Julio Hernández López: Astillero
Las cuatro palabras finales del discurso de Evo Morales generaron entusiasmo o animadversión en cada uno de los dos Méxicos antagónicos que el calderonismo ha fomentado. Pronto México se liberará, dijo el presidente de Bolivia, y muchos de quienes le escuchaban en el Jardín de Coyoacán entendieron ese mensaje como estímulo a una larga lucha en busca de, para citar otro de los pasajes notables del discurso del mandatario indígena, una democracia legítima, no pactada. Otros, distantes física e ideológicamente de esa visita no oficial, interpretaron la frase de Evo como una intervención indebida en la política nacional y, en el extremo de esa franja derechista de pensamiento, se produjo una inmediata oleada de racismo y ofensas en los espacios de comunicación masiva mediante Internet.
Más allá del optimismo o el enojo, el discurso de Morales ayudó a precisar los niveles y límites de nuestro desarrollo político (Evo incitó a comer de las manzanas analíticas del árbol de la ciencia del bien y el mal, del saber, del ir más allá del prejuicio o la orden superior). Así, sin complicaciones teóricas ni arrebatos oratorios, detalló en el centro de la delegación Coyoacán el curso de un movimiento social que supo hacer alianzas consecuentes para ganar el poder político y realizar un gobierno que ha transformado profunda e institucionalmente a aquella nación en un sentido popular, nacionalista y de orientación comunitaria. Visto a contraluz de lo sucedido en Bolivia, al movimiento social y al entramado partidista-electoral mexicano de izquierda les falta mucho para acercarse a la verdadera toma del poder y a su utilización auténticamente revolucionaria. Los programas políticos y las alternativas de cambio que la izquierda electoral propone a México son tibiamente reformistas, asistenciales y concentradoras de poder en las elites, diríase que intencionalmente diseñadas para impedir la auténtica organización social que atentaría contra los intereses de las cúpulas conductoras de los remozamientos ligeros. Invitado por un político como Marcelo Ebrard, que se ubica en el polo pragmático, burocrático, de esa izquierda formal (y que aprovecha la visita de Evo para tratar de darse algún barniz más atrevido) y ajeno en términos de discurso o declaración al dirigente de la única resistencia popular vigente, Andrés Manuel López Obrador (por cierto, AMLO se disculpó por escrito de su ausencia en los actos de Evo y se dijo identificado con la política y logros del boliviano), el presidente boliviano solamente se refirió contextualmente en Coyoacán al subcomandante Marcos mediante una adaptación de la consigna de gobernar obedeciendo.
La reivindicación evánica de lo indígena (¿por qué los diccionarios sexistas solamente hablan de lo adánico y no de lo evánico?) y el empuje en lo general a luchas políticas posibles del flanco izquierdista, hoy tan golpeado desde el poder en México, pusieron nuevamente en evidencia la existencia de una fuerte corriente de discriminación clasista y racista que, entre otras cosas, cerró el paso delictivamente a una alternativa de reformismo menor en México en 2006 y que ahora pretende llevar la confrontación electoral de 2012 a escenarios en que los candidatos de los principales partidos políticos sean facial, ideológica e incluso prosódicamente correctos, aceptables para una franja social que repele y desprecia lo indígena, lo popular y lo diverso de nuestra nación. En el PRI se apuesta a la galanura del gobernador del estado de México, porque se considera que buena parte del voto femenino podría actuar en consonancia con razonamientos estéticos y no éticos; en el PAN se trabajó arduamente en la precandidatura no oficializada del hispanomexicano Juan Camilo Mouriño y ahora se promueve la figura de Alonso Lujambio, y en el PRD hay quienes consideran que la estampa de Marcelo Ebrard sería electoralmente más atractiva entre clases medias y mujeres que la de un AMLO sometido largamente a una campaña de difamación y desprestigio que, entre otros ingredientes, ha manejado el de la pronunciación tabasqueña, la formación universitaria y el origen y compromiso con lo enteramente popular, con lo naco.
