11/10/2009

Los periodistas pal café....



Julio Hernández López: Astillero
Largamente cuestionado acerca de su legitimidad electoral, Felipe Calderón aprovechó su estancia en el municipio presidido por el vengador no anónimo, Mauricio Fernández Garza, para hacer un sesgado ajuste de cuentas con este heterodoxo empresario que se opuso a principios del presente año al dedazo de Los Pinos que con un absoluto descuido de formas impuso al senador, entonces con licencia, Fernando Elizondo, como candidato panista a gobernador de Nuevo León y, con esa designación desabrida y divisoria abrió las puertas al continuismo del priísta-salinista Natividad González Parás mediante su inmaduro delfín velador, Rodrigo Medina.
Calderón dijo ayer, sin referirse directamente a Fernández Garza, aunque sus palabras fueron promovidas por los aceitadores de prensa como referencia inequívoca al controvertido presidente municipal de San Pedro Garza García, que se debe hacer cumplir la ley sólo por la vía de la ley misma, que es la fuente de toda legitimidad. Además, soltó algunas otras frases igualmente acomodables a cualquier circunstancia y auditorio, encomiando el presunto estado de derecho en que los mexicanos según eso vivimos. Las palabras felipillas solamente son un pleito grupal en las alturas, entre el jefe pinolero de una facción que ha dividido y agraviado no solamente al país, sino a su propio partido, y un presidente municipal que desde su trinchera local se ha opuesto a los desmanes del circulito íntimo calderónico, como sucedió cuando el mencionado Fernández Garza amagó con renunciar al PAN (aunque finalmente sólo lo hizo al consejo estatal de ese partido), e incluso competir bajo las siglas del Partido del Trabajo por la presidencia de San Pedro, en protesta por las maniobras hechas para imponer al citado Fernando Elizondo como candidato a gobernador, llegando el lic Calderón, según versiones periodísticas, a citar a reuniones de corte electoral a panistas neoleoneses en la residencia oficial de los ocupantes del ejecutivo federal, en una de ellas para ofrecer la embajada en el Vaticano al principal opositor a ese dedazo, Fernando Margain, para que declinara a favor del aspirante oficial, Elizondo.
El vicepresidente fílmico de este país, ingeniero (en producciones) Genaro García Luna, también utilizó los foros de una cumbre de negocios que se realiza en la zona metropolitana que tiene como cabecera a Monterrey, y repartió culpas por doquier: en Colombia la cosa está peor que en México, con más secuestros; en Ciudad Juárez, las broncas principales son por los giros negros que deberían ser combatidos con más ahínco por la presidencia municipal; y en el país los actos ilícitos relacionados con el narcotráfico solamente son de impacto mediático, pues 94 por ciento de los delitos están relacionados con lo patrimonial, particularmente los robos.
Por desgracia, los organizadores de la mencionada cumbre no invitaron a otro especialista en impactos mediáticos relacionados con el narcotráfico, Jeffrey Max Jones Jones, que hasta fines del mes pasado cobró como subsecretario de fomento a los agronegocios de la Sagarpa y fue despedido por haber invitado a los campesinos mexicanos a analizar y poner en práctica el esquema de comercialización de los productores y transportadores de drogas, pues, a juicio del entonces funcionario, tal visión empresarial narcótica sería todo un ejemplo a seguir (en lo empresarial, no en lo ético). Ahora, Jo Jo ha revelado que en realidad lo cesaron del cargo porque la oficina de comunicación social de la Sagarpa se asustó y le impidió hacer las aclaraciones del caso. Pero, convencido de la bondad de sus dichos, el ex funcionario insiste en que México no debe actuar con visión productivista, primero produciendo y luego pensando en estrategias de mercado (por cierto, la antedicha cumbre de negocios ha producido discursos y declaraciones de altísimos empresarios deseosos de complacer al mercado político popular cada vez más nervioso e inestable: causantes de las crisis que tienen a México como está, cómplices de los poderosos, beneficiarios de las mil transas que les han dado riquezas de concurso, evasores fiscales y verdugos laborales, especuladores y transas, hoy emiten sentidas piezas analíticas y proponen fórmulas supuestamente patrióticas, convencidos de que dar atole discursivo con el dedo es una forma de saciar el hambre y la irritación crecientes).
Mientras el mundo de las ilusiones institucionales sigue adelante con sus juegos de discursos y forcejeos íntimos, la protesta social se abre camino rumbo a este miércoles en que se realizará una jornada de lucha en la ciudad de México que dará cuenta de la pluralidad y fuerza que conserve o haya perdido el movimiento de resistencia al golpe fascistoide contra trabajadores electricistas. La campaña de difamación y linchamiento contra el SME, y las tretas dictatoriales de Javier Lozano Himmler (¿Lozano, o Lo Nazi?) no han podido vencer a la defensa social y laboral que, entre otras cosas, ha encontrado asideros jurídicos suficientes para conservar la esperanza de que su lucha pueda triunfar (aunque ha de tenerse presente el tamaño de los intereses concentrados en los negocios de fibra óptica que han motivado la embestida calderónica contra el obstáculo sindical). Además de las formas de protesta que en sí desarrollen los trabajadores, se sumará la presencia de múltiples organizaciones opuestas a las políticas calderonistas y de ciudadanos en lo individual que coinciden en la defensa de los electricistas, a sabiendas de que dejar que pase el golpe fascistoide de LFC, es decir, de Lozano y Felipe Calderón, es dejar que más delante pasen golpes similares contra todo aquello que critique, resista y se oponga.
Y, mientras van acomodándose las piezas procesales que en estricto sentido de justicia dejarán en libertad a Juan Manuel Martínez Moreno, encarcelado por el ulisismo para tener un chivo expiatorio por el asesinato del periodista independiente Brad Will, ¡hasta mañana, con la playera mundialista futbolera recibiendo su pizca de sal en Los Pinos!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
¿Contra cuáles monopolios afila la espada reformista Felipe Calderón? Habló ayer con tono agresivo en la cumbre de hombres de negocios que organiza Miguel Alemán Velasco en San Pedro Garza García, que forma parte del área metropolitana de la ciudad de Monterrey. ¿Contra el duopolio Televisa-TvAzteca? ¿Viene una tercera cadena nacional de televisión? Eso se ve difícil. El tema de los monopolios fue central en los días de campaña electoral, pero lo abandonó por tres años. ¿Por qué ahora cobra proporciones ingentes cuando le quedan dos años escasos en el gobierno, si descontamos el último año que ocupará la siguiente campaña? Algunos de los asistentes captaron en sus palabras cierta dedicatoria a las empresas del grupo Slim. La red de intereses, amigos, contactos e influencias del grupo empresarial es muy extensa y de alcance internacional. No se vayan a confundir y crean que sería lo mismo que extinguir a Luz y Fuerza del Centro.
Celebridad involuntaria
La única forma en que el mundo llega a enterarse de que un mexicano perdió la vida en una matanza es que ésta ocurra fuera de México. Las que suceden en territorio nacional son tan frecuentes que ya no hacen olas. La prensa internacional ha puesto atención en el caso del militar Libardo Caraveo. Tuvo la mala fortuna de estar en el lugar y la hora equivocados y resultó víctima del tiroteo en Fort Hood, Texas. Nacido en Ciudad Juárez, muy joven se fue a vivir a Estados Unidos a perseguir el sueño americano. Consiguió una beca y cursó la carrera de sicólogo. Se incorporó al ejército y a sus 52 años se preparaba para su primera misión en zona de combate, en Afganistán, como parte de una unidad que brinda apoyo emocional a los soldados para enfrentar el temor a la muerte. Había llegado a Fort Hood el miércoles de la semana pasada para finalizar los trámites de su traslado. Lamentablemente se hallaba entre el grupo de soldados que esperaban ser atendidos en un consultorio dental cuando un médico siquiatra, también oficial del ejército, comenzó a disparar y mató a 13. El mismo fin de semana fueron ejecutadas más de 50 personas en México, incluido un general retirado. Ninguno mereció una sola línea de la prensa internacional.
