La vida institucional sigue su curso, aparentemente plácido, sin tomar nota verdadera de la inconformidad social creciente. La crema de los diputados federales entrantes, por ejemplo, sueña con un futuro electoral más próspero: allí está, para demostrarlo, Francisco Ramírez Acuña, quien se cree en condiciones de ser candidato presidencial panista en 2012, pero, por lo pronto, extiende su mundo de caramelo a otros aspirantes semiencubiertos, como la tuerta en el mundillo de cuadros panistas ciegos, Josefina V. Mota, y la cantautora tlaxcalteca Betty Paredes, quien tocará retóricamente la guitarra legislativa y seguirá fungiendo como directora huésped de la orquesta tricolor que en realidad conducirá la empresa trasnacional Karl y Sal. Opaco Ramírez (ineficaz, represivo y recientemente derrotado grupalmente en Jalisco) dice, por lo pronto, que en San Lázaro está el semillero electoral de 2012.
En el mismo Jalisco, el vapuleado Etilio González Madres entrecierra los ojos de gusto al escuchar a mariachis en un festival pomposo que su administración ha organizado, mientras a tres cuadras de distancia sus fuerzas policiales golpean a ciudadanos que protestan contra la construcción de dos nuevas líneas del Macrobús, porque consideran que provoca graves problemas viales, ha sido muy mal planeado y significa otro negocio privado a cuenta de dinero público. Los policías van acorralando a los manifestantes y luego arremeten contra ellos, en una estrategia clara de represión (la escuelita Ramírez Acuña) que busca intimidar y desmovilizar a un movimiento cívico que ha ido creciendo en una entidad donde el gobernador virtual está cada vez más aislado (sólo agarrado a los faldones de la sotana del verdadero jefe político, el cardenal Juan Sandoval) y tiene cada vez más necesidades de hacer saber a la población que él sigue mandando. De aquel alcoholizado Me vale madre respecto a las críticas en su contra, a darle en la madre al que le critique o se le oponga. Este sábado, seis presos (¿políticos?) y una docena de heridos, entre ellos un policía. El mariachi loco quiere golpear.
Otro gobernador parece náufrago en su propia isla: Zeferino Torreblanca no ata ni desata. Pasmado, apenas atina a hacer declaraciones de compromiso de vez en cuando. Ayer hubo en Chilpancingo una marcha de perredistas vestidos de blanco en exigencia de que se sepa quién y por qué mandó matar a Armando Chavarría cuando se enfilaba hacia la candidatura del sol azteca al relevo contra la voluntad del citado Torrerroja. La propuesta formal de la caminata es que renuncien los integrantes del gabinete de Seguridad del gobierno estatal, pero el río de murmullos apunta hacia la parte más alta del organigrama guerrerense oficial.
En China, Nuevo León, personas vestidas de militares acribillaron a una familia que esperaba a que abrieran el servicio en una estación de gasolina para llenar el tanque de su vehículo. Una primera versión hablaba de que los uniformados habían confundido a los agredidos con narcotraficantes: dos mujeres muertas y seis heridos. En Navolato, Sinaloa, un grupo armado asesinó el sábado por la noche a ocho jóvenes (y quedaron cuatro heridos de gravedad) que estaban conviviendo, con música y alcohol, en un bulevar de la zona conocida como El Malecón. La agresión se realizó, sin explicación ni advertencia, frente a decenas de jóvenes que habían llegado allí en sus vehículos. En la ciudad de México, mientras tanto, la dirigente de la agrupación denominada Iluminemos México reconoció que a un año de aquella marcha con gente vestida de blanco no sólo no se ha resuelto nada, sino que la situación ha empeorado.
En cambio, las confidencias y favores entre las autoridades de México y Estados Unidos se multiplican. El vocero de la PGR ha revelado que políticos de ambos países se ponen de acuerdo para decidir qué deben hacer ciertos jueces de Gringolandia para, según eso, favorecer los intereses del calderonismo. Eso habría sucedido en el caso de Zhenli Ye Gon, el multimillonario con banco propio en su casa de Las Lomas al que ahora se ha declarado limpio de culpa en Estados Unidos, pero no por otra cosa (dice el vocero de la PGR), sino porque así no se enredan los tiempos procesales en aquel país y más pronto nos lo puedan mandar acá, extraditado, donde se le tiene un expediente súper bien armado, completito, insalvable. Así lo dijo el muy sincero portavoz de Medina Mora cuando se le preguntó si México había pedido a Washington ese desenlace: “Más que petición, fue la decisión de haber analizado el asunto entre las autoridades de Estados Unidos y las mexicanas para ver quién tenía el asunto más sólido, y con base en eso tomar la decisión de qué era lo mejor (…) en este caso resultó que el mejor expediente lo tenía el gobierno de México”. ¡Gulp!, ¿le darán cuello judicial acá, o es una forma negociada de coopelal para que no haga tanto ruido míster Ye Gon?
La Iglesia católica pidió, por su parte, corregir el expediente de los reos de culpas históricas y teológicas mejor conocidos como Miguel Hidalgo y José María Morelos. Dado que se acercan fiestas bicentenarias en las que se recordará a los mencionados sujetos, la siempre juiciosa institución religiosa no desea afear sus imágenes con el descrédito de haber sido excomulgados por los mandos clericales de aquellos tiempos en los que, como ahora, la elite sacerdotal se plegaba a los intereses de quienes tenían el poder y perseguían y difamaban a quienes luchaban por cambios verdaderos. Según Gustavo Watson, director del Archivo Histórico del Arzobispado de México, los futuros héroes patrios sí fueron degradados como sacerdotes, pero a la hora de la muerte se confesaron y hubo borrón y cuenta nueva. Oh, sí: Miguelín y Chema, regresen a casa, todo perdonado.
Y, mientras Sorry se pone gallito con Ebrard, y Juanito con AMLO, y éste anuncia que buscará corregir mediante leyes el poderío mediático (¡Eso: hay qué sujetar al monstruo a normas de urbanidad!), ¡hasta mañana, en esta columna siempre comulgante!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
En el mismo Jalisco, el vapuleado Etilio González Madres entrecierra los ojos de gusto al escuchar a mariachis en un festival pomposo que su administración ha organizado, mientras a tres cuadras de distancia sus fuerzas policiales golpean a ciudadanos que protestan contra la construcción de dos nuevas líneas del Macrobús, porque consideran que provoca graves problemas viales, ha sido muy mal planeado y significa otro negocio privado a cuenta de dinero público. Los policías van acorralando a los manifestantes y luego arremeten contra ellos, en una estrategia clara de represión (la escuelita Ramírez Acuña) que busca intimidar y desmovilizar a un movimiento cívico que ha ido creciendo en una entidad donde el gobernador virtual está cada vez más aislado (sólo agarrado a los faldones de la sotana del verdadero jefe político, el cardenal Juan Sandoval) y tiene cada vez más necesidades de hacer saber a la población que él sigue mandando. De aquel alcoholizado Me vale madre respecto a las críticas en su contra, a darle en la madre al que le critique o se le oponga. Este sábado, seis presos (¿políticos?) y una docena de heridos, entre ellos un policía. El mariachi loco quiere golpear.
Otro gobernador parece náufrago en su propia isla: Zeferino Torreblanca no ata ni desata. Pasmado, apenas atina a hacer declaraciones de compromiso de vez en cuando. Ayer hubo en Chilpancingo una marcha de perredistas vestidos de blanco en exigencia de que se sepa quién y por qué mandó matar a Armando Chavarría cuando se enfilaba hacia la candidatura del sol azteca al relevo contra la voluntad del citado Torrerroja. La propuesta formal de la caminata es que renuncien los integrantes del gabinete de Seguridad del gobierno estatal, pero el río de murmullos apunta hacia la parte más alta del organigrama guerrerense oficial.
