presentada hace tres años para tomar las medidas necesarias para llevar a México a un nuevo curso para el desarrollo.
Simultáneamente han aparecido dos pronunciamientos de grupos de ciudadanos esencialmente diferentes que irrumpen en la contienda político-electoral. Uno de ellos expresamente invita a los candidatos a responder por escrito una serie de preguntas y a presentarlas en un foro público. El otro insiste en la propuesta presentada hace tres años para tomar las medidas necesarias para llevar a México a un nuevo curso para el desarrollo.
A pesar del sesgo comercial y al parecer muy acorde con algunos aspectos de Televisa, el drama que escribió Arthur Miller hace más de sesenta años sigue interesando y conmoviendo a los espectadores actuales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario