8/03/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Pensionados de Chile y Perú consiguen un adelanto de sus ahorros
El gobernador Sinhue y El Marro
Remesas y el Banco del Bienestar
El sábado el presidente López Obrador dio un informe detallado sobre la situación económica del país –un informe de luces y sombras, pero optimista. En la víspera se había confirmado la caída de la economía, arrastrada por la pandemia y el desplome de Estados Unidos. Insistió en el eje de su política: hacer llegar los recursos disponibles a la población de abajo, en vez de repartirlos entre bancos y grandes empresas. Los datos más estimulantes fueron que en julio se detuvo la caída del empleo y que no ha descendido la recaudación fiscal. De cualquier modo faltan muchos recursos, porque las necesidades son enormes y crecientes. Hay 4.3 billones de pesos en poder de las Afore y podría disponerse de una parte. Si cada trabajador pudiera disponer de 50 a 100 mil pesos, dependiendo de la cuantía de sus ahorros, sería un apoyo para ayudarlos a transitar por el duro camino presente. Tendría que ser sin mucha tramitología, inclusive por Internet. En Chile y Perú los pensionistas se rebelaron y aun con la oposición del sector financiero, han conseguido que les devuelvan una necesaria parte de sus ahorros. El apoyo repercutiría en las empresas, aumentaría el consumo. Por otro lado, sería un acto de humanidad. Desde esta semana los bancos comenzarán a cobrar las deudas de las familias y pequeñas empresas cuyo pago difirieron cuatro meses. Si entonces no tenían dinero para pagar, y apenas comenzaba el confinamiento, menos recursos tienen ahora después del largo encierro. El Presidente tiene al alcance de sus facultades ahorrar mucho sufrimiento a millones de familias y pequeños empresarios.
El ensangrentado Guanajuato
Dos semanas después de que el presidente López Obrador visitó el ensangrentado Guanajuato y el gobernador panista Diego Sinhue Rodríguez se comprometió a asistir regularmente a las reuniones de seguridad, anunció por Twitter: Quiero informarles que esta madrugada, en un operativo conjunto entre fuerzas estatales y federales fue detenido el principal líder de un grupo criminal que operaba en la región Laja-Bajío del estado de Guanajuato. Se trata de José Antonio Yépez Ortiz, apodado El Marro. Es demasiada casualidad, al menos que tuviera varita mágica. Este delincuente, El Marro, había amenazado en dos ocasiones al Presidente, la primera en enero del año pasado. Apareció una manta en Celaya con la amenaza. La aprehensión del malhechor se registró sin violencia, como que ya sabían dónde estaba y cuál era el mejor momento para aprehenderlo. Según datos recientes, Guanajuato se ubica en el primer sitio nacional en homicidios dolosos con 4 mil 422 desde que inició esta administración y el lugar número cuatro si el delito se mide por cada 100 mil habitantes.
El Banco y las remesas
Sobresale un dato en el informe que rindió la directora general del Banco del Bienestar, Diana Álvarez Maury. Es en el tema de las remesas de los paisanos. Al cierre del primer semestre de este año, a través de la alianza comercial con L@Red de la Gente y sucursales propias del Banco, fueron liquidadas 1.2 millones de remesas que suman 740 millones de dólares. El pastel es de más de 30 mil millones anuales. Con más sucursales y una buena red de Internet podrá competir con los grandes. Urge bajar el costo de los envíos.

Rojas profecías del cardenal Sandoval
¡Viene el comunismo a México!
Pasividad de los católicos 
El Marro y la larga impunidad
Sobre el fondo rojo resalta la efigie de Andrés Manuel López Obrador, de corbata y con una expresión severa. A un lado de su figura, justo hacia donde tiende la vista, está en amarillo el símbolo del comunismo, la hoz y el martillo. Es la página siete del Semanario Arquidiocesano de Guadalajara y bajo el título El comunismo que viene para México está la firma del autor del artículo: Juan Sandoval Íñiguez, cardenal y arzobispo emérito de Guadalajara, una de las principales figuras de la ultraderecha mexicana.
En la portada de ese órgano de formación e información católica, fundado en enero de 1997 por el propio Sandoval Íñiguez, no viene la imagen de López Obrador, sino una bandera nacional, en cuyo extremo inferior correspondiente al rojo viene impreso el mismo gráfico del herramental distintivo del comunismo. El subtítulo de esa primera plana reza: Ante la pasividad de los católicos, en nuestro país pretende implantarse esta ideología que debilita y empobrece a los pueblos con la finalidad de manejarlos (semanario.com.mx).
