7/04/2016

Los periodistas pal café. . . .


Sonó a declaración de guerra inminente: solemne, seco, el secretario de Gobernación declaró formalmente agotado el tiempo político de las negociaciones y el diálogo, y anunció que en breve se estarían tomando las decisiones necesarias para permitir el tránsito en vías estratégicas y el abastecimiento de las comunidades. El cuadro de belicismo por desatar en minutos o en horas fue agravado por las evocaciones de diazordacismo al pie de la letra que se permitió hacer el gobernador de Chiapas, el Verde joven Manuel Velasco Coello, al declarar que hemos sido tolerantes hasta extremos criticables. Velasco, o el espíritu del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz (quien había dicho un mes antes de la represión en Tlatelolco de 1968 que hemos sido tolerantes hasta extremos criticados), hablaba así en conferencia de prensa que dio flanqueado por su secretario general de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, y el general de brigada diplomado de Estado Mayor Crisanto García, recién nombrado jefe de Estado Mayor de la séptima Región Militar con sede en Tuxtla Gutiérrez.
Por fortuna, hasta el momento de redactar las presentes líneas el secretario Osorio Chong no había dado satisfacción a los nostálgicos del diazordacismo y sus luces de bengala al aire ni a la Real Academia Española, que en su diccionario define la locución adverbial en breve como algo que ha de suceder dentro de poco tiempo, muy pronto. A pesar del tono inequívocamente perentorio, un virtual ultimátum, los emplazamientos adversos continuaron sus faenas de socavamiento mutuo pero sin pasar a mayores. Los profesores y quienes les apoyan contra la reforma educativa mantuvieron los bloqueos carreteros y las manifestaciones de protesta. El gobierno federal prosiguió con su campaña promotora de una versión de desabastecimiento de comestibles y gasolina como en situaciones de guerra (con Indiana Meade, titular de la Sedefoto –la secretaría de estado que en el subibaja futurista se está llevando la atención de los medios, en lugar del caído Aurelio Nuño–, llevando provisiones a través de todo un puente aéreo).
El chonguista amago de beligerancia en breve se produjo en ausencia de Enrique Peña Nieto, quien cumplió su gira por Chile sin los sufrimientos que le tocaron en Canadá ante los Dos Amigos, Obama y Trudeau, que le colocaron en una situación más que incómoda en términos de escenografía, lingüística y discursos. El regreso a casa del ex gobernador del estado de México no precipitó la batalla física, como era de suponerse. Por el contrario, el fin de semana transcurrió en una especie de tregua: miles de policías federales se mantuvieron en espera de una orden para comenzar a retirar bloqueos, pero no fueron requeridos (al menos, se ha de insistir, a la hora de teclear la presente columna, dos tensas noches después del emplazamiento hecho por Osorio Chong); los bloqueos carreteros fueron flexibilizados mediante modalidades que en resumidas cuentas permitieron el paso de vehículos (salvo los distribuidores de productos alimenticios trasnacionales) y los funcionarios en traje de campaña, el titular de la SG y el de la Sedefoto (también conocida, ésta, como Sedesol), pusieron palomita a sus tareas específicas: Osorio hizo sentir que el gobierno federal ponía un alto aunque fuera discursivo a los desmanes en Oaxaca y Chiapas, y de una u otra forma conseguía cierta liberación de pasos carreteros (¿a cambio de posponer en el primer estado la aplicación de las impugnadas evaluaciones?), y José Antonio Meade reportaba a la superioridad (y a los medios) que había derrotado el desabasto que en realidad había sido inventado o cuando menos magnificado en aras de simular que en Oaxaca había una población a punto de morir de inanición que en sus casi últimas palabras imploraba la intervención armada del peñismo salvador.
Haber librado incruentamente las tentaciones y las evocaciones del diazordacismo cuando menos unos días después de las proclamas osoriochonguistas (¿genuinas en su momento o mera pose de ganancia personal a partir de ciertas negociaciones secretas de dosificada distensión?) debería llevar a ambas partes a esforzarse en evitar que haya más derramamiento de sangre y que el país pueda entrar en una fase de turbulencia incontrolable (el tecleador de las presentes digresiones está consciente, al hacerlas, de que al momento de ser publicadas pudiera haberse dado antes una noche y madrugada de combate abierto entre los federales y los profesores y ciudadanos que les apoyan).