Scotiabank sale de afores
Tal vez les convenga enterarse de que Scotiabank Inverlat y Profuturo GNP firmaron un contrato para que la segunda adquiera y administre la cartera de valores y la base de clientes, 87 mil cuentas, de Scotia Afore. Están corriendo los trámites ante las autoridades y se espera que la transacción concluya en enero de 2010. Es uno de los cambios que ha promovido Nicole Reich de Polignac, recientemente designada presidenta y directora general de Scotiabank. La idea es concentrarse en los negocios propios del banco. Los clientes de la afore tienen ahorros cifrados en 3 mil 600 millones de pesos.
Pues nada, que el más reciente chascarrillo de Felipe Calderón (fin de la recesión) no provocó ni la más leve sonrisa del auditorio. Por el contrario, la constante de organismos políticos, sociales y empresariales fue una cordial invitación al inquilino de Los Pinos para que se abstenga de contar chistes y se ponga a trabajar, a dar resultados, ausentes en sus casi tres años de estancia en la residencia oficial.
Cómo estará el horno que ni siquiera los empresarios que mayor raja sacan del modelo económico impuesto en México casi tres décadas atrás se dicen satisfechos con los resultados en esos cerca de 30 años, y mucho menos con el balance que arroja la mitad del calderonato. Ni de lejos celebraron la frase de ocasión (fin de la recesión) pronunciada días atrás por el inquilino de Los Pinos. Por el contrario, la respuesta a la ocurrencia de Felipe Calderón fue clara: “no se espera una recuperación sustancial de la economía el próximo año, después de que la actividad cayó en la primera mitad de 2009 en una magnitud no vista en siete décadas… Hay que fortalecer la economía interna, hacer valer la rectoría del Estado, y la mejor manera de reducir la pobreza no pasa por la caridad sino por la creación de empleos. No se trata de sacrificar generaciones… No hay buena política económica si no hay desarrollo, distribución del ingreso y empleo” (Carlos Slim dixit).
Más allá fue el empresario Roberto González Barrera: “el sistema mexicano está agotado y ha producido pocos resultados en los últimos 25 años, con un crecimiento económico muy bajo y poca generación de empleos. El país necesita sostenerse por lo menos 20 años con tasas de crecimiento de entre 5 y 7 por ciento. No debemos conformarnos con un crecimiento del 2.5 por ciento, como el pronosticado para 2010… y las recientes medidas fiscales aprobadas por el Legislativo son transitorias y deben estar sujetas a una revisión”.
No es la primera vez que empresarios como los citados se manifiestan en ese tono. Por ejemplo, en febrero pasado el propio Slim soltó: “no quiero ser catastrofista, pero viene lo peor; ante el colapso económico el producto interno bruto se va a desplomar; va a haber desempleo como no lo hemos visto desde los años 30; van a quebrar muchas empresas chicas, medianas y grandes, van a cerrar comercios, se verán locales cerrados por todos lados, los inmuebles estarán vacíos. Será una situación muy delicada. No quiero ser catastrofista, pero hay que prepararse para prever, y después no estar llorando… No cabe duda de que el producto interno bruto mexicano se va a desplomar, se va a caer, va a ser negativo, ya desde el último trimestre del año pasado, no sabemos cuánto dure, pero va a ser muy fuerte el efecto. Ahí es donde yo digo: el producto interno bruto va a ser negativo, va a ser sustancialmente negativo por la caída del petróleo y de la exportación, entre otras cosas, y las consecuencias también internas”.
La respuesta oficial, con el porro Javier Lozano Alarcón al frente (el mismo que hoy encabeza la defenestración del SME y el chantaje entre los trabajadores electricistas para que cobren su liquidación con todo y pilón), fue feroz, pero a estas alturas la advertencia del empresario es contundente realidad. Que el modelo económico no sirve es otra contundente realidad, por mucho que el discurso oficial se aferre en su defensa: raquitismo en materia de crecimiento, poco empleo y de pésima calidad, famélicos salarios, inexistencia del Estado como regulador de la actividad económica, desempleo creciente, seguridad social en extinción, concentración del ingreso, expulsión de mano de obra, y pobres, muchos pobres.