En la página siete, el subtítulo insiste en esa nada disfrazada exhortación al activismo contra el actual presidente de México: Los cristianos nos vemos pasivos ante esta tendencia del gobierno actual. El primer párrafo tampoco deja nada a la interpretación: Voy a hablar, con claridad, del socialismo que se está fraguando para nuestro país, inicia Sandoval Íñiguez ( Semanario es editado por Creator Comunicación, https://bit.ly/39WnOhR, que también elabora El amiguito: ¡tu revista parroquial !; La Santa Misa, misal diario y Hoja parroquial).
No es sólo la voz y el tono del más derechista de los jefes católicos en activo lo que distingue a esta entrega del Semanario: El editorial, en la página dos, se titula: Capitalismo o socialismo. En la página seis, el presbítero Ernesto Hinojosa Dávalos firma un artículo con el título Socialismo contra cultura cristiana, con el subtítulo Nuestro país parece acercarse a este peligroso camino, los hechos lo atestiguan. A este texto le acompaña una fotografía de alguna manifestación en la que destaca una cartulina: Ésta es la dictadura que soñaron Chávez y Fidel.
El platillo fuerte, es decir, el artículo del cardenal Sandoval Íñiguez, lleva una ilustración de Marx y Engels, una adaptación tramposa de manifestantes que llevan letreros con el arreglo gráfico correspondiente a No + sangre, cambiado en esta última palabra en rojo por dictadura, y la fotografía de un sombrero de charro con la hoz y el martillo encima. El arzobispo emérito asegura que “el gobierno actual nos está conduciendo a un régimen que tiene las siguientes características: 1, Ateo (el comunismo ateo va contra la religión); 2, Dueño de los bienes de la nación (el Estado socialista, de economía y de trabajo no sabe nada, sólo produce hambre y miseria); 3, Dictatorial; y 4, En contra de la familia y de la vida (la ideología de género, una aberración de las más grandes y más absurdas y, al pretender que se legisle para que los niños escojan su género, se desbarataría la obra de Dios, impidiendo que se perpetúe la especie, ya que, además, pervierte la institución familiar al fomentar la homosexualidad.
Cierra Sandoval Íñiguez así: ¿Cómo está Cuba, China, Nicaragua, Venezuela? Y los intentos de comunizar Brasil, Argentina, Bolivia, Chile. Ahora vienen tras nosotros, queriendo implantar el comunismo.
Y, mientras ha sido apresado José Antonio Yépez, alias el Marro, jefe del cártel Santa Rosa de Lima (que creció por impu-nidades municipales y estatal, dijo ayer el presidente López Obrador), a más de 40 días de la detención de su madre y otros familiares (todos liberados), a poco más de dos semanas de que el presidente y el gobernador de Guanajuato limaron asperezas y a dos semanas del desfile de vehículos blindados y la unidad de élite del cártel Jalisco Nueva Generación, ¡hasta mañana!

Salvamento
Con motivo del desajuste económico, por no llamarlo desastre, el Congreso, el Ejecutivo y el Banco de la Reserva de Estados Unidos han implementado varios paquetes encaminados a paliar la crisis por la pandemia y que han beneficiado a millones de medianos y pequeños negocios; en primer lugar, a quienes han perdido su empleo.
El primer paquete, por 2 trillones de dólares, incluyó 600 dólares semanales que se agregaron al que apoyo que, por concepto de desempleo, reciben los más de 20 millones que habían perdido su trabajo, 25 por ciento de la fuerza laboral. Además, los contribuyentes recibieron, por una sola vez, mil 200 dólares por adulto y 500 por menor. El efecto que esa derrama tuvo en los hogares de millones de estadunidenses salvó a muchos de la desesperación que representa la falta de ingresos. Probablemente evitó que se repitiera la icónica imagen de los años 30, cuando largas colas de hambrientos esperaban turno para recibir un plato de sopa.
Pero también tuvo una corta vida. El 31 de julio se extinguieron sus beneficios y aproximadamente 30 millones de desempleados dejarán de percibir la ayuda extra de 600 dólares.
Las discusiones en el Congreso y la Casa Blanca para implementar un nuevo paquete han caído en un impasse debido a la reticencia del presidente y del Partido Republicano a conceder la ampliación de algunos beneficios a los desempleados, uno de ellos, reducir la ayuda extra de 600 a 200 dólares. Esa disminución representa 60 por ciento de la ayuda que millones reciben, con el consiguiente desastre para su economía y el catastrófico efecto para todo el país en los meses que se avecinan (Krugman, The New York Times, 16/09/2020).
