Madrid, 04 jul. 16. AmecoPress/Arainfo.- La noticia acababa diciendo que las dos primeras damas han salido de compras. Sin comentarios.
Pretenden
hacernos creer que reivindican la igualdad de las mujeres dos de las
cuales han renunciado a ser ellas mismas para ser “floreros de sus
esposos”, que han permitido ir dos pasos por detrás de ellos y que han
consentido que se les relegue a asuntos menores como hacer caridad o
visitar hospitales.
Resulta incongruente que hagan campaña para
escolarizar a las niñas en busca de la igualdad y no cuestionen, en
nuestro país, la existencia de colegios que segregan por sexo.
Una
de ellas tiene además la contradicción en su propia familia. Si ahora
se quedara embarazada de un hijo varón, se impondría por ley como
heredero al trono por delante de su hermana mayor.
¿Alguien que consiente esto viene a darnos lecciones de igualdad?
No, gracias. Resuelva primero sus incoherencias.
Nos preguntamos
para qué tanto esfuerzo en estudiar en costear una educación y una
preparación que permita a las mujeres ser independientes, si a la
primera de cambio se tira todo por la borda y las dos distinguidas
señoras emplean todas sus energías en ser la sombra, dos pasos por
detrás, de sus flamantes maridos.
Y por último; ambas dos profesan
la religión católica (una parece ser que por convencimiento, la otra
por conveniente casamiento) en cualquier caso la Iglesia es una
organización misógina que relega a las mujeres a las labores del Hogar, a
procrear y atender las necesidades de sus esposos.
Si no pasearan
por el mundo como “señoras de” y ambas hubieran continuado con sus
brillantes carreras profesionales podrían ser mujeres ejemplares.
Si
no fuera porque las hemos visto con mantilla postrase y hacer
genuflexión (beso de anillo incluido) ante los Ministros de la Iglesia,
sus palabras tendrían algo de credibilidad”.
Mientras tanto son palabras huecas.
Empiecen por ahí, señoras mías: den ejemplo.
Foto: Archivo AmecoPress.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario