El presidente de la Confederación Internacional de
Trabajadores (CIT), Napoleón Gómez Urrutia, reiteró que no fue invitado
al foro organizado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social
(STPS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y dijo que
causa extrañeza que haya mayor comunicación y cercanía con el sector
patronal que
presiona para incorporar a los seudolíderes.
El viernes pasado, el también senador criticó que no haya sido
convocado por esa secretaría al acto donde se firmó un acuerdo
tripartita y se haya privilegiado al
viejo sindicalismo.
Por su parte, Luisa María Alcalde, titular de la dependencia, dijo que el legislador fue invitado en dos ocasiones.
En respuesta a la funcionaria federal mediante una carta enviada a El Correo Ilustrado de La Jornada, Gómez Urrutia insistió en que nunca recibió una invitación:
Sin ánimo de crear polémica, el presidente de la CIT afirmó que
nunca se recibió invitación a la reunión que convocó la STPS, en la que estuvo presente el director general de la OIT, para participar y expresar nuestros puntos de vista sobre el proyecto de reforma laboral del presidente Andrés Manuel López Obrador y de la nueva estrategia de justicia laboral.
La postura
marca la diferencia respecto a la invitación que recibieron los sindicatos y confederaciones que se han opuesto y actuado en contra de esa reforma, como la CTM y la CROC, que son los dueños de los contratos de protección patronal, han querido eliminar de la Ley Federal del Trabajo los derechos de libertad sindical, de contratación colectiva e incluso de huelga, en una clara traición a la lucha histórica de la clase trabajadora de México.
El legislador preguntó si dichas agrupaciones
¿son los representantes de la nueva política laboral o los grandes opositores que nada han querido cambiar? ¿Por qué no se invitó a los representantes de Morena? Extraña que haya mayor comunicación y cercanía con el sector patronal. Éstos que a su vez presionan para incorporar a los seudolíderes que nunca han defendido los derechos de los trabajadores ni comparten la visión de Estado de nuestro presidente.
Recordó que ambas organizaciones fueron expulsadas de la
Confederación Sindical Internacional que afilia a cerca de 180 millones
de trabajadores.
Néstor Jiménez
Periódico La Jornada
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