Donald Trump y buena parte de los republicanos se han negado a conceder la extensión de dichos apoyos en su retorcida idea de la justicia social: existe el peligro de que los trabajadores opten por continuar recibiendo los beneficios del desempleo ampliado, en lugar de regresar a sus labores. En opinión de especialistas, mientras no se controle la pandemia, pensar en una recuperación de la economía es imposible. Deben crearse tantos paquetes de salvación como sean necesarios para garantizar la sobrevivencia de millones de trabajadores y sus familias, así como sentar las bases para la recuperación. Cada vez son más los que consideran que ésa debe ser la ruta, pero, al parecer, Trump y quienes aplauden sus ocurrencias piensan lo contrario.

Soborno o recompensa por avalar una reforma
Aunque el espacio es mi tormento semanal y la causa, obviamente, mi locuacidad, no puedo iniciar la columneta sin algunas menciones indispensables que debo a miembros de la multitud: Pilar Flores Lorences me dice: “Señor OT: […] en su artículo de hoy perdí el interés de lectura al leer (sic): ‘así me escribió una miembra’. Es una vergüenza que, por seguir la igualdad de género, haya tanta gente que se deje llevar hasta el olvido de la gramática que por su profesión tendría que ser la verdadera reguladora de sus escritos.” Contesto. Pilar: podría mandarle el original de la columneta que el domingo envié al periódico y verá que la palabra que tanto alteró a usted está escrita de otra manera en un intento de chascarrillo a la tendencia de pensar que, por cambiar la letra o por la a al final de algunas palabras, la igualdad de género ya la hizo. Platicaremos luego, pero hoy, gracias sinceras por leer la columneta, pese al hastío que le produjo. Recuerde, doña Pilar, al maestro Lara: El hastío es pavo real que se aburre de luz en la tarde.
Jorge Castillo Rosales: Me reconforta que pensemos igual sobre el castigo que merecen los intocables hampones de cuello de cualquier color. Tu recordatorio de Benito Juárez frente al invasor y los traidores que lo embaucaron es absolutamente válido. La frase, atribuida tanto a Sebastián Lerdo de Tejada como a Guillermo Prieto, está vigente y creo que tú y yo la compartimos: Ahora o nunca, señor Presidente. Sólo te equivocas, desgraciadamente, en suponer que ya sabes quién y el fiscal lean nuestra columneta. Gracias, José David Dueñas. Dices que los pobres son el vertedero de la desgracia humana. Pues dice doña María Moliner que tienes razón: vertedero: sitio en donde se echan escombros, basuras o cosas inservibles.
De parte de una bellísima niña que fue mi alumna años ha, y que en la actualidad estará convertida en bellísima abuela, me llegó el correo que reproducía la colaboración de un muy conocido comentarista, quien tiene asiduo universo de lectores dentro del mismo e importante estrato social y político en el que, desde siempre, ha sido aguerrido guardameta o hábil delantero derecho. Es también muy reconocido en otros amplios sectores por sus ideas radicales e intransigentes, no pocas veces fundamentalistas, y por un talante clasista que cultiva con esmero. Digno de mención es el hecho de que su filiación ideológica/política ha conservado siempre una coherencia nada usual en el común de sus colegas, los mercenarios que cambian de bando al mejor postor antes, o incluso durante la batalla. Desde sus inicios ha ondeando un mismo emblema: “ Laissez faire, lassez passer”, también la convicción de que la letal gangrena que llevó al Rey Sol a la tumba se originó cuando, siendo un adolescente, se aventó el puntacho de decirle al parlamento: “ L’état c’est moi” (el Estado soy yo). De los factores de la producción escogió uno, el más redituable y, desde esa trinchera, la del capital, por supuesto, defiende cada céntimo de sus intereses. Y todos sabemos que la misión de todo capital es parir intereses. O qué: ¿la plusvalía está manca? Hay que reconocer que la defensa salvaje del más salvaje capitalismo lo hace de frente, cara al Sol (seguramente con la camisa nueva), sin ambages ni titubeos. Pero además con información, aunque obviamente con interpretaciones a modo. Cuando uno lo lee o lo escucha no puede sino pensar: este cuate debe ser de los columnistas y comentaristas mejor pagados, porque no sólo investiga y redacta comprensiblemente, sino que su apariencia tiene un valor comunicacional muy superior a la de los doctorcitos de la tele: feos, agresivos, inarticulados en el lenguaje que suponen dominar, equívocos en su expresión corporal, siempre insufrible y progresivamente más desagradables.
Pero todos estos detalles merecen mucho más espacio, después de todo nos estamos metiendo con los gurúes del análisis más serio y riguroso del acontecer nacional. Como dijo Jack: Vamos por partes.