En China, Nuevo León, personas vestidas de militares acribillaron a una familia que esperaba a que abrieran el servicio en una estación de gasolina para llenar el tanque de su vehículo. Una primera versión hablaba de que los uniformados habían confundido a los agredidos con narcotraficantes: dos mujeres muertas y seis heridos. En Navolato, Sinaloa, un grupo armado asesinó el sábado por la noche a ocho jóvenes (y quedaron cuatro heridos de gravedad) que estaban conviviendo, con música y alcohol, en un bulevar de la zona conocida como El Malecón. La agresión se realizó, sin explicación ni advertencia, frente a decenas de jóvenes que habían llegado allí en sus vehículos. En la ciudad de México, mientras tanto, la dirigente de la agrupación denominada Iluminemos México reconoció que a un año de aquella marcha con gente vestida de blanco no sólo no se ha resuelto nada, sino que la situación ha empeorado.
En cambio, las confidencias y favores entre las autoridades de México y Estados Unidos se multiplican. El vocero de la PGR ha revelado que políticos de ambos países se ponen de acuerdo para decidir qué deben hacer ciertos jueces de Gringolandia para, según eso, favorecer los intereses del calderonismo. Eso habría sucedido en el caso de Zhenli Ye Gon, el multimillonario con banco propio en su casa de Las Lomas al que ahora se ha declarado limpio de culpa en Estados Unidos, pero no por otra cosa (dice el vocero de la PGR), sino porque así no se enredan los tiempos procesales en aquel país y más pronto nos lo puedan mandar acá, extraditado, donde se le tiene un expediente súper bien armado, completito, insalvable. Así lo dijo el muy sincero portavoz de Medina Mora cuando se le preguntó si México había pedido a Washington ese desenlace: “Más que petición, fue la decisión de haber analizado el asunto entre las autoridades de Estados Unidos y las mexicanas para ver quién tenía el asunto más sólido, y con base en eso tomar la decisión de qué era lo mejor (…) en este caso resultó que el mejor expediente lo tenía el gobierno de México”. ¡Gulp!, ¿le darán cuello judicial acá, o es una forma negociada de coopelal para que no haga tanto ruido míster Ye Gon?
La Iglesia católica pidió, por su parte, corregir el expediente de los reos de culpas históricas y teológicas mejor conocidos como Miguel Hidalgo y José María Morelos. Dado que se acercan fiestas bicentenarias en las que se recordará a los mencionados sujetos, la siempre juiciosa institución religiosa no desea afear sus imágenes con el descrédito de haber sido excomulgados por los mandos clericales de aquellos tiempos en los que, como ahora, la elite sacerdotal se plegaba a los intereses de quienes tenían el poder y perseguían y difamaban a quienes luchaban por cambios verdaderos. Según Gustavo Watson, director del Archivo Histórico del Arzobispado de México, los futuros héroes patrios sí fueron degradados como sacerdotes, pero a la hora de la muerte se confesaron y hubo borrón y cuenta nueva. Oh, sí: Miguelín y Chema, regresen a casa, todo perdonado.
Y, mientras Sorry se pone gallito con Ebrard, y Juanito con AMLO, y éste anuncia que buscará corregir mediante leyes el poderío mediático (¡Eso: hay qué sujetar al monstruo a normas de urbanidad!), ¡hasta mañana, en esta columna siempre comulgante!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Ayer domingo hubo elecciones en Japón y la mala situación económica y el desempleo influyeron decisivamente para que los votantes decidieran echar del gobierno al Partido Demócrata Liberal –de corte pro empresarial–, que se había mantenido en el poder durante más de medio siglo –con una breve interrupción– y dar el control del Parlamento al Partido Demócrata, agrupación de centro izquierda. Se hartaron los japoneses de tanta promesa incumplida: no pudo el régimen neoliberal sacar del agujero a la segunda potencia económica mundial, que ya está en vías de pasar al tercer lugar; China le pisa los talones. La nueva mayoría parlamentaria de centro izquierda nombrará al primer ministro y éste a su gabinete, que sustituirá al derechista Taro Aso. Es un modelo distinto al de México: aquí, el PAN acaba de perder la mayoría en la Cámara de Diputados; sin embargo, la Constitución no prevé que el licenciado Calderón deba renunciar ni cambiar su gabinete. Mañana enviará por escrito su tercer Informe de gobierno; lo entregará el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Alarma en los corporativos
Se encuentran en estado de alerta grandes empresas ante el temor de que Hacienda, al no poder cargar a los pobres el IVA en alimentos y medicinas, haga un ajuste severo en otras ramas fiscales que afectan a cigarrillos, refrescos, cervezas, comida chatarra, inclusive a empresas de telecomunicaciones. Entre estas compañías se encuentra FEMSA, con Coca-Cola y su cervecería. Tiene un peso pesado en su grupo de gestores: Genaro Borrego, vicepresidente de Relaciones Institucionales, con contactos importantes entre los priístas que ahora están al mando. También la Cervecería Modelo, el Grupo Bimbo y su extensa línea de pastelillos, PepsiCo y sus Sabritas. En la mira también se hallan las aguas embotelladas, con Nestlé a la cabeza. Por otro lado, las corporaciones de telefonía fija –Telmex, Alestra, Axtel, Marcatel, Maxcom– tendrían que pagar IVA por sus servicios de interconexión. La gran batalla fiscal comienza esta semana y para fines de mes ya conoceremos cómo saldrán afectados los consumidores, porque al final de cuentas las empresas trasladarían a la clientela la carga, pero no se salvarían de una caída en las ventas.
Quiebran otros tres
Tres bancos de Estados Unidos quebraron el pasado viernes: Affinity, de Ventura, California; Bradford, en Baltimore, y Mainstreet, de Forest Lake, Minnesota. Sube a 446 la suma de las instituciones bancarias que se han ido a la bancarrota este año. La Corporación de Garantías de Depósitos Federales (FIDC) cubre hasta en 250 mil dólares el dinero de cada cliente. En México viene creciendo sordamente el problema de la supervivencia de algunas sofoles y sofomes. Una de las grandes, Metrofinanciera, ya está en proceso de bancarrota.
Alarma en los corporativos
Se encuentran en estado de alerta grandes empresas ante el temor de que Hacienda, al no poder cargar a los pobres el IVA en alimentos y medicinas, haga un ajuste severo en otras ramas fiscales que afectan a cigarrillos, refrescos, cervezas, comida chatarra, inclusive a empresas de telecomunicaciones. Entre estas compañías se encuentra FEMSA, con Coca-Cola y su cervecería. Tiene un peso pesado en su grupo de gestores: Genaro Borrego, vicepresidente de Relaciones Institucionales, con contactos importantes entre los priístas que ahora están al mando. También la Cervecería Modelo, el Grupo Bimbo y su extensa línea de pastelillos, PepsiCo y sus Sabritas. En la mira también se hallan las aguas embotelladas, con Nestlé a la cabeza. Por otro lado, las corporaciones de telefonía fija –Telmex, Alestra, Axtel, Marcatel, Maxcom– tendrían que pagar IVA por sus servicios de interconexión. La gran batalla fiscal comienza esta semana y para fines de mes ya conoceremos cómo saldrán afectados los consumidores, porque al final de cuentas las empresas trasladarían a la clientela la carga, pero no se salvarían de una caída en las ventas.
Quiebran otros tres
Tres bancos de Estados Unidos quebraron el pasado viernes: Affinity, de Ventura, California; Bradford, en Baltimore, y Mainstreet, de Forest Lake, Minnesota. Sube a 446 la suma de las instituciones bancarias que se han ido a la bancarrota este año. La Corporación de Garantías de Depósitos Federales (FIDC) cubre hasta en 250 mil dólares el dinero de cada cliente. En México viene creciendo sordamente el problema de la supervivencia de algunas sofoles y sofomes. Una de las grandes, Metrofinanciera, ya está en proceso de bancarrota.
Sin lugar a dudas con la muerte de Edward Kennedy se pierde a uno de los más destacados defensores de los derechos humanos. Si bien la actividad del senador se volcó recientemente a defender el plan de salud del presidente Barack Obama, es necesario recordar que en los últimos 50 años Kennedy siempre estuvo presente en las discusiones en torno a la cuestión migratoria. En sus intervenciones la defensa de los derechos de los inmigrantes fueran o no documentados era una constante.
En la propuesta integral para reformar el sistema migratorio de Estados Unidos, de la que fue principal promotor y coautor, había un capítulo cuya esencia era dar estatuto migratorio a los millones de indocumentados para liberarlos de la zozobra diaria en la que viven. No obstante la pasión con la que defendió esa previsión, sus esfuerzos fueron insuficientes para contrarrestar la actitud mezquina de quienes impidieron su aprobación. En el momento en que se redite la discusión migratoria, esa pasión y la capacidad de persuasión de la que hizo gala se extrañarán.
En su reciente visita a México, el presidente Obama expresó su interés por abordar la cuestión migratoria tan pronto concluyera con la reforma al sistema de salud. Con los problemas que enfrenta en lograr el consenso para aprobarla y la incertidumbre sobre el futuro de su plan, es difícil saber cómo y cuándo se abordará la cuestión migratoria. Se sabe que el presidente y el Partido Demócrata favorecen un proyecto de reforma en el que se otorga algún tipo de residencia a los 12 millones de indocumentados que viven en el país. El problema es que con el desgaste que han sufrido a lo largo del debate sobre la reforma de salud, les será muy difícil negociar una propuesta similar a la que en su momento apoyo Kennedy en la que el beneficio para los indocumentados era evidente.
Así las cosas, no sería extraño que las tácticas que se han empleado para boicotear la reforma de salud se empleen para una futura reforma migratoria. Mas aún si con ello se resta popularidad al presidente y su partido, y qué mejor para los sectores conservadores, cuya meta es la elección que se celebrará el próximo año para renovar la cámara baja, donde los demócratas hoy son mayoría.
abalderasr@yahoo.com.mx
En la propuesta integral para reformar el sistema migratorio de Estados Unidos, de la que fue principal promotor y coautor, había un capítulo cuya esencia era dar estatuto migratorio a los millones de indocumentados para liberarlos de la zozobra diaria en la que viven. No obstante la pasión con la que defendió esa previsión, sus esfuerzos fueron insuficientes para contrarrestar la actitud mezquina de quienes impidieron su aprobación. En el momento en que se redite la discusión migratoria, esa pasión y la capacidad de persuasión de la que hizo gala se extrañarán.
En su reciente visita a México, el presidente Obama expresó su interés por abordar la cuestión migratoria tan pronto concluyera con la reforma al sistema de salud. Con los problemas que enfrenta en lograr el consenso para aprobarla y la incertidumbre sobre el futuro de su plan, es difícil saber cómo y cuándo se abordará la cuestión migratoria. Se sabe que el presidente y el Partido Demócrata favorecen un proyecto de reforma en el que se otorga algún tipo de residencia a los 12 millones de indocumentados que viven en el país. El problema es que con el desgaste que han sufrido a lo largo del debate sobre la reforma de salud, les será muy difícil negociar una propuesta similar a la que en su momento apoyo Kennedy en la que el beneficio para los indocumentados era evidente.
Así las cosas, no sería extraño que las tácticas que se han empleado para boicotear la reforma de salud se empleen para una futura reforma migratoria. Mas aún si con ello se resta popularidad al presidente y su partido, y qué mejor para los sectores conservadores, cuya meta es la elección que se celebrará el próximo año para renovar la cámara baja, donde los demócratas hoy son mayoría.
abalderasr@yahoo.com.mx
Cuando menos en el discurso los tres grandes partidos políticos representados en San Lázaro han hecho pública su intención de no avalar el cobro de IVA en medicinas y alimentos, de tal suerte que la propuesta calderonista en este sentido podría descartarse. Sin embargo, las potenciales víctimas de las decisiones legislativas –léase los heroicos habitantes de este país– no se van con la finta, porque acostumbradas están a que los dichos de la clase política sean inversamente proporcionales a los hechos.
En el tablado está el grotesco show mediático del locutor vestido de azul que machaconamente difunde novelescas proezas con logros aún más fantásticos en su tercer año de estancia en Los Pinos, mientras en medio de una catarata de discursos la población intenta sortear –como puede, y cada vez puede menos– los efectos de las más profunda crisis –esa sí real y contundente– de que se tenga memoria en el México institucionalizado, en espera de lo que la clase política tenga a bien definir –el paquetazo económico 2010– para superar, según dice, el shock de las famélicas finanzas públicas, y lo hará –todo apunta– a costillas de profundizar el histórico shock de las raquíticas finanzas ciudadanas.
De lengua la clase política se come un perol, y ahora, como siempre, dirá que todas las decisiones sólo tienen un objetivo: el bienestar de los mexicanos (de hasta arriba, deben agregar). Y en este sentido, los flamantes coordinadores de las tres tristes bancadas en San Lázaro han dicho no al IVA en alimentos y medicinas. El priísta Francisco Rojas Gutiérrez de Salinas aseguró que su partido no apostará en tal sentido; la siempre cursi Josefina Vázquez Mota parece egresada de la Universidad Cantinflas por sus comentarios en materia fiscal (Cesarín Nava aseguró que tal gravamen está completamente descartado), mientras Alejandro Encinas rechaza cualquier posibilidad en este renglón, aunque a una sola voz la tercia no descarta que claven el puñal fiscal en otra parte del cuerpo ciudadano.
De concretarse tal negativa, los partidos y sus legisladores se autoelogiarán pública y profusamente por defender la economía familiar, mientras por abajo del agua dan cuerpo a la catarata de aumentos (recorte de subsidios y actualizaciones les llaman) en precios y tarifas de los bienes y servicios del sector público (tarifas eléctricas, gasolinas, diesel, gas, agua, predial, etcétera, etcétera), acuerdan nuevos impuestos y/o incrementan los existentes, y por enésima ocasión se niegan a tocar los privilegios fiscales otorgados al gran capital, donde está el quid de la evasión y la elusión, y los hoyos financieros que tanto preocupan al doctor catarrito y al locutor que lo sostiene.
A la par, se esforzarán por mostrarse austeros y dar la idea de que ellos sí se sacrifican por el bien de la patria. De hecho, los diputados panistas entrantes, en voz de la Josefina, anunciaron recortes a sus privilegios por 250 millones de pesos, que incluyen 10 por ciento de descuento en la dieta de los legisladores. Qué bueno, qué esforzados, qué austeros, pero habría que recordarle a la señora Vázquez Mota que siendo secretaria de Educación Pública en un solo día gastó 256 millones de pesos en la celebración del Día del Maestro, de tal suerte que el monto de tales recortes a los blanquiazules en San Lázaro, de concretarse, no pasarían de ser una tomadura de pelo.
Dicho sea de paso, en esto de la dieta surge la misma duda que con la ley de salarios máximos, la cual establece que nadie (salvo los magistrados y demás aves de rapiña que revolotean sobre el presupuesto) puede obtener un ingreso mayor al del jefe del Ejecutivo. Así, la dieta neta mensual de un diputado (versión oficial) es de 77 mil 745 pesos, de tal suerte que 10 por ciento de recorte cantado por Vázquez Mota sería de 7 mil 774 pesos. Sin embargo, a este ingreso se suman 45 mil 786 pesos mensuales por apoyos para actividades legislativas y 28 mil 772 pesos por atención ciudadana (que supuestamente no forman parte de la dieta formal, pero sí de la real, que suma 152 mil 303, por arriba del sueldo del inquilino de Los Pinos). Entonces, ¿el recorte sería sobre los 77 mil 745 o los 152 mil 303?