En el balance de casi 30 años, la constante es que cada sucesor en Los Pinos reporta peores resultados: con José López Portillo, la tasa anual promedio de crecimiento económico fue de 6.55 por ciento. Inmediatamente después, en el gobierno se instaló el poder tecnocrático y se instauró un nuevo modelo, con los siguientes resultados: con Miguel de la Madrid dicha tasa fue de 0.34 por ciento; con Carlos Salinas de Gortari de 3.9 por ciento; con Ernesto Zedillo 3.5 por ciento, y con Vicente Fox de 2.2 por ciento. La tasa anual promedio de crecimiento económico en las cuatro administraciones neoliberales a duras penas alcanza 2.48 por ciento. Pero llegó Felipe Calderón y destrozó lo poco que quedaba en pie: en el mejor de los casos, y sólo en el mejor, la tasa anual promedio de crecimiento en su sexenio (si es que lo concluye) sería de 0.9 por ciento, aunque todo apunta a un espantoso cero por ciento. Así, el promedio anual en la etapa neoliberal sería de 1.98 por ciento. Del gobierno de Lázaro Cárdenas del Río al de José López Portillo la tasa anual de crecimiento económico en México promedió 6 por ciento, es decir, tres veces más que en los cinco neoliberales.
A partir del Plan Global de Desarrollo 1980-1982 (desde Miguel de la Madrid se denominó Plan Nacional de Desarrollo), todos los inquilinos de Los Pinos le pusieron número a la promesa. Así, José López Portillo se comprometió a lograr una tasa de crecimiento del PIB de 8 por ciento anual entre 1980 y 1982, pero sólo alcanzó 5.7 (con todo, nunca superada por sus sucesores); MMH garantizó 5.5 por ciento anual, pero a duras penas llegó a 0.34 por ciento; Carlos Salinas de Gortari ofreció 6 por ciento anual, pero sólo concretó 3.9; Ernesto Zedillo aseguró que cuando menos llegaría a 5 por ciento, aunque no pasó de 3.5; Vicente Fox juró y perjuró que sería 7 por ciento anual, pero de milagro reportó 2.2 por ciento. Y llegó Felipe Calderón, quien comprometió 5 por ciento anual, pero si bien van las cosas (milagro incluido) no pasará de 0.9 por ciento anual, aunque todo apunta a cero por ciento, de cualquier suerte un sexenio perdido.
Las rebanadas del pastel
Eso sí, en su momento cada uno de los inquilinos de los Pinos prometió para el país y sus habitantes un futuro venturoso: crecimiento alto y sostenido, dotar a los mexicanos de empleo y los mínimos de bienestar (JLP); recuperar la capacidad de crecimiento (MMH); acceder a un horizonte de progreso personal y familiar que no sea efímero (CSG); combatir el desigual desarrollo del país (EZ); y actuar con inteligencia y sensibilidad (¡lo dijo Fox!). A Calderón anótese lo que se ocurra, porque de cualquier forma incumplirá. Y a la vuelta de casi 30 años, 2 por ciento de crecimiento y más de 50 por ciento de los mexicanos en pobreza.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
En 1999, cuando en México todavía algunos respetaban el trabajo como la mejor manera de dignificar a las personas, el entonces director de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, Alfonso Caso Aguilar, ideó el libro Un toque de sabor, en homenaje a sus trabajadores.
Ahí se reconoce que lograr que se encienda un foco lo mismo en la lujosa casa de una gran ciudad que en un pequeño jacal de una comunidad apartada; permitir que continúen funcionando la compleja maquinaria de una fábrica y un pequeño taller de costura; hacer posible que cada mañana se encienda un molino de nixtamal en un pueblo y se mantenga en servicio una extensa red de cómputo de una universidad, es una tarea titánica que no permite descanso.
Muchas veces estos trabajadores realizan sus tareas en los lugares donde se encuentran las líneas de transmisión que van de las plantas generadoras a las subestaciones, y de ahí a los pueblos y ciudades. En los campamentos han tenido que aguzar el ingenio para comer de la mejor manera. Muchos de los platillos que ahí surgieron han pasado por tradición oral, de generación en generación.