Concretémonos al artículo sobre el que mi amiga me preguntó una opinión, y que se refiere a las supuestas declaraciones del ahora ridículamente llamado Emilio L (¿De quién se tratará, se preguntan hasta las fuentes generalmente bien informadas?). La verdad, pienso que los comentarios expuestos en ese artículo son, como siempre, muy calculados, mesurados y modositos. Cumplen con la iguala de protección acordada, pero siembran dudas y no se atreven a definiciones. ¿Qué tal si las acusaciones contra los legisladores panistas, ¡Dios no lo permita!, fueran ciertas y comprobables? Mi texto no me compromete a nada. Pero que quede claro: ellos no habrían sido sobornados, sino incitados, si acaso, recompensados, por el cumplimiento del deber. Además, hay pruebas plenas: Anaya declaró que las acusaciones en su contra han sido absolutamente falsas. ¿Quieren mayor garantía?
Pero terminemos por hoy. El columnista presenta su prueba definitiva y demoledora: es absurdo que el gobierno tratara de sobornar a los diputados del PAN, y en especial al presidente de la Cámara, diputado Anaya, pues todos ellos estaban a favor de la iniciativa peñanietista de subastar los bienes de la Nación, ni siquiera del Estado, al mejor postor.
¿Qué necesidad habría de erogar gastos tan superfluos como sobornar a quienes por nacencia, ADN, educación e historia familiar piensan de tal manera? Continuará…

En torno a la deliberadamente escandalizante frase de la columna anterior: “Diseñar e imponer, por decir, protocolos mundiales de matrimonio y procreación…”, algunos lectores, desde la ideología o la creencia más o menos asimilada, externaron su punto de vista. ¿Cómo puede hablar de imponer protocolos cuando el mundo está sobresaturado de exigencias, la mayoría en detrimento de la persona humana?, preguntó alguien que firma Una hermana en Cristo. Cierto, si algo abunda desde siempre en el planeta son las imposiciones de toda índole, desde políticas y religiosas hasta culturales y dietéticas, pasando por el enajenante y sospechoso quédate en casa de estos siniestros días.
En el caso del matrimonio y la procreación, las cifras son elocuentes y reflejan unos usos y costumbres no por ancestrales menos extraviados por el espíritu de una época caracterizada, antes que por los avances, por la irresponsabilidad, tanto individual como colectiva. Si cada año nacen cerca de 100 millones de personas y muere poco menos de la mitad, aproximadamente, gobiernos, instituciones y familias enfrentan un severo problema relacional de urgente solución, pero sin visos de corrección en el horizonte.
Del lo que Dios unió no lo separe el hombre, supuestamente divino, al ya no se reproduzcan como conejos, del papa Francisco, la sucesión de imposiciones, engaños y manipulaciones en torno a la familia, el matrimonio y la procreación ha sido desalmada, al grado de que las leyes todavía hablan de que “toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada (sic hasta Utopía) sobre el número y el espaciamiento de sus hijos”, sin mencionar la posibilidad de que la persona decida no tenerlos. Si en tiempos normales los divorcios iban a la alza, con el pretexto del confinamiento se han disparado. La nueva normalidad que se pretende imponer, si de verdad quiere mejoras, tiene que revisar a fondo paradigmas y valores milenarios probadamente fallidos como costumbres, aunque puntualmente reforzados por gobiernos y religiones, transmitidos en la familia y en la escuela y repetidos a diario en la televisión con sus toneladas de basura. Qué deberá entenderse por amor, por procreación responsable e informada –¿dónde?–, por relaciones que ya no sean exclusivas y excluyentes, por calificar para una paternidad y maternidad con herramientas, por empezar a disminuir, en fin, la demencia en el planeta.

Inflación y Tipo de Cambio Real (1er sem 2020)
La inflación en México – variación del In-dice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en los últimos 12 meses – fue en junio de 3.3%, la menor tasa de los últimos años (Gráfico 1).De los ocho rubros que integran el INPC por objeto del gasto, el que presenta el mayor aumento de precios es Alimentos, bebidas y tabaco con 7.0%, al cual Alimentos aportan una variación de 6.7, cigarros 15.6, cerveza 8.0, y vinos y licores 5.8%
Alimentos con aumentos desorbitados son: arroz 36.6%, frijol 35.4, huevo 21.9 y azúcar 16.8, todos ellos básicos y de acaparamiento. Con incrementos excesivos: pasta para sopa 9.7%, cereales en hojuelas 7.8, agua embotellada 7.2 y pan de caja 6.6, todos productos procesados; y las hortalizas 12.1 y frutas 9.4%, alimentos frescos con precios sensibles al clima.