En este contexto, si 10 por ciento de recorte a la dieta de los diputados panistas anunciado por su flamante coordinadora de bancada se limita al ingreso oficial (los 77 mil 745 pesos), entonces el ahorro anual implícito sería de un millón 111 mil 682 pesos, es decir, 0.44 por ciento de los 250 millones de ahorro total estimado por Vázquez Mota; en cambio, si se considera integralmente (dieta, apoyos para actividades legislativas y atención ciudadana) sumaría 2 millones 177 mil 890 pesos, monto equivalente al 0.87 por ciento del ahorro total. Si ése es el concepto panista de esfuerzo, compromiso con los ciudadanos, ahorro, austeridad y conexos, no pasa de ser un pésimo chiste y una austeridad de mentiritas.
En igual sentido se ha manifestado otros comprometidos cuan austeros organismos. El Instituto Federal Electoral, por ejemplo, que anunció un recorte de 104 millones de pesos en su gasto del último trimestre de 2009 (un pelo al gato), mientras perfila sus aspiraciones presupuestales para 2010 (9 mil 223 millones de pesos, de los que 6 mil 221 millo- nes serían para su gasto operativo y 3 mil 12 millones para los partidos políticos). Si la austeridad se mantiene el próximo año, esos 104 millones equivaldrían a 1.67 del gasto operativo del IFE (es decir, sin partidos políticos). De ese tamaño es la austeridad.
Si algo ha escuchado la ciudadanía a lo largo de tres largas décadas de crisis permanente (con reconocimiento oficial o sin él) ha sido el discurso de la austeridad, del esfuerzo, la transparencia y el compromiso de la clase política, la misma que hoy asegura que ahora sí va en serio; es decir, su misma cantaleta en 30 largos, interminables años. Y a la par del discurso, la catarata de privilegios y excesos, que, total, para eso están los ciudadanos, para pagarlos.
Las rebanadas del pastel
Mensaje textual de un banco a uno de sus tarjetahabientes, por medio del respectivo estado de cuenta: su adeudo es de 175 mil pesos y la cantidad mínima mensual a pagar es de 6 mil 45 pesos; si sólo realiza el pago mínimo y no tiene compras, disposiciones o cargos automáticos, tardará mil 767 meses, aproximadamente, en cubrir el saldo de su tarjeta de crédito, o lo que es lo mismo poco más de 147 años. ¡Ánimo, que ya le falta poco!
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
En el tablado está el grotesco show mediático del locutor vestido de azul que machaconamente difunde novelescas proezas con logros aún más fantásticos en su tercer año de estancia en Los Pinos, mientras en medio de una catarata de discursos la población intenta sortear –como puede, y cada vez puede menos– los efectos de las más profunda crisis –esa sí real y contundente– de que se tenga memoria en el México institucionalizado, en espera de lo que la clase política tenga a bien definir –el paquetazo económico 2010– para superar, según dice, el shock de las famélicas finanzas públicas, y lo hará –todo apunta– a costillas de profundizar el histórico shock de las raquíticas finanzas ciudadanas.
De lengua la clase política se come un perol, y ahora, como siempre, dirá que todas las decisiones sólo tienen un objetivo: el bienestar de los mexicanos (de hasta arriba, deben agregar). Y en este sentido, los flamantes coordinadores de las tres tristes bancadas en San Lázaro han dicho no al IVA en alimentos y medicinas. El priísta Francisco Rojas Gutiérrez de Salinas aseguró que su partido no apostará en tal sentido; la siempre cursi Josefina Vázquez Mota parece egresada de la Universidad Cantinflas por sus comentarios en materia fiscal (Cesarín Nava aseguró que tal gravamen está completamente descartado), mientras Alejandro Encinas rechaza cualquier posibilidad en este renglón, aunque a una sola voz la tercia no descarta que claven el puñal fiscal en otra parte del cuerpo ciudadano.
De concretarse tal negativa, los partidos y sus legisladores se autoelogiarán pública y profusamente por defender la economía familiar, mientras por abajo del agua dan cuerpo a la catarata de aumentos (recorte de subsidios y actualizaciones les llaman) en precios y tarifas de los bienes y servicios del sector público (tarifas eléctricas, gasolinas, diesel, gas, agua, predial, etcétera, etcétera), acuerdan nuevos impuestos y/o incrementan los existentes, y por enésima ocasión se niegan a tocar los privilegios fiscales otorgados al gran capital, donde está el quid de la evasión y la elusión, y los hoyos financieros que tanto preocupan al doctor catarrito y al locutor que lo sostiene.
A la par, se esforzarán por mostrarse austeros y dar la idea de que ellos sí se sacrifican por el bien de la patria. De hecho, los diputados panistas entrantes, en voz de la Josefina, anunciaron recortes a sus privilegios por 250 millones de pesos, que incluyen 10 por ciento de descuento en la dieta de los legisladores. Qué bueno, qué esforzados, qué austeros, pero habría que recordarle a la señora Vázquez Mota que siendo secretaria de Educación Pública en un solo día gastó 256 millones de pesos en la celebración del Día del Maestro, de tal suerte que el monto de tales recortes a los blanquiazules en San Lázaro, de concretarse, no pasarían de ser una tomadura de pelo.
Dicho sea de paso, en esto de la dieta surge la misma duda que con la ley de salarios máximos, la cual establece que nadie (salvo los magistrados y demás aves de rapiña que revolotean sobre el presupuesto) puede obtener un ingreso mayor al del jefe del Ejecutivo. Así, la dieta neta mensual de un diputado (versión oficial) es de 77 mil 745 pesos, de tal suerte que 10 por ciento de recorte cantado por Vázquez Mota sería de 7 mil 774 pesos. Sin embargo, a este ingreso se suman 45 mil 786 pesos mensuales por apoyos para actividades legislativas y 28 mil 772 pesos por atención ciudadana (que supuestamente no forman parte de la dieta formal, pero sí de la real, que suma 152 mil 303, por arriba del sueldo del inquilino de Los Pinos). Entonces, ¿el recorte sería sobre los 77 mil 745 o los 152 mil 303?
En este contexto, si 10 por ciento de recorte a la dieta de los diputados panistas anunciado por su flamante coordinadora de bancada se limita al ingreso oficial (los 77 mil 745 pesos), entonces el ahorro anual implícito sería de un millón 111 mil 682 pesos, es decir, 0.44 por ciento de los 250 millones de ahorro total estimado por Vázquez Mota; en cambio, si se considera integralmente (dieta, apoyos para actividades legislativas y atención ciudadana) sumaría 2 millones 177 mil 890 pesos, monto equivalente al 0.87 por ciento del ahorro total. Si ése es el concepto panista de esfuerzo, compromiso con los ciudadanos, ahorro, austeridad y conexos, no pasa de ser un pésimo chiste y una austeridad de mentiritas.
En igual sentido se ha manifestado otros comprometidos cuan austeros organismos. El Instituto Federal Electoral, por ejemplo, que anunció un recorte de 104 millones de pesos en su gasto del último trimestre de 2009 (un pelo al gato), mientras perfila sus aspiraciones presupuestales para 2010 (9 mil 223 millones de pesos, de los que 6 mil 221 millo- nes serían para su gasto operativo y 3 mil 12 millones para los partidos políticos). Si la austeridad se mantiene el próximo año, esos 104 millones equivaldrían a 1.67 del gasto operativo del IFE (es decir, sin partidos políticos). De ese tamaño es la austeridad.
