11/03/2014

Los periodistas pal café. . .




La evidente desproporción entre atacar a jóvenes estudiantes de una normal rural o hacerlo contra otros jóvenes presuntamente miembros de una banda del crimen organizado (así se le llama de manera generalizada) ha permitido a la masacre de Tlatlaya, estado de México, mantenerse en un segundo plano respecto de la de Iguala, Guerrero, aunque los ribetes de la ejecución de 22 supuestos delincuentes pudieran resultar incluso peores en cuanto a responsabilidad directa y sostenida del gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto, por cuanto significaron la confirmación extrema de una política (también criminal, también organizada) de ‘‘limpieza social’’ practicada por las fuerzas armadas del país y exhibieron una sancionable red de complicidades entre élites políticas (incluyendo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, cuyo titular busca tranquilamente un nuevo periodo de consumo presupuestal).
En Tlatlaya se cometió otro crimen de Estado, pero las circunstancias han permitido a dos mexiquenses, Eruviel Ávila y Enrique Peña Nieto, administrar la crisis e ir arrojando retazos expiatorios para aparentar medidas justicieras. Ayer se informó que la Procuraduría General de la República ‘‘cumplimentó’’ órdenes de aprehensión contra siete elementos de tropa acusados de diversos delitos, tres de esos militares específicamente acusados de homicidio calificado. Pero, a pesar del revoloteo documental que puedan armar la PGR y los jueces civiles, los presuntos culpables están en prisión militar y sujetos a las disposiciones administrativas o discrecionales de los altos mandos castrenses. Ante las dimensiones de esa barbarie, cuya difusión también ha rebasado las fronteras, el ocupante actual de Los Pinos y el general a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional han hecho discursos impecables para proclamar respeto apasionado a los derechos humanos y resplandor inequívoco del imperio del estado de derecho.
No es fácil, sin embargo, atribuir los hechos de Tlatlaya solamente al desbordamiento individual de ánimos de ciertos integrantes de la base de una pirámide de mando que castiga con rigor extremo las desobediencias. Tampoco es posible olvidar o hacer a un lado que a lo largo del país se suceden los ‘‘enfrentamientos’’ entre grupos delincuenciales que son ‘‘abatidos’’ por fuerzas armadas (Sedena o marinos) que sufren bajas ínfimas o resultan absolutamente indemnes a pesar de que con frecuencia esos grupos gubernamentales, según la narrativa oficial, son atacados por sorpresa o emboscados por bandas que cuentan con armamento de primera línea.
En Tlatlaya no hay altos mandos involucrados ni acusados, como tampoco los hay en Iguala, donde pareciera que la conversión de terrenos cercanos a la ciudad en multitudinarios cementerios clandestinos se produjo sin que la ‘‘inteligencia’’ militar supiera algo, ignorante también del predominio público y notorio de determinados bandos criminales, en el caso los Guerreros Unidos y sus asociados políticos, como el presidente municipal y su esposa.
En el estado de México, por lo demás, se vive una imparable espiral de violencia criminal contra mujeres y, en general, contra ciudadanos indefensos que están a dos fuegos: el de los cuerpos policiacos mayoritariamente controlados por los cárteles dominantes de cada región, y el de estos cárteles propiamente. El desgobierno de Eruviel es agravado por las riñas políticas con el peñismo, aunque los priístas cálculos electorales para el año venidero hacen que la cruda realidad mexiquense sea mediáticamente diluida.
En ese contexto funerario adjudicable a los malos gobiernos y sus relaciones complicitarias con la delincuencia ya también gobernante, el Día de Muertos celebrado ayer tuvo una connotación distinta al alegre ingenio tradicional. Peor que la muerte es la incertidumbre y aún más si ese desconocimiento de la verdad pasa por el martirio incesante de la presunción fundada de que los seres queridos pueden estar sufriendo o sufrieron agresiones salvajes. En el ánimo nacional estuvo presente ayer el recuerdo de los muertos en general, pero particularmente el de los seis jóvenes asesinados en Iguala y la demanda incesante de que aparezcan vivos los 43 que siguen desaparecidos, al igual que los gobiernos encargados de encontrarlos y hacer justicia.
Otro mandatario local, el del Distrito Federal, logró salir adelante de una operación a corazón abierto que le fue practicada este fin de semana. Miguel Ángel Mancera ha sido un deportista aplicado y su condición física le permitió una recuperación extraordinaria, según el parte médico. Los riesgos quirúrgicos a que estuvo expuesto llevaron a Los Pinos a ofrecer a sus propios médicos y a proponer el traslado de Mancera al Hospital Militar. Sin embargo, todo se desahogó en el establecimiento privado ABC, donde horas después de la operación el propio paciente envió un comunicado e incluso habló brevemente ante la prensa por teléfono móvil, con lo que se atajó cualquier posibilidad de licencia médica y nombramiento de un encargado del despacho en el GDF.
Entre otros méritos, Jorge Saldaña tuvo el de mostrar de manera incansable y con gran profesionalismo el buen uso que los medios electrónicos de comunicación pueden tener en cuanto a difusión cultural y debate político. Con un estilo sin concesiones a lo ramplón, siempre analítico y puntilloso, el nacido en Banderilla, Veracruz, el 5 de enero de 1931 condujo programas en radio y televisión que perduran en la memoria (Anatomías, Sopa de letras, Sábados con Saldaña, Nostalgia y el postrer Añoranzas, entre otros) pero que invariablemente suscitaron la incomodidad censora de los dueños y directivos de esos medios. El ejercicio de independencia editorial y de sentido crítico de Jorge Saldaña se enaltece históricamente frente a lo que durante décadas ha sido el manejo político-empresarial de la televisión y la radio. Gracias, Jorge.
Y, mientras Eugenio Derbez, estrella de Televisa, ha expresado al periodista Jorge Ramos, en Univisión (de Televisa), su vergüenza y dolor por un México de corrupción y de impunidad en el que ‘‘ni siquiera tu presidente es capaz de poner orden’’ (http://bit.ly/1wqI8PC), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Hernández, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



