Julio Hernández López: Astillero
Un licenciado de traje y corbata irrumpió ayer en pantallas de televisión abierta para detonar latas de gas retórico, sin que se supiera en realidad el sentido y la importancia del mensaje en clave que dio a conocer para tratar de reivindicar sus ficciones de los 12 meses recientes (hablaba de logros y avances, refiriéndose a hechos que según él han sucedido en algún lugar clandestino de las montañas del Gran Caldero).
El sorpresivo ataque por televisión (que había sido precedido de individualizadas acciones relámpago realizadas desde centros de llamadas telefónicas en cadena y de bombardeos masivos por radio y televisión) pareció responder a la extendida sensación de vacío que el antedicho licenciado provocó en el día que durante décadas había sido considerado del presidente, pero que ayer, en consonancia con la condición vacante que ese cargo tiene desde su arranque, a causa de un apabullante déficit de legitimidad, pareció todo lo contrario: el día de la inexistencia política del precarista de Los Pinos. Paredón discursivo y juicio sumario: lo importante ayer no era lo que el breve funcionario dijo o hubiera querido decir en su deforme informe, sino el atrincheramiento de las fuerzas partidistas de cara al futuro que Carstens anunció llegado para lo económico, pero que también en lo político ha arribado en términos del ilusionismo mediático felipense, al que su mala hora ha sonado (por más que despilfarre el juglar de sí mismo, sus comerciales de optimismo forzado no pueden provocar en la audiencia sensaciones positivas si México, sin duda alguna, y no por culpa principal o determinante de la crisis global, hoy está infinitamente peor que hace menos de tres años).
Con otra detonación sospechosa había arrancado el día del no-presidente. Un banco de Tlalpan fue atacado muy de mañana con sustancias explosivas que no forman parte del catálogo tradicional de los grupos guerrilleros. Las autoridades, en especial el procurador capitalino de Justicia, se tropezaron para asegurar que no había indicios de contenido político en el estallido (no el social, sino el de las latas de gas butano). Y así el incidente pareció inscribirse en la lista nebulosa de las provocaciones provenientes de no se sabe dónde o en la fabricación temprana de plataformas argumentales, por si más tarde se necesitara que El Impreciso tuviera asideros para hacer discursos emotivos que convocaran a unidades nacionales y defensa de la patria ante la amenaza de la violencia política desatada.
El dólar volaba como para saludar desde lo alto los aires pinoleros de presunta maestría en el manejo de lo económico, pero no había nerviosismo nada más en ese ámbito de las subastas diarias de dólares sardina ofrecidos a los tiburones de la especulación, pues el blindado secretario de Gobernación (¿este tecleador ignaro quiso escribir blindado o forrado?) tuvo sus momentos de desasosiego ante la presencia del diputado por el PT Gerardo Fernández Noroña, quien simplemente quería pedirle al asociado del jefe Diego que le dijera a Felipe Informador que renunciara al cargo que nunca ganó, todo en el marco de las sutilezas y el protocolo regiamente observados por los mandos legislativos, entre los que figuraba con toda prestancia el nuevo mandarín senatorial, Carlos Navarrete, convertido en recepcionista de lujo de las hojas presuntamente informativas del ya muy reconocido Felipe, el presidente legítimo de la Nueva Izquierda que hoy, por cierto, tendrá entre sus no invitados al antes mencionado diputado Fernández Noroña, quien está decidido a dar continuidad, con fuero y siendo uno de los secretarios de la mesa directiva de San Lázaro, a las protestas contra Calderón, que sin variación ni coartadas para nuevos acomodos ha realizado desde el fraude de julio de 2006.
Un microbús da cuenta del elevado calor político en las afueras del Palacio Legislativo, en una más de las protestas que se van desatando por los problemas económicos acumulados y las expectativas nefastas que el desgobierno actual va deslizando, ya con pocos días para presentar la propuesta económica para 2010, que según pretende la pareja CAlderón y CArstens, habrá de sustentarse en más recaudación por la vía de los impuestos, endeudamiento (que pague el último, antes de apagar la luz) y alegre recorte presupuestal. El licenciado de traje y corbata del que se habló al inicio de este reporte vial ha anunciado que serán necesarias muchas reformas, lo que ha provocado una condescendiente sonrisa en los únicos que tendrán capacidad para aprobar tales innovaciones, los priístas ganones. Afortunadamente, bue- na parte de los esfuerzos informativos y analíticos del día pudieron ser desviados hacia el tema de Jimena. ¡Uf!