No está el gobierno de Peña Nieto en condiciones de iniciar una represión masiva en Oaxaca y Chiapas, que fueron las entidades señaladas por Osorio Chong en su alocución del viernes, ni en otros lugares como Guerrero y Tabasco, por señalar algunos. Los niveles de popularidad de EPN son tan bajos que en realidad han de leerse en términos de repudio. El funcionamiento de su gabinete es pésimo, con falta de sensibilidad social y múltiples evidencias de corrupción en todos los niveles. La situación económica es mala (no sólo por derivaciones internacionales) y alzas a la gasolina y recortes presupuestales en áreas básicas como salud y educación presagian una evolución fuerte del mal humor social. Con una poca de sensatez, Peña Nieto no debería agregar a ese coctel la dinamita de la represión por motivos políticos.
La dirigencia magisterial opositora a la reforma educativa, en especial la sección 22 del SNTE, que en la práctica es CNTE, debería atender las líneas de un pronunciamiento de autoridades municipales y agrarias de la Mixteca, reunidas este 2 en Asunción Nochixtlán, quienes son solidarias plenamente con la lucha de los profesores y rechazan la postura del gobierno federal, pero exigen a los compañeros maestros que avancen en el saneamiento de sus filas y se reconstruyan para fortalecer el movimiento popular.
Y, mientras la fotógrafa jornalera María Meléndrez ha sufrido una más de las agresiones policiacas en la Ciudad de México contra el ejercicio periodístico, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Foto
Es un mal punto de referencia que la campaña de 2018, en la que Ricardo Monreal apunta como aspirante a gobernador (ese será el nuevo título) de la Ciudad de México, registre el secuestro de su suegro, Juan Pérez Martínez. Hay pistas a seguir: una de ellas apunta al desalojo realizado en el edificio ubicado en Benjamín Hill número 12, invadido por integrantes de la Asamblea de Barrios, en la Condesa. Tras el suceso, personal de la delegación Cuauhtémoc recorrió varias colonias para detectar más inmuebles tomados por asociaciones. El registro dio por resultado más de 700 predios. Pero no es la única pista…
No pudo sostener la promesa
La memoria es porosa, pero el 4 de enero de 2015 el presidente Peña Nieto a través de Twitter dijo: Gracias a la reforma hacendaria, por primera vez en cinco años ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, diésel y gas Lp. Sufrimos gasolinazo el primero de julio y ahora le toca a la luz. ¿Qué está sucediendo? ¿Será que la reformas, como tanto lo advertimos, iban a ser un fracaso? Anuncia la CFE que habrá incrementos en las diferentes tarifas, tanto para consumidores residenciales como industriales, debido (esa es la coartada) a que el precio del combustóleo y el gas natural subieron de precio, lo que hizo insostenible la promesa presidencial. La tarifa para el sector doméstico de bajo consumo no mostrará movimiento, aseguran. Sin embargo, las familias que viven en la zona cálida de la República –la frontera norte, de Mexicali a Matamoros– consumen mucha luz porque sus aparatos de aire acondicionado trabajan horas extras. Aunque sean de escasos recursos, no se benefician con la tarifa baja.
Primer día, el caos
Sin hacer un solo disparo, la ineficacia y la corrupción en el manejo de la política ambiental causan más bajas que el narco, o al menos un número parecido. El director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Mauricio Hernández, dijo: En México se calcula que fallecen anualmente 20 mil personas en todo el país, y cerca de 9 mil en el área metropolitana, durante su intervención en el Encuentro nacional de respuestas al cambio climático: calidad del aire, mitigación y adaptación, celebrado en la Ciudad de México. Ya que las autoridades no pueden con el crimen, deberían al menos detener la contaminación. Pero la aplicación de la nueva norma ambiental, el viernes pasado, produjo un caos viable memorable (regresaron a circulación los automóviles con hologramas 0 y 00) y tardanza en los verificentros, y la intervención de la Profepa se tradujo en hallazgo de irregularidades y clausuras de verificentos. Peor, imposible. Algunos de los estados que comprende la mal llamada Megalópolis no están listos, les falta equipo. Así que el viernes primero de julio, después de concluir el programa emergente, regresaron a la calle cerca de 600 mil vehículos y con ellos las vialidades se convirtieron en estacionamientos.

