Son liberadas tras 5 días en prisión
Luego de que la policía antidisturbios de Nicaragua arremetiera el
pasado 27 de junio en una empresa textilera del principal complejo
industrial del país, y detuviera a dos mujeres y 8 hombres, éstas fueron
puestas en libertad luego de permanecer 5 días en prisión, debido a las
presiones ejercidas por el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, y
sus familiares.
Las dos obreras apoyaban de forma pacífica las protestas del personal de una empresa de capital coreano el pasado lunes 27 de junio, cuando fueron reprimidas y apresadas por las fuerzas antidisturbios de la policía nacional.
La policía antimotines ingresó a la empresa donde más de 3 mil obreros, más de la mitad mujeres, protestaban por mejoras laborales, por lo que ambas mujeres junto con 8 varones, fueron llevados a la estación de policía de la ciudad de Tipitapa a 20 minutos al norte de Managua.
La obrera Luz Urbina, dijo que ella como sindicalista estaba afuera de la empresa apoyando pacíficamente a sus compañeras, cuando fue arrestada por la fuerza, considera que su detención fue injusta porque no le hizo ningún daño a nadie.
Al salir de la prisión en Tipitapa, Urbina narró su estadía durante 5 días “fueron de tortura, te da ansiedad, desesperación, no se lo deseo a nadie, solo pensaba en mis dos hijos de 4 y 6 años que tengo”, dijo la obrera.
Para la dirigente del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, Sandra Ramos, la represión a que fueron sometidas las obreras y obreros, es un hecho insólito en Nicaragua, “en mis años de ser sindicalista nunca había visto que se le permitiera la entrada a los antimotines a reprimir a los trabajadores dentro de su trabajo, en la calle si ya se había visto”, dijo.
Pero el caso aún no se cierra, el próximo viernes 8 de julio está programada la audiencia especial donde los defensores de los obreros acusados por diferentes delitos pedirán que el caso se archive.
La abogada del Centro de Mujeres, Johana Arce, dijo que pedirán al Ministerio Público que retire la acusación que interpuso el Estado en contra de los obreros y obreras, debido a que la empresa ya retiró las acusaciones.
Para la integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Juanita Jiménez, el hecho registrado en esa empresa demuestra la alianza que existe entre el Estado y el gran capital dejando en la indefensión a los trabajadores y trabajadoras.
“Hay una desprotección total hacia las trabajadoras a pesar de que las leyes nacionales hablan de que el Estado debe protegerlas”, dijo Jiménez, quien pidió a las autoridades a escuchar las demandas de las obreras y evitar estas confrontaciones.
Al respecto, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, condenó el acto represivo y agregó que las y los obreros tienen derecho a exigir sus derechos laborales, hay un marco legal que los protege y el rol del Estado es escuchar esas demandas, darles respuestas y no reprimirlos, concluyó.
Foto: Nelson Rodríguez, corresponsal
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua, Nic.-
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