9/01/2009

Zelaya pide que no se reconozcan resultados de elecciones en Honduras

MichelettiLa campaña para las elecciones generales de noviembre en Honduras arrancó oficialmente ayer, según anunció el Tribunal Supremo Electoral (TSE), pese a la condena internacional contra el gobierno golpista liderado por Roberto Micheletti, que depuso al presidente electo, Manuel Zelaya, el pasado 28 de junio. El presidente en el exilio ha pedido a la comunidad internacional que no reconozca los resultados de estas elecciones.

Los hondureños están llamados a las urnas el próximo 29 de noviembre para elegir nuevo presidente, que asumirá la presidencia del país el 27 de enero de 2010 para un período de cuatro años.

El TSE ha incitado a los hondureños a hacer de los comicios “una fiesta cívica” y contribuir con la campaña. Los seguidores de Zelaya continúan exigiendo el retorno de su presidente al poder y rechazan las elecciones porque “sin la restitución del orden constitucional, serían la legalización de la violencia militar contra el Estado, por tanto, inaceptables”, asegura el Frente Nacional contra el golpe de Estado.

Los candidatos de los dos partidos tradicionales Elvin Santos del Liberal (PL) y Porfirio Lobo del Nacional (PL) ya han iniciado la campaña electoral. Elvin Santos, del zelayista PL, declaró el domingo su apoyo “contundente” al plan del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para la vuelta a la constitucionalidad en Honduras. El antiguo vicepresidente de Zelaya evitó, sin embargo, mencionar el punto central del plan de Arias: la vuelta inmediata de Zelaya a la presidencia hondureña.

El sector pro Zelaya del PL acusa a Santos de haber sido parte de la confabulación política contra el presidente electo junto al ahora presidente de facto, Roberto Micheletti.

Algunos candidatos presidenciales han expresado su rechazo al proceso electoral bajo las condiciones del golpe militar, como es el caso del independiente Carlos Reyes y César Ham, de Unificación Democrática.

Manuel Zelaya, por su parte, continúa en el exterior la lucha por la vuelta democrática en su país. El depuesto presidente viajó ayer a Washington para reunirse con el secretario de la OEA, José Miguel Insulza, y con organizaciones no gubernamentales y defensores de los derechos humanos. Esta visita puede coincidir con el previsible informe del Departamento de Estado de EEUU, que determinará si su salida del poder constituyó o no un golpe militar, en cuyo caso, la potencia norteamericana tendría que imponer sanciones de consideración a Honduras.

Público

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