Pedro Echeverría V.
1. Las cosas individuales en política muy poco me interesan porque los casos de robos, saqueos, corrupción, asesinados, siempre son los mismos. He pensado siempre que es perder el tiempo, es sólo una distracción hablar de ellos, cuando contamos con los elementos para demostrar que todo, todito, es producto del sistema capitalista y de la terrible desigualdad. Sólo había que pensar un poquito para entender –obvio usando nuestra conciencia- que todo arranca de las condiciones de individualismo, cultura de acumulación, consumismo, competencia, dominación, etcétera.
2. Escuché hoy o ayer que un político repartió de un jalón, a once regidores o diputados, cinco millones de pesos a cada uno para desconocer a otro funcionario mayor y le advirtieron que todavía faltaban otros. Sólo me hizo sonreír porque en México esa ha sido la política desde que es México. Así –con mucho dinero- se ha arreglado todo lo político en el país. Con uso multimillonario de compra la Presidencia, las gubernaturas y se hacen los legisladores. El llamado pueblo –quizá universalmente- aparece votando, pero los que cuentan son los manipuladores con el dinero.
3. Pero lo realmente terrible es que a la masa de la población –esa que trabaja todo el día (en lo que sea) para lograr un ingreso para su familia- sin tener tiempo para pensar, se le reúne y se le controla con sonar una campanita. Cualquier personaje político, religioso, dicharachero, te reúne gente siempre con la esperanza de que las cosas cambien en su beneficio. En un sistema igualitario esto no sucedería porque no habría líderes ni seguidores. ¿Cómo es esto de que un tipo puede comprar el voto y la voluntad de decenas de bandidos políticos repartiendo a cinco millones de pesos?
4. Estaba revisando una investigación que demuestra que en el mundo los mexicanos son los que más trabajan y lo hacen por más horas; obviamente por ello deberían ser los que tuvieran mayores ingresos; pero no, por el hecho de ser muy trabajadores son los que menos piensan en sus derechos y no luchan por ellos. Recuerdo a mi maravilloso padre que cuando le decíamos que descansara en su trabajo, nos respondía que sólo descansaría cuando estuviera muerto. Aunque raramente tenía sus descansos para escuchar a Miller o a Goodman, sólo pensaba en el trabajo.
5. Dicen que “el trabajo lo hizo dios como castigo”; sí, a través de la historia los que realizan lo que les agrada son los que han tenido la oportunidad para escoger; los trabajadores, sus hijos y las demás generaciones (con rarísimas excepciones), por el contrario, se ha dedicado a producir y a vivir en la pobreza y la miseria; así puede verse que una minoría de cinco por cada mil, generación tras generación, se ha dedicado a exprimir el trabajo y las energías de los productores. Por eso y sólo por ello los ricos pueden comprar a políticos y votos para seguir dominando. (22/VII/22)
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