Y tómese nota de que otro de los muchísimos logros patrióticos y no entreguistas de la gestión calderónica fue anunciado por el nuevo centro de poder explícito, la embajada de Estados Unidos, que ayer dio a conocer la firma de un convenio bilateral que permitirá la construcción de una nueva red de comunicaciones transfronterizas, cuyo principal acento estará en asuntos de seguridad pública, manejado todo por policías de ambos países (¿ambos?). Pero, en justa compensación, el lic. Calderón bien podría agregar al chabelón informe en familia que hoy dará en Palacio Nacional el dato de que uno de los astronautas de origen mexicano que actualmente viajan por el espacio se echó ayer una caminadita para cambiar un tanque de amoniaco: Honorable Congreso Discovery: ¡Sy zE pWeDe!
Y, mientras Juanito sigue haciéndola de tos, ahora diciéndose preocupado por las muestras de repudio que le podrían acompañar el día que consume su proyecto de quedarse como delegado en Iztapalapa haiga sido como haiga sido (las uvas están muy calientes, diría el zorro fabulado en caso de no poder hacerse del racimo), ¡hasta mañana, en esta columna que ve afianzarse en varias entidades a las corrientes conservadoras a propósito del rechazo legislativo a las posibilidades del aborto voluntario!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Cuando comenzaron las subastas de dólares de la reserva internacional para dar vida artificial al extinto superpeso todavía no irrumpía entre los muchos problemas nacionales el de la sequía en la agricultura. Sin embargo, en este espacio, que da cabida a muchas voces, se registró la preocupación de que las reservas internacionales fueran devoradas por la especulación y más adelante no fueran suficientes para enfrentar una emergencia. Ya está aquí: será necesario importar granos, maíz en particular, en cantidades mayores a las previstas para tapar el déficit agudizado por la sequía. La cuestión es que el Banco de México ha subastado alrededor de 30 mil millones de dólares y sólo sabemos que los compran algunos bancos comerciales cuyos nombres desconocemos –el Instituto Federal de Acceso a la Información reservó el dato inexplicablemente–. El presidente de la Comisión Nacional Bancaria, Guillermo Babatz, recibió –ya pronto será un año– la encomienda de identificar a los especuladores, pero tal vez se le empañó la lupa en el camino. En fin, ahora el gobierno deberá encarar la sequía con 30 mil millones de dólares menos en sus reservas. Y además tendrá que seguir alimentando a especuladores insaciables: ayer devaluaron el peso a 13.71, cuando el banco central anunció –tardíamente– que suspenderá la subasta diaria de 50 millones de dólares. Tuvo que aplazar la fecha original y ampliarla hasta el primer día de octubre.
Los braceros
En algunas regiones del país comienza a aparecer el rostro ingrato de más gente con hambre. Hay un motivo: se están desplomando los envíos de dólares de los braceros, que para algunas familias constituyen el pilar de su sustento diario. Durante el pasado mes de julio cayeron 16.15 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, según informó el Banco de México. Posiblemente la caída es mayor, porque en la estadística no están considerados los dólares que ingresan directamente, sin usar los servicios de remesas. Son los salarios de los residentes de la frontera norte, los que trabajan del otro lado pero viven del lado mexicano y se han quedado sin empleo por millares. Un reporte reciente revelaba que el mayor índice de desempleo en el mundo se da en el valle Imperial, la región agrícola contigua a Mexicali.
El diesel
Una de las medidas que está considerando el gobierno calderonista para tapar el agujero presupuestal es subir el precio de la gasolina, el gas y la electricidad. Los consumidores no están de acuerdo. Ayer revivió con fuerza el problema del diesel. Los integrantes de la Alianza Nacional de Transporte Multimodal llegaron a las inmediaciones de San Lázaro y prendieron fuego a un vehículo en protesta por el alto precio del combustible. Muy cerca, Gómez Mont entregaba por escrito el tercer Informe de gobierno.
Los braceros
En algunas regiones del país comienza a aparecer el rostro ingrato de más gente con hambre. Hay un motivo: se están desplomando los envíos de dólares de los braceros, que para algunas familias constituyen el pilar de su sustento diario. Durante el pasado mes de julio cayeron 16.15 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, según informó el Banco de México. Posiblemente la caída es mayor, porque en la estadística no están considerados los dólares que ingresan directamente, sin usar los servicios de remesas. Son los salarios de los residentes de la frontera norte, los que trabajan del otro lado pero viven del lado mexicano y se han quedado sin empleo por millares. Un reporte reciente revelaba que el mayor índice de desempleo en el mundo se da en el valle Imperial, la región agrícola contigua a Mexicali.
El diesel
Una de las medidas que está considerando el gobierno calderonista para tapar el agujero presupuestal es subir el precio de la gasolina, el gas y la electricidad. Los consumidores no están de acuerdo. Ayer revivió con fuerza el problema del diesel. Los integrantes de la Alianza Nacional de Transporte Multimodal llegaron a las inmediaciones de San Lázaro y prendieron fuego a un vehículo en protesta por el alto precio del combustible. Muy cerca, Gómez Mont entregaba por escrito el tercer Informe de gobierno.
Sucedió el tsunami electoral que adelantamos: ¿Japón se libera de la globalización y adopta la multipolaridad? (Bajo la Lupa, 12/8/09).
