Escrito por Diana Hernández Gómez
Fotografía: Twitter @antimonumenta
Ciudad de México.- Este sábado 23 de julio, diversos colectivos renombraron dos estaciones del Metrobús en la Ciudad de México. El objetivo de sus intervenciones fue visibilizar aquello que no debería caer en el olvido: el número creciente de personas desaparecidas y la violencia feminicida que se vive en México desde hace años.
Las estaciones renombradas fueron Glorieta de Colón y Hamburgo. A la primera se le dio el nombre de Glorieta de las Mujeres que Luchan y a la segunda, Glorieta de las y los Desaparecidos.
En ambas intervenciones participaron familiares de víctimas de desaparición forzada y feminicidio, quienes también pronunciaron un comunicado conjunto. En él expresaron que lo único que buscan es justicia, misma que les ha sido negada por la negligencia y las omisiones del Estado mexicano. Fotografía: Twitter @GlorietaMx
Las y los participantes esperan dejar un registro de lo que es el país actualmente. Así, este presente no se olvidará y servirá como recordatorio de aquello que nadie debería experimentar y debería evitarse: la pérdida de un ser querido a manos de la violencia generalizada.
A las personas usuarias del transporte público, les pedimos su comprensión y empatía por la nueva nomenclatura de los parabuses que para nosotras es una estrategia visual, disruptiva, desesperada para que la ciudadanía voltee a ver la realidad de un país que se está desmoronando por la violencia y la falta de justicia.
En su comunicado, las familias también exigieron a las autoridades de la Ciudad de México respetar sus intervenciones. Sin embargo, este lunes 25 de julio, las estaciones amanecieron con sus antiguos nombres; todo fue retirado el domingo por la noche.
Una “Ruta de la Memoria” para no olvidar a las víctimas
El 25 de septiembre de 2021, familiares de víctimas de feminicidio se apropiaron de la ex Glorieta de Colón y le asignaron un nuevo nombre: Glorieta de las Mujeres que Luchan. Lo mismo ocurrió en mayo de este 2022, cuando retiraron la famosa palma de Reforma; ahora, este espacio es conocido como Glorieta de las y los Desaparecidos.
Nombrar ayuda a ver las cosas de un modo distinto. Así, cambiar el nombre de estos espacios contribuye a desenfocar la historia oficial de México para voltear la mirada a un presente mucho más desgarrador, pero también demasiado real para millones de personas.
Las dos intervenciones realizadas este fin de semana forman parte de una serie de antimonumentos edificados a lo largo del Paseo de la Reforma. Entre ellos se encuentran las instalaciones realizadas en honor de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa (2014), las y los niños que fallecieron en el incendio de la Guardería ABC (2009), y las y los 72 migrantes asesinados en la masacre de San Fernando (2010).CIMACFoto: César Martínez López
CIMACFoto: César Martínez López
De acuerdo con el pronunciamiento emitido este sábado, la intención de estas expresiones plásticas es crear una Ruta de la Memoria, “un recorrido que se ha formado como una cicatriz en el corazón de la Ciudad de México”.
Sin embargo, la ruta no es solo un acto de denuncia: también es un símbolo de resistencia y lucha constante por un futuro mejor, donde la vida pueda disfrutarse con dignidad y respeto.
Este año, la República mexicana superó la cifra de 100 mil personas desaparecidas. Además, entidades como Oaxaca, Veracruz y el Estado de México experimentan un alza en la desaparición de mujeres y niñas. En medio de este contexto, los ejercicios de memoria van más allá de ser recordatorios: se convierten en herramientas de lucha, una que no le es indiferente a quienes habitan desde los márgenes en el país.
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