Astillas
En el estado de México algunos de los damnificados por las lluvias y desbordamientos recientes comenzaron a recibir indemnizaciones y bonos que a la luz de lo perdido resultan actos de provocación social. Los así beneficiados podrán canjear sus vales por, en el mejor de los casos, 20 mil pesos en las tiendas Coppel (firma amiga de las elecciones panistas), en la Cómer (necesitada de ayuda por sus apuestas financieras fracasadas) y en Liverpool (¿por qué no se incluyó El Palacio de Hierro?)... El filósofo ranchero de San Cristóbal se aventó ayer otra puntada: respecto al narco, creo que le han echado mucha güeva los gobernadores, todos, en enfrentar este tema en el nivel local... La dirigencia del PRD nunca parece llegar al final de su caída en el oportunismo desvergonzado: ahora coquetea con el panista Gerardo Buganza para ver si acepta ser candidato a gobernador en Veracruz. Ya nomás falta que busquen a Manuel Clouthier Carrillo en Sinaloa... México judicialmente mágico: el futbolista aplicadamente protegido por Televisa, Salvador Cabañas, no puede hacer su declaración preparatoria ante un agente del Ministerio Público pero sí autografía una camiseta deportiva al Presidente de Paraguay que le visita. Y la procuraduría capitalina de justicia dice que en realidad ni es tan urgente la tal declaración, puesto que ya se ha librado una orden para aprehender al presunto agresor del que ni un rastro decoroso han podido encontrar hasta ahora. Con todos estos detalles se confirma el raro e insistente augurio médico original: el jugador paraguayo ni se acordaría de los turbios hechos en que fue lesionado. Borrón de memoria y cuenta judicial nueva... Y, mientras el Vasco Aguirre se suma a la lista de personajes tocados por Calderón a los que se les enreda el mundo o se les potencia lo perdedor, ¡hasta mañana, en esta columna que sí come manzanas!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En saldo bueno –entre otros malos– que dejó el ex gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz fue precisamente el saldo de la reserva internacional. Roza los 100 mil millones de dólares. Es el más alto de la historia, cuando López Portillo las arcas llegaron a estar vacías y hubo de recurrir a agiotistas para pagar la nómina. Se ha vuelto tradición que el banco central informe periódicamente a la opinión pública este dato que por muchos años se consideró secreto de Estado. Pero ¿dónde están las reservas?, ¿quién las guarda? ¿Acaso, como algunas personas suponen, se encuentran en la bóveda del banco en el Centro Histórico de la ciudad de México? Algo sucedió recientemente que nos dio una pista. El gobierno de China renunció a ser el principal tenedor de bonos de la Tesorería de Estados Unidos, desconfía de la fortaleza del billete verde, le cedió el lugar a Japón. En la lista actualizada de los que prestan dinero al gobierno de Wa-shington mediante la compra de sus bonos, aparece México. El banco central, ahora a cargo de Agustín Carstens, ha comprado bonos por 30 mil millones de dólares. Es el tenedor número 19 en el mundo. Sólo otros dos países del continente americano figuran en esta lista: Brasil y Canadá. Le debemos preguntar al gobierno del presidente Obama que nos diga dónde anda al menos una tercera parte de nuestras reservas y que las está aprovechando para sostener ¡al dólar! ¿Y el resto? ¿Cómo están invertidos 60 mil millones de dólares? ¿En monedas de otros países, oro, plata? Ahora que comienza la gestión del doctor Carstens sería sano –y tranquilizador– que nos pusiera al tanto. No es falta de confianza, pero no deja de ser imperativo a la luz del reporte de la Auditoría Superior de la Federación en el sentido de que no encontró ningún registro –al revisar la Cuenta Pública de 2008– de que la Semarnat haya aplicado un préstamo por 500 millones de dólares que el Banco Mundial otorgó para programas diseñados contra el cambio climático. ¿O los aplicó mal y por eso ha llovido tanto? El cuadro muestra los países que sostienen al dólar.
¿Conspiración contra Toyota?
En la guerra y en el colchón todo se vale, dicen por ahí, no sin razón. Hay muchos tipos de guerra, una de las más implacables es la que libran las grandes corporaciones por el dominio del mercado. ¿Hay bases para afirmar que los problemas de Toyota se deben a una conspiración de los fabricantes de automóviles de Estados Unidos? Dizque el fabricante americano hizo defectuosas las partes que proveyó a Toyota. No es descartable ninguna hipótesis conspiracionista. Pero entonces también tendremos que aceptar que los japoneses hicieron algo en lo oscurito para llevar a la crisis financiera a sus competidores americanos.
Pacienzudo
Según el presidente Calderón, el año 2030 México será mejor. Avizora un país más justo, se habrá erradicado la pobreza extrema y las oportunidades de educación para los jóvenes serán mayores, en especial a nivel universitario. Estoy dispuesto a creerle con tal de que me diga si el milagro ocurrirá por la mañana o por la tarde. No me lo quiero perder.