Dieciocho días antes de lo que el flamante primer ministro nipón Yukio Hatoyama definió como una revolución por la apoteosis del Partido Democrático de centroizquierda, asentamos que se podía gestar un nuevo equilibrio mundial en el noreste asiático en favor de China y en detrimento de Estados Unidos, además de que marcará uno de los hitos de la construcción del nuevo orden multipolar del siglo XXI.
El proceso (r)evolucionario está ya en marcha con el inequívoco mandato de un electorado que históricamente suele ser muy conservador.
Yukio Hatoyama no es ningún furibundo antiestadunidense –se formó como ingeniero en Stanford– ni es un resentido social que llega al poder con hambruna congénita de hospicio (como los panistas neoliberales): por su lado paterno proviene de una de las más relevantes dinastías políticas (los Kennedy de Japón), y de sus genes maternos heredó la fortuna de la llantera Bridgestone.
Como pocos políticos de la posmodernidad, Yukio Hatoyama –culto, encumbrado transgeneracionalmente e inmensamente rico– puede transformar a Japón con una nueva (r)evolución, al estilo del ilustrado periodo Meiji modernizador de 1868-1912 (que se inspiró genialmente en la educación politécnica alemana).
Si alguien simboliza al sistema nipón de posguerra es Yukio Hatoyama, quien ha entendido desde su alcurnia que el poderío exportador de Japón se ha revertido (cuando el modelo neoliberal agoniza globalmente), por lo que debe cambiar su paradigma existencial para frenar su vertiginosa decadencia, a través del desarrollo interno, tan descuidado.
En la (r)evolucionaria cosmogonía del samurai Yukio Hatoyama las necesidades básicas de la gente común preceden a las exigencias unilaterales de las trasnacionales gloriosas, como Toyota (la efigie de la eficiencia gerencial), las cuales crecieron a expensas del doble desequilibrio demográfico y económico del conjunto de su sociedad, que exhibe un inhumano primitivismo social, abultado por su elevado desempleo y su orfandad asistencial.
Japón constituye todavía la segunda supereconomía global (medida por su PIB nominal), pero la gente común no vive ni come de estadísticas que ocultan su ominoso decrecimiento demográfico y la mayor deuda del planeta para una potencia industrial (¡217 por ciento de su PIB!).
Todas las tendencias multidimensionales conspiran contra Japón, que resiente los pasos y el peso del gigante recién despierto: China.
Lo peor: desde el estallido de su burbuja inmobiliaria en la década de los 90, Japón se ha estancado patéticamente y padece una deflación crónica de la que no ha podido salir con todas las piruetas de medidas fiscales y monetaristas habidas y por haber (destinadas a favorecer unilateralmente a sus prodigiosas trasnacionales exportadoras, en detrimento de la armonía social) y cuya demolición se precipitó con los demenciales experimentos neoliberales del brujo-aprendiz Junichiro Koizumi, hoy vilipendiado por tirios y troyanos.
La transición de Japón hacia una nueva sociedad fraternal (en Europa equivaldría a la sociedad solidaria católica anterior al manicomio neoliberal pagano) no será sencilla, debido a la ocupación militar de Estados Unidos desde hace 64 años, que finalmente deberá empacar sus maletas, lo cual podría ser imitado por Corea del Sur, otro bastión militar de Estados Unidos de la guerra fría, que recientemente se ha acercado a Norcorea.
Mas allá de la tan cantada desglobalización, se ha generado sincrónicamente una desestadunización militar (con la excepción notable de países como Colombia, totalmente narcotizada –en su doble sentido– y el México neoliberal: ambos carentes de voluntad y carácter propios) que no hubiera ocurrido sin la decadencia de Estados Unidos en todos los rubros (a consecuencia de su desastre militar en Irak) y que acepta a regañadientes hasta uno de sus principales geoestrategas, para no decir el mejor (con todo y sus palmarios defectos, donde destacan su rusofobia y su nipofilia, como si la geopolítica fuera una asunto de ambivalencias emocionales), Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional de Carter e íntimo de Obama (Foreign Affairs, septiembre-octubre de 2009).
En nuestro ensayo (Bajo la Lupa, 12/8/09) nos habíamos centrado en la impactante postura multipolar, desglobalizante y de integración regional en los segmentos político, económico y financiero del samurai Yukio Hatoyama.
Ahora nos enfocamos sucintamente en el delicado asunto de la desestadunización, que necesariamente deberá ser gradual y diplomática, lo cual se ha vuelto un intenso reclamo de la sociedad civil nipona, que ya no tolera la indecencia de los disolutos marines en la base de Okinawa, mancillada como paraíso sexual militar.