Si algo ha escuchado la ciudadanía a lo largo de tres largas décadas de crisis permanente (con reconocimiento oficial o sin él) ha sido el discurso de la austeridad, del esfuerzo, la transparencia y el compromiso de la clase política, la misma que hoy asegura que ahora sí va en serio; es decir, su misma cantaleta en 30 largos, interminables años. Y a la par del discurso, la catarata de privilegios y excesos, que, total, para eso están los ciudadanos, para pagarlos.
Las rebanadas del pastel
Mensaje textual de un banco a uno de sus tarjetahabientes, por medio del respectivo estado de cuenta: su adeudo es de 175 mil pesos y la cantidad mínima mensual a pagar es de 6 mil 45 pesos; si sólo realiza el pago mínimo y no tiene compras, disposiciones o cargos automáticos, tardará mil 767 meses, aproximadamente, en cubrir el saldo de su tarjeta de crédito, o lo que es lo mismo poco más de 147 años. ¡Ánimo, que ya le falta poco!
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
Márquez Ayala: Reporte Económico
El gasto total aprobado para 2009 asciende a 3 billones 45 mil 479 millones de pesos, de los cuales al 30 de junio habían sido ejercidos un billón 436 mil 92 millones, esto es, el 47.2% (Gráfico 4).
Por componentes del gasto total, del gasto programable aprobado para el año (2.320 billones) a junio se había ejercido el 47.7%, y del no programable (725 mil millones) el 45.4%. De este último, especial mención merece el costo financiero – que casi en su totalidad corresponde sólo al pago de intereses de la deuda pública y del rescate bancario de 1995-96 (el entonces Fobaproa) – cuyo elevado monto (290 mil millones) representa, por ejemplo, casi un 50% más que los recursos asignados a Educación Pública (201 mil millones) y es nueve veces los recursos que el país dedica al Poder Judicial (33 mil millones), constituyendo ya un tributo desproporcionado a los bancos y otros acreedores nacionales y extranjeros que es preciso reconsiderar en su cuantía y en su pertinencia, así como poner límites y reglas a la contratación de deudas, bursatilizaciones, enajenaciones y toda forma de endeudamiento de los tres niveles de gobierno y de los organismos públicos.
El gasto programable
Siguiendo la clasificación administrativa del presupuesto se observa que del gasto programable, en el primer semestre del año el gobierno federal ejerció 775 mil millones de pesos, 11.2% más en términos reales que en el primer semestre de 2008 y el 48.1% del total aprobado para este año; y que los organismos bajo control presupuestario directo ejercieron 478 mil millones, 17.8% más que el año pasado y el 49.3% del total aprobado para este año (Gráfico 4).
Por instituciones relevantes, a la mitad del año habían ejercido 55% o más del total aprobado: Presidencia de la República (71.5%), el Poder Legislativo (55.4), Relaciones Exteriores (56.7), Sagarpa (66.8), Economía (67.5), Turismo (84.5), el Conacyt (55.1), y el ISSSTE (62.9%); a la inversa, habían ejercido sólo el 45% o menos de lo aprobado: Gobernación (32.3%), Salud (32.7), Comunicaciones y Transportes (32.5), Medio Ambiente y Recursos Naturales (39.8), Procuraduría General de la República (37.5), Función Pública (38.4), Seguridad Pública (34.9), y Luz y Fuerza del Centro (40.2%).
El gasto total aprobado para 2009 asciende a 3 billones 45 mil 479 millones de pesos, de los cuales al 30 de junio habían sido ejercidos un billón 436 mil 92 millones, esto es, el 47.2% (Gráfico 4).
Por componentes del gasto total, del gasto programable aprobado para el año (2.320 billones) a junio se había ejercido el 47.7%, y del no programable (725 mil millones) el 45.4%. De este último, especial mención merece el costo financiero – que casi en su totalidad corresponde sólo al pago de intereses de la deuda pública y del rescate bancario de 1995-96 (el entonces Fobaproa) – cuyo elevado monto (290 mil millones) representa, por ejemplo, casi un 50% más que los recursos asignados a Educación Pública (201 mil millones) y es nueve veces los recursos que el país dedica al Poder Judicial (33 mil millones), constituyendo ya un tributo desproporcionado a los bancos y otros acreedores nacionales y extranjeros que es preciso reconsiderar en su cuantía y en su pertinencia, así como poner límites y reglas a la contratación de deudas, bursatilizaciones, enajenaciones y toda forma de endeudamiento de los tres niveles de gobierno y de los organismos públicos.
El gasto programable
Siguiendo la clasificación administrativa del presupuesto se observa que del gasto programable, en el primer semestre del año el gobierno federal ejerció 775 mil millones de pesos, 11.2% más en términos reales que en el primer semestre de 2008 y el 48.1% del total aprobado para este año; y que los organismos bajo control presupuestario directo ejercieron 478 mil millones, 17.8% más que el año pasado y el 49.3% del total aprobado para este año (Gráfico 4).
Por instituciones relevantes, a la mitad del año habían ejercido 55% o más del total aprobado: Presidencia de la República (71.5%), el Poder Legislativo (55.4), Relaciones Exteriores (56.7), Sagarpa (66.8), Economía (67.5), Turismo (84.5), el Conacyt (55.1), y el ISSSTE (62.9%); a la inversa, habían ejercido sólo el 45% o menos de lo aprobado: Gobernación (32.3%), Salud (32.7), Comunicaciones y Transportes (32.5), Medio Ambiente y Recursos Naturales (39.8), Procuraduría General de la República (37.5), Función Pública (38.4), Seguridad Pública (34.9), y Luz y Fuerza del Centro (40.2%).
Cómo le hace Enrique Nery para lograr esos niveles de exquisitez y sutileza en el piano es lo de menos. Lo realmente importante es que ahí están, que son una realidad cotidiana en las presentaciones del maestro, ya con su propio grupo, ya acompañando a alguna voz, o bien en aquellas sesiones iniciáticas en las que sólo se dan cita el músico y el instrumento (y tú que te quedas quieto, agazapado en las estrecheces de un teatro o girando feliz en la inmensidad del tocadiscos).
Escuchar a Nery al piano es uno de esos placeres que dan sentido y cauce a los días, y su más reciente disco, Piano a solas –el undécimo en su haber–, se cocinó en estos términos. Hay entonces al menos tres motivos para festejar. Uno, que después de cinco años el pianista nos entrega un nuevo cedé (el anterior fue Mexicanista, de 2004). Dos, que en esta nueva entrega regresa al plan solista (no lo había hecho desde Solo Sessions, de 2002). Y tres, el más importante, que Enrique está vivo, bien y de buenas.
Muchos de ustedes recordarán que en 2007, en las mazmorras de la clínica Londres, el maestro había sido desahuciado sin más ni más. Afortunadamente, varios amigos encabezados por Iraida Noriega no se dieron por vencidos y fueron a pedir ayuda al doctor Gustavo Reyes Terán, lo trasladaron al Instituto Nacional de Nutrición y, después de cinco semanas en coma, volvió en sí y hoy está tocando mejor que nunca.
De esta epopeya de ida y vuelta en la barca de Caronte, Enrique Nery compuso una conmovedora suite para piano a solas en seis movimientos: La enfermedad, Cama 31, Trolebús, La calma, La recuperación y La gratitud. Con Cama 31 sientes que te asfixias, con La recuperación se te humedecen las neuronas, pero llegando a La gratitud la humedad se enterca en pasar a los ojos. Pero hay más, por supuesto.
Es sorprendente cómo logra tomar La feria de las flores, hacer a un lado los bigotes de Luis Aguilar y poner en la mesa un tema virtualmente nuevo. Están también las baladas universales The more I see you y I’m getting sentimental over you (dedicada ésta a Erick Montenegro), una estupenda medley de Michel Legrand y un buen manojo de temas propios dedicados a la familia, en los que resalta, por derecho propio, la melancolía de Allá en la Bufa, para mis papás (el padre de Enrique es Roberto Nery, célebre músico zacatecano que durante un buen rato se hizo cargo del clarinete en la orquesta de Luis Arcaraz). El disco cierra con Vals antiguo, que muestra a plenitud cómo algo puede tener nada que ver con el jazz y embonar a la perfección en su contexto.
