Al participar en el Panel “Contribuciones a la próxima Recomendación General de la CEDAW sobre Mujeres y Niñas Indígenas”, que organizaron el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), ONU Mujeres y el gobierno de México en el marco de la sesión 66 de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer que se lleva a cabo esta semana, Gladys Acosta, que preside el Comité de la CEDAW, expuso el contenido de esta Recomendación, la primera sobre esta temática.
Acosta explicó que si bien los derechos de las mujeres indígenas ya han sido reconocidos en otros instrumentos internacionales, éstos han sido violados constantemente, por lo que es necesario un instrumento que los proteja y garantice.
La funcionaria de la CEDAW dijo que la Recomendación 39 es una interpretación de cómo debe ser cumplido el marco internacional vinculante en materia de DH, y cuál es la naturaleza de las obligaciones de los Estados parte. Por ejemplo, dijo, dado que las mujeres indígenas transitan del mundo rural al mundo urbano y se desplazan por el mundo por mejores oportunidades de vida y de trabajo, esta Recomendación reconoce que los derechos de las mujeres y las niñas indígenas deben aplicarse y protegerse donde ellas estén: dentro y fuera de sus territorios.
Acosta detalló que esta recomendación reconoce que detrás de cada mujer y niña indígena hay una historia de discriminación, colonización, racismo, desposesión de sus territorios, afectación profunda de la madre tierra, de militarización, de actividades extractivas, de migración y desplazamientos forzados, de conflictos armados. Estos factores son subyacentes a la discriminación de género y violencia que ellas sufren, dijo.
“No es exageración decir que ha habido sin lugar a dudas genocidio histórico, políticas de asimilación forzada y violaciones de Derechos Humanas de amplia escala. Hay una obligación de los Estados partes de hacerse cargo del pasado”, declaró la también defensora de los Derechos Humanos de las mujeres.
De acuerdo con lo que se expuso en el panel, esta Recomendación reconoce el derecho de las mujeres y niñas indígenas a la nacionalidad, la educación, el trabajo, la salud, a la igualdad en el matrimonio y las relaciones familiares, a la cultura, la tierra, los territorios y los recursos naturales, a la protección social y a los recursos económicos, a la alimentación, al agua, las semillas y un ambiente saludable, libre y sustentable, además de que contendrá un capítulo específico sobre los efectos de la COVID-19 en la vida de las mujeres y niñas indígenas.
Por su parte, la presidenta del FIMI, la indígena quechua Tarcila Rivera Zea, recordó que el antecedente de esta recomendación fue en 2004, cuando las mujeres indígenas organizadas presentaron una serie de recomendaciones ante el Foro Permanente de Asuntos Indígenas que se llevaba a cabo en Nueva York; su objetivo era que se reconociera que las niñas y mujeres viven especificidades por su procedencia cultural y étnica y sentar un precedente en el entendimiento de los derechos colectivos desde ellas.
Esta Recomendación, dijo, deberá impactar a casi 400 millones de mujeres y niñas indígenas en el mundo, por lo que, entre otras cosas, deberá incluir ordenamientos para que se reconozcan la multiplicidad de discriminaciones que viven las mujeres; eliminar las mentalidades racistas y colonialistas en el mundo; recordar a las niñas y mujeres con discapacidad; y que todos los países tengan cifras desagregadas sobre las mujeres indígenas.
Las mujeres siguieron presentando estas recomendaciones ante el foro hasta 2019, y ahora serán retomadas por la CEDAW en una Recomendación General.
Por su parte, la indígena maya de Guatemala, Sara Mux Mux, expresó que con esta Recomendación General esperan que los Estados partes puedan reconocer la especificidad de las indígenas en relación al racismo y la discriminación continuada que viven; y que considera, contribuirá a la interpretación intercultural y descolonizada de los Derechos Humanos, en concreto, de estas población.
También presente en el evento, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman, dijo que las mujeres indígenas son las primeras en sufrir las crisis de cualquier índole y escala, incluido el cambio climático y la pandemia por COVID-19.
En México, informó, 7 de cada 10 personas hablantes de lengua indígena están en condición de pobreza y 67 por ciento de las mujeres indígenas de este país carecen de servicios básicos. Pese a esto, señaló, ellas cuentan con poderosas soluciones de acción climática, de cuidados de la vida, de la memoria y el territorio.
La Recomendación está aún en borrador. Será discutida y enriquecida, antes de junio, a través de consultas nacionales con el apoyo de Naciones Unidas. Se espera que en la próxima sesión del Comité CEDAW, también en junio, se discuta y apruebe el texto en la primera lectura, para adoptarla luego de una segunda lectura en octubre del próximo año.
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