Al día siguiente del “tsunami Hatoyama”, el Ministerio del Exterior (todavía en manos del saliente Partido Liberal pro estadunidense y monetarista neoliberal) le facilita muchas cosas al partido sucesor al haber iniciado muy a destiempo la investigación de un acuerdo secreto (¡extra-súper-sic!) con Estados Unidos que permite la colocación de armas nucleares en territorio japonés (Kyodo News, 31/8/09). En el país del martirologio nuclear de Hiroshima y Nagasaki, la aparatosa voltereta del gobierno nipón, que lo negaba neciamente (y que seguramente exhumaría el samurai Yukio Hatoyama) cobra una dimensión de sacralización ritual.
La administración Obama entiende que los tifones asiáticos no soplan a su favor, y una declaración del Departamento de Estado (Ap, 31/8/09) indica que Estados Unidos no renegociará la planeada reubicación de la controvertida base militar de los marines en Futemma (Okinawa).
Los multimedia anglosajones, en pleno estupor a consecuencia de la derrota catastrófica de sus alucinantes teorías neoliberales en Japón, cual su patológica costumbre intentan negar y/o mitigar la cruda realidad para tranquilizar más a sus inversionistas (hoy insolventes) que a sus desinformados lectores y/o televidentes sobre el destino de su alianza militar con un Japón menos subyugado.
Visto en la retrospectiva lineal de 64 años, donde los aspectos culturales e idiosincrásicos juegan un papel preponderante (por cierto, poco estudiado), ¿para qué sirvió finalmente a largo plazo el triunfo militar de Estados Unidos sobre Japón? ¿Cuál fue el beneficio último de haber lanzado las únicas dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki?
Los veredictos inapelables de la historia suelen ser muy crueles. Gran Bretaña triunfó (y humilló) a China en las dos guerras del opio en el siglo XIX. Estados Unidos venció apabullantemente en Europa y Asia en el siglo XX. Curioso: Estados Unidos y Gran Bretaña pueden resultar, si es que no lo son ya, los grandes perdedores del siglo XXI en Asia, y quizá en Europa continental.
Dieciocho días antes de lo que el flamante primer ministro nipón Yukio Hatoyama definió como una revolución por la apoteosis del Partido Democrático de centroizquierda, asentamos que se podía gestar un nuevo equilibrio mundial en el noreste asiático en favor de China y en detrimento de Estados Unidos, además de que marcará uno de los hitos de la construcción del nuevo orden multipolar del siglo XXI.
El proceso (r)evolucionario está ya en marcha con el inequívoco mandato de un electorado que históricamente suele ser muy conservador.
Yukio Hatoyama no es ningún furibundo antiestadunidense –se formó como ingeniero en Stanford– ni es un resentido social que llega al poder con hambruna congénita de hospicio (como los panistas neoliberales): por su lado paterno proviene de una de las más relevantes dinastías políticas (los Kennedy de Japón), y de sus genes maternos heredó la fortuna de la llantera Bridgestone.
Como pocos políticos de la posmodernidad, Yukio Hatoyama –culto, encumbrado transgeneracionalmente e inmensamente rico– puede transformar a Japón con una nueva (r)evolución, al estilo del ilustrado periodo Meiji modernizador de 1868-1912 (que se inspiró genialmente en la educación politécnica alemana).
Si alguien simboliza al sistema nipón de posguerra es Yukio Hatoyama, quien ha entendido desde su alcurnia que el poderío exportador de Japón se ha revertido (cuando el modelo neoliberal agoniza globalmente), por lo que debe cambiar su paradigma existencial para frenar su vertiginosa decadencia, a través del desarrollo interno, tan descuidado.
En la (r)evolucionaria cosmogonía del samurai Yukio Hatoyama las necesidades básicas de la gente común preceden a las exigencias unilaterales de las trasnacionales gloriosas, como Toyota (la efigie de la eficiencia gerencial), las cuales crecieron a expensas del doble desequilibrio demográfico y económico del conjunto de su sociedad, que exhibe un inhumano primitivismo social, abultado por su elevado desempleo y su orfandad asistencial.
Japón constituye todavía la segunda supereconomía global (medida por su PIB nominal), pero la gente común no vive ni come de estadísticas que ocultan su ominoso decrecimiento demográfico y la mayor deuda del planeta para una potencia industrial (¡217 por ciento de su PIB!).
Todas las tendencias multidimensionales conspiran contra Japón, que resiente los pasos y el peso del gigante recién despierto: China.
Lo peor: desde el estallido de su burbuja inmobiliaria en la década de los 90, Japón se ha estancado patéticamente y padece una deflación crónica de la que no ha podido salir con todas las piruetas de medidas fiscales y monetaristas habidas y por haber (destinadas a favorecer unilateralmente a sus prodigiosas trasnacionales exportadoras, en detrimento de la armonía social) y cuya demolición se precipitó con los demenciales experimentos neoliberales del brujo-aprendiz Junichiro Koizumi, hoy vilipendiado por tirios y troyanos.