La columneta, tras su breve e inusual descarrío emocional, regresa a la brega con ímpetus adolescentes. Apuntad bien, pero sin odio, reza la hipócrita arenga falangista escrita en el Alcázar de Toledo durante la traición a la República y la sumisión al fascismo. Es decir: apuntar con tino, disparar con certeza y arrebatar una vida sin remordimiento ni culpa, pero, eso sí, con prístino amor al prójimo. Dice el señor cardenal Norberto Rivera: La Iglesia católica no fomenta el odio. Veamos dos párrafos que nos quedaron pendientes del decreto de excomunión a don Miguel Hidalgo, comenzado a comentar hace unas columnetas y emitido por un ancestro. Juzguen ustedes:
“Lo excomulgamos y anatemizamos y (...) lo secuestramos para que pueda ser atormentado eternamente por indecibles sufrimientos (…) Que el Hijo, quien sufrió por nosotros, lo maldiga. Que el Espíritu Santo, que nos fue dado a nosotros en el bautismo, lo maldiga. Que la Santa Cruz, a la cual Cristo, por nuestra salvación, ascendió victorioso sobre sus enemigos, lo maldiga. Que la santa y eterna madre de Dios lo maldiga. (¿La virgencita, la madre de Jesús, la fuente del amor y la ternura es convocada a sumarse al crimen de odio de este sicópata?)
“Que San Miguel, el abogado de los santos, lo maldiga. Que todos los ángeles, los principados y arcángeles, los principados y las potestades y todos los ejércitos celestiales, lo maldigan. Que sea San Juan el precursor, San Pablo y San Juan Evangelista y San Andrés y todos los demás apóstoles de Cristo juntos lo maldigan. (Por favor, si alguien se quedó afuera de esta retahíla, que se apunte o cierre la puerta) (…) Que todos los santos, desde el principio del mundo y todas las edades, lo condenen. Y que el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos lo condenen.
Que sea condenado en su boca, en su pecho y en su corazón y en todas las vísceras de su cuerpo. Que sea condenado en sus venas y en sus muslos, en sus caderas, en sus rodillas, en sus piernas, pies y en las uñas de sus pies. Que sea maldito en todas las junturas y articulaciones de su cuerpo, desde arriba de su cabeza hasta la planta de su pie; que no haya nada bueno en él. Que el hijo del Dios viviente, con toda la gloria de su majestad, lo maldiga. Y que el cielo, con todos los poderes que en él se mueven, se levanten contra él. Que lo maldigan y condenen. ¡Amén! Así sea. ¡Amén! ¡Ah, pero eso sí, sin asomo de odio y con pleno amor a Dios!

