Ana María Aragonés
El Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN) está siendo considerado responsable de los
problemas económicos de Estados Unidos por parte de personajes como
Donald Trump y Bernie Sanders. Ambos concuerdan en que la superación de
los problemas concitados por este tratado contra los trabajadores pasa
por su cancelación o bien por su renegociación. Bernie Sanders extiende
su crítica sosteniendo que también ha afectado a los trabajadores
mexicanos y no produjo el supuesto beneficio para México. ¿Cómo explicar
que desde perspectivas tan contradictorias se hagan cuestionamientos al
TLC?
Donald Trump es un multimillonario que no puede considerarse un
empresario con conciencia social. Se le cuestiona por ser el único
candidato presidencial que no ha publicado su declaración de impuestos
desde 1970, lo que pone en serias dudas su situación fiscal. Suspicacia
que se refuerza al afirmar que él ha hecho un uso
inteligentede los vacíos de la ley. Por tanto, no está muy preocupado por la posible afectación que la falta de cotizaciones provoca en los programas de beneficio social que se otorga a los trabajadores más vulnerables. Se señala que ha utilizado a trabajadores indocumentados en la construcción de la llamada Torre Trump, y cuando éstos se quejaron porque se les había pagado menos, su respuesta fue
si te quejas serás deportado(Univisión). No sólo su discurso antinmigrante cae por tierra, pues contrata a indocumentados, a los que considera violadores, criminales, narcos, etcétera. sino que es posible cuestionar su preocupación por el bienestar de los trabajadores. Parecería más bien una estrategia para concitar voluntades de los votantes y aprovechar el enorme descontento de los trabajadores que han visto efectivamente disminuir en forma dramática sus condiciones de vida, de empleos dignos, en un marco de profunda desigualdad económica y social a partir de la flexibilidad y desregulación laboral. Claro que no cuestiona al sistema capitalista que bajo el modelo neoliberal y según la organización Oxfam ha permitido que el uno por ciento más rico de la población del mundo posea tanta riqueza como el resto de los habitantes del planeta. Dentro de este uno por ciento se encuentra el multimillonario Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Estrategia electoral o no, lo interesante de rescatar es la crítica al TLCAN, uno de los proyectos
estrellade la dominación estadunidense.
Por su parte, Bernie Sanders quien es considerado por algunos como
socialista, y que al declararse admirador de la economía, la política y la sociedad danesa se ha reforzado la idea de que se trata de un personaje con una tendencia
socialdemócrata, aunque sus propuestas son más parecidas a las del llamado Estado de Bienestar, critica prácticamente todos los acuerdos comerciales firmados por Estados Unidos. En cuanto al TLCAN señala que ha sido nefasto, pues se han perdido unos 800 mil empleos que han impactado con especial fuerza el Midwest. Sostiene que los salarios de los trabajadores se han estancado, lo que ha impedido elevar la calidad de vida de la población. Y ha criticado acremente a Hillary Clinton por ser una defensora a ultranza de los acuerdos comerciales. Lo curioso es que todas estas críticas parecen presionar a la candidata demócrata, pues recientemente ha aceptado que habría que renegociar aquellas partes que afectan negativamente a Estados Unidos y se mantiene más cautelosa en relación con el TPP.
¿Se trata también de una estrategia electoral y si llega a la
Casa Blanca cambiará su discurso? Puede ser, pero lo que hay que
destacar nuevamente es la crítica al modelo.
Habría que recordar que el TLCAN se inserta en la estrategia de
Washington para consolidar su dominio económico, político y militar en
el continente americano, y México se subordinó a las condiciones
impuestas por Estados Unidos, con resultados muy desfavorables para el
país. Un campo mexicano expuesto a una devastadora competencia, que ha
perdido autosuficiencia y seguridad alimentaria al importar los
productos de la dieta básica de los mexicanos; que ha favorecido la
industria maquiladora por encima de una industria nacional, forma idónea
para desarrollar al país, y cuyos controles salariales favorecen al
capital trasnacional y debilitan el mercado interno. Todo lo cual ha
mantenido en la pobreza a más de 50 por ciento de la población en el
país. Los desplazamientos de trabajadores, sobre todo de migrantes
indocumentados se multiplicaron en forma y cantidades necesarias para
las exigencias de la economía de Estados Unidos. Y lo más grave es que
se perdió la oportunidad de un acuerdo migratorio que hubiera impedido
las tragedias fronterizas y la enorme vulnerabilidad de estos
trabajadores. La debilidad de los negociadores mexicanos o su falta de
interés por los migrantes impidieron exigir el mismo trato dado a
Canadá, país exento de los trámites consulares para la obtención de la
visa y conformar un mercado laboral entre ambos países con mínimas
restricciones consulares (M.A. Jiménez).
El hecho de que se esté cuestionando al TLCAN en Estados Unidos
podría auspiciar un cambio de timón en la estrategia de dominio. Momento
clave para que en México se realice una profunda discusión nacional, no
sólo sobre dicho tratado sino sobre el modelo que nos ha mantenido en
el subdesarrollo para evitar la imposición de un proyecto que nos vuelva
a subordinar.
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