La mafia está ganando terreno en un nuevo negocio: el robo y venta de gasolina. Pensemos de buena fe: supongamos que sin proponérselo el gobierno la está ayudando fijando precios muy altos a la de Petróleos Mexicanos (Pemex.) En Jalisco y varios lugares de la República, la mafia vende a seis pesos el litro de Magna, mientras que Pemex la subió desde el sábado a $13.22 y la Premium a $14. De acuerdo con una fuente confiable de Amegas, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, la mafia la roba de los ductos de Pemex y tiene una red de distribución que ha ido creciendo con rapidez. Tiene centros fijos de venta y también hace una operación tipo lechero: recorren las colonias llevando la gasolina en bidones. Los franquiciatarios de Pemex contemplan una situación muy difícil en el futuro, pues tendrán que competir con empresas como Exxon, Shell, Valero, etcétera, que tendrán sus propias gasolineras, más la mafia que ya está aquí y ganando territorios.
Tequila por whisky
Poco a poco el tequila ha ido dejando de ser mexicano, al menos en lo que respecta a la propiedad de las marcas. El gobierno gestionó y consiguió a muy alto precio la ‘‘denominación de origen’’ para beneficio de empresarios mexicanos que han ido entregando el negocio a sus socios extranjeros. Hoy día es una de las bebidas de mayor demanda en el mundo, pero las utilidades son escasas para quienes trabajan la tierra. La compañía Diageo PLC está por cerrar un trato de intercambio con la compañía José Cuervo que daría a Diageo la posesión total del famoso tequila a cambio de Bushmills, su marca de whisky. Están cerca de cerrar el trato. Los detalles de la negociación se conocerán esta semana. Diageo alcanzaría su ambición de impulsar su presencia en el segmento del tequila después de que fracasaron sus esfuerzos por comprar José Cuervo hace dos años. Diageo y José Cuervo –esta última propiedad de la familia Beckman en México–, han controlado la distribución mediante un pacto que terminó el año pasado. Aunque José Cuervo es la marca más grande de tequila, no tiene el crecimiento del que sí disfruta Don Julio, con un portafolio creciente de tequilas que goza de un 25% de aumento en ventas al año. Diageo es la distribuidora de licor más grande del mundo, con marcas que incluyen los whiskys Johnnie Walker y Blue Label, el vodka Smirnoff, la ginebra Tanqueray y Bushmills –la mayor marca de whisky irlandés, cuyas raíces se pueden trazar desde el siglo XVII.
Pluris para rato
Pueden dormir tranquilos los plurinominales. La Suprema Corte les extenderá hoy un certificado de supervivencia por muchos periodos más cuando rechace la propuesta del PRI para hacer una consulta ciudadana con miras a eliminar a 100 diputados y 32 senadores en esas condiciones. En este caso la razón principal no será que la Constitución prohíbe al tribunal autorizar consultas que incidan en los ingresos y egresos del Estado. Según el ministro Fernando Franco González, encargado de preparar el proyecto, otra de las prohibiciones que contempla la Constitución incide en la materia electoral. Eso abarca mucho, incluyendo la elección de los pluris. Pero tampoco podría hacerse una consulta sobre la elección fraudulenta de un Presidente de la República. La pregunta que el tricolor deseaba plantear a los ciudadanos es: ‘‘¿Estás de acuerdo en que se modifique la Constitución para que se eliminen 100 de los 200 diputados federales plurinominales y las 32 senadurías (también) plurinominales?’’ No pasará más allá de la Corte. En otras palabras, son un fracaso la reforma constitucional y la Ley Federal de Consulta Popular. Fue redactada –y aprobada– por PRI, PAN y PRD, de tal manera que no opere nunca. Escuchar la vox populi es una amenaza para la corrupción de la partidocracia y el fraude electoral.
El Banco de México y los problemas sociales
La ‘‘verdad oficial’’ durante el calderonismo fue que la violencia no afectaba a las inversiones. Lo repitieron mil veces los secretarios de Hacienda y el gobernador del Banco de México. Ya cambiaron de opinión. Obviamente sí afecta. BdeM inclusive habló el viernes de las consecuencias negativas de los problemas sociales sobre la economía. ¿Cuáles son?. No lo dijo, pero no se necesita ser premio Nobel para saberlo: fuga de capitales y devaluación de la moneda. Dos años de priísmo han llevado al país ooootra vez muy cerca de un agujero.