Un toque de sabor se acerca a estas recetas y al anecdotario que las rodea. María de los Ángeles Comesaña reunió en esta investigación un interesante conjunto de preparaciones. Pero va más allá, pues al introducir las recetas de cada campamento se reconstruye la historia de la generación de luz en México.
Hace más de cien años se construyó la presa de Necaxa. El 6 de diciembre de 1905 se inició la transmisión de energía eléctrica ininterrumpida a la ciudad de México. Desde entonces ha seguido trabajando esta planta, que por sus características técnicas vence al tiempo.
Muchos ingenieros y trabajadores deben recordar con gratitud, por su excelente cocina, a María de los Ángeles Chavarría, doña Queta, mayora de la cocina de las instalaciones centrales del departamento Necaxa. Comentó doña Queta en la entrevista que para ella la compañía es una gran familia.
Se presentan aquí las recetas de mole poblano y caldo de guajolote, de tamales de alverjón, los chiles en nogada, sabrosos molotes que se definen como tlacoyos pequeños que acompañan la cecina de la región, quesadillas de sesos, acamayas al mojo de ajo y pan de levadura. Hay también tacos de papatla, que es la comida que les preparan a los trabajadores en casa. Se dice de ellos que, entre más paseados, más sabrosos. Se trata de tacos sudados rellenos de pollo deshebrado cocinado en salsa sofrita de tomates y chiles verdes con ajo y cebolla. Se envuelven en hojas de papatla tatemadas (similares a las de plátano); así conservan su calor y ganan en sabor.
marcri44@yahoo.com.mx

Carlos Bonfil: La Muestra
Antes de filmar sus éxitos de crítica más sobresalientes, El hijo (2002), Rosetta (1999) y El niño (2005), ganadoras estas últimas dos de la Palma de Oro del Festival de Cannes, los cineastas belgas Jean y Luc Dardenne habían realizado un drama realista poco conocido en México, La promesa (1996), sobre la inmigración clandestina y el dilema moral de un adolescente que jura a un trabajador gravemente herido velar por su esposa e hijo, oponiéndose a su propio padre, el patrón responsable del accidente.
Trece años después, el mismo actor joven (Jérémy Renier) tiene un papel protagónico en El silencio de Lorna, nuevo drama sobre la inmigración ilegal en Bélgica. Ahora él es Charly Moreau, el marido por conveniencia de la joven albanesa Lorna (Artha Dobroshi), a quien ayudará a obtener la nacionalidad belga a cambio de una retribución económica. Parte del acuerdo es aceptar después el divorcio a fin de que ella pueda contraer nupcias de nuevo, esta vez con un inmigrante ruso.
Su condición de heroinómano en busca desesperada de cura, incapaz sin embargo de lograrla, lo coloca en una situación de creciente dependencia frente a Lorna y una banda de trata ilegal de personas, que planea eliminarlo mediante una sobredosis. La joven deberá aceptar esta espiral de corrupción criminal u oponerse a ella.
De nueva cuenta están presentes los temas que interesan a los hermanos Dardenne: el negocio sucio, la traición, el desencanto, el largo trayecto de una redención y el retrato de una sociedad moralmente corrompida.
En El niño, Bruno (una vez más, Rénier) vendía a su hijo recién nacido y, tardíamente arrepentido, intentaba recuperarlo de nuevo. Aquí, Lorna se percata de su inclemencia hacia Charly y de su oportunismo tan semejante al de los traficantes, e intenta por todos los medios recobrar un mínimo de honestidad y proteger a su esposo, seriamente amenazado.
Los obstáculos a que se enfrenta semejan la materia de un filme negro, pero lo que en realidad domina en el relato es un empeño de reparación moral común a muchos otros personajes de los Dardenne. La cámara sigue obsesivamente los pasos de Lorna en la ciudad de Lieja; rara vez captura en tomas subjetivas lo que ella ve, sino de modo casi documental la forma en que ella es vista por los demás, como un animal acechado (en la ciudad, en un bosque, en la cabaña donde busca refugio); también como un personaje orillado al delirio, que pugna por encontrar la calidad moral que habrá de justificar su existencia. Huelga decir que Lorna no es una heroína tradicional ni tampoco una víctima expiatoria.

