Pedro Echeverría V.
1. Militantes de Izquierda Unida del PRD (Encinistas) bloquearon el ingreso a la sede donde se reuniría el Consejo Nacional de ese partido en reclamo de que se cumpliera el acuerdo al que, dijeron, llegaron con Nueva Izquierda (NI) de posponer la celebración del encuentro hasta lograr consensos para la convocatoria a la elección de presidente nacional, el análisis de la iniciativa de reforma energética propuesta por el Frente Amplio Progresista y la renovación de la dirigencia de la Comisión de Garantías. La movilización no impidió, sin embargo, que los consejeros integrantes de NI se trasladaran al deportivo Metropolitano de Ciudad Nezahualcóyotl para alcanzar el quórum necesario de su Consejo Nacional. Advirtieron éstos que no tolerarán chantajes de sus contrincantes políticos, y mucho menos les permitirán hacerse del control del partido. Así, el grupo de los chuchos aprobó como resolutivo convocar a elección extraordinaria de presidente y secretario general de su partido para febrero de 2010 y, además, mantener a Guadalupe Acosta Naranjo en la dirigencia hasta esa fecha.
2. Esto de andar “a salto de mata”, es decir, huyendo de un lado a otro porque sus numerosos opositores (decenas de miles) no los dejan “ni en sol ni en sombra”, me recuerda el año de 2006 en Oaxaca cuando el gobernador represor y asesino, Ulises Ruiz, no tenía donde establecer sus oficinas como gobernador del Estado y se pasaba la mayor parte de su tiempo en la Ciudad de México porque en Oaxaca no cabía. Los profesores, la APPO y el pueblo lo repudiaban por represor y mal gobernador. También me hace tener presente a Esther Gordillo que se niega a convocar congresos electivos y cuando la obligan las protestas de profesores a ello, se pasa ocupando hoteles en diversas ciudades para instalar en secreto a los delegados incondicionales y celebrar el congreso donde no sea descubierta por la oposición. Esos personajes que como Fox y Calderón se pasaban construyendo cercas con miles de miembros del ejército y la policía para impedir o alejar al pueblo de sus ceremonias, han actuado como verdaderos delincuentes andando “a salto de mata”, con terror a enfrentar su realidad.
3. Sin embargo, aunque los Ulises y los Gordillo, los Fox y los Calderón (por miedo a los movimientos de masas) han salido corriendo de hoteles, congresos y ceremonias porque los organismos de masas los vigilan, los persiguen y les exigen, han logrado salir adelante por los arreglos a que han llegado sus partidos (PAN y PRI) para respaldar sus funciones de gobierno. ¿No se recuerda acaso que cuando Ulises Ruiz estaba a punto de caer del gobierno de Oaxaca los acuerdos del PRI y Calderón ordenaron la invasión del ejército a la capital del estado y el encarcelamiento violento contra decenas de líderes? ¿Puede olvidarse acaso que cuando Fox y Calderón eran cuestionados masivamente en sus informes y toma de posesión en el congreso ordenaron el acordonamiento de la Cámara de diputados con muros de hierro de tres metros (custodiados por decenas de miles de militares), fueron los priístas los que respaldaron a los presidentes panistas? La hermandad de estos partidos surgió desde que nació el PAN en 1939 como “partido de oposición”, oposición que les resultó un buen negocio.
4. La profesora Gordillo, desde 1989 cacique del sindicato de maestros más grande de América Latina, después de ponerse al servicio del presidente Fox se convirtió en un puntal en la elección fraudulenta de Felipe Calderón. Dentro del aparato de Gobierno es muy poderosa; pero dentro del SNTE se ha debilitado porque en muchas secciones sindicales (Tabasco, Yucatán, Michoacán, Guerrero, Zacatecas, Quintana Roo y varios estados más) no ha podido celebrar congresos legales. En varios lugares suspendió los congresos y nombró una comisión y en otros estados realizó los congresos clandestinamente usando a la fuerza pública para evitar que la oposición (la CNTE) participe, tal como lo hizo hace dos meses en la sección IX de la Ciudad de México donde citó a los delegados en un hotel de la calzada de Tlalpan y realizó el “Congreso” a escondidas en otro hotel en los Indios Verdes, sólo con sus incondicionales. Pero para hacer eso contó con todo el apoyo del gobierno ilegítimo de Calderón.
5. Así los chuchos de Nueva Izquierda construyen “legalidades” y sobre ellas avanzan. Mientras tanto los encinistas, más cercanos a López Obrador, van perdiendo terreno “legal” dentro del PRD y ante la opinión pública, siempre mal informada por radio, televisión y prensa al servicio del gobierno y de los empresarios. En estos momentos parecería que si los de Izquierda Unida decidieran romper, los “chuchos” (por la misma “legalidad” que se han encargado de construir) se quedarían con todas las propiedades del partido: registro, nombre, financiamiento, edificios, etcétera y los lópezobradoristas tendrían que construir un nuevo organismo o aprovechar el registro (con todo lo que ello implica) del PT o Convergencia. Sin embargo para AMLO representaría un durísimo golpe para su candidatura y, por el contrario, para el gobierno de Calderón, para los panistas y los priístas, les viene como un “regalo del cielo”. Si López Obrador no estuviera convencidísimo de que “el único camino para cambios profundos son los elecciones” quizá podría convertirse en el centro de aglutinamiento de la izquierda.
6. Sin embargo, aún no se vislumbra un rompimiento formal porque a nadie de los más altos protagonistas del PRD conviene. Mientras el PRD representa una votación de 15 puntos con López Obrador tiende a duplicarse. Además AMLO ha actuado con mucha inteligencia al mantener una posición política de cierto respeto (tal como la que ha mantenido frente a las críticas muy duras de Cárdenas, por un lado, y de Marcos, por otro); seguramente los chuchos no querran quedarse sin AMLO, aunque sí controlarlo y ponerlo a su servicio. La realidad es que el problema es muy difícil. Visto con pasión podría fácilmente mandarse a la chingada (a la basura) al PRD por estar siguiendo la misma política corrupta del PRI y del PAN; pero por otro lado también debe reconocerse que en las batallas en las calles mucha gente del PRD, sobre todo los lópezobradoristas, tienen que unirse con otras fuerzas de izquierda para organizar una gran fuerza contra la burguesía que hace más miserable al pueblo. Duele la corrupción del PRD en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y otros lugares, pero hay que marchar.
7. El problema es que los encinistas y lópezobradoristas siguen luchando, igual que los chuchos, por cargos de poder. Si ellos, diferenciándose con los orteguistas, se lanzaran a la lucha social acompañando a los obreros, campesinos, colonos, ciudadanos, en sus luchas concretas e inmediatas, lograrían un crecimiento real cualitativo. Pero si por el contrario, quieren ganarle a los chuchos en el mismo terreno de lo electoral, de la política de negociaciones y alianzas, perderán. La diferencia de la izquierda real frente a los socialdemócratas es que esta sólo busca cargos mediante arreglos, negociaciones y elecciones; por el contrario, la izquierda real, la izquierda social, lucha por transformar este país a partir de acompañar, ayudar, solidarizarse con los trabajadores, con los explotados en sus luchas, con el fin de conformar un gran movimiento de mazas que le imponga a cualquier gobierno la solución de sus intereses. Aunque llegará un momento en que se haga cargo del poder, junto con los trabajadores, mientras esto no sea, se conformará con imponer con su fuerza de masas las demandas populares.
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