Me dice un buen amigo: no es que dude de ti, al menos (aclara previsor) en lo que expusiste en la columneta pasada, pero a lo que no puedo dar crédito es a los términos del artículo que comenzaste a transcribir. ¿En verdad hay más? Le contesto, exponiendo a continuación los renglones que faltaron y otros que se han agregado al paso de los días, porque la mala leche parece ser inagotable. Nos quedamos en la orden que el komintern de Ayotzinapa dio a sus pupilos: olviden sus tenis Lacoste, Gucci, Ferragamo. Usen los huaraches que nos mandaron de China y Tailandia (y por supuesto de Corea del Norte). Ah, y los que se hayan hecho la pedicure recientemente, tápense los dedos con lodo, qué tal y los hacen bailar Vámonos para Guerrero al compás del combo show del doctor Fernández.
Tercera llamada, tercera. Continuamos. Ese viernes en la noche el gran evento era un festival del DIF organizado por María de los Ángeles Pineda, esposa del alcalde perredista José Luis Abarca. Nadie ha aclarado qué iban a hacer los normalistas a Iguala. (Ni modo que fueran al festejo porque, primero, iban de huaraches, y, segundo, no se encontraron sus nombres en la lista de invitados). Algunos guerrerenses piensan que tenían órdenes de reventar la fiesta de la primera dama (sic). ¡Entras cañón! Ahora sí que, además de experto en economía, finanzas y ciencia política, el narrador le hace a las encuestas, a la precognición, la telepatía y la clarividencia. ¿Como cuántos son algunos y quiénes esos algunos? ¿Tan ilustres descendientes de Kalimán no podrían echarle una manita a la PGR para la pronta localización de los muchachos?
Después de tanta sabiduría vienen las dudas: No sabemos por qué si los ayotzinapos fueron detenidos en Iguala, la policía municipal los trasladó a Cocula (…) “Tampoco sabemos por qué Guerreros Unidos querría ejecutar a estos jóvenes” (¿Pues no que usted conoce lo que piensan algunos guerrerenses? Por favor, haga un esfuerzo y concéntrese. Recuerde que ya hay jugosas recompensas y además el sospechosismo es su especialidad).



