Forum 183. Noviembre de 2008.
Aída Mendoza Flores
*Hace y presume ofertas “con sombrero ajeno”
* Descuenta todo: rebajas, mercancía dañada, publicidad, demostradores…
* No cumple los acuerdos que suscribe
* Frente común para defenderse
* Impulsan ley de prácticas comerciales Industriales y proveedores mexicanos están cansados de que los grandes consorcios como las tiendas de autoservicio abusen del poder que tienen por el simple hecho de ser ellos quienes llevan el producto final hasta los consumidores, lo que ha provocado que, por muchos años, sean ellos quienes impongan las reglas de cómo adquieren los artículos y hasta cuándo los pagan.
Don Armando tiene una empresa mediana que provee prendas de vestir a uno de estos consorcios y su experiencia no ha sido muy agradable, recuerda ante Forum cuantas veces ha estado a punto de retirarse del mercado: “Son muchas las arbitrariedades que cometen ahí adentro. Un día me mandaron traer porque Gigante abriría una sucursal en la estación del metro Múzquiz de la línea B, allá en la Avenida Central del estado de México y me dijeron que tenía que llevarles el producto por 15 días pero sin pagármelo, es decir, gratis. Por no estar de acuerdo y manifestar mi inconformidad me lo pusieron como condición para seguir vendiendo mis prendas ahí, eso no era justo, hay que reconocer que ambos somos parte importante en nuestro desarrollo y nos complementamos”.Ése es tan sólo uno de los atropellos que tiendas de autoservicio cometen –día a día– en contra de los industriales y proveedores de nuestro país a pesar de que ya se han firmado varios acuerdos con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD); sin embargo, “esos compromisos no se cumplen”, denuncia a Forum Ismael Plascencia, presidente de la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin).
Es en ese contexto que industriales mexicanos han decidido formar un frente común para presentar, nuevamente, una propuesta de ley que regule las relaciones entre comerciantes y proveedores. Y decimos, nuevamente, porque se tiene el antecedente de que en septiembre de 2005, el entonces senador Fauzi Hamdan –quien continúa dentro de la Concamin– presentó una iniciativa ante el Congreso de la Unión con el propósito de impedir los abusos de grandes establecimientos o cadenas comerciales y generar condiciones para una competencia justa en este sector de la economía.“Hay compromisos, pero no se cumplen. Lo observamos a principios de 2008 cuando ya se había acordado con la ANTAD que las tiendas no podían ofertar –sin consultar a los industriales– rebajas pretextando la cuesta de enero; sin embargo, ellos lo hicieron al ofrecer hasta 30 por ciento de descuento en varios establecimientos”, recuerda Ismael Plascencia.
Pero, por qué digo, agrega el empresario, que deben consultar con los industriales y proveedores, simple y sencillamente porque somos nosotros quienes asumimos el costo de esas ofertas, “al momento de facturar es cuando nos cobran ese 30 por ciento ofertado, ellos no asumen ningún costo, es como una condición para permitir que vendamos nuestros productos en sus tiendas. Así, presumen con sombrero ajeno”.Otros abusos son, según los industriales, sanciones por no entregar el mínimo de 98 por ciento de la mercancía, así como atrasos en la entrega aunque a veces ellos sean los responsables de no recibir a tiempo; además, la tardanza de entre nueve meses hasta un año en el pago de facturas; devolución de mercancía dañada en anaqueles, así como el pago del uso del mismo por el tiempo en que permanezca el producto; el pago de la publicidad que se coloca en las tiendas y el costo de los demostradores que también lo asumen los industriales y compras por consignación (si se vende la mercancía y si no se regresa bajo las condiciones en las que se encuentre sin pago alguno). En fin, entre otras imposiciones que las tiendas de autoservicio dictan en sus contratos y que los industriales se ven obligados a cumplir estén de acuerdo o no.Es por eso que surge la propuesta de una ley de prácticas comerciales, informa el presidente de la Concamin, quien advierte: “Basta de tantos abusos, no estamos dispuestos a seguir bajo estas condiciones.
