REPORTAJE
Apenas sobreviven 34 CAER en todo el país
Por Gladis Torres Ruiz
México, DF, 26 mar 12 (CIMAC).- Al menos una vez en su vida, 13 mil mexicanas han sido agredidas por sus parejas; por falta de recursos 34 estancias que atienden este problema podrían cerrar.
En medio de la ola de violencia del narcotráfico que azota al país, y que tiene una de sus principales aristas en el recrudecimiento de las agresiones contra las mujeres, al menos 34 Centros de Atención Externa de Refugios para Mujeres Víctimas de Violencia (CAER) están en riesgo de cerrar sus puertas, luego de la “desaparición” de 50 millones de pesos (mdp) aprobados por la Cámara de Diputados para la operación de esas instancias.
En México 46.6 por ciento de las 30 mil mujeres casadas o unidas es sobreviviente de violencia física, sexual, económica o emocional ejercida por sus parejas, reportan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres en el estudio “Mujeres y hombres en México 2011”.
Muchas de esas miles de mujeres violentadas acuden, junto con sus hijas e hijos, a los CAER para ser atendidas y canalizadas a los refugios para víctimas de violencia. En estos centros se brinda atención sicológica, médica, pedagógica y de trabajo social, así como asesoría y acompañamiento jurídico.
Aurora del Río Zolezzi, directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR), precisa que el número de mujeres atendidas en los refugios se incrementó en los últimos dos años: en 2010 se atendieron mil 740 mujeres en 35 estancias, y en 2011 fueron atendidas 2 mil 118 en 41 refugios.
Y es que los refugios están funcionando “al tope”, sobre todo en el norte del país, debido al hervidero de la delincuencia organizada y la violencia contra las mujeres.
Rosa María Salazar, coordinadora de la Red Nacional de Refugios (RNR) –instancia civil que agrupa a instancias de todo el país–, advierte que los hombres aprovechan la ola criminal para someter a las mujeres.
“Llegan mujeres que son parejas de delincuentes, de zetas, de personas que están metidas en la delincuencia organizada. Hemos tenido casos de mujeres que llegan con tanto miedo que tienen que ser trasladadas a lugares lejanos, donde se sientan seguras”, explica.
En ese contexto, los CAER (que son el primer contacto de apoyo a las sobrevivientes de violencia antes de ser llevadas a los refugios confidenciales) se quedaron sin dinero para operar, luego de que la Secretaría de Salud federal negó recientemente la existencia de los 50 mdp etiquetados con ese fin por la Comisión de Equidad y Género de la Cámara baja.
Ante este “faltante”, las directoras de los 34 refugios integrantes de la RNR se reunieron en febrero pasado para determinar el futuro de los CAER. Acordaron que de no contar con los 50 mdp podrían cerrar los Centros de Atención Externa de Coahuila, Chihuahua, Morelos y Veracruz.
ESCENARIO DE VIOLENCIA
Según datos oficiales y de grupos civiles, en 2010 en Coahuila 51 mujeres fueron asesinadas violentamente. En Chihuahua en lo que va del año han sido ultimadas 60 mujeres, mientras que en el mismo año en Morelos fueron asesinadas 48. En Veracruz, de agosto de 2011 a febrero de 2012, hubo 30 casos de feminicidio.
Al Centro de Crisis Casa Amiga, que opera como un CAER en Ciudad Juárez, Chihuahua, llegan mujeres que han sufrido varios intentos de asesinato por parte de sus parejas. “Son mujeres que ya tocaron muchas puertas pidiendo ayuda y ninguna se abrió”, relata su directora, Irma Casas.
Casa Amiga labora de 9 de la mañana a 5 de la tarde. A diario realiza de 25 a 30 entrevistas iniciales y hace el seguimiento de siete casos. Ahí trabajan cuatro psicólogas y tres abogadas que atienden en promedio a más de 40 personas. Cuenta también con una línea telefónica de atención las 24 horas. Se trabaja día y noche en una ciudad “donde no se nos da ninguna garantía”, critica Casas.
La vulnerabilidad de los CAER es similar a la de los refugios. Por ejemplo, el 9 de junio de 2010 14 policías –seis de ellos con armas de alto poder– ingresaron al refugio “Sin violencia”, en la misma urbe fronteriza, para buscar a una menor de edad.
Hasta la fecha, ni las autoridades municipales ni las estatales han reubicado el refugio, tal y como lo solicitaron desde hace casi dos años su directora y coordinadora administrativa Almendra Robles Rosales y Elia Orrantia Cárdenas, respectivamente.
Rosa María Salazar recalca que la crisis económica y la “desaparición” de los 50 mdp para los CAER afectarán los servicios que se prestan para las mujeres víctimas de violencia. También se pone en riesgo la vida de las mexicanas, alerta.