Las cuatro palabras finales del discurso de Evo Morales generaron entusiasmo o animadversión en cada uno de los dos Méxicos antagónicos que el calderonismo ha fomentado. Pronto México se liberará, dijo el presidente de Bolivia, y muchos de quienes le escuchaban en el Jardín de Coyoacán entendieron ese mensaje como estímulo a una larga lucha en busca de, para citar otro de los pasajes notables del discurso del mandatario indígena, una democracia legítima, no pactada. Otros, distantes física e ideológicamente de esa visita no oficial, interpretaron la frase de Evo como una intervención indebida en la política nacional y, en el extremo de esa franja derechista de pensamiento, se produjo una inmediata oleada de racismo y ofensas en los espacios de comunicación masiva mediante Internet.
Más allá del optimismo o el enojo, el discurso de Morales ayudó a precisar los niveles y límites de nuestro desarrollo político (Evo incitó a comer de las manzanas analíticas del árbol de la ciencia del bien y el mal, del saber, del ir más allá del prejuicio o la orden superior). Así, sin complicaciones teóricas ni arrebatos oratorios, detalló en el centro de la delegación Coyoacán el curso de un movimiento social que supo hacer alianzas consecuentes para ganar el poder político y realizar un gobierno que ha transformado profunda e institucionalmente a aquella nación en un sentido popular, nacionalista y de orientación comunitaria. Visto a contraluz de lo sucedido en Bolivia, al movimiento social y al entramado partidista-electoral mexicano de izquierda les falta mucho para acercarse a la verdadera toma del poder y a su utilización auténticamente revolucionaria. Los programas políticos y las alternativas de cambio que la izquierda electoral propone a México son tibiamente reformistas, asistenciales y concentradoras de poder en las elites, diríase que intencionalmente diseñadas para impedir la auténtica organización social que atentaría contra los intereses de las cúpulas conductoras de los remozamientos ligeros. Invitado por un político como Marcelo Ebrard, que se ubica en el polo pragmático, burocrático, de esa izquierda formal (y que aprovecha la visita de Evo para tratar de darse algún barniz más atrevido) y ajeno en términos de discurso o declaración al dirigente de la única resistencia popular vigente, Andrés Manuel López Obrador (por cierto, AMLO se disculpó por escrito de su ausencia en los actos de Evo y se dijo identificado con la política y logros del boliviano), el presidente boliviano solamente se refirió contextualmente en Coyoacán al subcomandante Marcos mediante una adaptación de la consigna de gobernar obedeciendo.
La reivindicación evánica de lo indígena (¿por qué los diccionarios sexistas solamente hablan de lo adánico y no de lo evánico?) y el empuje en lo general a luchas políticas posibles del flanco izquierdista, hoy tan golpeado desde el poder en México, pusieron nuevamente en evidencia la existencia de una fuerte corriente de discriminación clasista y racista que, entre otras cosas, cerró el paso delictivamente a una alternativa de reformismo menor en México en 2006 y que ahora pretende llevar la confrontación electoral de 2012 a escenarios en que los candidatos de los principales partidos políticos sean facial, ideológica e incluso prosódicamente correctos, aceptables para una franja social que repele y desprecia lo indígena, lo popular y lo diverso de nuestra nación. En el PRI se apuesta a la galanura del gobernador del estado de México, porque se considera que buena parte del voto femenino podría actuar en consonancia con razonamientos estéticos y no éticos; en el PAN se trabajó arduamente en la precandidatura no oficializada del hispanomexicano Juan Camilo Mouriño y ahora se promueve la figura de Alonso Lujambio, y en el PRD hay quienes consideran que la estampa de Marcelo Ebrard sería electoralmente más atractiva entre clases medias y mujeres que la de un AMLO sometido largamente a una campaña de difamación y desprestigio que, entre otros ingredientes, ha manejado el de la pronunciación tabasqueña, la formación universitaria y el origen y compromiso con lo enteramente popular, con lo naco.
