MÉXICO, D.F., 21 de junio (apro).- Después de atar su futuro electoral inmediato a Felipe Calderón, cuya condición de espurio que le endilgó ya ha sido olvidada en los hechos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) planea seguir este amasiato el próximo año y, por lo visto, para enfrentar también a Enrique Peña Nieto en la elección presidencial en 2012.
No se entiende de otra manera el anuncio que este domingo 20 hizo el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, en el sentido de que las alianzas del PRD con el PAN en cinco estados --cuyos saldos se conocerán el 4 de julio-- se reproducirán en 2011, cuando se celebren elecciones locales en seis entidades, entre ellas el Estado de México.
El anuncio de Ebrard se produjo en Durango, justamente donde se pactó la primera de las cuatro coaliciones estatales del PRD con el PAN (en realidad con Calderón, que es el que manda en este partido), cuyo apoyo a los candidatos opositores en esas entidades implica no sólo su adhesión a esta estrategia para enfrentar al PRI, sino un arreglo que rebasa el ámbito estatal y apunta hacia el 2012.
No sorprende que Ebrard respalde las alianzas con el PAN si el más prominente estratega de éstas es Manuel Camacho Solís, coordinador para esa entelequia llamada Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA), quien planea de ese modo proyectarlo como candidato presidencial con el apoyo del PAN.
Camacho y las facciones del PRD saben que Ebrard han sido un jefe de gobierno apocado, sin un proyecto consistente para gobernar, que no ha logrado consolidar un liderazgo, ni siquiera en su gabinete, y que es prácticamente desconocido a nivel nacional, pese al pacto que tiene con Televisa para la difusión de su figura al margen de la ley.
De hecho, su desempeño político ha estado condicionado a lo que hace Peña Nieto, cuyo ejemplo más reciente es el anuncio de la construcción de dos tramos de los segundos pisos del Periférico, pero no a cuenta del gobierno capitalino, sino concesionados a la iniciativa privada para que sean vías de cuota, como las del gobernador mexiquense, y no gratuitas como las edificadas por Andrés Manuel López Obrador.
El anuncio de Ebrard supone, también, que existe un pacto directamente con Calderón para las alianzas en 2011, porque fue éste el que entrevistó, en Los Pinos, a los ahora candidatos en Durango, José Rosas Aizpuru; Oaxaca, Gabino Cué; Puebla, Rafael Moreno Valle, y Sinaloa, Manuel López Valdez, todos expriistas, a excepción de Xóchitl Gálvez en Hidalgo.
Ahora no puede ser distinto: Sólo con un arreglo a ese nivel puede pensarse en que haya un candidato común para gobernador en el Estado de México, que puede ser alguien que no milite en ninguno de los dos partidos –otro expriista--, también en Guerrero, Coahuila y Nayarit.
No pasará mucho tiempo para que se confirmen las reuniones de Camacho, Jesús Ortega y otros con Calderón, en Los Pinos, como ocurrió en 2006 cuando, en público, llamaban espurio a Calderón y en privado pactaban con él, como Carlos Navarrete, exhibido por Francisco Ramírez Acuña.
No puede ocurrir lo mismo en Baja California Sur, donde el PRD irá solo, y Michoacán, donde el PAN ya está en curso de aliarse con el PRI, llevando como candidata muy probablemente a Luisa María Calderón, la hermana de quien se ostenta como jefe del Ejecutivo.
El problema es que, como en Michoacán, está más que visto que la alianza verdadera es entre el PAN y el PRI, y así lo reconoció el propio Ebrard al recordar que el presidente del PAN, César Nava, firmó un acuerdo con el PRI y Peña Nieto para evitar las alianzas en el Estado de México a cambio de apoyar el aumento de varios impuestos y la creación de otros.
Es decir, Ebrard, como la cúpula del PRD, aplaude y se une a los verdugos de los mexicanos vía la conculcación de su patrimonio sólo para obtener ganancias electorales que, ni siquiera, se puede asegurar que sean benéficas socialmente.
Parecía que el PRD no podía caer más bajo, pero no defraudó: Ahora es cabús del PAN. Por eso hay tantos mexicanos que prefieren anular su voto…
Apuntes
Como parte de la purulenta campaña por la gubernatura de Puebla, La Jornada de Oriente publicó, el jueves 16, una infamia: En una nota, con la firma del reportero Martín Hernández Alcántara, se dice que yo publiqué, el día anterior, una información en el portal E-Consulta en la que doy a conocer que las autoridades de Guatemala procederán judicialmente contra los responsables de falsificar un acta de nacimiento que hace creer que el candidato priista a la gubernatura, Javier López Zavala, es guatemalteco. Ni una cosa ni otra son ciertas... Alonso Lujambio asistió al funeral de Carlos Monsiváis para exhibir, según él, temple de candidato. Ajá.
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