Los políticos y las fuerzas antimigrantes han llamado a sellar la frontera con México desde hace décadas y en años más recientes han sumado a su petición el tema de la amenaza de las drogas. Al ser declarada la infinita guerra contra el terrorismo después del 11-S, también hubo quienes emplearon esa nueva amenaza en una nueva combinación de argumentos: ilegales, drogas y terroristas. Ahora con el brote de ébola, y los primeros casos aquí, varios políticos y comentaristas advierten que musulmanes extremistas suicidas infectados a propósito, que trabajan con cárteles mexicanos, podrían ingresar para contaminar a la población de este país como parte de un complot y, de nuevo, llaman a sellar la frontera.
Tal vez tienen razón.
Pero al evaluar esos argumentos, la evidencia indica que sí: se debería pensar en sellar la frontera, pero del lado mexicano contra las amenazas que provienen desde el norte. Entre las múltiples razones, se podrían incluir estas seis:
Primero: el ébola está en Estados Unidos y no hay casos en México o América Latina. El manejo inicial de la enfermedad por el país más avanzado del mundo no inspira confianza en su capacidad para enfrentar desafíos de este tipo. Si se aplica la misma lógica de los estadunidenses que quieren sellar la frontera, se tiene que concluir que para la protección de la salud pública de los latinoamericanos (y para no tener que depender de burócratas a cargo del manejo de esta enfermedad), tal vez es hora de sellar la frontera y no permitir el ingreso de estadunidenses hasta que éstos comprueben que están haciendo lo necesario para controlar la enfermedad, incluido, por ejemplo, el envío, en proporciones similares, de médicos y expertos en salud que Cuba ha hecho a África.



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La firma del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) marca con toda claridad el inicio del derrumbe agrícola de granos básicos en México, de la autosuficiencia alimentaria estratégica, y desde luego de la economía familiar de millones de pequeños productores del campo.
En 1995 el país sembraba 12.5 millones de hectáreas de los cuatro básicos de nuestra ali-mentación (maíz, frijol, trigo y arroz), y en este año siembra de ellos escasamente 10.0 millones de hectáreas (Gráfico 1), la mis-ma superficie de 2013.
A pesar de esta reducción de la superficie sembrada, la producción conjunta de estos básicos logró seguir creciendo aunque a una tasa media anual de sólo 0.8% y pasar de 23.5 millones de toneladas en 1995 a 27.5 millones en 2013 (G-2), rezagándose respecto al consumo interno el cual fue cubierto con crecientes importaciones que casi se han triplicado: de 4.3 millones de toneladas en 1995 a 12.4 millones en 2013.
Según estimaciones de Sagar-pa, en este año la producción de los cuatro básicos aumentará un 2.8% y llegará a 28.3 millones de toneladas, de las cuales 22.9 millones serán de maíz, 3.9 de trigo, y 1.3 de frijol (G-3), aumentos que obedecen a un factor climático favorable y al empeño de los productores, y no a políticas acertadas del gobierno que son inexistentes.
Ciertamente en los últimos años (2011-2014) se registra una cierta reducción de las importa-ciones de básicos tanto en tér-minos de volumen (-0.9% anual) como en porcentaje del consumo (-0.3% anual), particularmente en el caso del maíz (G- 4); ello asumiendo que las estimaciones para 2014 sean acertadas.