El fantasma de la Pérfida Albión regresa disfrazado de referendo. En una decisión que consternó al mundo, el oportunismo político, verdades a medias, mentiras, ignorancia y la irresponsabilidad de la prensa coincidieron para propinar un golpe bajo a la Inglaterra que apostó por la unidad europea. Ganó la perversión de un sistema que, en última instancia, obtiene más beneficios dividiendo que amalgamando recursos para distribuirlos más equitativamente. Los sueños aterrizaron en una realidad que va más allá de las aspiraciones de quienes ahora se dan cuenta de su error y de la posibilidad de la balcanización europea. Es una realidad en la que se han puesto de relieve las insuficiencias de millones de ingleses marginados del bienestar, pero también de los millones de seres que han llegado a Europa para escapar de la guerra y la pobreza. Fue la contundente realidad que, entre otros acuerdos, torpedeó el de Shengen, que garantizaba la libre circulación en países participantes en el pacto europeo. Para quienes con las mejores intenciones diseñaron la posibilidad de una Europa unida, no encajaba una variante relacionada con la imposibilidad de crear una región desarrollada y próspera en un mundo cada vez más integrado, pero a la vez más desigual. Así es como se puede ver y entender la salida de Inglaterra de la Unión Europea.

El anuncio formal lo hizo –casualmente– unos pocos días antes de los comicios del 5 de junio, y su compromiso –producto de un pacto para el crecimiento, y no por un decreto– fue que a mediados de ese mes –es decir, el que ya pasó– se haría público el acuerdo tripartito para un aumento al salario mínimo, que será efectivo antes de que concluya el año (se supone que 2016).
Esa fue la oferta del secretario peñanietista del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, quien a finales de mayo presumió que la negociación sobre el particular va por buen camino y existen todas las condiciones para hacerlo (el incremento del mini ingreso), como resultado de la estabilidad macroeconómica, el aumento en la productividad laboral y la baja sensible en la informalidad.
Más de un mes después, y tras la masacre electoral que registró su partido, el tricolor, nada ha dicho Navarrete Prida sobre el particular: ni cuándo, ni cómo, ni cuánto (aunque es de sobra conocida la intentona propagandística de su anuncio en el mes de la madre) aumentaría (versión oficial) el salario mínimo, que se mantiene en niveles verdaderamente raquíticos.
De hecho, cercanos los comicios del 5 de junio, Navarrete Prida declaró que las pláticas sobre el incremento al salario mínimo no se detuvieron, sino que simplemente no se hicieron públicas ante el proceso electoral que se vive en el país, pero –detalló– “desde finales de abril se instaló el diálogo con los factores de la producción (los empresarios y los supuestos líderes obreros, con el gobierno en calidad de mesero) para que el eventual acuerdo permita que la justicia social vaya integrada en este pacto (es decir, la que el Constituyente de 1917 incluyó desde entonces) y con la finalidad de que sea global, no sólo en cuanto al salario mínimo.
De cualquier suerte se olvidó del secreto, y lo hizo público el 31 de mayo ante los empresarios agremiados en la Canacintra. Por ello, los famélicos asalariados de este país deben estar más que felices y motivados con la promesa incumplida del secretario del Trabajo, una más del gobierno peñanietista. En su anuncio original, Navarrete Prida todavía tuvo tiempo de aventarse la puntada de subrayar que tenemos que aprender nuevas cosas los mexicanos, dialogándolo con quienes hoy representan 80 por ciento del producto interno bruto y podemos encontrar esta salida.
Pero qué más da, si se trata de (otra) promesa (incumplida) de Navarrete Prida, quien se mantiene tomado de la mano de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), un organismo ferozmente burocrático encargado de contener el avance salarial en el país, aunque la ley diga todo lo contrario.
El titular de la STPS, junto con la Conasami, ha dado largas y más largas al asunto del aumento al salario mínimo. De hecho, va para dos años que esta última institución (así le llaman) se comprometió a presentar una propuesta seria en torno a un incremento sustancial al mini ingreso, pero siempre y cuando no altere los beneficios ni los privilegios del capital.
Cómo olvidar que desde octubre de 2014 la Conasami y su sempiterno presidente, Basilio González (cuyo sueldo, obvio es, rebasa por muchísimo al mini ingreso de los trabajadores que dice cuidar), anunció la creación de la Comisión Consultiva para la Recuperación Gradual y Sostenida de los Salarios Mínimos Generales y Profesionales, con el objetivo, dijo, de revisar la mejor forma de aumentar tal indicador sin afectar a los demás factores de la producción (es decir, a los patrones).
Para ello la citada comisión entregaría un informe en abril de 2015 que incluiría –según promesa original– los mecanismos viables y sostenidos para la recuperación del salario mínimo, lo cual, obvia y descaradamente, incumplió. Apenas si se molestó en anunciar que decidió posponer la fecha a junio de 2016, es decir, un mes atrás, y de nueva cuenta falló. Total, no hay prisa.
Como siempre, el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM nos ilustra sobre este tema estratégico y da seguimiento al indicador real que mide la pérdida de poder adquisitivo del salario mínimo: ¿cuántas horas tiene que laborar diariamente un trabajador para adquirir una Canasta Alimenticia Recomendable? (el tiempo de trabajo necesario para adquirir la CAR depende de tres factores: el precio de la canasta, el monto del salario mínimo y el número de horas de una jornada laboral).
Pues bien, en 1987 un trabajador destinaba el ingreso de media jornada laboral (cuatro horas y tres minutos) para adquirir una CAR completa, pero en la medida en que se ha dado el incremento en la pérdida del poder adquisitivo, a lo largo de los años, para el 26 de abril del 2016 el trabajador ya tenía que laborar 23 horas 22 minutos (equivalentes a tres jornadas laborales) para poder acceder a la misma canasta.
El CAM detalla que las personas actualmente se ven obligadas a considerar otras alternativas para tener acceso a una canasta básica: buscar un doble empleo, aunque sea en condiciones precarias; que más miembros de la familia trabajen y tengan un ingreso, así sea precario, para contribuir al gasto de la familia; recurrir al mercado informal; emigrar a otra región del país o al extranjero.