Advertencias empresariales: necesidad de viraje
Durante su participación en el foro México, Cumbre de Negocios, que se realiza en Monterrey, Nuevo León, Roberto González Barrera, presidente de Gruma y del Grupo Financiero Banorte, dijo que el sistema mexicano está agotado y ha producido pocos resultados durante los últimos 25 años, con un crecimiento económico muy bajo y poca generación de empleos.
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El Correo Ilustrado
Denuncia asalto y secuestro a menores en el Metro
La que suscribe, profesora del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Naucalpan de la UNAM, solicita publicar la presente denuncia por el robo y secuestro que sufrieron un grupo de nueve alumnos en la estación del Metro Auditorio, luego de una visita al Museo Nacional de Antropología e Historia, el pasado 27 de octubre.
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El paro nacional que se realizará mañana será clave para el rumbo que tome el movimiento social y político en defensa tanto del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) como de la Constitución, que ha sido afectada en uno de sus pilares fundamentales, como es el artículo 123.
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No hay dirigente de Estado que no se sienta en la obligación de generar expectativas positivas para el presente y el porvenir de su economía nacional. Es normal. Pero puede resultar contraproducente cuando las declaraciones optimistas no resultan verosímiles.
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La educación pública y los maestros están bajo ataque. Organismos empresariales, sus intelectuales y funcionarios del sector educativo disparan a mansalva contra ellos. La educación se ha vuelto un obstáculo para el avance del país, dice un periodista. El magisterio no puede ser una actividad de quienes no pueden destacar en otras actividades, asegura otro. Los maestros son corruptos, afirma uno más. La mayoría de profesores son burros, advierte un canal de televisión. Ya no hacen faltan más maestros, sentencia una autoridad.
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Dsde una visión histórica y crítica, la aspiración de ejercicio de los derechos humanos a través de una estructura jurídica paralela a nuestro Estado de derecho e instituciones ha tenido una parte positiva transitoria y otra que nos niega, si fuera un fin. Así fueron creadas la comisión nacional, las comisiones estatales, la del Senado, que funcionan mediante denuncias y recomendaciones ante posibles violaciones a las garantías individuales, contenidas en nuestra Constitución.
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Ni el más convencido, y ni siquiera el más vendido de los opinadores del régimen, podrá negar la insensibilidad, la arbitrariedad y el desaseo legal empeñados en la extinción de Luz y Fuerza del Centro y en el intento de liquidar al Sindicato Mexicano de Electricistas. Impresentable o indefendible, llaman a esa organización gremial los voceros oficiosos del calderonato, pero se abstienen de medir el grado de indefendibilidad del poder público para el cual trabajan o el de aliados políticos tan preciosos como Marín, Ruiz, Gordillo o Romero Deschamps; corruptos, acusan a los trabajadores porque éstos han logrado salarios decentes y condiciones de trabajo dignas, pero se callan la boca y escurren la pluma ante los hechos de un régimen que reparte contratos más que sospechosos y ante los privilegios y los lujos de sus integrantes; violentos, claman ante la decisión de los electricistas sindicalizados de resistir el decreto de su extinción, pero omiten toda referencia al uso de la policía y de Lozano Alarcón –una fuerza de choque en sí mismo– por parte del gobierno espurio; subversivos, gritarán mañana a quienes respalden el paro nacional convocado por los trabajadores afectados, pero no dirán una palabra sobre una medida gubernamental adoptada a contrapelo del orden constitucional y de efectos evidentemente desestabilizadores. Los soldados mediáticos del régimen –para parafrasear la autodefinición de Azcárraga papá– insultan y calumnian a placer al SME y a sus integrantes, pero no tienen un solo argumento para justificar el decreto emitido el 10 de octubre por Felipe Calderón. Y no lo tienen porque no lo hay.