Para aquellos pesimistas que reclaman porque en este país nada crece (salvo el número de muertos y de las fosas clandestinas, más el volumen de las fortunas de los Forbes), la Secretaría de Hacienda ha tenido a bien informar que en lo que va del sexenio peñanietista la deuda pública por mexicano, incluidos los recién nacidos, se ha incrementado hasta llevarla a 58 mil 417 pesos.
Con lo anterior, y si se consideran los gobiernos panistas, a lo largo del presente siglo la deuda pública cargada en los hombros de cada uno de los mexicanos que habitan aquí ha crecido la friolera de 427 por ciento, al pasar (prorrateo de por medio) de 10 mil 200 pesos al comienzo del sexenio foxista a 50 mil 342 pesos al concluir el calderonista, y de allí a 58 mil 417 pesos al cierre de septiembre de 2014, con Enrique Peña Nieto en Los Pinos. Y de cereza, una economía que se mantiene en el suelo, con un avance promedio anual en el periodo de 1.8 por ciento y el 60 por ciento de la población ocupada en la informalidad.
La Jornada (Israel Rodríguez) lo resume así: “en lo que va del actual sexenio el sector público federal se ha endeudado a un ritmo de mil 675 millones de pesos diarios, cantidad que, comparativamente, equivale a que en sólo 59 días se contratan pasivos por un monto que equivale al presupuesto anual destinado a la seguridad nacional, se desprende de informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
“Así, en los 668 días transcurridos desde el primero de diciembre de 2012, cuando empezó el actual gobierno federal, hasta septiembre pasado, el monto de la deuda en su expresión más amplia representada por el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público aumentó en un billón 119 mil 527 millones, cantidad equivalente al doble del gasto en salud previsto para 2015.
“Los más recientes informes sobre las finanzas públicas y la deuda correspondientes al cierre del tercer trimestre del año, emitidos por la Secretaría de Hacienda, precisan que el monto total de la deuda del sector público, en su concepción más amplia, ascendió a 7 billones 10 mil 39 millones de pesos a septiembre de 2014, cantidad equivalente al 41 por ciento del monto total de los bienes y servicios que producirá el país en todo 2015, calculado en 17 billones 96 mil 300 millones de pesos, de acuerdo con cifras oficiales… También es equivalente a poco menos del doble del gasto que el gobierno canalizará a educación y que será para el próximo año de 651 mil 87 millones de pesos”.
Pues bien, en el arranque sexenal el inquilino de Los Pinos prometió a los mexicanos resultados tangibles, y uno de ellos está a la vista: en apenas 22 meses de gobierno, cada uno de los mexicanos que habitan aquí vio crecer su deuda (que quiéranlo o no deberán pagar, por obra y gracia gubernamental) en 8 mil 75 pesos, y contando, monto que es independiente de las deudas personales.
Con Enrique Peña Nieto en la residencia oficial, y a su lado Luis Videgaray, el doblemente galardonado ministro del año, el saldo de la deuda pública ha crecido a un ritmo diez veces mayor que el de la economía (19 por ciento contra 1.75 por ciento, en promedio, siempre y cuando este año el PIB avance 2.4 por ciento), y ha llevado el monto del débito a un nivel histórico.
El 65 por ciento de los mexicanos ocupados (en términos laborales, claro está) obtiene un ingreso que va de cero a tres salarios mínimos, y el incremento de la deuda pública por habitante sólo en lo que va del sexenio peñanietista equivale a poco más de cuatro meses de ese mini ingreso. Si se toma la cantidad acumulada (los 58 mil 417 pesos por cabeza), entonces el monto es equiparable a dos años y cuatro meses de salario mínimo, factura que se traslada, sin consulta alguna, a la espalda de cada uno de los moradores de este país.
En el desglose estadístico que la Secretaría de Hacienda presenta en sus Informes de la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al tercer trimestre de 2014, divulgado el pasado viernes, se anota que en lo que va del presente sexenio el saldo de la deuda del gobierno federal se ha incrementado 18.5 por ciento (5 puntos porcentuales más del producto interno bruto); el relativo al débito del sector público federal aumentó 18.4 por ciento (1.5 puntos más del PIB) y el correspondiente al histórico de los requerimientos financieros del sector público (el débito en su concepción más amplia) 19 por ciento (5 puntos más).¿Y la economía?: 1.75 por ciento, como promedio anual.
Por ejemplo, en este último concepto la Secretaría de Hacienda detalla que casi dos décadas después del rescate bancario de 1995, el saldo de los pasivos del IPAB (heredero del Fobaproa) rebasa los 857 mil millones de pesos; el correspondiente al rescate carretero de 1997 se acerca a 159 mil millones de pesos; mientras el relativo a los Pidiregas ronda los 100 mil millones de pesos. Ambos rescates y la solución definitiva al problema de inversión en Pemex y CFE, como en su momento lo calificó) son herencias del gobierno zedillista.


