Las carpetas de investigación abiertas en la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) contra Jorge Alberto V.G. empresario y padre biológico de dos de las tres niñas no han prosperado.
El martirio en la búsqueda de justicia inició en 2020 cuando Verónica sorprendió a su expareja cometiendo violación en contra de “A” , la más grande de sus hijas entonces de 17 años de edad. La cadena de violaciones a derechos vino después, la primera durante la toma de declaración ante la Ministerio Público (MP) en la fiscalía de atención a delitos contra la mujer en razón de género, en la que no le permitieron acompañar a su hija. Verónica informó que desde el primer momento consideró que había algo turbio ya que antes de decir la razón por la que habían llegado, la MP ya sabía del caso.
Tras practicarle el examen ginecológico las remitieron al psicológico. Aun cuando existe un registro en la bitácora, las autoridades indicaron que las denunciantes no se presentaron a este último.
“Yo ese informe de dictamen lo vi siete meses después porque durante siete meses me negaron inclusive que existiera una carpeta (…) decían que yo nunca fui a poner una denuncia con mi hija”, asentó.
Más adelante Verónica logró ser recibida por el entonces fiscal Rubén Vasconcelos Méndez quien le informó que la carpeta tenía un no ejercicio de la acción penal, es decir que había sido archivada.
Debido a que la carpeta no tenía los suficientes elementos de prueba para ello, Verónica logró que se continuara la investigación y se realizara la prueba psicológica a la menor de edad, misma que fue pospuesta por las autoridades en tres ocasiones.
“Mi hija de 12 años también se atrevió a hablar y a decir que su papá también abusaba sexualmente de ella. Fui y puse la denuncia, me corrieron de fiscalía un MP de nombre Hipólito Vázquez. Me corrieron porque me dijo: no te cansas de poner denuncias, si mi carpeta ya no iba a avanzar y no iba a dar para más para qué me aferraba, me cuestionó”.
El examen psicológico practicado a B, la menor de 12 años reveló afectaciones a consecuencia de la violación, sin embargo, las autoridades lograron ocultarlo durante cuatro meses.
Una vez integrada, la Fiscalía giró prisión preventiva oficiosa, pero inmediatamente después, presuntamente por órdenes del actual fiscal Arturo Peimbert Calvo, la carpeta fue hecha perdediza y la orden se detuvo.
“Solicito una reunión con Peimbert, me cita y me dice: no te preocupes, tu carpeta está bien. Yo me impondré en base a la justicia”. De acuerdo a lo señalado por el fiscal, la carpeta debía ser reiniciada desde cero porque era una carpeta mal trabajada, con inconsistencias, “era un cochinero”.
De la misma manera abrió la posibilidad a que aportara los dictámenes particulares, hecho que no ocurrió. “Sigo en estado de indefensión”.
Hasta el momento la fiscalía de Oaxaca no ha realizado a “C,” de ocho años de edad, el examen victimológico ni el psicológico. Además de que la fiscalía buscó practicar una revaloración sobre el examen psicológico que había resultado favorable para judicialización.
Verónica cuenta con dictámenes paralelos practicados por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, entidad de donde ella es originaria. Éstos revelan afectaciones a las menores de edad. La fiscalía no los ha aceptado como prueba. “Tienen miedo a aceptarlas”. Esta incluye tres dictámenes ginecológicos y tres psicológicos.
Hasta el momento, la investigación sigue abierta. El señalado pudo haber huido por el tiempo que la fiscalía ha alargado las investigaciones.
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