Pedro Echeverría V.
1. Coño, supongo que en ningún país de los doscientos de la ONU, se usa tan a la libre el término “pueblo” como en México. Casi todos los políticos, acostumbrados a defraudar, a robar los dineros de la nación, jamás dejan de repetir que se deben al pueblo, que el pueblo manda, que el pueblo los eligió, que todo se lo deben al pueblo, incluso que están dispuestos a morir en defensa del pueblo. Pero el pueblo no es el pobre, el miserable, el trabajador, el oprimido; el pueblo para ellos es todo, son los pobres, pero también los millonarios, los gobiernos ladrones. Por ello Marx pensaba que el pueblo como global/abstracto no existe, porque en él hay clases sociales y para ser concreto hay que hablar de su contexto socio/económico.
2. Otra palabreja muy usada en todos los contextos es la llamada “democracia”. Los estudiosos demuestran que surgió en la antigua Grecia y que su significado es “gobierno del pueblo”; pero ellos mismos demuestran que todos los trabajadores eran esclavos, no contaban con derecho alguno y que los esclavistas determinaban la vida; era gobierno de los esclavistas y el invento de pueblo surgió siglos después. La realidad es que la palabra democracia fue inventada contra la monarquía, la aristocracia que imponía en el reinado a sus hijos y nietos. Así que la palabra “democracia” fue para romper con esa institución hereditaria, nunca con la desigualdad. De hecho la democracia es el triunfo de la burguesía que reafirmó la fuerza de la clase dominante.
3. Mucha gente anda siempre en busca de “la verdad”. Piden desesperadamente que le digan la verdad, la verdad verdadera; o simplemente viven engañados por las palabras de los políticos, de la religión, de los medios de información. Pero jamás podrán pensar o aceptar que –aunque existan los hechos- la verdad no existe y que nuestras opiniones son interpretaciones de acuerdo a nuestra ideología. ¿Es bueno o malo un político, una persona, un millonario, un ladrón, una mujer? Ello es objeto de análisis y cada quien no podrá decir la verdad sino su interpretación de acuerdo a la ideología con la que mantenga. ¿Los gobiernos yanquis han sido asesinos? Mis estudios me demuestran que sí; pero hay millones, con otra ideología, que dicen que no.
4. La palabra “libertad” fue puesta de moda en la revolución francesa como un grito de guerra de la nueva burguesía contra la opresión; sin embrago muy pronto la clase dominante la usa en su beneficio: libertad de comercio, libertad para explotar, libertad para enriquecerse, libertad para todo tipo de negocios, libertad para viajar, libertad para morir de hambre. No olvido que en 1911, al triunfar la revolución y ocupar Madero de Presidencia, los campesinos exigían tierras, pero Madero respondió que “primero era la libertad”. La libertad de prensa e información sólo beneficia a los dueños de esos medios, la libertad de manifestación benéfica a líderes vendidos. La llamada libertad ha sido siempre una demanda de la clase dominante para hacerse poderosa.
5. La igualdad es la única palabra por la que puedo o se debe luchar. Parece una utopía en el capitalismo, pero –según historiadores- los primeros seres humanos por obligación fueron iguales, pues lo poco que lograban en la recolección, la pesca o la caza, los obligaba a vivir en comunidad y a repartirse –para no morir de hambre- lo poco que conseguían por falta de instrumentos. Obvio no se conocía ni podía haber propiedad privada. Fue la apropiación de los personajes más negativos lo que creó la propiedad privada y la esclavitud, pero también el pensamiento mágico con la creación de dioses lo que profundizó la dominación. Por ello, aunque utópico la lucha por la igualdad es la gran batalla de todos los tiempos. (9/VIII/22)
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