 

El Consejo de la Judicatura Federal (CJF) precisó ayer los delitos que se imputan a los siete efectivos del Ejército consignados hasta ahora por la muerte de 22 civiles en el municipio de Tlatlaya, estado de México, el pasado 30 de junio. De acuerdo con una tarjeta informativa divulgada por esa instancia del Poder Judicial, a Alan Fuentes Guadarrama, Julio César Guerrero Cruz, Roberto Acevedo López, Samuel López, Ezequiel Rodríguez Martínez, Fernando Quintero Millán y Leobardo Hernández Leonides se les imputó su presunta responsabilidad por ejercicio indebido del servicio público; a Quintero, Acevedo y Hernández se les atribuyó también su presunta responsabilidad por homicidio calificado en agravio de ocho presuntos secuestradores, abuso de autoridad y alteración ilícita del lugar y vestigios del hecho delictivo. En cuanto al teniente Ezequiel Rodríguez Martínez, fue acusado además del delito de encubrimiento, en la hipótesis de no procurar impedir la consumación de un ilícito.

El Consejo Internacional del Foro Social Mundial sobre Ayotzinapa
Las organizaciones integrantes del Consejo Internacional del Foro Social Mundial, reunidas en Túnez este 1º de noviembre de 2014, nos sumamos a la condena internacional de la brutal represión sufrida por los estudiantes de la Normal de Maestros de Ayotzinapa, Guerrero, que significó el asesinato de tres estudiantes y el secuestro de 43 normalistas por la policía, quienes continúan desaparecidos después de más de un mes, sin que increíblemente el gobierno mexicano pueda encontrarlos, no obstante tener ya detenidos a algunos responsables.

La semana pasada, en su página editorial, el New York Times se refirió al pánico que ha cundido entre un puñado de senadores y representantes demócratas ante la posibilidad de perder su relección en los comicios que se efectuarán mañana en Estados Unidos. Tal vez una de las más significativas referencias del texto es la deslealtad de los legisladores que llegaron al Congreso en 2008 gracias a la popularidad y propuestas de campaña de Barack Obama. La esperanza que despertó su campaña y proyecto de gobierno fueron decisivos en los millones de votos que obtuvo el Partido Demócrata en las urnas.

Uno de los textos políticos más significativos publicados en los tiempos recientes, me parece ser el de Blanche Petrich en las páginas de este diario el pasado 31 de octubre, en el que se describe con gran emoción la entrevista que sostuvieron en Los Pinos los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos (y hermanos, algunos facilitadores y periodistas), con el Presidente de la República, rompiéndose algunos precedentes establecidos que parecían insalvables. Tales encuentros, por excepción, se producían siempre entre los reclamantes y los secretarios de Estado, cuando mucho, pero no directamente con el jefe de las instituciones.

El pueblo mexicano sufre con indignación y con dolor la comisión de dos crímenes coincidentes en el tiempo, ambos cometidos por los poderes del Estado. Uno, el homicidio perpetrado por policías de unos jóvenes estudiantes y la desaparición forzada de otros; el otro, este crimen político y social, fue cometido por medio de una sentencia nada menos que de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que cerró la posibilidad de que la ciudadanía ejerza su derecho de opinar en un asunto vital para la soberanía nacional y para el futuro del Estado.