Astillas
En el estado de México algunos de los damnificados por las lluvias y desbordamientos recientes comenzaron a recibir indemnizaciones y bonos que a la luz de lo perdido resultan actos de provocación social. Los así beneficiados podrán canjear sus vales por, en el mejor de los casos, 20 mil pesos en las tiendas Coppel (firma amiga de las elecciones panistas), en la Cómer (necesitada de ayuda por sus apuestas financieras fracasadas) y en Liverpool (¿por qué no se incluyó El Palacio de Hierro?)... El filósofo ranchero de San Cristóbal se aventó ayer otra puntada: respecto al narco, creo que le han echado mucha güeva los gobernadores, todos, en enfrentar este tema en el nivel local... La dirigencia del PRD nunca parece llegar al final de su caída en el oportunismo desvergonzado: ahora coquetea con el panista Gerardo Buganza para ver si acepta ser candidato a gobernador en Veracruz. Ya nomás falta que busquen a Manuel Clouthier Carrillo en Sinaloa... México judicialmente mágico: el futbolista aplicadamente protegido por Televisa, Salvador Cabañas, no puede hacer su declaración preparatoria ante un agente del Ministerio Público pero sí autografía una camiseta deportiva al Presidente de Paraguay que le visita. Y la procuraduría capitalina de justicia dice que en realidad ni es tan urgente la tal declaración, puesto que ya se ha librado una orden para aprehender al presunto agresor del que ni un rastro decoroso han podido encontrar hasta ahora. Con todos estos detalles se confirma el raro e insistente augurio médico original: el jugador paraguayo ni se acordaría de los turbios hechos en que fue lesionado. Borrón de memoria y cuenta judicial nueva... Y, mientras el Vasco Aguirre se suma a la lista de personajes tocados por Calderón a los que se les enreda el mundo o se les potencia lo perdedor, ¡hasta mañana, en esta columna que sí come manzanas!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
En saldo bueno –entre otros malos– que dejó el ex gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz fue precisamente el saldo de la reserva internacional. Roza los 100 mil millones de dólares. Es el más alto de la historia, cuando López Portillo las arcas llegaron a estar vacías y hubo de recurrir a agiotistas para pagar la nómina. Se ha vuelto tradición que el banco central informe periódicamente a la opinión pública este dato que por muchos años se consideró secreto de Estado. Pero ¿dónde están las reservas?, ¿quién las guarda? ¿Acaso, como algunas personas suponen, se encuentran en la bóveda del banco en el Centro Histórico de la ciudad de México? Algo sucedió recientemente que nos dio una pista. El gobierno de China renunció a ser el principal tenedor de bonos de la Tesorería de Estados Unidos, desconfía de la fortaleza del billete verde, le cedió el lugar a Japón. En la lista actualizada de los que prestan dinero al gobierno de Wa-shington mediante la compra de sus bonos, aparece México. El banco central, ahora a cargo de Agustín Carstens, ha comprado bonos por 30 mil millones de dólares. Es el tenedor número 19 en el mundo. Sólo otros dos países del continente americano figuran en esta lista: Brasil y Canadá. Le debemos preguntar al gobierno del presidente Obama que nos diga dónde anda al menos una tercera parte de nuestras reservas y que las está aprovechando para sostener ¡al dólar! ¿Y el resto? ¿Cómo están invertidos 60 mil millones de dólares? ¿En monedas de otros países, oro, plata? Ahora que comienza la gestión del doctor Carstens sería sano –y tranquilizador– que nos pusiera al tanto. No es falta de confianza, pero no deja de ser imperativo a la luz del reporte de la Auditoría Superior de la Federación en el sentido de que no encontró ningún registro –al revisar la Cuenta Pública de 2008– de que la Semarnat haya aplicado un préstamo por 500 millones de dólares que el Banco Mundial otorgó para programas diseñados contra el cambio climático. ¿O los aplicó mal y por eso ha llovido tanto? El cuadro muestra los países que sostienen al dólar.
¿Conspiración contra Toyota?
En la guerra y en el colchón todo se vale, dicen por ahí, no sin razón. Hay muchos tipos de guerra, una de las más implacables es la que libran las grandes corporaciones por el dominio del mercado. ¿Hay bases para afirmar que los problemas de Toyota se deben a una conspiración de los fabricantes de automóviles de Estados Unidos? Dizque el fabricante americano hizo defectuosas las partes que proveyó a Toyota. No es descartable ninguna hipótesis conspiracionista. Pero entonces también tendremos que aceptar que los japoneses hicieron algo en lo oscurito para llevar a la crisis financiera a sus competidores americanos.