Con raíces en las antiguas civilizaciones sármata y escita, y con las migraciones de eslavos, normandos y escandinavos, la Rusia actual inició su conformación hacia el siglo VIII con principados y asentamientos en torno a dos grandes ríos el Dniéper y el Volga que conectan al Báltico con el mar Negro. En el siglo XIV, Moscú logró la supremacía sobre los otros principados medievales, y en el XV la iglesia ortodoxa se declara ajena a Roma. En 1613 se funda la dinastía Romanov, y en 1721 Pedro el Grande constituye el Imperio Ruso; en 1812 derrota la invasión napoleónica, y se consolida la Rusia zarista. En 1917 la Revolución rusa finiquita a la monarquía imperial y establece un régimen comunista, articulado posteriormente en cabeza de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) hasta su desintegración en 1991, tras el brutal choque del socialismo soviético con el corporativismo global afuera, un Gorbachov adentro y un Yeltsin de bisagra.
A partir del derrumbe, Rusia adopta el nombre de Federación Rusa y constituye con otras repúblicas de la ex-URSS la Comunidad de Estados Independientes (CEI), agrupación enfocada a la integración económica y defensa militar del área.
El cambio súbito de una economía estatal centralmente planificada a una de mercado abierto fue traumático y elevadísimo su costo social: caída del PIB, el consumo, la inversión, el comercio exterior, y los niveles de vida; se dispararon la inflación, escasez, desigualdad, pobreza y corrupción. Fue hasta la segunda mitad de los 90s que la economía rusa se estabilizó e inició su recuperación.

