La maniobra fue la siguiente: El 30 de junio de 2009, a nombre de Grupo Fertinal, Covarrubias compró un Gulfstream G150 nuevo con matrícula XA-ATZ por 13 millones 874 mil dólares. El empresario recibió la aeronave en enero de 2011.
El 5 de junio siguiente Grupo Fertinal cedió los derechos del avión a la empresa Aerotransportes Zodiac –que pertenecía a Covarrubias y despachaba en el Aeropuerto Internacional de Toluca– por 15 millones 550 mil dólares, a pagar durante los siguientes siete años.
Meses después, en enero de 2012, tres subsidiarias de Grupo Fertinal contrataron a Aerotransportes Zodiac para la prestación de servicios de taxi aéreo. Los contratos establecían que cada subsidiaria pagaría 65 mil dólares mensuales a la empresa por un “plan” de 10 horas de vuelo. Cada hora extra se facturaría en 8 mil dólares.
Bajo esos términos, Covarrubias cobró 195 mil dólares mensuales a Fertinal por utilizar un avión que este grupo había comprado originalmente y con este dinero él terminó quedándose con el Gulfsrtream.
Uno de los anexos al contrato de compraventa de acciones de Grupo Fertinal a Pemex Fertilizantes –consultado por Proceso– se refiere a las “operaciones con partes relacionadas”. Entre ellas figuran los tres contratos de “prestación de servicios de aerotaxi” celebrados entre Dinámica Industrial Balsas, Roca Fosfórica Mexicana II y Sadcom del Centro –subsidiarias de Grupo Fertinal– con Aerotransportes Zodiac.
Esta empresa, representada por Francisco José Flores Meléndez, uno de los apoderados de Covarrubias, ocupaba dos pisos en el edificio de Montes Urales 466 –la misma dirección de Grupo Fertinal– que rentaba a la firma Club Hípico La Sierra por 43 mil dólares mensuales.
 Pemex también participó en el enriquecimiento de Covarrubias, quien en dos meses desvió más de 100 millones de pesos de la empresa de fertilizantes.
En noviembre de 2006 Covarrubias incorporó en Guadalajara la empresa Global Pacifica Intransit, a la que domicilió en Lázaro Cárdenas, Michoacán, dedicada a operar un “recinto fiscalizado” y a prestar servicios de almacenaje de mercancías.
El 15 de abril de 2015, cuatro meses después de que Pemex anunció su estrategia para aumentar la producción de fertilizantes, Covarrubias –dueño de 99.99% de Global Pacifica Intransit– realizó una asamblea general en la que incrementó el capital social de la compañía de 1 millón a 1 millón 100 mil pesos.
Grupo Fertinal adquirió las 100 mil acciones por un peso cada una. Pero además de los 100 mil pesos Covarrubias determinó que, para adquirirlas, ese consorcio debía pagar una “prima por suscripción de acciones” por 106 millones 346 mil 163 pesos.
El 22 de mayo de 2015 el Consejo de Administración de Pemex –presidido entonces por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell– dio luz verde para “financiar y concretar la compra de Grupo Fertinal”.
Un mes más tarde, Covarrubias realizó una nueva asamblea general en Global Pacífica Intransit. Determinó entonces que la empresa compraría de vuelta sus 100 mil acciones a Grupo Fertinal, a un peso por acción, sin reembolsar los 106 millones 346 mil 163 pesos de “prima por suscripción de acciones”.
Tanto Aerotransportes Zodiac como Global Pacífica Intransit pertenecen a Covarrubias y no son subsidiarias de Grupo Fertinal. Por ello, Pemex no las adquirió cuando compró la empresa productora de fertilizantes; es decir, no compró el avión ni la empresa con los 106 millones de pesos regalados por Grupo Fertinal.
Lo que sí compró la empresa productiva del Estado fue una firma que tenía deudas por 425 millones de dólares que se generaron, entre otros factores, a raíz de los desfalcos que operó Covarrubias.
Este texto se publicó el 24 de febrero de 2019 en la edición 2208 de la revista Proceso.