Piano a solas es una producción de Germán Palomares Oviedo y Nery –amigos apenas siempre–, bajo el patrocinio de la Fundación Sebastián AC, y lo puedes encontrar, a veces, en algunas cafebrerías del sur de la ciudad de México. Urge una distribuidora de todos estos materiales. Y urge también que a alguien se le ocurra editar el dúo de pianos que se aventaron Enrique Nery y Jorge Martínez Zapata en el Festival Nacional de Jazz. Por cierto que este último fue seleccionado para recibir la Medalla Juan José Calatayud el pasado viernes 14 de agosto, en el cierre del Jazzfest 2009, allá en Jalapa. Más que merecida.
De última hora nos enteramos de que Enrique Nery tuvo que suspender el concierto que iba a ofrecer, con Patricia Carrión, el pasado 22 de agosto en El Convite (este pequeño foro de enorme calidad). Resulta que el pianista sufrió una fuerte descompensación en la presión arterial y tuvo que ser atendido de emergencia. Afortunadamente, todo está bien ahora. Y la nave va. Salud.
amalacara@prodigy.net.mx
Escuchar a Nery al piano es uno de esos placeres que dan sentido y cauce a los días, y su más reciente disco, Piano a solas –el undécimo en su haber–, se cocinó en estos términos. Hay entonces al menos tres motivos para festejar. Uno, que después de cinco años el pianista nos entrega un nuevo cedé (el anterior fue Mexicanista, de 2004). Dos, que en esta nueva entrega regresa al plan solista (no lo había hecho desde Solo Sessions, de 2002). Y tres, el más importante, que Enrique está vivo, bien y de buenas.
Muchos de ustedes recordarán que en 2007, en las mazmorras de la clínica Londres, el maestro había sido desahuciado sin más ni más. Afortunadamente, varios amigos encabezados por Iraida Noriega no se dieron por vencidos y fueron a pedir ayuda al doctor Gustavo Reyes Terán, lo trasladaron al Instituto Nacional de Nutrición y, después de cinco semanas en coma, volvió en sí y hoy está tocando mejor que nunca.
De esta epopeya de ida y vuelta en la barca de Caronte, Enrique Nery compuso una conmovedora suite para piano a solas en seis movimientos: La enfermedad, Cama 31, Trolebús, La calma, La recuperación y La gratitud. Con Cama 31 sientes que te asfixias, con La recuperación se te humedecen las neuronas, pero llegando a La gratitud la humedad se enterca en pasar a los ojos. Pero hay más, por supuesto.
Es sorprendente cómo logra tomar La feria de las flores, hacer a un lado los bigotes de Luis Aguilar y poner en la mesa un tema virtualmente nuevo. Están también las baladas universales The more I see you y I’m getting sentimental over you (dedicada ésta a Erick Montenegro), una estupenda medley de Michel Legrand y un buen manojo de temas propios dedicados a la familia, en los que resalta, por derecho propio, la melancolía de Allá en la Bufa, para mis papás (el padre de Enrique es Roberto Nery, célebre músico zacatecano que durante un buen rato se hizo cargo del clarinete en la orquesta de Luis Arcaraz). El disco cierra con Vals antiguo, que muestra a plenitud cómo algo puede tener nada que ver con el jazz y embonar a la perfección en su contexto.
Piano a solas es una producción de Germán Palomares Oviedo y Nery –amigos apenas siempre–, bajo el patrocinio de la Fundación Sebastián AC, y lo puedes encontrar, a veces, en algunas cafebrerías del sur de la ciudad de México. Urge una distribuidora de todos estos materiales. Y urge también que a alguien se le ocurra editar el dúo de pianos que se aventaron Enrique Nery y Jorge Martínez Zapata en el Festival Nacional de Jazz. Por cierto que este último fue seleccionado para recibir la Medalla Juan José Calatayud el pasado viernes 14 de agosto, en el cierre del Jazzfest 2009, allá en Jalapa. Más que merecida.
De última hora nos enteramos de que Enrique Nery tuvo que suspender el concierto que iba a ofrecer, con Patricia Carrión, el pasado 22 de agosto en El Convite (este pequeño foro de enorme calidad). Resulta que el pianista sufrió una fuerte descompensación en la presión arterial y tuvo que ser atendido de emergencia. Afortunadamente, todo está bien ahora. Y la nave va. Salud.
amalacara@prodigy.net.mx
Japón: cambio o desencanto
La aplastante derrota del Partido Liberal Democrático (PLD) en las elecciones realizadas ayer en Japón y la no menos contundente victoria del Partido Demócrata de Japón (PDJ, centro izquierda) marca un punto de inflexión en la vida política de esa nación asiática, dominada durante más de medio siglo por los demócrata-liberales.
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El Correo Ilustrado
Atenta la SEP contra la historia
Eliminar las humanidades es el objetivo de la SEP. Ya lo quisieron hacer con la filosofía, que por cierto, gracias a la organización de la comunidad nacional reflejada en el Observatorio Filosófico de México, se pudo revertir su desaparición con la RIEMS.
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Se ha exigido al Ejecutivo, con argumentos irrefutables, que considere el tema educativo como clave del proyecto nacional y, en particular, el de la educación superior. Se ha dicho que sólo de esa manera tendría futuro el país, y que el desarrollo democrático y la prosperidad de México están enlazados a un proyecto de nación que considere centralmente al conocimiento, el impulso de la cultura, la ciencia y la tecnología, y la ampliación del sistema educativo a fin de que cada vez más mexicanos tengan acceso a sus beneficios.
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Estamos sufriendo un fracaso histórico; los gobiernos panistas (como lo veíamos venir) han desperdiciado la gran oportunidad de rencauzar al país por el camino del orden, de la paz y de la justicia, especialmente de la justicia distributiva, que con el lema de Cambio Democrático de las Estructuras, el partido hoy en el Ejecutivo federal, mas no en el poder, anunciaba su proyecto en tiempos pasados y mejores.
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En repetidas y angustiadas ocasiones he insistido en que la reforma estructural fundamental que requiere el país es la educativa. En ella, en la respuesta a la elemental pregunta de ¿educar para qué? y en el éxito de sus resultados está basado el verdadero progreso nacional en todos los órdenes.
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Acausa de la crisis se cancelan o aplazan proyectos muy cuestionados por sus efectos negativos sobre el medio ambiente y los recursos naturales. El primero es la construcción de la Plaza Bicentenario y un nuevo palacio de gobierno en Cancún, en terrenos de El Ombligo Verde, último reducto generador de oxígeno de la ciudad. En vez de esas obras innecesarias, urge atender otras carencias: el transporte urbano, agua y mejores vialidades en las colonias donde viven los pobres (que son la mayoría en Cancún), rescate de espacios públicos, más actividades culturales. Bueno es recordar que, pese a la oposición ciudadana, al Ombligo Verde le restaron espacio arbolado durante el gobierno del doctor Zedillo, en busca de votos para el PRI. Allí se edificó una catedral y sus servicios conexos. Fue entregada al primer obispo con que cuentan los Legionarios de Cristo.
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El Estado mexicano enfrenta un caso de aritmética política. En efecto, no se trata sólo de cuadrar las cifras del presupuesto público en un entorno de franco deterioro de los ingresos y de una necesidad de cuando menos no seguir reduciendo el gasto productivo y social.
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La han llamado reina del punk, lo cual es bastante estúpido viniendo ella del territorio punk que cimbró los años 70 con el mismo desparpajo autodestructivo, nicotina, alcohol, cocaína y pastillas de cualquier epítome (figura que consiste, después de dichas muchas palabras, en repetir las primeras para mayor claridad, según la Real Academia) de la calaña Syd Vicious, pero salvada curiosamente por el sexo: ‘The more they kill, the more I fuck’.
