12/31/2013

Ni más ni mejores empleos con el tratado comercial


TLCAN, dos décadas
Grupo de ONG realiza un recuento de los daños

Patricia Muñoz Ríos
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 3

A 20 años de haber sido suscrito el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), éste ha fracasado en cada una de sus promesas. Más comercio y más inversiones no se han traducido en más y mejores empleos para los mexicanos. Por el contrario, en dos décadas se ha registrado ecocidio y la devastación del campo mexicano, la industria nacional está desmantelada, en el país crece el desempleo, la precariedad laboral y bajos salarios y se sigue arrojando a millones de compatriotas a la migración.

Organizaciones no gubernamentales realizaron un recuento de daños de las dos décadas del TLCAN, en el que concluyeron que el sueño norteamericano se convirtió para los mexicanos en pesadilla económica.
Entre las organizaciones que realizaron este análisis se encuentran la Asociación Mexicana de Mujeres Líderes Micro Empresarias; Bia’lii, Asesoría e Investigación; el Centro de Promoción y Educación Profesional Vasco de Quiroga; Colectivo Ciudadano Conciencia Libertaria; Comité 1968 por las Libertades Democráticas y Jóvenes frente al G-20, entre otras.

En un pronunciamiento público que dieron a conocer ayer señalan que sólo con la razón de la fuerza, el fraude, el engaño y el sometimiento a intereses extranjeros se ha podido mantener el TLCAN.
Indicaron que afianzada en más de un millar de reformas constitucionales y modificaciones a leyes y reglamentos nuestro sistema jurídico se adapta a las disposiciones del TLCAN y se ha configurado a la Constitución de nuestro país, como la que arropa a los grandes capitales privados, a quienes se les otorgan plenos derechos, privilegios y garantías para sus inversiones y ganancias pero nulas obligaciones laborales, sociales, ambientales y productivas para con México.

Con este tratado, el país se enganchó a la región de América del Norte, encabezada por Estados Unidos, en la que corporaciones expolian y explotan a los pueblos, y reprodujo el modelo económico que le dictaron desde los organismos financieros mundiales, caracterizado por la polarización y descomposición social, la desarticulación regional y productiva. Una región en la que la militarización y el gasto bélico no tienen comparación en otras latitudes, desde la cual se promueve el gobierno de las corporaciones.


TLCAN, dos décadas
Daños por 40 mil mdd a transportistas

Miriam Posada García
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 3

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha dejado a los transportistas mexicanos daños por 40 mil millones de dólares, discriminación, la imposibilidad de ampliar su mercado e invertir en Estados Unidos, porque Washington mantiene cerrada su frontera.

El director general de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), José Refugio Muñoz López, dijo que después de 20 años de incumplimiento y de haber recurrido a todas las instancias que el TLCAN establece, los transportistas mexicanos interpusieron una demanda en contra del gobierno estadunidenses por los daños ocasionados al mantener cerrada su frontera, impedirles circular por sus carreteras e inhibir inversiones.

El daño estimado, dijo, es de 40 mil millones de dólares, 2 mil millones por cada año que la frontera ha estado cerrada para las unidades nacionales; sin embargo, las disposiciones en materia de arbitraje establecidas en el propio acuerdo señalan que sólo se pueden reclamar las afectaciones de los pasados tres años, de tal forma que además de todos los agravios los transportistas aspiran a ser indemnizados con sólo 6 mil millones de dólares.

Explicó que la Canacar presentó la demanda en contra del gobierno estadunidense a través de un despacho de aquel país, porque así lo permite el acuerdo comercial. Además de la Canacar demandan en lo individual las empresas nacionales de transporte, y están a la espera de la resolución.

José Refugio Muñoz López dijo que la Canacar optó por esta medida a pesar de que el gobierno mexicano está a la espera de que el Congreso de Estados Unidos resuelva si el Programa Demostrativo de Transporte Transfronterizo dio resultado y existen condiciones para abrir la frontera a los transportistas mexicanos, pero es programa no es representativo porque sólo participan alrededor de 20 empresas con 44 unidades que no reflejan la realidad ni el tamaño del sector mexicano.

Aseguró que si en este momento se abriera la frontera, habría por lo menos mil 200 empresas de transportes dedicadas a la importación y exportación listas para entrar a las carreteras estadunidenses y competir de manera leal con los transportistas de ese país, que han sido los principales opositores a la entrada de los camiones mexicanos.

Muñoz López dijo que el TLCAN consideraba también que los mexicanos pudieran invertir en empresas de transporte en Estados Unidos, al principio el gobierno incumplió también con esa parte del acuerdo. Ahora ya podemos invertir allá, pero si no podemos llevar nuestras unidades a nadie la interesa establecer una empresa en Estados Unidos.

