La estrategia, principalmente para Universidades
Países como Estados Unidos, Canadá y Sudáfrica que han utilizado el
silbato como medida de seguridad para prevenir la violencia callejera,
incluido el acoso sexual, no cuentan con estadísticas que demuestren su
eficacia.
En un análisis hecho por Cimacnoticias, en varios sitios web del
gobierno de Estados Unidos y organizaciones canadienses y sudafricanas
para la mujer, se detectó que aunque es verdad que los silbatos son
utilizados como una medida de seguridad en esos países, no existen
estadísticas de su eficacia de protección a las mujeres.
De acuerdo a la página web del Departamento de Educación de Estados
Unidos, esta medida se implementó en muchas universidades, donde además
de repartir el silbato, se dan pláticas y talleres.
La medida anterior obedece a la Ley federal “Clery Act” (llamada así por
el caso de Jeanne Clery, violada en su cuarto de la universidad Lehigh
University en 1986 y cuyo caso fue llevado a la capital donde el
congreso aprobó la ley que mandata a las universidades reportar y
combatir el crimen en sus campos universitarios).
Sin embargo, CleryCenter.org, la página web de la organización que
promovió la Ley—donde se publican guías, documentos y videos educativos
acerca de la seguridad universitaria—no hace ninguna mención sobre los
silbatos de seguridad.
En Canadá, pese a que las universidades recomiendan el uso del silbato
para prevenir el abuso sexual, un artículo publicado en la página web
del centro canadiense para sobrevivientes de violación sexual, Mujeres
Contra la Violencia Contra Mujeres (WAVAW por sus siglas en inglés)
señala que las desventajas son muchas.
Una voluntaria de la WAVAW llamada Izabella, detalló que el único
beneficio de este silbato es poder hacer un ruido muy alto para llamar
la atención del público y obtener ayuda.
“La eficacia del silbato es dudosa; se tiene que tener directamente a la
mano a todas horas y llevarlo con el temor de que en cualquier momento
puedes ser asaltada sexualmente por alguien en el campo universitario”, y
agregó que técnicas como estas sirven como pretextos para culpar a las
mujeres de exponerse a la violencia sexual.
En 2012, otro grupo contra la violencia femenina en Canadá, la Fundación
de Mujeres Canadienses (CWF), organización “comprometida a detener la
violencia, erradicar la pobreza y defender la autonomía de las niñas y
mujeres”, acaparó la atención del público por presentar un silbato
antiacoso en un anuncio de sensibilización llamado “It’s a Girl”(Es una
niña), disponible en YouTube.
En él se muestra la desconcertada reacción de una embarazada a quien la
abuela de su futura hija le regaló un silbato antiacoso. La escena
finalizó con el mensaje “una de cada dos niñas creciendo en Canadá será
abusada física o sexualmente.”
Al contrario, en Sudáfrica, país con los índices de violación más altos
del mundo (150 violaciones denunciadas al día) según el Consejo Asesor
de Seguridad en el Extranjero (OSAC por sus siglas en inglés), sí existe
una campaña centrada en el uso del silbato para prevenir la violación
sexual.
De acuerdo a su página web, whistle.co.za, Blow the Whistle (Sopla el
silbato) es una iniciativa formada en el 2014 por una empresa hotelera
llamada Legacy Group. Las estadísticas presentadas por la organización
dicen que una de cada tres mujeres en Sudáfrica es violada o abusada
antes de cumplir 18 años de edad.
“Blow the Whistle tiene como objetivo dar a las mujeres y los niños las
plataformas que necesitan para sentirse seguros en Sudáfrica. Aparte de
silbatos de moda y una aplicación móvil, la iniciativa quiere asegurarse
de que las mujeres nunca se sientan solas,” explica su página web, pero
tampoco cuenta con estadísticas que muestren la eficacia de la medida.
La periodista, investigadora y activista de la violencia sexual en
África, Michelle Solomon, señaló en una entrevista con el portal de
noticias locales en Sudáfrica llamado IOL, su escepticismo sobre la
sinceridad de la campaña.
“No tenemos modo de saber si ciertas estadísticas son exageradas. Sólo
sabemos que los números usados por la organización no son generalmente
aceptados, y que no investigaron el asunto con suficiente profundidad
para que su campaña sea algo más que una farsa oportunista por el mes de
la mujer”.
El pasado 25 de mayo en la Ciudad de México, el jefe de gobierno, Miguel
Ángel Mancera, presentó su “Estrategia 30-100 contra la violencia hacia
las mujeres”, donde entre otras acciones, entregó algunos silbatos para
que las víctimas de acoso sexual, “avisen de posibles delitos”.
La medida fue implementada luego de que varias decenas de organizaciones
feministas se manifestaran en una marcha en contra del acoso sexual que
se ha incrementado en la Ciudad, tanto en la calle como en el
transporte público.
Por: Cristina Acuña Roeder
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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