De los siete rubros restantes, cinco registran inflación Salud y cuidado personal 4.2, Vivienda 2.6, muebles y enseres domésticos 2.6, Educación y esparcimiento 2.3 y Otros servicios 4.5; y dos presentan deflación: Transporte -2.1% y Ropa, calzado y accesorios -0.7. De los energéticos destaca la baja en las gasolinas de alto octanaje -13.4 y de bajo octanaje -9.3 por el desplome del petróleo; así como el alza del gas doméstico 6.0, en gran parte importado y sensible a la devaluación del peso.
Comparando la inflación a junio con la correspondiente de los nueve años previos, la tasa de este año (3.3%) es inferior a la de seis años, igual a la de 2011, y superior a la de 2015 y 2016 (Gráfico 2).
A diferencia de 2018 y muchos años previos, en 2019 y 2020 los precios de la Canasta Básica han crecido menos que los del INPC, lo cual fortalece el poder adquisitivo de los salarios bajos o cuando menos evita su erosión. El índice que sí muestra una alza considerable este año (4.7%) es el de los precios a que vende el productor (INPP), elevación que si no es absorbida por la intermediación comercial, repercutirá después en los precios al consumidor.
En nuestro seguimiento de los INPC de México y Estados Unidos, estimamos que a junio de este año el tipo de cambio real se ubica en 18.39 pesos por dólar, pero la convergencia con éste del tipo de cambio de mercado que casi se logra al cierre de 2019 fue súbitamente rota en estos meses por el virus especulativo (Gráfico 4).

Cae El Marro; oportunismo panista
Guanajuato: 30 años blanquiazules
Cayó José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, un delincuente que por más de una década operó impunemente en Guanajuato y otras zonas del Bajío (narcotráfico, huachicol, secuestro, extorsión, tráfico de armas y demás gracias), y en ese periodo ninguno de los cuatro gobiernos panistas (uno de ellos sustituto) movió un dedo para capturarlo.
Sin embargo, tras el arresto de El Marro, de inmediato los panistas no sólo se colgaron la medallita, sino que dejaron en un lejano segundo plano la actuación de la autoridad federal, porque gracias al gobierno del estado se dio un gran paso para recuperar la paz en Guanajuato, según el mandatario blanquiazul en turno, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Se trata del mismo gobierno del estado que a lo largo de casi tres décadas (con ocho mandatarios panistas al hilo, dos de ellos sustitutos) permitió que en Guanajuato se instalara cómodamente el crimen organizado en todas sus variantes y convirtiera a la entidad en una de las más violentas de la República.
Pero ayer, a la velocidad de la luz, diputados, senadores, dirigencia nacional, integrantes de la secta conocida como GOAN (gobernadores de Acción Nacional, que nada les gusta y todo lo reclaman, pero que en sus respectivas entidades nunca han dado resultados positivos) y militancia en general celebraron la captura de un importante líder de la delincuencia organizada, quien había provocado tanta violencia en el estado de Guanajuato; la seguridad debe ser siempre la prioridad; seguiremos trabajando para regresar la paz a todo México. Y con la cara más dura se quedaron tan tranquilos.
Desde finales de 1991 –a raíz de la concertacesión entre Salinas y los panistas–, Acción Nacional gobierna Guanajuato, y desde entonces ha sido paulatino el deterioro en la seguridad y el crecimiento del crimen organizado, hasta destacar entre los primeros lugares nacionales. Pero hoy celebran su victoria.
En esas tres décadas por el palacio guanajuatense de gobierno pasaron, en este orden, Carlos Medina Plascencia (el primer concertacesionador); Vicente Fox (uno de los peores accidentes en la historia política del país), Ramón Martín Huerta (secretario de Seguridad Pública con el mariguanero en Los Pinos, quien murió en un accidente de helicóptero); Juan Carlos Romero Hicks (hoy diputado federal); Juan Manuel Oliva Ramírez (quien en marzo de 2012 pidió licencia para dedicarse a la grilla electoral, tras un cúmulo de denuncias en su contra); Héctor López Santillana (sustituto del anterior, con quien compartió acusaciones, y hoy presidente municipal de León): Miguel Márquez y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
Los panistas de inmediato se colgaron la medallita de El Marro, pero según los números del Inegi, en Guanajuato la tasa de incidencia delictiva de ocurrencia por cada cien mil habitantes se incrementó 42.5 por ciento de 2010 a 2018, y en ese último año superó el promedio nacional y la proporción registrada en estados como Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Michoacán. De eso no hablan los diputados, senadores, gobernadores, dirigentes y conexos del blanquiazul, ni pío, porque para efectos electorales sería desastroso.