Al cierre de la frontera y las limitaciones para invertir se suma uno de los factores que más mella han hecho en el gremio: la discriminación a la que son sometidos los transportistas mexicanos a quienes se les exige hablar inglés a pesar de que no se internan más allá de la zona comercial de Estados Unidos, presentar documentación, someterse a diversas pruebas y revisiones exhaustivas, además de llevar las unidades impecables.




TLCAN, dos décadas

Reportan que la apertura de Pemex es fruto del tratado

También en EU el empleo sigue siendo tema pendiente


Walmart se consolidó en México después de la firma de TLCANFoto Ap
David Brooks

CorresponsalPeriódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 5
Washington, 30 de diciembre.

La promesa fue de mayor prosperidad y empleo como resultado del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canada, pero 20 años más tarde Estados Unidos tiene el nivel más alto de desigualdad económica en casi un siglo, una de sus capitales industriales acaba de declarar la bancarrota, se han perdido millones de empleos de ingreso medio, hay más hambre y menos movilidad socioeconómica y el propio presidente estadunidense reconoce que la esencia de lo que se llamaba el sueño americano se está anulando.

Aunque las condiciones económicas actuales en este país no se pueden atribuir exclusivamente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es innegable que estas tendencias se aceleraron en los 20 años en que ha estado en vigor el acuerdo, y por ello continúa el gran debate que estalló con la promoción del tratado en este país.

Aquí, los promotores del libre comercio y gran parte de la cúpula política y empresarial señalan como prueba del éxito de su gran experimento la multiplicación del volumen comercial entre México y Estados Unidos a más de 500 mil millones de dólares, como el incremento en inversión estadunidense en México, y repiten que eso ha generado millones de empleos.
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Carla Hills, quien fue representante de Comercio de Estados Unidos y principal negociadora del TLCAN, celebra en el número más reciente de la prestigiosa publicación Foreign Affairs que el acuerdo creó un mercado regional con un valor de 19 billones de dólares, con 470 millones de consumidores y subraya que la Cámara de Comercio calcula que unos 6 millones de empleos estadunidenses dependen del comercio con México. El TLCAN fue el primer acuerdo integral de libre comercio en vincular naciones desarrolladas y en desarrollo, y logró un apertura de mercado más amplio y más profunda que cualquier acuerdo comercial anterior.

A la vez, los promotores consideran que fue a partir del TLCAN que México no sólo abrió sus mercados, sino ocasionó un giro en su política que llevó a mayor democracia y cooperación en asuntos de seguridad nacional. De hecho, dentro de la Casa Blanca, la promoción del acuerdo no se contemplaba sólo como un tratado comercial, sino fue explícitamente considerado una prioridad de seguridad nacional.

Más aún: aquí se reporta que la actual apertura de Pemex y el sector energético mexicano es fruto de tendencias políticas que se fueron promoviendo a partir del TLCAN. El Wall Street Journal, en un editorial, señaló que la ley de energéticos aprobada en México continúa una tendencia que se inició con una serie de presidentes promercado y que continuó con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1993.

Los opositores sostienen que el acuerdo fue nada menos que un experimento peligroso de cúpulas empresariales que estableció no sólo la liberalización comercial, sino también un código de derechos y privilegios supranacionales para la inversión internacional; de hecho, consideran que es más bien un acuerdo de inversión para facilitar el flujo del capital. Afirman que sirvió de marco para políticas económicas internacionales de privatización y desregulación que tienen relación directa con desastres para sectores sociales en el sector manufacturero, pequeños productores agrarios y la crisis ambiental en los tres países.

Según un nuevo informe que resume los resultados del acuerdo a sus 20 años elaborado por Public Citizen, el tratado es causante de la pérdida de un millón de empleos estadunidenses, un déficit comercial estadunidense de 181 mil millones de dólares con sus socios del pacto, la duplicación de la migración desde México, más de 360 millones de dólares en fondos públicos de cada uno de los tres países pagados a empresas por demandas contra regulaciones nacionales o locales, y un mayor nivel de desigualdad económica, entre otras cosas (el informe completo, que incluye efectos en los tres países).

Este mismo debate continúa hoy día con la negociación de más acuerdos comerciales, como la Asociación Transpacífico, que Lori Wallach, de Public Citizen, caracteriza como el TLCAN en esteroides, entre otros. Los críticos advierten que el tratado sigue siendo el marco para la Asociación Transpacífico, como antes para otros acuerdos, incluso para la Organización Mundial de Comercio, todo a pesar de que los daños del TLCAN para las poblaciones están a la vista.




