Samuel Schmidt
schmidt@mexico.com
Yo creía que el servicio de inmigración de Estados Unidos (ICE) no podría caer mas bajo, pero al igual que los economistas cuando hablan de la economía tocando fondo, me equivoqué. La perfidia, la maldad y la perversión en manos de esa institución no tienen límite.
Yo creía que el servicio de inmigración de Estados Unidos (ICE) no podría caer mas bajo, pero al igual que los economistas cuando hablan de la economía tocando fondo, me equivoqué. La perfidia, la maldad y la perversión en manos de esa institución no tienen límite.
Recientemente un ciudadano chino, casado y padre de ciudadanos estadounidenses fue detenido, durante un año se le negó atención médica y cuando se quejaba de dolores en la espalda sus guardias se burlaban de él; finalmente murió de un cáncer desatendido. Historias como ésta son cada día más frecuentes y lo que puede considerarse como asesinato institucional pasa impune sin que nadie intervenga; finalmente la ultraderecha que apoya a McCain ha logrado que se catalogue a los inmigrantes como seres no humanos, a los que se puede ver morir y en ocasiones hasta ayudarles a que eso suceda, como en el caso del chino o el hijo abortado de una mujer detenida en El Paso, Texas.
En el trayecto abyecto en contra de la condición humana Estados Unidos se sale del concierto de las naciones y se embarca en contra de la protección a los perseguidos que cometen el error de tocar la puerta de los que se reputan ser la democracia más avanzada del mundo.
Frente a la violencia en la frontera México-Estados Unidos se ha iniciado la huida desde México de agentes policiacos que creen que gozarán de protección. Al llegar son encarcelados y sometidos al abuso como cualquier indocumentado, vamos, acoso democrático porque golpea parejo. Posteriormente la migra le notifica a la policía mexicana con lo cual firma una condena a muerte del policía que huyó para salvar la vida. Y frente a un lentísimo proceso muchos solicitantes de asilo simplemente firman su deportación. Lo dijo una congresista texana, hay policías pidiendo asilo, posiblemente se los den, “en otro lugar”.
El nuevo caso es de un periodista perseguido y amenazado de muerte por el ejército en Chihuahua por atreverse a denunciar los muchos abusos de los militares. Frente a la apatía y falta de protección de las autoridades mexicanas, incluida la inútil Comisión Nacional de los Derechos Humanos que encontró una salida para no “ofender” al ejército, Emilio Gutiérrez Soto empezó una nueva odisea llevado por el espejismo de que Estados Unidos haría buena su vocación democrática y lo protegería del peligro en su país.
El periodista con su hijo cruzó la frontera, pidió asilo político y ambos fueron encarcelados. Frente a los intentos posibles para que espere la fecha de su juicio de asilo en libertad, el gobierno de Estados Unidos se niega. La nueva maniobra ha sido negarle la libertad basado en los siguientes criterios:
- No ha establecido suficientemente su identidad. El hombre que salió perseguido para salvar la vida “solamente” llevaba su credencial de periodista, pero seguramente la migra esperaba que llevara todo un expediente con todas las pruebas de su existencia.
- No ha establecido que se presentará en las audiencias de inmigración para éste y otros asuntos. Como si el solicitante de asilo decidiera no continuar el proceso jurídico para estar protegido y se fuera a escapar.
- No ha demostrado que su libertad no presenta un peligro para la comunidad. Un perseguido se convierte en un peligro comunitario, especialmente siendo periodista y pudiendo denunciar la complicidad vergonzosa y peligrosa entre las autoridades mexicanas y estadounidenses. Anualmente casi dos mil mexicanos piden asilo en Estados Unidos, contradiciendo la versión estadounidense de que México es una democracia, porque supuestamente nadie huye de las democracias.
Las causas para otorgar el asilo aluden a la persecución contra un grupo por sus ideas, costumbres, hábitos sexuales y en este caso su trabajo. Los policías merecen la protección porque el gobierno no los protege y el periodista pertenece a una profesión muy vulnerable. México mantiene el deshonroso segundo lugar –después de Irak- más peligroso para los periodistas en el mundo.
- No ha demostrado que su liberación responde a razones humanitarias urgentes o que producirá un beneficio público significativo. La libertad para la migra estadounidense obviamente no es una cuestión humanitaria, como tampoco es de beneficio público la lucha contra el abuso y la impunidad del ejército en el país vecino. Esta es un área fundamental porque el crimen ya está fluyendo de sur a norte, ya se ha descubierto un secuestro en Austin, Texas, perpetrado por los zetas, cuerpo formado por ex militares. ¿Habrá entre ese grupo algunos de los que amenazaron a Gutiérrez Soto?
La argumentación de ICE es un insulto a la inteligencia y a la dignidad humana. Es una señal incontrovertible y muy preocupante del partido que ha tomado Estados Unidos a favor de las fuerzas retardatarias que están pisoteando los derechos humanos en México.
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