Gabriela Rodríguez
Mientras
el conflicto magisterial crece y la reforma educativa no alcanza a
convencer ni al magisterio de Oaxaca ni al de Guerrero, en Puebla se
presenta una iniciativa legal para impartir educación religiosa en las
escuelas. La propuesta para modificar el artículo 2º de la Constitución
local, hecha por Juan Carlos Espina von Roehrich, argumenta que es
necesario homologar los criterios relacionados con la libertad de
religión de la reforma al artículo 24 constitucional que está por
aprobarse; se busca meter el famoso párrafo suprimido en la primera
propuesta de dicha reforma, porque, evidentemente, amenaza el derecho a
la educación laica.
Se propone que el
Estado respetará la libertad de los padres y, en su caso, de los tutores legales para garantizar que los hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. A estas alturas del siglo XXI suena hasta grotesco. ¿Será que la derecha está empoderada por el nombramiento de un papa latinoamericano?, aunque más parece una cortina de humo ante las dificultades para aterrizar la reforma educativa.
La iniciativa atenta contra la educación laica y la libertad de
conciencia de niñas, niños y adolescentes. La Convención de los
Derechos del Niño llevó a considerar a las personas menores como
sujetos de proteccióny
de derecho, en su artículo 14 señala:
Los estados parte respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. La libertad de profesar la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás. Los
demáspodrían ser sus padres; sin embargo, la misma convención afirma el interés superior del niño y señala que
el ejercicio de los derechos de los adultos no podrá en ningún momento ni en ninguna circunstancia condicionar el ejercicio de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
El marco jurídico nacional protege el derecho a la educación laica.
Se trata de los párrafos que no fueron alterados por la reforma
educativa de febrero. Los párrafos I y II del artículo tercero
constitucional dicen:
I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa; II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
La Ley Federal de Protección de los Derechos de niñas, niños y adolescentes confirma en el artículo 36 que:
Niñas, niños y adolescentes gozarán de libertad de pensamiento y conciencia. Por su parte, la Ley General de Educación establece:
Art. 8: Los programas educativos establecerán mecanismos para que se permita un espacio de libertad ajeno a cualquier preeminencia de alguna doctrina religiosa o interés político.
Violentar
los derechos y libertades de niñas, niños y adolescentes es desconocer
su calidad de sujetos humanos, un acto grave de discriminación por
condición de edad. Padres de familia y docentes no sólo tienen que
respetar los derechos de los menores, sino que están obligados a
protegerlos.
El artículo 4º constitucional establece que
los ascendientes, tutores y custodios tienen la obligación de preservar y exigir el cumplimiento de estos derechos y principios. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.
La religiosidad es un rasgo que expresa las diferencias culturales.
Según la Encuesta Mundial de Valores 1981-2008, la religión es
importante en la vida para más de 50 por ciento de la población de los
países de América, incluyendo México y Estados Unidos, lo cual
contrasta con algunos países europeos y asiáticos: menos de 13 por
ciento de los suecos, franceses y alemanes valoran importante la
religión en sus vidas, y así la valora menos de 6 por ciento de
japoneses y chinos (World Values Survey 1981-2008, www.worldvaluessurvey.org).
Hay también factores sicológicos vinculados a la religiosidad. El
sicólogo Satoshi Kanazawa, de la London School of Economics and
Political Science, en un ambicioso estudio longitudinal encontró que
las personas con inteligencia mayor al promedio (medida por IQ) se
adhieren más a los valores liberales y son más propensos al ateísmo;
podría ser una medida de sobrevivencia –explica el investigador–,
porque imitar las creencias y acciones de la mayoría o del entorno
puede salvar a individuos con inteligencia menor a la media (“ Why Liberals and Atheists Are More Intelligent”, Social Psychology Quarterly. Vol. 73, No. 1, 33–57 http://spq.sagepub.com).
En vez de retroceder las libertades es imperativo mantener la
religión en el ámbito privado y mejorar la calidad educativa. Es muy
lamentable que se haya cancelado el programa radiofónico Religiones del
Mundo, conducido desde hace 18 años por Bernardo Barranco, colaborador
de este diario. Urge fortalecer la difusión de la ciencia, el arte y
las humanidades no sólo en la escuela, sino también en los medios.
¡Hagamos una generación más inteligente!
Twitter: @Gabrielarodr108
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