TLCAN, dos décadas
Nueva visión o será obsoleto: Medina Mora
En febrero se reunirán los líderes de México, EU y Canadá

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Jaime Serra Puche, Carla Hills y Michael Wilson (sentados) firmaron en San Antonio el protocolo del acuerdo que acabaría por convertirse en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el 7 de octubre de 1992. Estuvieron presentes Carlos Salinas de Gortari, George Bush y Brian Mulroney, mandatarios de México, Estados Unidos y CanadáFoto Los Pinos

Notimex
 Periódico La Jornada
Martes 31 de diciembre de 2013, p. 2

México, Estados Unidos y Canadá buscarán en la cumbre de líderes de febrero avanzar en una nueva visión estratégica de Norteamérica, al cumplirse el 20 aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró el embajador mexicano ante Washington, Eduardo Medina Mora.

El diplomático comentó que la nueva visión debe incorporar sectores que no tenían el mismo peso hace 20 años, como la tecnología de la información, operaciones en red, así como la nueva realidad energética regional y la formación de capital humano.

De lo que ahora se trata es de construir esta visión de gobiernos para que, a través de políticas públicas enfocadas en bajar los costos de transacción y aumentar la competitividad de la región, podamos aprovechar mucho más del potencial que todavía tenemos, afirmó el funcionario en entrevista.

Los presidentes Enrique Peña Nieto, Barack Obama y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, tienen previsto reunirse en la segunda mitad de febrero en algún lugar de México, aún por definir, como parte de los encuentros de líderes de Norteamérica que se realizan desde 2005.

Entre los temas de interés para el gobierno mexicano figuran el crecimiento económico, la competitividad, ciencia y tecnología, así como infraestructura y educación.

Medina Mora, quien asumió el cargo el pasado 14 de enero, dijo que el TLCAN dio pasos a una muy efectiva integración de las cadenas productivas y de valor en manufacturas, y servicios, con énfasis en la industria automotriz y electrónica.

Ahora también involucra el sector aeroespacial y manufactura avanzada en componentes más sofisticados para la industria y también en el diseño e investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y nuevos equipos, que empresas como General Electric o 3M realizan en México, destacó.

Medina Mora sostuvo que la lógica de la nueva visión es incrementar las capacidades de los tres países para impulsar los niveles de bienestar y empleo en toda la región.

En el caso de la relación económica México-Estados Unidos, el diplomático comentó que muchos de los avances en los primeros 20 años del TLCAN fueron producto de sus reglas, pero no necesariamente por acciones de los gobiernos, sino de las empresas y agentes económicos.

Ambos gobiernos enfocan ahora sus esfuerzos en construir una visión estratégica compartida respecto del espacio económico común que es Norteamérica, puntualizó.

Medina Mora afirmó que en ese marco se inscribió la visita de Obama a México en mayo, cuando los dos mandatarios acordaron crear un grupo de diálogo de alto nivel y el foro binacional sobre educación e innovación.

Vamos a proteger, preservar y potenciar la relación que tenemos a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y sobre todo que esto se mire como la región compitiendo y comerciando con Asia, explicó.

El embajador hizo notar, por ejemplo, que en la frontera México-Estados Unidos existe un avance importante, pero ciertamente insuficiente respecto de la dimensión y la dinámica del comercio.
Hay mejor infraestructura y mejores sistemas, pero no a la altura del potencial de intercambio comercial, subrayó en alusión al hecho de que por la frontera transitan unos 420 mil millones de dólares de mercancías con costos más altos de lo que deberían ser.

El Banco Norteamericano de Desarrollo (Nadbank) estima que se requiere una inversión de mil millones de dólares anuales durante una década para modernizar la infraestructura de la frontera México-Estados Unidos.
Ex embajador en Gran Bretaña, Medina Mora expresó que México también sigue con atención las negociaciones del acuerdo de inversión y comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, aun cuando no están tan avanzadas como las de la Alianza Transpacífica (TPP).

México y Canadá no sólo estamos atentos a negociaciones con Europa, sino creo que tenemos un papel activo que jugar, como en el sector automotriz que es una actividad integrada de un producto norteamericano, explicó.

En nuestro interés está la preservación de la acumulación de la regla de origen porque uno de las factores fundamentales en nuestra capacidad de mayor comercio y más interacción con Europa es que incorporemos contenido que no sólo es mexicano o canadiense, sino norteamericano.

Aunque Medina Mora aplaudió que la administración de Obama haya aceptado tener consultas permanentes, expresó su expectativa de que México y Canadá puedan incorporarse a esta negociación en el momento oportuno.


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