Dimos un plazo hasta el 30 de agosto para llegar a un acuerdo con la ANTAD, no se dio y lo que sigue es llevar el tema ante el Congreso de la Unión”.Al ser interrogado sobre la posición de la ANTAD, el industrial aclara que no se ha negado a las platicas; sin embargo, “hemos celebrado diversas reuniones desde el mes de febrero con su presidente, José Manuel Sánchez y no hemos logrado consensar sobre la forma de hacer cumplir los compromisos, pues a la fecha ellos hacen lo que se les pega la gana sin tomarnos en cuenta a pesar de la existencia de convenios desde hace seis años”.Ismael Plascencia reconoce que la propuesta de ley aún no está terminada, “es un proceso que hay que ponen en manos de los legisladores, que lo analicen y realicen adecuaciones. Para nosotros el plazo ya se venció y no queremos tener otro enero en el 2009 similar al de este año y tener que cubrir los costos de supuestos descuentos unilaterales impuestos por las tiendas de autoservicio”.Con esto no quiero decir, aclara el presidente de la Concamin, que ya no exista la posibilidad del consenso, es lo que se busca de forma bilateral, pero si no aceptan lo que nosotros proponemos, pues llevaremos las cosas hasta las últimas instancias.
Señor, está vigente desde hace dos años el Acuerdo de Mejores Prácticas Comerciales y no se respeta, ¿no se corre el riesgo de firmar otro acuerdo y que no se cumpla?—Consideramos que esta vez no será así, porque tendría que estar bien armado y amarrado, incluso que contemple sanciones para quienes lo incumplan, ya sea por parte de los comerciantes o de los proveedores.Por otra parte, el industrial Fauzi Hamdan advierte que en la actualidad los micro, pequeños y medianos empresarios, así como los proveedores, se encuentran en estado de indefensión ante la fuerza económica de los grandes establecimientos comerciales y se ven obligados a aceptar fuertes condiciones para seguir en el mercado o a cerrar sus negocios ante la evidente desigualdad competitiva.
Es por ello, dice, que se hace necesario que legisladores analicen la posibilidad de crear la ley de prácticas comerciales, en la cual se propone, entre otros puntos: fomentar y proteger la actividad económica entre particulares; equilibrar las relaciones entre los actores de la cadena comercial; definir los criterios y normas para la instalación de los establecimientos comerciales; regular las prácticas comerciales entre proveedores y comerciantes; establecer los contenidos de los contratos de proveeduría, para impedir prácticas inequitativas o abusivas; crear el programa territorial de equipamiento comercial y fijar infracciones o sanciones para las partes.Hamdan informa que el pequeño y mediano comercios representa el 95 por ciento del empleo en el país y contribuye con 21 por ciento del producto interno bruto (PIB). “Es lamentable que el 77 por ciento de esos comerciantes son afectados por las tiendas de gran tamaño, debido a las prácticas monopólicas que realizan, ya que sus estrategias de compra consisten en establecer contratos abusivos con sus proveedores”.
Agrega que las grandes cadenas comerciales y almacenes prometen precios bajos, buen servicio al cliente, amplio surtido y generación de empleo, pero también llevan a la ruina a los pequeños comerciantes, explotan a los proveedores y alteran el ritmo y la calidad de vida del entorno donde se instalan”.En ese sentido, aseguró, los micro, pequeños y medianos comerciantes, así como los proveedores, quedan en estado de indefensión ante la fuerza económica de las grandes cadenas comerciales.Al respecto Raúl Picard del Prado, expresidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), coincide en decir ya basta con tantos abusos y jineteos a que someten las cadenas comerciales a los industriales que con tantos sacrificios los abastecen con sus productos, esta situación ya es generalizada, ha sido la causa de que muchas empresas hayan cerrado o estén por hacerlo.
Manifiesta que a pesar de la existencia de sustentos jurídicos como la Ley Federal de Competencia Económica, la Ley Federal de Protección al Consumidor y la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa que deberían regular las relaciones entre los comerciantes y sus proveedores, esto no es así.Por ello, asegura: “Resulta imprescindible establecer un régimen jurídico que atienda específicamente a las modalidades de interrelación entre comerciantes y proveedores, así como establecer una mínima protección ante los abusos de los grandes establecimientos o cadenas comerciales, beneficiando con ello, en última instancia, al consumidor final que actualmente en muchas ocasiones sale perjudicado por abusos o mala calidad de la mercancía.
”Hasta ahora los comerciantes de la ANTAD insisten en que todavía es posible cristalizar un acuerdo. Aunque no se alcance el consenso total, dicen, es viable empezar a firmar convenios aunque sea de manera individual. Pero los productores y proveedores ya no creen nada y, ahora, aseguran, se dará paso a una legislación moderna que supere los abusos e informalidades y que, sobre todo, fije reglas claras para todos los participantes en la actividad comercial del país.Impulsan la nueva ley de prácticas comerciales los representantes de Conméxico, Jaime Zabludovsky; Ismael Plascencia, Miguel Marón de Concamin; de Canacintra, y Juan Carlos Cortés del Consejo Nacional Agropecuario, entre otros, quienes esperan que se resuelva en este mismo periodo de sesiones de la LX Legislatura
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