La transición de Japón hacia una nueva sociedad fraternal (en Europa equivaldría a la sociedad solidaria católica anterior al manicomio neoliberal pagano) no será sencilla, debido a la ocupación militar de Estados Unidos desde hace 64 años, que finalmente deberá empacar sus maletas, lo cual podría ser imitado por Corea del Sur, otro bastión militar de Estados Unidos de la guerra fría, que recientemente se ha acercado a Norcorea.
Mas allá de la tan cantada desglobalización, se ha generado sincrónicamente una desestadunización militar (con la excepción notable de países como Colombia, totalmente narcotizada –en su doble sentido– y el México neoliberal: ambos carentes de voluntad y carácter propios) que no hubiera ocurrido sin la decadencia de Estados Unidos en todos los rubros (a consecuencia de su desastre militar en Irak) y que acepta a regañadientes hasta uno de sus principales geoestrategas, para no decir el mejor (con todo y sus palmarios defectos, donde destacan su rusofobia y su nipofilia, como si la geopolítica fuera una asunto de ambivalencias emocionales), Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional de Carter e íntimo de Obama (Foreign Affairs, septiembre-octubre de 2009).
En nuestro ensayo (Bajo la Lupa, 12/8/09) nos habíamos centrado en la impactante postura multipolar, desglobalizante y de integración regional en los segmentos político, económico y financiero del samurai Yukio Hatoyama.
Ahora nos enfocamos sucintamente en el delicado asunto de la desestadunización, que necesariamente deberá ser gradual y diplomática, lo cual se ha vuelto un intenso reclamo de la sociedad civil nipona, que ya no tolera la indecencia de los disolutos marines en la base de Okinawa, mancillada como paraíso sexual militar.
Al día siguiente del “tsunami Hatoyama”, el Ministerio del Exterior (todavía en manos del saliente Partido Liberal pro estadunidense y monetarista neoliberal) le facilita muchas cosas al partido sucesor al haber iniciado muy a destiempo la investigación de un acuerdo secreto (¡extra-súper-sic!) con Estados Unidos que permite la colocación de armas nucleares en territorio japonés (Kyodo News, 31/8/09). En el país del martirologio nuclear de Hiroshima y Nagasaki, la aparatosa voltereta del gobierno nipón, que lo negaba neciamente (y que seguramente exhumaría el samurai Yukio Hatoyama) cobra una dimensión de sacralización ritual.
La administración Obama entiende que los tifones asiáticos no soplan a su favor, y una declaración del Departamento de Estado (Ap, 31/8/09) indica que Estados Unidos no renegociará la planeada reubicación de la controvertida base militar de los marines en Futemma (Okinawa).
Los multimedia anglosajones, en pleno estupor a consecuencia de la derrota catastrófica de sus alucinantes teorías neoliberales en Japón, cual su patológica costumbre intentan negar y/o mitigar la cruda realidad para tranquilizar más a sus inversionistas (hoy insolventes) que a sus desinformados lectores y/o televidentes sobre el destino de su alianza militar con un Japón menos subyugado.
Visto en la retrospectiva lineal de 64 años, donde los aspectos culturales e idiosincrásicos juegan un papel preponderante (por cierto, poco estudiado), ¿para qué sirvió finalmente a largo plazo el triunfo militar de Estados Unidos sobre Japón? ¿Cuál fue el beneficio último de haber lanzado las únicas dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki?
Los veredictos inapelables de la historia suelen ser muy crueles. Gran Bretaña triunfó (y humilló) a China en las dos guerras del opio en el siglo XIX. Estados Unidos venció apabullantemente en Europa y Asia en el siglo XX. Curioso: Estados Unidos y Gran Bretaña pueden resultar, si es que no lo son ya, los grandes perdedores del siglo XXI en Asia, y quizá en Europa continental.
Habría que contabilizar cuántos mexicanos estarían dispuestos a compartir la visión triunfalista –ni por aproximación apegada a la realidad nacional– mediática cuan machaconamente divulgada por el inquilino de Los Pinos a lo largo de la última semana, así como del autodenominado tercer Informe de gobierno que este personaje envió ayer a los legisladores y que supuestamente tiene como objetivo a los que heroicamente habitan este país. Sería sano el ejercicio, aunque todo apunta a que no consumiría mayor tiempo, pues difícil resulta creer que alguien se sienta identificado con la miel sobre hojuelas que reparte el discurso oficial.
En vía de mientras, el Banco de México –sin proponérselo, pues es una actividad calendarizada– adelantó cuáles serían los resultados de un ejercicio como el propuesto, especialmente en un sector, el privado, que tanto importa –versión oficial– al grupo encabezado por Felipe Calderón. Se trata de la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, levantada en el octavo mes de 2009, que la citada institución divulgó ayer y que arrojó los siguientes resultados:
En referencia al producto interno bruto, los citados especialistas estimaron que para el tercer y cuarto trimestres de 2009 se presentarán caídas anualizadas de 6.8 y 3.6 por ciento, respectivamente, de tal suerte que para el año en conjunto el desplome económico mexicano sería de 7.2 por ciento, estimación superior a la por ellos mismos divulgada en julio pasado (6.9 por ciento), cada día más alejada del cálculo oficial en este sentido (5.5 por ciento) y obviamente superior a la cifra negativa registrada en 1995 (6.2 por ciento).
