Cuántos tiemblan por Abarca?

Serpientes y Escaleras

Salvador García Soto

El alcalde y su esposa son una fuente de información privilegiada para saber cómo operaba su grupo delictivo

La detención de José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda es un golpe oportuno en la investigación sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, sobre todo porque se da en momentos en que la credibilidad y capacidad del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, y en particular de la PGR, ya eran puestas en duda por no lograr avances contundentes 39 días después de los hechos. Sin embargo, a reserva de lo que ya declaran el alcalde y su esposa, falta ver si ellos realmente saben cuál fue el destino y paradero de los 43 normalistas.

Abarca y Pineda serán consignados en las próximas horas como presuntos autores intelectuales de la desaparición de los normalistas, pero todo apunta a que resultarán “autores” pero sin mucho intelecto. Desde el sábado que desaparecieron los normalistas se sabe de una llamada entre el gobernador Ángel Aguirre y el alcalde de Iguala, en la que el hoy mandatario con licencia le habría preguntado si él dio la orden de que los desaparecieran. “Yo ordené que los detuvieran, pero nunca que los mataran o se los llevaran”, le habría respondido Abarca. “¿Pero entonces dónde están?”, insistió Aguirre. “Yo no sé a dónde se los llevaron o qué les hicieron”, fue la respuesta del alcalde ahora detenido. 

Pero eso no quiere decir que lo que ya empezaron a declarar José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda no sea importante para la investigación de la PGR sobre lo que ocurría no sólo en Iguala, sino en todo Guerrero y parte del Estado de México. En su situación, el alcalde y su esposa se convierten en una fuente de información privilegiada y de primera mano para saber cómo operaba su grupo delictivo y quiénes estaban en sus redes de protección y apoyo político y económico. 

Muchos políticos deben estar más que preocupados por lo que sabe la pareja imperial y lo que están dispuestos a revelar para atenuar su muy grave situación jurídica. ¿Hasta dónde llegaba, por ejemplo, su relación con el gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero? ¿Qué políticos recibieron financiamiento de la pareja para sus campañas? ¿Cuántos de los que aparecen en fotos o videos con ellos eran parte de una red política vinculada a sus actividades delincuenciales? ¿Cuántos de los que han negado conocerlos o tener algún vínculo con ellos han mentido? 

Eso es lo importante de la captura del matrimonio Abarca-Pineda ¿Qué tanto la PGR y el gobierno están dispuestos a ir al fondo de la corrupción y la complicidad política que cobijó al imperio delictivo de esta singular pareja y su grupo delincuencial en Guerrero? Ningún “Pacto por la seguridad” como el que ahora propone el Presidente para salir de la grave crisis que Ayotzinapa ha traído a su gobierno será viable si no comienza por ir a fondo en el combate a la simbiosis y la corrupción entre políticos y narcotráfico. Y Abarca y su esposa podrían ser la punta de lanza. Ese es el valor de su captura. 

NOTAS INDISCRETAS… Ayer llegaron al Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL, Lic. Juan Francisco Ealy Ortiz, dos cartas aclaratorias sobre lo publicado el pasado martes en este espacio. En ellas los señores Jaime Camil Garza y Oliver Fernández Mena niegan haber sido “gestores” en el caso de Oceanografía y las acusaciones contra su dueño Amado Yáñez. Ambos personajes sostienen que “las aseveraciones escritas sobre un servidor son absolutamente falsas”. Rechazan haber pactado o recibido un pago de 10 millones de dólares. No dudo de sus afirmaciones ni tengo porque hacerlo, pero sí aclaro que las menciones sobre su aparición en este caso no son mías sino de fuentes cercanas al caso, cuya identidad me reservo, pero que sostienen, ellos sí, que sus nombres le fueron sugeridos a Yáñez para resolver sus problemas. En ningún caso yo afirmo que ellos hayan recibido dinero y, como señala Oliver, no tengo documentos que lo soporten, porque dudo mucho que existan documentos en acuerdos de ese tipo. En todo caso es la versión de abogados que han litigado en este caso y la muy respetable palabra de los dos personajes mencionados. Por lo demás no soy el primer periodista que escribe sobre el papel de brokers que realizan, de manera conjunta, los señores Camil Garza y Oliver Fernández, que han sido mencionados como actores en varios negocios comunes en distintos espacios, incluidos algunos de este mismo diario. Reitero pues que no pongo en duda la palabra de ambos y respeto su derecho de réplica y aclaración, pero no son afirmaciones personales la fuente de la información publicada… Escalera mandan los dados.

sgarciasoto@hotmail.com