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Ricardo Raphael
“Juanito”, o del político
Rafael Acosta quiere hablar de tú a tú con Andrés Manuel López Obrador. Amenaza con poner todas las cartas sobre la mesa y recordarle a su mentor que debe ser el pueblo quien pronuncie la última de las palabras.
Se trata de la revancha del ninguneado sobre su ninguneador. Fin del menosprecio. Advierte que se quedará con el puesto entregado por el voto popular. Haiga sido como haiga sido, Juanito fue electo delegado en Iztapalapa y como tal quiere ser tratado.
Ya probó las mieles de la popularidad y no acepta perderse de la adrenalina ofrecida por este placer. Juanito habla y mucho. Desde que lo favorecieran en las urnas, trae la neta en la boca. Él encarna la verdad popular. Lo que el pueblo piensa y los poderosos siempre desprecian.
Él es mezcla y reencarnación de Pepe el Toro, del Barrendero de Cantinflas, del más humilde de todos los hijos de la Guadalupana. Juanito representa el triunfo —siempre azaroso, siempre milagroso— del más jodido.
Su salto al estrellato serviría para escribir un guión de telenovela; de esas que millones de mexicanos seguimos en horario estelar. Una al estilo Alma de hierro que, por fortuna, finalmente descansa en paz.
Su discurso —por morbo y no por argumento— masajea desde hace semanas la más frívola de las venas noticiosas. El nuevo delegado de Iztapalapa tiene olfato mediático. Quiere ser perseguido y también sabe cómo perseguir al lente de la cámara. En foto y en video retrata bien. Con su banda tricolor sobre la frente se ha vuelto el Chanoc de la política.
Juanito posa en el rellano de una escalera. Juanito se exhibe a contraluz, en un parque público. Juanito departe en televisión con los entrevistadores del momento. Juanito recorre todas las cabinas de la radio. Juanito aparece y se mantiene en la primera plana de los grandes diarios. Juanito, emblema. Juanito, bandera. Juanito, santito. Juanito, desde ya: inolvidable.
Su popularidad apenas comienza. Así lo cree él. Nada lo detiene. No le hacen daño las críticas, ni lo amedrentan las amenazas, reales o inventadas, de sus enemigos. Cuando, desde el Olimpo, se le señala por no saber honrar su palabra, Fuente Ovejuna ríe con Juanito. ¿De cuándo acá los políticos se distinguen por honrar sus compromisos? Se trata de una cualidad exigible a otros oficios, pero no a éste en particular.
Al delegado electo han querido descalificarle asegurando que no está preparado para ocupar un puesto tan cargado de responsabilidades: no tiene estudios, ni experiencia burocrática, ni habilidades de administrador. Y él lo sabe.
Del fondo de la garganta revolucionaria y nacionalista surge una voz que lo rescata: Juanito no hizo estudios en Harvard y es precisamente por ello que podría convertirse en un gran gobernante. Cuántas veces no hemos escuchado que la sabiduría natural del pueblo es la mejor de las herramientas para gobernar.
Con todos estos atributos es comprensible por qué Juanito ha logrado acaparar tanta atención. Es síntesis de la vida política mexicana: un representante popular que habla con la neta, un rostro pintoresco para los medios, una historia de superación personal, un milagro narrado por entregas (con héroes, cínicos y villanos), un político cándido, un hombre sin preparación.
Su futuro, sin embargo, es todavía incierto. Puede suceder, como él mismo ya lo anunció, que el aprecio ciudadano lo conduzca a convertirse en el sucesor de Marcelo Ebrard. Si la suerte y el carisma continúan acompañándolo, sería el jefe de Gobierno de la ciudad de México a partir del año 2012.
También puede ocurrir, siguiendo la trama de otras narraciones picarescas, que la historia de Juanito termine en tragedia. Que abandone, por ejemplo, el oficio de la política para convertirse en un afamado conductor de talk shows, o se vuelva la estrella de una superproducción músico-teatral al estilo La novicia rebelde o, de plano, emerja como el Güicho Domínguez, versión siglo XXI, del melodrama nacional.
Esta serie de soluciones a la vida de Juanito sería la más deseable para doña Clara Brugada y también para el padrino sin suerte, don Andrés Manuel López Obrador. No obstante, ninguno de los dos pareciera atravesar por sus mejores días de suerte. Ni las ambiciones de Juanito han decidido todavía volar tan alto.
Una última opción conversable entre Rafael Acosta y quien le diera aquel histórico espaldarazo, implicaría que Juanito se sometiera al democrático proceso de revocación de mandato. Si los habitantes de Iztapalapa lo ratifican, que Juanito siga por la tortuosa senda de la política. En caso contrario, la fama recientemente alcanzada puede servirle para cambiar de oficio y dedicarse sin límites al estrellato.
Analista político
Se trata de la revancha del ninguneado sobre su ninguneador. Fin del menosprecio. Advierte que se quedará con el puesto entregado por el voto popular. Haiga sido como haiga sido, Juanito fue electo delegado en Iztapalapa y como tal quiere ser tratado.
Ya probó las mieles de la popularidad y no acepta perderse de la adrenalina ofrecida por este placer. Juanito habla y mucho. Desde que lo favorecieran en las urnas, trae la neta en la boca. Él encarna la verdad popular. Lo que el pueblo piensa y los poderosos siempre desprecian.
Él es mezcla y reencarnación de Pepe el Toro, del Barrendero de Cantinflas, del más humilde de todos los hijos de la Guadalupana. Juanito representa el triunfo —siempre azaroso, siempre milagroso— del más jodido.
Su salto al estrellato serviría para escribir un guión de telenovela; de esas que millones de mexicanos seguimos en horario estelar. Una al estilo Alma de hierro que, por fortuna, finalmente descansa en paz.
Su discurso —por morbo y no por argumento— masajea desde hace semanas la más frívola de las venas noticiosas. El nuevo delegado de Iztapalapa tiene olfato mediático. Quiere ser perseguido y también sabe cómo perseguir al lente de la cámara. En foto y en video retrata bien. Con su banda tricolor sobre la frente se ha vuelto el Chanoc de la política.
Juanito posa en el rellano de una escalera. Juanito se exhibe a contraluz, en un parque público. Juanito departe en televisión con los entrevistadores del momento. Juanito recorre todas las cabinas de la radio. Juanito aparece y se mantiene en la primera plana de los grandes diarios. Juanito, emblema. Juanito, bandera. Juanito, santito. Juanito, desde ya: inolvidable.
Su popularidad apenas comienza. Así lo cree él. Nada lo detiene. No le hacen daño las críticas, ni lo amedrentan las amenazas, reales o inventadas, de sus enemigos. Cuando, desde el Olimpo, se le señala por no saber honrar su palabra, Fuente Ovejuna ríe con Juanito. ¿De cuándo acá los políticos se distinguen por honrar sus compromisos? Se trata de una cualidad exigible a otros oficios, pero no a éste en particular.
Al delegado electo han querido descalificarle asegurando que no está preparado para ocupar un puesto tan cargado de responsabilidades: no tiene estudios, ni experiencia burocrática, ni habilidades de administrador. Y él lo sabe.
Del fondo de la garganta revolucionaria y nacionalista surge una voz que lo rescata: Juanito no hizo estudios en Harvard y es precisamente por ello que podría convertirse en un gran gobernante. Cuántas veces no hemos escuchado que la sabiduría natural del pueblo es la mejor de las herramientas para gobernar.
Con todos estos atributos es comprensible por qué Juanito ha logrado acaparar tanta atención. Es síntesis de la vida política mexicana: un representante popular que habla con la neta, un rostro pintoresco para los medios, una historia de superación personal, un milagro narrado por entregas (con héroes, cínicos y villanos), un político cándido, un hombre sin preparación.
