Mujeres tarahumaras en Chihuahua.
Foto: J. Guadalupe Pérez
Foto: J. Guadalupe Pérez
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- En 1922, el periódico Excélsior, con el respaldo del
Arzobispado, de José Vasconcelos y algunos empresarios, establece que el
10 de mayo sea “consagrado por los hijos a enaltecer en vida o en
memoria a quienes les dieron el ser”. Hoy, 90 años después, el Día de la
Madre se ha convertido casi en fiesta nacional: desde los días previos,
los grandes almacenes anuncian ofertas para celebrar “a la que nos amó
antes de conocernos”; dependencias gubernamentales y empresas privadas
dan el día y/o regalos a sus empleadas; algunas universidades y escuelas
suspenden las clases; los restaurantes se abarrotan, las flores se
agotan y el tránsito se desquicia. Como todas las personas tenemos o
tuvimos una madre, es difícil resbalar hacia la mistificación.
Hace
30 años, Marta Acevedo publicó en la colección Memoria y olvido:
imágenes de México (Martín Casillas Editores/SEP) su investigación sobre
el origen de ese día, titulada El diez de mayo. En ese espléndido
libro, que valdría la pena volver a publicar, Acevedo develó el uso que
se dio a esta celebración como respuesta al incipiente feminismo de
principios del siglo XX. Su investigación documenta los magnos
festivales que Excélsior organizó hasta 1971, el mismo año en que las
feministas de la segunda ola salieron por primera vez a protestar, en el
Monumento a la Madre, convocadas por la propia Acevedo.
Hoy, en
pleno siglo XXI, cuando en la Ciudad de México las mujeres pueden elegir
sin riesgos si quieren o no llevar a término un embarazo no planeado,
un grupo de feministas jóvenes (algunas que ni siquiera reivindican el
apelativo de feminista) salen a protestar “el día después” del 10 de
mayo bajo la consigna de “Maternidades secuestradas”.
Es relevante
y muy significativo que las jóvenes se estén cuestionando en relación
con la maternidad. Lamentablemente, no puedo hacer la crónica de lo que
ocurrió el viernes 11 de mayo a las 17 horas en la plancha del Zócalo,
pues este artículo fue entregado el día anterior.
Sin embargo, hace unos
días hablé con Minerva Valenzuela, “la del cabaret”, una de las
organizadoras de la Marcha de las Putas el año pasado, quien me puso al
tanto de esta novísima protesta. Bajo el nombre La Protesta del Día
Después, las integrantes de la recién conformada Red contra las
Maternidades Secuestradas se propusieron realizar un performance
colectivo, basado en las respuestas individuales que se dieron vía
facebook y twitter a la pregunta: “¿Una maternidad secuestrada es…?”.
También decidieron abrir el espacio a performances individuales.
Por lo pronto, les comparto el manifiesto que echaron a circular:
NO A LAS MATERNIDADES SECUESTRADAS:
LA PROTESTA DEL DÍA DESPUÉS:
11 de mayo/5 pm/Zócalo DF. (Buena para los otros 364 días del año)
¿Quién
define lo que es la maternidad y cómo la asumimos? ¿Qué mecanismos se
ejercen desde la familia, la escuela y la sociedad para imponer las
ideas rígidas de la maternidad que muchas rechazamos? ¿Cómo se nos
obliga a ser madres o cómo se nos niega la libertad de serlo?
El
11 de mayo de 2012 nos reuniremos en el Zócalo para celebrar que en la
Ciudad de México existen leyes que garantizan nuestra libertad de elegir
si queremos o no ser madres, cuántos hijos e hijas deseamos y cuándo y
con quién los y las queremos tener.
Pero también nos reunimos para
plantear que esa libertad sólo será un hecho cuando la maternidad sea
un acto voluntario, gozoso y responsable, así como cuando se garantice
la vida, el respeto a la libre expresión y la seguridad de nuestros
hijos.
EXIGIMOS
1.- Educación sexual científica y laica.
2.- Acceso universal a métodos anticonceptivos eficaces y gratuitos.
3.- Acceso libre y gratuito a la interrupción del embarazo en todo el país.
4.-
Acceso libre y gratuito a guarderías y horarios escolares que
contemplen las actividades
laborales de los adultos que los cuidan.
5.-
Acciones eficaces en contra de la discriminación de la mujer,
incluyendo campañas escolares y públicas que desmitifiquen los roles
sociales asignados sexualmente.
6.- El cese de la violencia en el
país, la búsqueda inmediata de todas las personas desaparecidas y el
esclarecimiento inmediato de los asesinatos por cuestiones ideológicas y
políticas.
7. Libertad inmediata a todas las mujeres encarceladas por interrumpir su embarazo.
8. Crear las condiciones de justicia social necesarias para abatir la mortalidad materna.
9. Atender de manera más eficaz las problemáticas que enfrentan las adolescentes en torno a la maternidad.
10.
Rescatar al Día de la Madre del secuestro del comercialismo, haciendo
de ésta una fecha de reflexión y acción en torno a las maternidades o
nuestro pleno derecho a no ejercer la maternidad sin presiones.
Como
se ve, algunos puntos coinciden con los planteamientos de hace 40 años
de la Coalición de Mujeres Feministas, pero hay demandas nuevas,
derivadas de la situación actual: cese de la violencia, embarazo
adolescente y libertad a las mujeres encarceladas por abortar. Ambas,
las feministas de entonces y las de ahora, coinciden en rescatar del Día
de la Madre “del secuestro del comercialismo”. Aplaudo esta
convocatoria de las jóvenes para hacer del 10 de mayo una fecha de
reflexión y acción en torno a las maternidades.
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