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En respuesta a la despenalización del aborto en el Distrito Federal, avalada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, las legislaturas de 16 estados de la República han aprobado leyes que penalizan el aborto. Esta reacción, que se ha materializado en tiempo récord, sugiere la existencia de una acción concertada, en la que se estaría expresando la acción política de la Iglesia católica. ¿Cómo demostrarlo?
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Alberto Aziz Nassif
Políticos que siempre hacen lo mismo
No pasa un día sin que la clase política dé muestras de que sólo representa el opaco juego de sus propios intereses; legisladores que son correas de transmisión de los que mandan: los grandes empresarios, la Iglesia, las televisoras, los líderes sindicales aliados al gobierno. Nada nuevo, sólo más privilegios fiscales, autonomía institucional vulnerada, gasto clientelar y mucho dinero para la partidocracia.
Así llegan a San Lázaro en helicópteros los nuevos señores feudales —los gobernadores— a pedir recursos para sus estados y luego se dan el lujo participar en una gran comilona, en la que celebran su hazaña. Así cambiaron la decisión sobre la exención fiscal en telefonía, y los que antes votaron contra el proyecto ahora lo apoyaron con su voto (panistas “rajones”, como les dijo el senador Pablo Gómez, sin proyecto ni palabra), porque las televisoras los amenazaron con desaparecerlos de la pantalla. Así vimos cómo el PRI y el PAN decidieron votar una vez más —como siameses— por el continuismo en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y elegir un ombudsman que será más de lo mismo; una institución muy lejana de lo que se necesita para defender a los ciudadanos de los abusos del poder. Así el Senado decidió hace poco avalar la propuesta de Los Pinos y confirmar a las dos nuevas comisionadas para el IFAI. Así han decidido y decidirán los nombramientos que siguen. Simplemente, políticos que siempre hacen lo mismo, pero cada día peor, porque fortalecen el desencanto en un país atrapado por las inercias del poder.
Poco a poco el juego del poder de los grandes intereses se ha comido a mordiscos los pocos espacios democráticos que se abrieron hace unos años. Se pensó que los organismos constitucionales autónomos representaban los espacios institucionales para construir una democracia. Nos equivocamos. La autonomía de las instituciones democráticas ha sido vulnerada. Nada nuevo. Se empezó con el IFE en 2003, y ahora se hace de forma permanente. Hoy ya es una costumbre que ganen los intereses de los partidos y prevalezcan sus cuotas, para tener instituciones a modo, con operadores (comisionados, consejeros, presidentes) sin peso propio ni prestigio profesional, que puedan ser, como señaló Bajo Reserva, fáciles, manejables, masticables, dóciles (EL UNIVERSAL, 5/XI/09).
En los próximos días se intensificará el ritual de pedir recursos porque viene el reparto del pastel fiscal, los recursos que se gastarán en 2010. La inercia para repartirse el dinero será la lógica clientelista que ha crecido a la sombra de gobernadores que cada año cuentan con más recursos, pero con menos contrapesos y con débiles mecanismos de rendición de cuentas y transparencia. Todos quieren más dinero. Después de subir los impuestos a los trabajadores cautivos, a los consumidores y a las empresas, viene la otra cara de la moneda: gastar a manos llenas, con la lógica electoral como centro rector de las decisiones, ganar votos y comprarlos, sobre todo en el mercado que se ha formado entre pobreza y política electoral. En 2010 habrá 10 gubernaturas en juego y, además, también se renovarán mil 523 alcaldías, 282 diputados de mayoría y 176 diputados plurinominales. Por eso es importante jalar recursos. Otra vez casi la mitad del país estará metido en un proceso electoral.
Todos quieren más dinero, desde la Oficina de la Presidencia de la República, que quiere pasar de 73.5 millones a 145.9 millones de pesos; la Secretaría de Gobernación, que quiere 62.7% más para la Dirección General de Coordinación de Entidades Federativas; Relaciones Exteriores, que también pide más en su dirección para África y Medio Oriente; Comunicaciones y Transportes, que pide aumento, hasta los órganos “autónomos” (Reforma, 4/XI/09). Quieren más el Legislativo y el Judicial y, por supuesto, vendrá con importante aumento al presupuesto para seguridad. ¿Dónde quedó el discurso de la crisis, los recortes y la austeridad? Pues donde debe estar: en los menores ingresos de las familias y los trabajadores, porque así lo manda la Ley de Ingresos.