Por una pequeña ventaja, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, logró recientemente la relección. Al celebrar su triunfo dijo que tendrá que ser mejor presidenta que hasta ahora. No será fácil, pues ahora deberá entablar negociaciones con los partidos opositores en el Parlamento a fin de hacer realidad sus promesas de campaña. Entre ellas sobresale una gran reforma política que permita recuperar la confianza que los ciudadanos perdieron en los políticos y los funcionarios públicos por ineficientes y corruptos, de lo que no escapa la empresa mayor del país, Petrobras. A ello se agregan las medidas para que la economía vuelva a la senda del crecimiento, reducir la inflación, mejorar los servicios de salud, educación, transporte y agua potable, y acortar la desigualdad social y económica que hoy existe.

Dada la incertidumbre del entorno que sería afectado para bien o para mal, y desde luego estamos partiendo de la base sobre la cual, geográficamente hablando, se analizan cuidadosamente, al extremo, todas las circunstancias geológicas, hidrológicas, sociales y sobre todas las cosas, que agreguen comodidad, seguridad y satisfacción, no únicamente, al ser humano como tal, sino como ciudadano al que se le deben agregar recursos para su beneficio sobre los que ya tenga en el terreno donde se pretenda construir una obra, que ya de suyo implica la inversión que siendo, como lo es, muy grande, comparada con los recursos económicos y financieros, que en cualquier parte del planeta del que estemos hablando, son recursos que también es posible emplear en una obra diferente, de diversa ubicación y lo mismo en cuanto hace a su ubicación relativa, es decir, que estamos hablando de que no hay que errar en una mínima consideración siquiera, en conceder el debido peso de la unidad con la que se mida cada área de acción en la que se está planeando trabajar, y cuánto tiempo se va a emplear tanto en el presente como en el futuro.

La fase de la comunicación rutilante desde el gobierno que se impuso durante casi un año y medio se truncó de modo abrupto. No es lo mismo anunciar planes, proyectos, reformas promisorias y expansiones productivas esperadas, que toparse con múltiples víctimas mortales de la violencia que asuela al país, explicar qué sucedió y encontrar y castigar a los responsable de los hechos.

Como tenía que ser, salió por la puerta de atrás, discretamente. Pero no en silencio. Apenas meses antes de su fallecimiento, Jack Bruce sacó Silver Rails (Esoteric Antenna, 2014), magistral como todas sus grabaciones de estudio; nuevamente con la colaboración de los virtuosos que tuvo por amigos, como Robin Trower y Phil Manzanera, y su hija, la rapera Aruba Red. Con hígado prestado, y deteriorada la vida, cerró en perfección su ciclo de medio siglo. Roger Waters reiteraría que nunca conoció un bajista mejor dotado. Bruce estuvo (y no lo notó nadie) en la médula del fenómeno que transformó al rock en música en toda la extensión de la palabra. Precozmente, pero con razón, José Agustín ya hablaba de una nueva música clásica en el año de La Crema, 1966.

El silencio es lo que hace grande a la música. En la arquitectura de los sonidos la colocación y el tiempo de los silencios es lo que en la música construye catedrales. Así, con el encantamiento del silencio se convierte a la música en el espejo de la vida, pues ambas comienzan y terminan en aquel. O como lo expresa con experiencia Daniel Barenboim: cuando la tocamos, la música nos hace alcanzar un estado de paz único, pues a través del sonido podemos controlar la relación entre la plenitud y la nada.

Los festivales internacionales de cine en México gozan de prestigio y de amplia cobertura mediática gracias a sus esfuerzos por reunir en ciudades importantes o en centros turísticos una selección del cine mundial más representativo, así como lo más novedoso de la producción nacional. Una sólida infraestructura, una amplia convocatoria de medios y la asistencia de actores y realizadores, todo en alfombras rojas esforzadamente glamorosas, contribuyen a garantizar su impacto mediático.
Sebastián Castella se enredó con la miel en penca del toro de La Estancia y formó un poema torero de ímpetu melancólico. Honda languidez juvenil de mundos encontrados en su interior que lo transportaban al más allá y le permitían despedirse del torero alincantino José María Manzanares, fallecido este lunes y substituir a su hijo del mismo nombre que estaba en este cartel.



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