El país festeja el 240 aniversario de su independencia este 4 de julio. El espectáculo patriótico, rodeado de banderas y hot dogs, que culmina con fuegos artificiales, todo acompañado por himnos que ensalzan a la república y a Dios (que aparentemente tuvo algo que ver), oculta –como en todo el territorio– más de lo que revela.
Tal vez por ello el himno nacional estadunidense es, posiblemente, el único en el mundo que está lleno de dudas e interrogantes, como reveló de manera brillante Laurie Anderson hace años. Es un himno que empieza con la pregunta ¿Aún puedes ver?, y acaba con ¿Dime si esa bandera de estrellas aún ondea?”. El himno no ofrece respuesta.
Cómo hablar de memoria nacional en un país que tiene una extraordinaria capacidad de amnesia –en parte por su mito sagrado de que hay que ver hacia el futuro, no hacia atrás (tal vez eso se explica en parte por ser un país de migrantes). Ese fue el argumento de Barack Obama cuando primero ocupó la Casa Blanca. Hay que proseguir hacia adelante, insistió al evitar investigar y fiscalizar a los oficiales responsables de ordenar la tortura y desapariciones forzadas en la guerra contra el terror. Tampoco el espionaje masivo ilegal de ciudadanos, sobre todo disidentes, ni los ejecutivos responsables del fraude más grande de la historia en Wall Street, que llevó a la destrucción de millones de empleos y a la crisis más grave desde la gran depresión. Absoluta impunidad encubierta por la exhortación al olvido, perdón, al futuro.


Por regla general, cuando se produce un incremento de precios en los servicios, las autoridades del sector correspondiente cumplen con el requisito de informar a quienes han de pagarlo cuáles son las razones técnicas del mismo, y es usual que pongan el acento en un periodo previo al aumento en el cual los consumidores disfrutaron de una tarifa que, naturalmente, era inferior a la nueva. Tampoco es infrecuente que sitúen la subida en un marco económico mucho más amplio (que viene a ser el que en última instancia la determina) y dentro de un proyecto de desarrollo que exige eventuales esfuerzos de los ciudadanos. De tal modo, la medida –que por comprensibles razones difícilmente es bien recibida– va acompañada de una argumentación destinada a justificarla. En ocasiones, esa argumentación resulta más o menos consistente; en otras, omite algunos elementos que también forman parte de la realidad pero podrían emplearse para cuestionarla.

Cuestiona la frase de Nuño cualquiera puede ser maestro
En el próximo ciclo escolar un docente que recién ingresa al servicio y se le asigna un grupo de primer año de primaria podría hacerse estas preguntas: ¿Cómo aprenden los niños a leer y escribir? ¿Cuál es la diferencia entre el proceso de alfabetización por sentido y por código? ¿Cómo se caracteriza la sicogénesis de los sujetos que enfrentan la alfabetización inicial? ¿Cuáles son las propiedades cualitativas y cuantitativas de la escritura? ¿Qué es alfabetizar? ¿Qué es un ambiente alfabetizador? ¿Qué es la literalidad? ¿Es lo mismo método que metodología? La propuesta que desarrollaré ¿es analítica o sintética? ¿Es simultánea o sucesiva? ¿Se puede hablar de lectoescritura? ¿Qué significa leer la realidad? ¿Qué es un portador de textos? ¿Cuándo un niño es presilábico? ¿Cuáles los niveles hipotéticos de la escritura? ¿Cómo se ha aprendido a leer y escribir en México?

El miércoles 20 de abril pasado, ante el desalojo violento ejecutado el viernes 15 del mismo mes, por fuerzas federales de su gobierno sobre cientos de maestras y maestros, le recordé que la violencia es violencia venga de donde venga. Y que la violencia jamás nos llevará a resolver ningún conflicto. La única vía para resolver todo conflicto y construir lo que nos propongamos para bien de todos, es y será la palabra y la fuerza única de la razón y del derecho, o sea, el diálogo entre las partes. No hay otra vía.

Arrinconados en su callejón, gobernantes desconcertados y patéticos buscan salida a su predicamento imposible: no pueden desconocer ni reconocer su propia ignominia, el hecho de que sus cuerpos de seguridad operaron en Nochixtlán, igual que en Ayotzinapa, como bandas de criminales. No funciona ya la fórmula desgastada del chivo expiatorio. La campaña mediática produce efectos contrarios a los que buscan. Desesperados, parecen dispuestos a lanzarse al precipicio, a cualquier costo. Y ese costo sería inmenso para todos.