En la selva de intereses no se puede perder de vista a los partidos políticos, los más privilegiados de todos. Tienen el único gasto cuya fórmula se encuentra establecida en la Constitución (artículo 41, fracción II, inciso A). Ahora se repartirán nada más 3 mil 12 millones de pesos. Una de las democracias más caras del mundo en la que el valor del voto es de 224 pesos, cuando en Brasil es de 4 o y en Argentina de cinco pesos. ¿A qué equivale este gasto? A 500 mil familias más en el Programa Oportunidades o a 600 mil familias en el Seguro Popular. Pero todo se irá en pitos y flautas para que los partidos mantengan su burocracia y compren votos.
En este contexto aparece la campaña ciudadana ¡Ya Bájenle! Se propone otra fórmula para que en lugar de multiplicar el 65% del salario mínimo del DF por el total de ciudadanos del padrón electoral, que sea, por ejemplo, por el total de votos válidos, con lo que se ahorrarían mil 700 millones de pesos. Muy recomendable. Al 91% de los ciudadanos les parece bien una reducción al gasto partidista (EL UNIVERSAL, 9/XI/09).
Así está este país, con privilegios fiscales, autonomía cuestionada, gasto clientelar y mucho, mucho dinero para la partidocracia.
Investigador del CIESAS

Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Refundar la República
En nuestra columna anterior planteaba, una vez más, la urgencia de la reconstrucción de este país sobre tres pilares esenciales: una gran reforma del Estado, una verdadera revolución educativa y la implementación de un nuevo modelo económico. Pero concluía señalando que para ello se requería de un gran pacto nacional que, por desgracia, no veía quién pudiera convocarlo.
Pocas veces me he sentido tan contento de que la realidad me desmienta. Y es que el mismo día el rector de nuestra UNAM, José Narro Robles, hizo un llamado explícito para refundar la República. Porque —estableció— el actual modelo de país ya está agotado y “ya no nos sirve ni para hacernos hacia afuera, mucho menos para resolver los problemas que ya tenemos adentro”.
Narro fue muy claro al detallar que: para refundar la República se requiere de un gran acuerdo nacional en el que todos los sectores se unan para desarrollar una reforma integral no sólo en materia económica, sino también social, educativa y de medio ambiente; “llegó la hora —expresó— de avanzar hacia un nuevo modelo económico que genere más competitividad, pero entendido como una mejor distribución de la riqueza y no sólo como un incremento del capital; el modelo de desarrollo actual —puntualizó— ya no sirve para resolver los grandes problemas que se han generado en el país como la pobreza y la desigualdad”.
En el foro, académicos, líderes empresariales y el jefe de Gobierno del Distrito Federal coincidieron en que ya no es ni tolerable ni conveniente el actual estado de cosas. El propio Marcelo Ebrard demandó que “no hay más tiempo que perder ni más años que esperar para transformar las políticas públicas e iniciar un nuevo ciclo en la economía del país”.
También en estos días recibí un estudio titulado La segunda República: México en el punto de cambio histórico y no retorno. No está escrito por alguna ONG revoltosa o algún crítico de oposición. Lo realiza el distinguidísimo empresario y él mismo asesor de grandes empresas Julio A. Millán. Con él me une una gran amistad y sabrosísimos debates. Pues bien, en este ensayo diagnostica que: “Hoy día las viejas estructuras y conceptos se encuentran tambaleantes ante el despertar de una sociedad deseosa de mayor equidad, seguridad y desarrollo. Pero el despertar debe ser completo y requiere de las acciones de más de 100 millones de mexicanos”. Y concluye recordándonos que si Francia ya va en la quinta, México bien podría constituir la segunda República.
Yo respondo gustoso que sí a estos llamados y le sigo en la próxima entrega.

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