Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Expertos y líderes con proyección más allá de las fronteras de sus países, estiman que Estados Unidos de América es el responsable directo de alrededor del 25 por ciento de toda la contaminación de carbono en el medio ambiente y que ésta fue generada en los últimos 3.5 siglos. Sin embargo, hasta hoy hizo muy poco USA para abordar esos extraordinarios daños.
Por ejemplo, Barbados, Chile, Colombia y Sudáfrica, entre otras naciones, propusieron en la Asamblea General de la ONU la expansión dramática de inversiones para mitigar los efectos del cambio climático y la promoción de la energía renovable en el sur del planeta.
En contrapartida, el presidente del país de las barras y las estrella, Joseph Biden, en el discurso que pronunció ante la Organización de las Naciones Unidas, anunció como un extraordinario acto de solidaridad internacional que Estados Unidos tiene el propósito de aportar 11 mil millones de dólares anuales para apoyar a los países en vías de desarrollo para que hagan frente a los impactos del cambio climático. Mas por supuesto que evadió mencionar que la potencia imperial debe muchísimo más para reparar el daño que su desarrollo causó a la Tierra en los últimos 350 años.
Por ello varios expertos estiman que la deuda de Estados Unidos con el planeta es billonaria. De los 50 billones de dólares que se estima costaría lograr índices cero de aquí a la mitad del siglo XXI, a Washington le corresponde aportar 15 billones de dólares, de acuerdo a los cálculos de especialistas y en base a los daños medioambientales que generó al planeta Tierra en 3.5 siglos.
La suma por supuesto que es fantástica. Y frente a los 11 000 millones de dólares anuales que anunció Biden en la ONU, como si fuera una conducta ejemplar y sumamente generosa e incluso solidaria con el orbe, de parte de la potencia imperial, apenas sumarían 308 000 millones de billetes verdes, lo que implica que faltarían 14.7 billones.
De ese tamaño es el fraude anunciado por el demócrata que detrás de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la Unión Europea atiza la guerra entre
Ucrania y Rusia, bloquea a Moscú en términos económicos, comerciales y financieros. Y con ello desata fenómenos inflacionarios fuera de control que convierten a la contienda bélica en energética, y obliga al Occidente europeo a reinstalarse en el uso de carbón e incluso leña para el próximo invierno, o bien comprar gas a Estados Unidos con tarifas triplicadas. Enorme negocio militar y gasífero el de USA, pero a costa del gran balazo que disparó a su propio pie.
La prospectiva de algunos expertos es que “El sur global no sobrevivirá este siglo sin justicia climática. Ustedes en occidente están hablando de popotes de papel, nosotros en el sur global estamos hablando de reparaciones” (Jim Cason, La Jornada, 5-X-22).
Mientras que los recursos para enfrentar la crisis medioambiental permanecen en el “estire y afloje”, pero sin cumplir con lo anunciado por los países industrializado, los hechos básicos no están en disputa: Desde 1750 –los inicios del uso industrial de combustibles fósiles– y hasta 2000, EU arrojó 416 000 millones de toneladas de CO2 al planeta. Esto, comparado con 236 000 millones de toneladas de China y 20 000 millones de toneladas por México.
Y todo porque los países ricos desarrollaron sus economías a expensas de los países pobres alrededor del mundo, quienes ahora están enfrentando de manera desproporcionada, el impacto climático de esas decisiones de los industrializados por altas emisiones.
Acuse de recibo
Me equivoqué en la Utopía anterior al prever que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, no daría a conocer las grabaciones comprometedoras sobre el líder senatorial, Ricardo Monreal, atendiendo la sugerencia del presidente Andrés Manuel, el presunto "dictador“, según algunos… Le debo una información que prometí darle. El lunes 24, en Imagen Noticias, Ciro Gómez Leyva informó que sus patrones festejaron el Día del Médico en los hospitales Ángeles, lo cual es completamente normal. Pero no lo es tanto el prólogo que hizo a la nota informativa que, dijo, “inyecta optimismo”… No es pecado ser lambiscón con los hombres y mujeres del poder económico, financiero y político (el PRIAN y anexas), pero el costo con las audiencias es muy alto, como lo muestra la creciente pérdida de credibilidad de los medios convencionales y sus “estrellas” tipo Ciro… Otro caso fue el de Azucena Uresti que el martes 25 por la noche se ocupó de poner en entredicho la información oficial brindada en la mañanera, en el Pulso de la Salud… Está en su derecho de ejercer y practicar el periodismo “militante y convencional” (anti 4T), pero necesita hacerlo más creíble y documentado. Por ejemplo, recortó el video sobre la protesta de los estudiantes de Tixtla, Guerrero, que abordaron a AMLO en la carretera, le pidieron que bajara de la camioneta para exponerle sus demandas El presidente los escuchó, se tomaron fotos y lo ovacionaron.
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