El Marro actuó con toda libertad en Guanajuato y otras zonas del Bajío. Por ejemplo, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda documenta que esa organización delictiva se dedicaba sobre todo al robo de combustible, sin que nadie intentara acabar con el ilícito. Al contrario, en 2010 –cuando la organización tomaba fuerza– el estado reportó 21 tomas clandestinas de hidrocarburos; para 2018, aumentó a mil 547, un alza cercana a 7 mil 300 por ciento en el periodo.
Las rebanadas del pastel
En referencia al cártel de El Marro, el fiscal Gertz Manero, de tiempo atrás, advirtió: ha habido un crecimiento de la cantidad de personas que están no solamente en el narcotráfico, sino que prácticamente están teniendo ya el control de la vida cotidiana en ciertas regiones del país. Pero de eso los blanquiazules oportunistas no se acuerdan.

Nerón juega golf (no tiene el talento musical como el romano original) mientras su imperio está en llamas, entre la pandemia descontrolada que insiste en que está mejorando mientras mata a más de mil personas por día en su país, y declara que “ America será grandiosa otra vez”, mientras más de 30 millones están no sólo desempleados, sino que ahora enfrentan el desalojo de sus hogares por no poder pagar rentas e hipotecas; durante la pandemia más de la mitad de los hogares han perdido ingresos, mientras unos 490 multimillonarios han incrementado su riqueza por más de 700 mil millones de dólares. Todo, mientras cuestiona el proceso electoral democrático y juega con anularlo.
Todo eso mientras agrega combustible al fuego nutriendo el odio, ingrediente secreto de su proyecto, con la agenda antimigrante en el centro. Vale subrayar que este lunes marca el aniversario de la masacre en El Paso, donde un joven blanco en Texas fue a matar a 22 personas (ocho de ellos nacionales mexicanos) para frenar, dijo, la invasión hispana. Aunque no fue un acto oficial, sus órdenes habían sido giradas en ese contexto desde la Casa Blanca.
Pero Nerón no está actuando solo: las cúpulas de ambos partidos (o sea, el equivalente tal vez del Senado romano) son cómplices en llevar a esta república a una crisis existencial con graves consecuencias para el planeta. Sólo en estos últimos días, los legisladores suspendieron labores sin aprobar asistencia básica para decenas de millones que están enfrentando a la crisis económica en medio de la peste, pero sí avanzaron en aprobar un presupuesto militar de 740 mil millones de dólares. Ah, y también, según nos cuenta un colaborador de este periódico, que en la cámara (bajo control demócrata) no sólo ignoraron a la mayoría de la opinión pública que favorece una reforma policiaca, sino tampoco anularon programas para trasladar equipo militar a departamentos de policía, incluyendo vehículos blindados y bayonetas (sí, leyeron bien, bayonetas).
Para intentar hacer uno de esos análisis dizque sesudos sobre este panorama político primero uno tendría que resistir la primera reacción obvia de que todo esto es un manicomio para después proceder a explicar todo esto con gran sofisticación, pero a veces es imposible ser más elegante.
Pero en medio de todo esto se abre un secreto, como si millones lograron encontrarse en pleno caos y a pesar de los cubrebocas, susurraron y después gritaron: ¡abracadabra!
Las claves para entender esta coyuntura estadunidense no se pueden detectar sólo mirando a las cúpulas, sino en el hecho de que esta estallando una rebelión expresada en el movimiento de protesta social más grande en la historia de este país.
Y esa expresión, como hemos repetido, no se ve sólo en enfrentamientos con fuerzas de seguridad, sino en acciones como una en Nueva Orleans, donde a caseros llegando a las oficinas de las autoridades para solicitar ordenes de desalojo de sus inquilinos un muro de activistas en las puertas no les permitió ingresar; como en las bandas de jazz y de funk que invitan a músicos a dar ritmo a las movilizaciones; como en los círculos de estudio y lectura que rescatan la historia de y desde abajo.
Todo esto son partes de un tejido de redes rebeldes que se han estado organizando en años recientes en varias partes del país, desde el profundo sur –cuna de resistencia histórica y su cultura– como en la construcción más reciente de iniciativas de asistencia mutua en incontables colonias de ciudades por todo el territorio. De ahí nacen diálogos con nuevos discursos donde se aborda el objetivo de la democracia radical, el anticapitalismo, el rescate de la historia para crear visiones del futuro; también la alegría como ingrediente vital de la resistencia y la rebeldía. Se abre algo nuevo, y el futuro de este país depende de su luz.