Pacienzudo
Según el presidente Calderón, el año 2030 México será mejor. Avizora un país más justo, se habrá erradicado la pobreza extrema y las oportunidades de educación para los jóvenes serán mayores, en especial a nivel universitario. Estoy dispuesto a creerle con tal de que me diga si el milagro ocurrirá por la mañana o por la tarde. No me lo quiero perder.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Aún no se sabe si el triunfo es definitivo (recuérdese el caso de Minera San Xavier, en San Luis Potosí), pero de entrada debe anotarse un tanto, y de gran relevancia, a favor de los intereses ciudadanos de Baja California Sur, producto de la defensa organizada, impulsada y sostenida por los propios habitantes de ese estado de la República, quienes ahora celebran su primera victoria en contra de la trasnacional canadiense Vista Gold, propietaria de la empresa Paredones Amarillos y beneficiaria de siete concesiones –otorgadas por el gobierno federal– para la explotación minera en la reserva de la biosfera Sierra de la Laguna.
Resulta que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, mejor conocida como Semarnat, desechó el trámite de cambio de uso de suelo forestal solicitado por la referida trasnacional para iniciar la explotación mineral de Paredones Amarillos por incumplir los requisitos de ley, no obstante que el consorcio canadiense reiteró que contaba con todos los permisos y el consabido estudio sobre impacto ambiental. Pues bien, lo anterior confirma –por si hubiera duda– la mentira de Vista Gold, y que el empuje de la ciudadanía organizada en aquella entidad logró echar para atrás una de las más perversas intentonas del gobierno federal (léase Secretaría de Economía) por privilegiar los intereses del capital foráneo a costillas de la salud de los bajacalifornianos sureños.
Lo mejor del caso es que la noticia sobre el referido rechazo no fue divulgada por la Semarnat –a lo que estaría obligada–, sino por la propia trasnacional canadiense, la cual se vio obligada, el pasado viernes, a informar a los inversionistas bursátiles en Canadá que uno de sus más preciados proyectos en México (cortesía del gobierno federal, el gran facilitador de negocios privados con bienes públicos, aunque no sean suyos) fue simple y sencillamente apestado por el decidido empuje de la ciudadanía organizada de Baja California Sur, la misma que desde que se conoció el otorgamiento de las citadas concesiones se movilizó para rechazar el comienzo de la explotación minera en la reserva de la biósfera Sierra de la Laguna y advertir el peligro contaminante que corría la entidad. En cambio, la Semarnat guardó silencio; se limitó a notificar a Vista Gold (siempre de acuerdo con su propia versión) y a otra cosa, mariposa, para evitar el antecedente público sobre el alcance que tiene la ciudadanía organizada, caso concreto la de Baja California Sur.
Motivos de sobra tienen los bajacalifornianos sureños para celebrar, pero sin desatender el caso, pues más que conocidas son las mañas de nuestra eficiente, transparente y honrada clase política, más las documentadas de las empresas trasnacionales. Y el llamado vale, porque en el mismo comunicado que Vista Gold se vio en la penosa necesidad de difundir en el mercado bursátil canadiense advierte que no quitará el dedo del renglón, que reiniciará el trámite de cambio de uso de suelo (en apego a la legislación mexicana) para poder meter la barrena en la reserva de la biosfera Sierra de la Laguna, que para eso están los amigos en el gobierno federal, que las concesiones han sido otorgadas y que, en fin, tarde que temprano alcanzarán su objetivo.
Así que cuidado porque, independientemente de que los políticos autóctonos pretenden presumir la paternidad del triunfo ciudadano, por un simple rechazo de cambio de uso de suelo la trasnacional canadiense no está dispuesta a dejar a un lado el jugoso negocio facilitado por el gobierno federal, negocio que, según la información de Vista Gold, involucra un promedio estimado de 143 mil onzas de oro anuales, durante los primeros cinco años, y 1.2 millones de onzas durante la vida útil de las minas, estimada de 9.3 años. ¿A cambio de qué? Pues, como se comentó en este espacio días atrás, a cambio de tortillas duras: el consorcio promete 190 millones de dólares de inversión en un plazo de 18 meses (10.5 millones por mes); 40 millones adicionales diez años después; 300 empleos directos y mil indirectos en la próxima década, con salarios de los mejor remunerados aprovechando el personal de la región en 97 por ciento (según ella misma).
De acuerdo con el comunicado de Vista Gold, la Semarnat fundamentó su rechazo en lo siguiente: la solicitud de Paredones Amarillos no contó con la autorización de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas; la Secretaría de Medio Ambiente no consideró válidos los permisos de ocupación temporal presentados por la empresa (otorgados el 28 de octubre 2009 por la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía, cuya eficiencia, organización y dedicación fue recientemente documentada por la Auditoría Superior de la Federación, como se publicó en el México SA del pasado sábado), sobre la base de que el proyecto del consorcio canadiense se encuentra en una zona de protección medioambiental en el que la citada DGM no tiene jurisdicción, y el dictamen técnico de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad fue negativo, entre otros elementos.