Para 2010 mejoraría el panorama, aunque no mucho, pues si bien la economía nacional avanzaría 2.9 por ciento, la proporción ni lejanamente compensaría el desplome de 2009, y todavía estaría por debajo del crecimiento registrado en 2007 (3.2 por ciento), el cual resultó 50 por ciento inferior al de 2006, de tal suerte que aun con esas buenas noticias, nada podría arrancarle la ostentosa etiqueta que porta el gobierno calderonista: sexenio perdido.
De acuerdo con la citada encuesta, los consultores consideraron, dentro de los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica durante los próximos meses, aspectos de naturaleza tanto interna como externa: en primer lugar la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial (23 por ciento de las respuestas), y en segundo, la falta de avances en la instrumentación de las medidas pendientes de cambio estructural (22 por ciento); la debilidad del mercado interno (11 por ciento); la política fiscal que se instrumenta y la incertidumbre sobre la situación económica interna (7 por ciento cada uno de estos dos factores).
Al motor de la economía nacional al que se aferra el gobierno calderonista (la economía estadunidense) no le irá bien, aunque, si se comparan los resultados, la del vecino del norte estaría en jauja respecto a la mexicana. Los grupos económicos consideran que en 2009 el PIB de aquel país mostrará una reducción anual de 2.6 por ciento, mientras que para 2010 estiman una recuperación en este renglón de 1.8 por ciento. Así, el desplome del PIB mexicano sería casi tres veces mayor que el de su socio.
En el renglón del empleo formal, consideraron que en 2009 las cifras definitivas reportarán una caída severa, a consecuencia del deterioro que se estima para la actividad productiva. Pronosticaron que el número de trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social se verá reducido (diciembre de 2008-diciembre de 2009) en 619 mil. La estimación para 2010 apunta, siempre que la recuperación de la actividad económica se presente, a la generación de 252 mil empleos formales, apenas 25 por ciento, cuando mucho, de la demanda real, y apenas una tercera parte de las plazas perdidas en el año del catarrito.
La anterior sería la buena noticia, puesto que los citados especialistas consideraron que en el segundo semestre de 2009 y el primero de 2010 los salarios reales se reducirán todavía más. El 80 por ciento de los consultores encuestados estimó que durante el segundo semestre de 2009 los salarios reales caerán con relación a sus niveles en el primer semestre del mismo año. Asimismo, 60 por ciento de los especialistas estimaron que en el primer semestre de 2010 las remuneraciones reales serán menores con respecto a los niveles previstos en el segundo semestre del presente año. Además, en agosto y septiembre de 2009 los incrementos porcentuales anuales derivados de las negociaciones salariales contractuales serán de 4.41 y 4.36 por ciento, respectivamente.
Por lo que toca al oro negro, las previsiones de los especialistas consultados por el Banco de México apuntan a una caída de 44.3 por ciento en las exportaciones petroleras a lo largo de 2009. De igual forma, consideraron que el precio promedio de la mezcla mexicana de crudo de exportación se ubicará en el tercer y cuarto trimestres del presente año en 62.77 y 63.54 dólares por barril, respectivamente, y que, en promedio para todo 2009, será de 55.55 dólares.
Más allá, estimaron que el flujo de inversión extranjera directa en 2009 se ubique en un nivel cercano a 14 mil 608 millones de dólares, y de 17 mil 547 millones en 2010. Y en lo que se refiere al déficit económico del sector público, proyectan que en el presente año se ubicará en 2.3 puntos porcentuales del PIB, proporción que crecería a 2.6 en 2010. Si de saldos negativos se trata, los consultores consideraron que en agosto pasado el déficit comercial mensual ascendió a mil 190 millones de dólares, y para todo 2009 a 10 mil 962 millones. Para el déficit de la cuenta corriente pronostican un saldo rojo de 11 mil 810 millones en 2009, y de 14 mil 647 millones en 2010.
No hay, pues, coincidencia en este sector con el informe que guarda calderolandia.