Su futuro, sin embargo, es todavía incierto. Puede suceder, como él mismo ya lo anunció, que el aprecio ciudadano lo conduzca a convertirse en el sucesor de Marcelo Ebrard. Si la suerte y el carisma continúan acompañándolo, sería el jefe de Gobierno de la ciudad de México a partir del año 2012.
También puede ocurrir, siguiendo la trama de otras narraciones picarescas, que la historia de Juanito termine en tragedia. Que abandone, por ejemplo, el oficio de la política para convertirse en un afamado conductor de talk shows, o se vuelva la estrella de una superproducción músico-teatral al estilo La novicia rebelde o, de plano, emerja como el Güicho Domínguez, versión siglo XXI, del melodrama nacional.
Esta serie de soluciones a la vida de Juanito sería la más deseable para doña Clara Brugada y también para el padrino sin suerte, don Andrés Manuel López Obrador. No obstante, ninguno de los dos pareciera atravesar por sus mejores días de suerte. Ni las ambiciones de Juanito han decidido todavía volar tan alto.
Una última opción conversable entre Rafael Acosta y quien le diera aquel histórico espaldarazo, implicaría que Juanito se sometiera al democrático proceso de revocación de mandato. Si los habitantes de Iztapalapa lo ratifican, que Juanito siga por la tortuosa senda de la política. En caso contrario, la fama recientemente alcanzada puede servirle para cambiar de oficio y dedicarse sin límites al estrellato.
Analista político
Lydia Cacho
Plan B
¿Terroristas en México?
Al prisionero se le sometía a ahogamiento fingido 183 veces y se le llegaba a mantener despierto 180 horas. En los descansos, se le amenazaba con asesinar a su familia. El lugar es Guantánamo y los prisioneros tienen nombres árabes. Pero podríamos hablar del futuro inmediato de las cárceles mexicanas. Hace unos días entrevisté a una agente del FBI especializada en justicia restaurativa; al terminar hablamos de las implicaciones del Plan Mérida. Lo más delicado, me dice, es la presencia en México de militares estadounidenses especializados en antiterrorismo. Asegura que en un país como el nuestro, sin estado de derecho, la estrategia de Bush de utilizar técnicas antiterroristas para saltarse las reglas de la guerra tendrían un costo irreparable para la sociedad mexicana.
Pienso en Sami a quien conocí en Oslo hace un par de meses; hombre de 40 años y mirada tranquila convertido en pacifista. Es camarógrafo para la televisora Al-Jazeera. Cuando tenía 36 años, mientras hacía un reportaje, fue encerrado en Guantánamo. Me cuenta los detalles de la tortura y hago un esfuerzo por contener las lágrimas. Entre la CIA y los militares lo interrogaron sistemáticamente. Seis años después sin una sola evidencia de que fuera terrorista, este joven sudanés fue liberado, no sin antes haberle ofrecido, dada su inocencia, que trabajara como espía infiltrado en la televisora árabe.
Ahora está entablando un juicio contra Bush. El pecado del periodista fue trabajar para un medio ajeno al establishment. Sami asegura que si el gobierno afgano hiciera lo mismo con un periodista de una cadena estadounidense, sería secuestro terrorista; si lo hace Bush con un sudanés moreno es justicia en tiempos de guerra, daños colaterales.
La colaboración militar que tan contentos tiene a García Luna y a la Sedena puede convertirse en la gran pesadilla mexicana. Resulta particularmente peligroso en una sociedad tan polarizada como la nuestra, tan racista, tan afecta a aprobar la violencia de Estado como método de impartir justicia. La guerra se nutre de la visión en blanco y negro. Esta guerra de Calderón contra el narco podría desatar ese tipo de interrogatorios: a falta de investigación, “confesión”. El Departamento de Defensa estadounidense creó un manual para sospechosos de terrorismo; un cuerpo especializado de México se entrenará en estas técnicas. Es un hecho que podrán adoptarse estas formas brutales de “interrogatorio”.
Dentro de la Defensa nacional mexicana hay dos corrientes, una es la de mano dura que imitaría el modelo Bush sin el menor inconveniente, otra afortunadamente, es más cautelosa y teme que la fabricación de delitos y los falsos arrestos avalen la injusticia en todo el país. Con la fascinación del secretario García Luna por montar shows televisivos de culpables subrepticios, cargándoles con delitos irrefutables, avalados por el miedo y la ira social, como en los casos de Atenco, de Oaxaca, de Florence Casséz, no quiero imaginar lo que sucedería si se adopta el modelo estadounidense de tortura antiterrorista. ¿Cuántas Marías y Juanes sufrirán como Sami si se aprueban tales prácticas?
Al prisionero se le sometía a ahogamiento fingido 183 veces y se le llegaba a mantener despierto 180 horas. En los descansos, se le amenazaba con asesinar a su familia. El lugar es Guantánamo y los prisioneros tienen nombres árabes. Pero podríamos hablar del futuro inmediato de las cárceles mexicanas. Hace unos días entrevisté a una agente del FBI especializada en justicia restaurativa; al terminar hablamos de las implicaciones del Plan Mérida. Lo más delicado, me dice, es la presencia en México de militares estadounidenses especializados en antiterrorismo. Asegura que en un país como el nuestro, sin estado de derecho, la estrategia de Bush de utilizar técnicas antiterroristas para saltarse las reglas de la guerra tendrían un costo irreparable para la sociedad mexicana.
Pienso en Sami a quien conocí en Oslo hace un par de meses; hombre de 40 años y mirada tranquila convertido en pacifista. Es camarógrafo para la televisora Al-Jazeera. Cuando tenía 36 años, mientras hacía un reportaje, fue encerrado en Guantánamo. Me cuenta los detalles de la tortura y hago un esfuerzo por contener las lágrimas. Entre la CIA y los militares lo interrogaron sistemáticamente. Seis años después sin una sola evidencia de que fuera terrorista, este joven sudanés fue liberado, no sin antes haberle ofrecido, dada su inocencia, que trabajara como espía infiltrado en la televisora árabe.
Ahora está entablando un juicio contra Bush. El pecado del periodista fue trabajar para un medio ajeno al establishment. Sami asegura que si el gobierno afgano hiciera lo mismo con un periodista de una cadena estadounidense, sería secuestro terrorista; si lo hace Bush con un sudanés moreno es justicia en tiempos de guerra, daños colaterales.
La colaboración militar que tan contentos tiene a García Luna y a la Sedena puede convertirse en la gran pesadilla mexicana. Resulta particularmente peligroso en una sociedad tan polarizada como la nuestra, tan racista, tan afecta a aprobar la violencia de Estado como método de impartir justicia. La guerra se nutre de la visión en blanco y negro. Esta guerra de Calderón contra el narco podría desatar ese tipo de interrogatorios: a falta de investigación, “confesión”. El Departamento de Defensa estadounidense creó un manual para sospechosos de terrorismo; un cuerpo especializado de México se entrenará en estas técnicas. Es un hecho que podrán adoptarse estas formas brutales de “interrogatorio”.
Dentro de la Defensa nacional mexicana hay dos corrientes, una es la de mano dura que imitaría el modelo Bush sin el menor inconveniente, otra afortunadamente, es más cautelosa y teme que la fabricación de delitos y los falsos arrestos avalen la injusticia en todo el país. Con la fascinación del secretario García Luna por montar shows televisivos de culpables subrepticios, cargándoles con delitos irrefutables, avalados por el miedo y la ira social, como en los casos de Atenco, de Oaxaca, de Florence Casséz, no quiero imaginar lo que sucedería si se adopta el modelo estadounidense de tortura antiterrorista. ¿Cuántas Marías y Juanes sufrirán como Sami si se aprueban tales prácticas?
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