Eduardo Galeano, en la introducción del libro de las obras de Chomsky publicado por La Jornada, recuerda que abracadabra, “la mágica fórmula que se usa en el mundo entero, proviene de la lengua hebrea… y significa ‘envía tu fuego hasta el final’”.

Tlalpeño, el serenísimo caldo que le curó la cruda a un presidente
El caldo, para los capitalinos, va mucho más allá de un simple alimento; tomarlo forma parte de una especie de metabolismo socialurbano con el que, a través de un apapacho –caricia al alma–, se mata con lumbre al fuego que la cruda produce.
Una mañana, o mediodía de sábado o domingo sin caldo caliente, puede ser para muchos señal de fracaso social que sugiere una noche anterior sin fiesta, baile, ni tragos. Esa poción caliente –a la que con cariño se llama por su diminutivo caldito– que emana olor a hierbas, cebolla, chile y bienestar, suele tratarse, acompañada por una cerveza bien helada, de un coronamiento de los excesos que garantiza una sanación tan rápida y efectiva, como sabrosa y adictiva.
Hay de caldos a caldos y, en cuanto a ellos, la Ciudad de México se cuece sola, ofrece desde el de Indianilla, en la Doctores, hasta el de hongos, en Cuajimalpa, pero dentro de la enorme variedad que existe hay uno que destaca sobre los demás. Se trata del caldo tlalpeño, cuya autoría pretenden atribuirse jarochos y tapatíos, y sobre el cual las evidencias señalan que su creación es tan azarosa como chilanga, aunque, eso sí, hay que reconocer que, de manera indirecta, algo de jarocha tiene: el caldo tlalpeño fue creado para curar el síndrome de abstinencia alcohólica –la cruda pues– a un presidente de México nacido en Veracruz: a Su Alteza Serenísima, al Gran Maestre de la Orden de Guadalupe, al vendepatrias, al 15 uñas, a Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, mejor conocido simplemente como Santa Anna, nombrado por Enrique Serna, en su libro homónimo, como el seductor de la patria en un inmejorable apelativo para referirse al político, militar y 11 veces presidente de México, que conoció a una patria apenas señorita, inexperta, recién emancipada y con ganas de comerse al mundo, para hablarle al oído con dulces palabras diciendo justo lo que quería escuchar, para luego seducirla tantas veces como la dejó, para luego regresar y finalmente desentenderse.
Vamos por partes, Santa Anna tuvo la propiedad de una casa de recreo en San Agustín de las Cuevas, hoy centro de Tlalpan, ubicada en la esquina de las calles que actualmente conocemos como avenida San Fernando y Madero. Largas eran las temporadas que pasaba ahí, y no perdonaba, año tras año, las fiestas de San Agustín. En ellas disfrutaba apostar en peleas de gallos, participar en juegos de azar y, sobre todo, comer y beber. Es tanto lo que gozó Su Alteza Serenísima del ambiente rijoso y pachanguero de aquellas fiestas, que es posible que, si hubiese puesto tan sólo una cuarta parte de ese entusiasmo durante las negociaciones de Texas, hoy el territorio nacional tendría el doble de su extensión.
Durante las noches de fiesta en San Agustín de las Cuevas era pan de cada día que, sin importar si su gallo favorito resultaba ganador o perdedor en la pelea, al general se le pasaran las cucharadas. Su séquito, siempre diligente, estaba preparado para contener exabruptos y, por más severos que fueran, disimular estados inconvenientes –algo que hace un par de sexenios tampoco era ajeno al personal del Estado Mayor Presidencial–, pero quienes debían estar más atentos que nadie en atender al Gran Maestre eran los encargados de sacarlo del infierno de la cruda. Una mañana, el malestar resultó más severo de lo acostumbrado, tanto, que Santa Anna pidió a la cocinera que le preparara un remedio. Ante tal encomienda, sin duda asunto de seguridad nacional, la responsable de alimentar al presidente se dirigió al huerto privado de la propiedad donde, de forma por demás azarosa, fue tomando las verduras, hierbas y chiles que encontró a su paso, para después dirigirse al gallinero donde, apresuradamente, seleccionó al pollo que consideró más propicio para preparar un caldo criaturero y reparador.
Mató al pollo, limpió las verduras, desvenó –ligeramente– los chiles, y eligió los condimentos que después mezcló al fuego y, una vez cocinados, los colocó en una olla de barro para así presentar a su distinguido patrón el desayuno. Al probar tan delicioso y reconfortante platillo, Santa Anna se sintió libre de las llamas que el castigo de los excesos ejercían en su organismo y mandó llamar a la cocinera para preguntarle el nombre de tan maravilloso caldo. Ella respondió sin pensarlo mucho para salir del aprieto: caldo tlalpeño.