Las rebanadas del pastel
Para sazonar lo bien que marchan las cosas, ayer el tipo de cambio peso-dólar al mayoreo se incrementó a 13.71 por uno, mientras el uso indiscriminado de reservas internacionales para fortalecer a la moneda nacional ya supera los 30 mil millones de dólares en diez meses.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Colombia Moya: Andanzas
Opinión
En vía de mientras, el Banco de México –sin proponérselo, pues es una actividad calendarizada– adelantó cuáles serían los resultados de un ejercicio como el propuesto, especialmente en un sector, el privado, que tanto importa –versión oficial– al grupo encabezado por Felipe Calderón. Se trata de la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, levantada en el octavo mes de 2009, que la citada institución divulgó ayer y que arrojó los siguientes resultados:
En referencia al producto interno bruto, los citados especialistas estimaron que para el tercer y cuarto trimestres de 2009 se presentarán caídas anualizadas de 6.8 y 3.6 por ciento, respectivamente, de tal suerte que para el año en conjunto el desplome económico mexicano sería de 7.2 por ciento, estimación superior a la por ellos mismos divulgada en julio pasado (6.9 por ciento), cada día más alejada del cálculo oficial en este sentido (5.5 por ciento) y obviamente superior a la cifra negativa registrada en 1995 (6.2 por ciento).
Para 2010 mejoraría el panorama, aunque no mucho, pues si bien la economía nacional avanzaría 2.9 por ciento, la proporción ni lejanamente compensaría el desplome de 2009, y todavía estaría por debajo del crecimiento registrado en 2007 (3.2 por ciento), el cual resultó 50 por ciento inferior al de 2006, de tal suerte que aun con esas buenas noticias, nada podría arrancarle la ostentosa etiqueta que porta el gobierno calderonista: sexenio perdido.
De acuerdo con la citada encuesta, los consultores consideraron, dentro de los principales factores que podrían limitar el ritmo de la actividad económica durante los próximos meses, aspectos de naturaleza tanto interna como externa: en primer lugar la debilidad de los mercados externos y de la economía mundial (23 por ciento de las respuestas), y en segundo, la falta de avances en la instrumentación de las medidas pendientes de cambio estructural (22 por ciento); la debilidad del mercado interno (11 por ciento); la política fiscal que se instrumenta y la incertidumbre sobre la situación económica interna (7 por ciento cada uno de estos dos factores).
Al motor de la economía nacional al que se aferra el gobierno calderonista (la economía estadunidense) no le irá bien, aunque, si se comparan los resultados, la del vecino del norte estaría en jauja respecto a la mexicana. Los grupos económicos consideran que en 2009 el PIB de aquel país mostrará una reducción anual de 2.6 por ciento, mientras que para 2010 estiman una recuperación en este renglón de 1.8 por ciento. Así, el desplome del PIB mexicano sería casi tres veces mayor que el de su socio.
En el renglón del empleo formal, consideraron que en 2009 las cifras definitivas reportarán una caída severa, a consecuencia del deterioro que se estima para la actividad productiva. Pronosticaron que el número de trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social se verá reducido (diciembre de 2008-diciembre de 2009) en 619 mil. La estimación para 2010 apunta, siempre que la recuperación de la actividad económica se presente, a la generación de 252 mil empleos formales, apenas 25 por ciento, cuando mucho, de la demanda real, y apenas una tercera parte de las plazas perdidas en el año del catarrito.
La anterior sería la buena noticia, puesto que los citados especialistas consideraron que en el segundo semestre de 2009 y el primero de 2010 los salarios reales se reducirán todavía más. El 80 por ciento de los consultores encuestados estimó que durante el segundo semestre de 2009 los salarios reales caerán con relación a sus niveles en el primer semestre del mismo año. Asimismo, 60 por ciento de los especialistas estimaron que en el primer semestre de 2010 las remuneraciones reales serán menores con respecto a los niveles previstos en el segundo semestre del presente año. Además, en agosto y septiembre de 2009 los incrementos porcentuales anuales derivados de las negociaciones salariales contractuales serán de 4.41 y 4.36 por ciento, respectivamente.
Por lo que toca al oro negro, las previsiones de los especialistas consultados por el Banco de México apuntan a una caída de 44.3 por ciento en las exportaciones petroleras a lo largo de 2009. De igual forma, consideraron que el precio promedio de la mezcla mexicana de crudo de exportación se ubicará en el tercer y cuarto trimestres del presente año en 62.77 y 63.54 dólares por barril, respectivamente, y que, en promedio para todo 2009, será de 55.55 dólares.
Más allá, estimaron que el flujo de inversión extranjera directa en 2009 se ubique en un nivel cercano a 14 mil 608 millones de dólares, y de 17 mil 547 millones en 2010. Y en lo que se refiere al déficit económico del sector público, proyectan que en el presente año se ubicará en 2.3 puntos porcentuales del PIB, proporción que crecería a 2.6 en 2010. Si de saldos negativos se trata, los consultores consideraron que en agosto pasado el déficit comercial mensual ascendió a mil 190 millones de dólares, y para todo 2009 a 10 mil 962 millones. Para el déficit de la cuenta corriente pronostican un saldo rojo de 11 mil 810 millones en 2009, y de 14 mil 647 millones en 2010.
No hay, pues, coincidencia en este sector con el informe que guarda calderolandia.