México, DF, 26 mar 12 (CIMAC).- Al menos una vez en su vida, 13 mil mexicanas han sido agredidas por sus parejas; por falta de recursos 34 estancias que atienden este problema podrían cerrar.
En medio de la ola de violencia del narcotráfico que azota al país, y que tiene una de sus principales aristas en el recrudecimiento de las agresiones contra las mujeres, al menos 34 Centros de Atención Externa de Refugios para Mujeres Víctimas de Violencia (CAER) están en riesgo de cerrar sus puertas, luego de la “desaparición” de 50 millones de pesos (mdp) aprobados por la Cámara de Diputados para la operación de esas instancias.
En México 46.6 por ciento de las 30 mil mujeres casadas o unidas es sobreviviente de violencia física, sexual, económica o emocional ejercida por sus parejas, reportan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres en el estudio “Mujeres y hombres en México 2011”.
Muchas de esas miles de mujeres violentadas acuden, junto con sus hijas e hijos, a los CAER para ser atendidas y canalizadas a los refugios para víctimas de violencia. En estos centros se brinda atención sicológica, médica, pedagógica y de trabajo social, así como asesoría y acompañamiento jurídico.
Aurora del Río Zolezzi, directora general adjunta del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR), precisa que el número de mujeres atendidas en los refugios se incrementó en los últimos dos años: en 2010 se atendieron mil 740 mujeres en 35 estancias, y en 2011 fueron atendidas 2 mil 118 en 41 refugios.
Y es que los refugios están funcionando “al tope”, sobre todo en el norte del país, debido al hervidero de la delincuencia organizada y la violencia contra las mujeres.
Rosa María Salazar, coordinadora de la Red Nacional de Refugios (RNR) –instancia civil que agrupa a instancias de todo el país–, advierte que los hombres aprovechan la ola criminal para someter a las mujeres.
“Llegan mujeres que son parejas de delincuentes, de zetas, de personas que están metidas en la delincuencia organizada. Hemos tenido casos de mujeres que llegan con tanto miedo que tienen que ser trasladadas a lugares lejanos, donde se sientan seguras”, explica.
En ese contexto, los CAER (que son el primer contacto de apoyo a las sobrevivientes de violencia antes de ser llevadas a los refugios confidenciales) se quedaron sin dinero para operar, luego de que la Secretaría de Salud federal negó recientemente la existencia de los 50 mdp etiquetados con ese fin por la Comisión de Equidad y Género de la Cámara baja.
Ante este “faltante”, las directoras de los 34 refugios integrantes de la RNR se reunieron en febrero pasado para determinar el futuro de los CAER. Acordaron que de no contar con los 50 mdp podrían cerrar los Centros de Atención Externa de Coahuila, Chihuahua, Morelos y Veracruz.
ESCENARIO DE VIOLENCIA
Según datos oficiales y de grupos civiles, en 2010 en Coahuila 51 mujeres fueron asesinadas violentamente. En Chihuahua en lo que va del año han sido ultimadas 60 mujeres, mientras que en el mismo año en Morelos fueron asesinadas 48. En Veracruz, de agosto de 2011 a febrero de 2012, hubo 30 casos de feminicidio.
Al Centro de Crisis Casa Amiga, que opera como un CAER en Ciudad Juárez, Chihuahua, llegan mujeres que han sufrido varios intentos de asesinato por parte de sus parejas. “Son mujeres que ya tocaron muchas puertas pidiendo ayuda y ninguna se abrió”, relata su directora, Irma Casas.
Casa Amiga labora de 9 de la mañana a 5 de la tarde. A diario realiza de 25 a 30 entrevistas iniciales y hace el seguimiento de siete casos. Ahí trabajan cuatro psicólogas y tres abogadas que atienden en promedio a más de 40 personas. Cuenta también con una línea telefónica de atención las 24 horas. Se trabaja día y noche en una ciudad “donde no se nos da ninguna garantía”, critica Casas.
La vulnerabilidad de los CAER es similar a la de los refugios. Por ejemplo, el 9 de junio de 2010 14 policías –seis de ellos con armas de alto poder– ingresaron al refugio “Sin violencia”, en la misma urbe fronteriza, para buscar a una menor de edad.
Hasta la fecha, ni las autoridades municipales ni las estatales han reubicado el refugio, tal y como lo solicitaron desde hace casi dos años su directora y coordinadora administrativa Almendra Robles Rosales y Elia Orrantia Cárdenas, respectivamente.
Rosa María Salazar recalca que la crisis económica y la “desaparición” de los 50 mdp para los CAER afectarán los servicios que se prestan para las mujeres víctimas de violencia. También se pone en riesgo la vida de las mexicanas, alerta.
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