Una cosa es que la trasnacional canadiense difunda la referida información, y otra muy distinta que esté contenta con la decisión. De hecho, en su comunicado advierte: la empresa considera que tales argumentos carecen de fundamento jurídico, y que varios de ellos están fuera del alcance legal de la Semarnat; en relación con el rechazo de la solicitud de cambio de uso de suelo forestal, la compañía estima que retrasará el comienzo de la construcción, desarrollo y producción del proyecto Paredones Amarillos; volverá a presentar su solicitud de cambio de uso de suelo, y trabaja con sus asesores legales y expertos en política en México en una estrategia más amplia para el avance del proceso de autorización para el proyecto de Paredones. Esto incluye un recurso judicial en contra del rechazo de la Semarnat, pues los citados asesores consideran que la base jurídica para tal rechazo es incorrecta.
En fin, felicitaciones a los bajacalifornianos sureños, pero deben permanecer atentos y movilizados en contra de los depredadores, quienes sólo esperan un descuido.
Las rebanadas del pastel
Colin Powell, militar y ex secretario estadunidense de Estado en tiempos de Bush júnior, asegura que México no es un Estado fallido. Pues bien, que se quede a vivir unas semanitas por acá en calidad de ciudadano de a pie y verá qué rápido cambia de opinión.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
El cuarto trimestre de 2009 la población total del país, según estimación del Inegi, llegó a 107.9 millones de personas, de las cuales 79.3 tenían 14 años o más, esto es, eran estadísticamente elegibles para integrar el universo ocupacional (Gráfico 1). En el cuatrienio 2006-2009 la población total de México aumentó en promedio en 895 mil personas anualmente, y la población de 14 años y más en 1.3 millones.
De este universo ocupacional (79.3 m) –según nuestra reclasificación (favor de ver nota 2 del gráfico 1)– 52.9 millones de personas integran la población económicamente activa (PEA) y 26.4 millones la población no económicamente activa (PNEA).
Comparar estas cifras con sus equivalentes del cuarto trimestre de 2008 resulta poco confiable pues los datos ocupacionales de ese trimestre se observan atípicos e inconsistentes estadísticamente: según la clasificación del Inegi, la PEA aumentó 1.2 millones en 2006, 1.2 millones en 2007, se redujo en -443 mil en 2008 y creció nuevamente en 2009 en 1.9 millones (Gráfico 1). Según nuestra reclasificación, la inconsistencia es similar: la PEA aumentó en 1.6 millones de personas en 2006 y en 1.4 millones en 2007, reduciéndose en -243 mil personas en 2008 y disparándose en 2009 con un incremento de 2.4 millones de personas.
En ambos casos, las cifras del INEGI indican que en 2008 quedaron sin ocupación de todo tipo -750 mil personas. Lo que no queda claro es porqué estas personas en vez de engrosar las cifras de desocupados fueron registradas como PNEA, inflando este rubro en 1.5 millones de personas para reducirse en -816 mil en 2009.
El Correo Ilustrado
El golpe a los mineros es un golpe a todos los trabajadores
C. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, presidente de México.
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El golpe a los mineros es un golpe a todos los trabajadores
C. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, presidente de México.
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Iván Restrepo: La magnitud de un desastre, fruto de la desidia
Ahora que las aguas negras retomaron su nivel y las colonias afectadas por las inundaciones recientes regresan a una normalidad marcada por la pérdida de bienes y el temor a nuevos desastres, debe tomarse en todo lo que vale la confesión del titular de la Comisión Nacional de Agua, José Luis Luege: está mal la infraestructura del canal de La Compañía, sistema de captación y desfogue de aguas negras en el oriente de la cuenca de México.
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Hermann Bellinghausen: Era la última frontera
En el tiempo aquel en que llegamos a La Constancia comenzaba la conquista de la última frontera. A mediados de los años 70 del siglo pasado, el gobierno central había decidido poblarla como virgen e innominado horizonte agrario. Gente de todas partes de la República migró a la selva, hasta la esquina exacta donde termina el país, el gran río da vuelta y la frontera deviene línea arbitraria que sólo existe en los mapas.
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