Quien visite Colombia estos días encontrará una opinión pública dividida por el acuerdo de cese al fuego entre el gobierno y el principal grupo guerrillero del país, las FARC, y la promesa de éstas de entregar todas las armas que poseen. Como testigos del que es un paso fundamental para lograr el fin de un conflicto que ha costado 220 mil muertos, más de 50 mil desaparecidos, 8 millones de víctimas, 52 años de guerra, pérdidas económicas y sociales cuantiosas, despojo de tierras comunales indígenas y reclutamiento forzado de quienes en ellas vivían, estuvieron varios presidentes latinoamericanos y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas.

Por alguna razón inconfesable, temprano en la mañana del domingo 19 de junio, a plena luz del día, la comunidad de Nochixtlán, en la Mixteca oaxaqueña, fue elegida como blanco de una operación de guerra no convencional, irregular o asimétrica por mandos de los aparatos de seguridad del Estado Mexicano, con el saldo conocido de 11 civiles ejecutados de manera arbitraria o sumaria y medio centenar de heridos.

La fuerza no sirve para despejar carreteras. Después de un desalojo, los manifestantes siempre pueden reagruparse para establecer otro bloqueo un par de kilómetros más adelante. Simplemente no hay suficientes policías para establecer vallas de ambos lados de todas las carreteras del país, o siquiera en un solo estado de la República, para garantizar el paso libre de todos los camiones repartidores de Coca-Cola, Sabritas, Bimbo y Starbucks. El violento desalojo en Nochixtlán, Oaxaca, el pasado 19 de junio, no tuvo el efecto de reducir la cantidad de bloqueos, sino de multiplicarlos a lo largo y ancho de la nación.

El banco central ha reaccionado ante lo que considera un entorno externo riesgoso para el comportamiento de la economía. En efecto, tal escenario no es favorable; está todavía plagado de los elementos provocados por la crisis de 2008 y que no se han superado. Es más, han generado nuevas contradicciones que marcan la dinámica de la acumulación y la estructura social.

La arquitectura es celebración compartida. Concelebración. La búsqueda de lo bueno, lo bello, lo justo. O, como lo expresa Leon Battista Alberti en su De re aedificatoria, la arquitectura es el camino para encontrar el equilibrio entre lo bello, lo verdadero y lo bueno. En el ejemplar de esa obra en su edición de París en 1502, que llegó a la capital de la Nueva España en las alforjas de don Antonio de Mendoza y que fue donado a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia por Guillermo Tovar de Teresa para el disfrute público, se lee que la arquitectura ha de encontrar la justa medida de lo humano, donde no sobre ni falte nada, aquel lugar del mundo que nos permita descubrir la belleza como el sentimiento donde la perfección se alcanza.

Hay algo esencialmente excéntrico en la obra de Angelina Muñiz-Huberman (1936) a partir de que sucede, toda, en el país de la literatura. De creación, recreación y análisis está poblado el edificio de esta autora inclasificable. Que se le puedan endilgar clasificaciones varias es señal de que ninguna es suficiente. Hija del exilio, ya peregrina nace en Francia. Así será su España, no el país de Franco, ni la República como fue para sus padres. Sus migraciones culminarán en México, donde se hace escritora y se parapeta en la doble rama de enseñanza universitaria e investigación de la lengua hispánica originaria. Sin embargo, pudo ser de otro modo. Como pensadora y narradora, Muñiz-Huberman escribe desde una identidad judía abrazada al sueño de la Historia. Su misticismo, fincado en lo racional, encuentra fijeza en María Zambrano y alas en Teresa de Ávila. Se asume judía de México (Esther Seligson en la otra cara de la Luna) en el hilo de la incombustible lengua sefardí, la primera de Elías Canetti, en la que han inventado Juan Gelman y Miriam Moscona. Ensayista de la Cábala, cuentista, novelista y fabuladora de judíos entre gentiles, borgeanamente afín a Joseph Roth y el olvidado Lion Feuchtwanger, se prefiere paralela a Georges Perec.

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