A partir de aquel día, sucedido 50 días antes de la Pascua entre los años 1833 y 1835, la anécdota y receta fueron pasando entre los pobladores y su descendencia que, orgullosa de sus raíces, continuó preparándolo hasta convertirlo en un platillo típico de la región que, con la llegada del tranvía a Tlalpan y el crecimiento de la mancha urbana, trascendió a referente mundial de la gastronomía mexicana.


Editorial
La captura de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, cabecilla del cártel Santa Rosa de Lima ( CSRL) y de otras ocho personas pertenecientes a esa organización delictiva, es un paso fundamental en la lucha para contener la violencia que azota a Guanajuato, contra el robo de combustibles, actividad a la que ese grupo ha estado estrechamente ligado, y contra las actividades ilícitas en general.

Política de seguridad de AMLO da frutos, dice
La detención de El Marro es resultado de la política de seguridad que implementó Andrés Manuel López Obrador, la lucha contra el huachicol y el combate a la fuga de capital en Pemex. En un año siete meses AMLO disminuyó a lo mínimo el tráfico del combustible. Su trabajo se concentró en labores de investigación, de inteligencia; eso es más efectivo que declarar la guerra.

En México no hay registro de una caída del producto interno bruto de 18.9 por ciento. Ni las hondas crisis de la deuda ni de la deuda más inflación ni la quiebra del sistema financiero en los años 70, 80 y 90 tienen comparación. Tampoco el último choque externo que enfrentó nuestra economía en 2008-2009 con la catástrofe financiera global. Hay que decir que la historia económica de México tiene un hueco en el registro del PIB en los años de la Revolución.
Sorprendió el nombramiento de don Alfonso Suárez del Real como titular de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México. Era responsable de la cultura y había enfrentado con relativo éxito los problemas que ocasiona la pandemia a un sector que no tiene suficiente apoyo de las instancias oficiales, pese a su importancia social. Para los habitantes de las colonias Roma, Hipódromo y Condesa, es buena noticia tener a Suárez del Real en tan importante cargo, pues abre la posibilidad de resolver los problemas que en ellas existen. En muy buena parte fruto de los intereses inmobiliarios y negocios que funcionan violando la legislación vigente; de las bandas criminales; la corrupción de servidores públicos; la descoordinación entre las instancias gubernamentales y la falta de una legislación adecuada.
En fechas recientes, varios países del continente han sido escenario de manifestaciones sociales en que se recurrió al uso de la fuerza para mantener o restablecer la seguridad y el orden público, en algunos casos con resultados desafortunados. Estos episodios ponen en evidencia la importancia de cumplir con el derecho internacional y los estándares internacionalmente reconocidos en materia de uso de la fuerza.
La democracia es un tema necesario para mí. A él regreso una y otra vez. Sobre él he escrito en los largos años de ser colaborador de La Jornada; es un asunto fundamental. Durante mi vida política, ha sido una meta compartida con muchos lograr el establecimiento de la democracia en nuestro país, conseguir el respeto de la voluntad popular y la proscripción definitiva del fraude electoral. Después de tanto batallar de muchos, se logró al fin un cambio de fondo mediante una elección a cuyo resultado se llegó con votos convencidos y no comprados, sin falsificación de boletas y sin ninguna caída del sistema.
“La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia generó sentimientos de esperanza, entusiasmo y renovación en México. Hoy, hay una creciente inquietud sobre la capacidad del gobierno para realizar los cambios que los mexicanos necesitan urgentemente, tanto en el área económica y social como en la crítica cuestión de la violencia y el crimen organizado.” En estos términos se inicia el artículo de Humberto Beck, Carlos Bravo Regidor y Patrick Iber, originalmente publicado en la Revista Nueva Sociedad, 287, y retomado a mediados del año en curso por el periódico Reforma.
El carácter tan particular de la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus exhibe que cuando la economía se queda sin consumidores se pone de manifiesto que nada se sostiene sin la gente. La aseveración (de David Trueba, El País, 28/7/20) parece obvia y, sin embargo, enunciarla así de modo directo le confiere una contundencia argumentativa que no debe perderse de vista.
El principal campo de batalla del cuerpo está en la sangre. A lo largo y hondo de su torrente. ¿Nada se crea en la naturaleza? Sí, algo nace de novo en nosotros al responder a una infección o una vacuna: anticuerpos. Combinaciones químicas que no existían nacen de pronto, y tratan de cumplir su función. Muchas veces lo logran, en ocasiones no son el anticuerpo indicado. Vacunarse es enfermarse en chiquito, simulacro de infección que pone en marcha el proceso defensivo.

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