Las rebanadas del pastel
Para sazonar lo bien que marchan las cosas, ayer el tipo de cambio peso-dólar al mayoreo se incrementó a 13.71 por uno, mientras el uso indiscriminado de reservas internacionales para fortalecer a la moneda nacional ya supera los 30 mil millones de dólares en diez meses.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Colombia Moya: Andanzas
Opinión
Gobierno sin voluntad y sin rumbo
El tercer Informe de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, entregado ayer al Congreso de la Unión por el titular de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en el inicio del periodo ordinario de sesiones de la 61 Legislatura, deja entrever, pese al tono triunfalista y la enunciación de los supuestos logros de la administración en turno, la falta de rumbo que aqueja los distintos ámbitos del quehacer gubernamental, y la profundización de la ruptura entre el país real y el que las autoridades han insistido en presentar en el discurso oficial durante los últimos 33 meses.
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El Correo Ilustrado
Una mujer visionaria
En referencia a la nota publicada el lunes 31 de agosto respecto a la celebración del 45 aniversario del Museo de Antropología quiero hacer unas precisiones a la señorita Diana Magaloni, directora del mismo.
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Gabriel García Márquez dijo que escribía para que lo quisieran. Su arduo empeño y duro trabajo, adicionados con su inagotable imaginación, le redituaron con creces: se ganó el respeto y cariño de buena parte de los lectores del planeta. El Sr. Calderón, en cambio, utilizando con enorme displicencia y derroche los bienes y mecanismos del Ejecutivo federal, que son muchos, ha emprendido, una vez más, agobiante campaña mediática para tratar de inflar su endeble imagen de conductor efectivo. Trata de reparar, con una lluvia insoportable de espots (radio-televisivos), mensajes de Internet y llamadas directas a hogares, su decadente popularidad. La crisis y sus inadecuadas, tardías y cruentas respuestas, ayuntada con el cúmulo de ineficiencias que él y su gabinete han desplegado durante los tres años que ya dura su administración, le han hecho un boquete en la credibilidad mucho mayor que el fiscal que descubrió su secretario de Hacienda.
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Nuestro nuevo compañero, el virus H1N1, ha puesto en jaque a los políticos encargados de la salud de los habitantes. Si no fuese porque produce enfermedades y porque mata, la influenza A/H1N1 podría ser buen material para escribir alguna novela –como lo hizo Albert Camus en La peste– donde se exponga todo lo que ha desvelado el nuevo anfitrión de la humanidad, el virus HIN1.
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¿Usted se imagina que la Iglesia católica, dos siglos después de la Independencia, refrende el edicto de excomunión sobre el cura Miguel Hidalgo? Imagine las consecuencias políticas que portaría el hecho de que la jerarquía confirmara, en este bicentenario, la excomunión al Padre de la Patria: impensable. Sería no sólo una postura políticamente incorrecta, sino que se alejaría de la posición que asumió una década después de haber degradado su investidura sacerdotal. En efecto, la propia Iglesia, poco después de haberse consumado prácticamente la Independencia, avaló un decreto del 19 de julio de 1823 que declaró como beneméritos de la patria en Heroico Grado a Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo y José María Morelos, entre otros, ordenando que sus restos fueran exhumados y que éstos fueran trasladados a una caja, que se conduciría a la capital. Esa caja fue llevada a la catedral el 17 de septiembre de ese mismo año. Entonces, la Iglesia organizó una procesión solemne por toda la ciudad en honor a los caudillos y sus restos fueron depositados en una bóveda en la catedral de México, donde permanecieron hasta 1926, cuando los mismos fueron trasladados a la columna de la Independencia en el Paseo de la Reforma.
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Durante el tramo final de la primera independencia, bajo la mirada vigilante del presidente James Monroe (1817-25), Simón Bolívar ocupa poco más de cinco años en la liberación de cinco países de América del Sur: Colombia (1819), Venezuela (1821), Ecuador (1822), Perú y Bolivia (1824). Cinco años después, Washington desbarata sus ideales de unidad.
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El coro ya comenzó su himno a la recuperación económica. La pradera está llena de nuevos brotes verdes y el año que viene retornará el crecimiento. El espectro de una posible gran depresión fue conjurado. La crisis misma será rebautizada como el gran pánico de 2008, como si se tratara de un fenómeno imaginario, algo que sólo existió en la cabeza de unos pocos dementes, manejadores de fondos de cobertura. Y los economistas neoclásicos explicarán todo lo que pasó con sus nociones de fallas de mercado o información asimétrica. Todo regresará a la normalidad.
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Estos días me enteré por varios periódicos nacionales y españoles que la Secretaría de Educación Pública (SEP) es una gran productora de piratería. Y de piratería a gran escala, elaborando y haciendo circular millones de ejemplares ilegales como los que generan esos grupos que actúan al margen de la ley y son perseguidos por la policía.
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