Spots, tribunas y guerra sucia
jenaro villamil
México, D.F., 22 de abril (apro).- El mismo día en que el Instituto Federal Electoral le ordenó a Televisa retirar la transmisión del spot “¿Quiénes toman los congresos?”, a las 23 horas, en el noticiario estelar de Canal 2, volvieron a aparecer las imágenes de Hitler, Mussolini, Pinochet y Victoriano Huerta, comparándolos con Andrés Manuel López Obrador.
Quizá fue el último de una primera serie de promocionales preparados para retornar al estilo de la guerra sucia de 2006, cuyo objetivo principal no es convencer, sino estigmatizar y generar lo que especialistas califican como “campañas de pánico moral” en la sociedad.
La decisión del IFE se tardó cuatro días en procesarse. El tiempo suficiente y necesario para que el spot, patrocinado por un organismo de poca monta y débil trayectoria, Mejor Sociedad Mejor Gobierno, sembrara el mensaje a sus destinatarios. La pregunta en este momento es: ¿a quién buscaba realmente atemorizar la ultraderecha que financió el mensaje? ¿A los partidarios de López Obrador o al gobierno de Calderón, acusado por estos grupos de no aplicar la “mano dura” contra la toma de la tribuna?
No deja de ser sintomático que el spot se difundiera en un momento en que las posiciones en el Senado se acercaban y permitían la posibilidad de lograr el acuerdo para desalojar las tribunas. Este acuerdo, al parecer, se concretará este martes cuando la Junta de Coordinación Política del Senado dé visto bueno al acuerdo en la Comisión de Energía para que el debate sobre la reforma energética se realice entre el 12 de mayo y el 22 de julio, en un total de 20 foros, dos por semana.
El spot del grupo de Guillermo Velazco Arzac, conocido entre los yunquistas como Jenofonte, comenzó a transmitirse el miércoles de la semana pasada. Al día siguiente, Santiago Creel, presidente del Senado, destrabó las negociaciones al ofrecer que el PAN favorece una “vía intermedia” entre la propuesta de 120 días, del FAP, y la de 50 días, propuesta por Manlio Fabio Beltrones, del PRI.
El IFE, sin tener claramente atribuciones para ello, decidió dejar un impasse durante el fin de semana para determinar si es válido o no el spot. El lunes, el consejero Virgilio Andrade, presidente de la Comisión de Quejas, informó que era procedente la demanda del FAP y señaló que existen posibles violaciones a la Constitución con la difusión del spot.
Andrade puntualizó que, desde la reforma electoral, quedó clara la prohibición para que cualquier agrupación civil pueda financiar propaganda política a favor o en contra de un partido.
Este es el punto más nebuloso de la cuestión. El spot no desacredita explícitamente a un partido, sino a un liderazgo político. El spot es tramposo y difamatorio al comparar los golpes de Estado y las asonadas militares de Hitler, Mussolini y Pinochet –curiosamente salva de su lista a Francisco Franco-- con la toma de las tribunas en el Senado y en la Cámara de Diputados. Las diferencias históricas son obvias: Hitler, Mussolini y Pinochet encabezaban dictaduras militares, utilizaron al ejército para cancelar la vida legislativa y reprimieron a la población. ¿Realmente es equiparable una medida de protesta como la del FAP con el régimen totalitario del nazi-fascismo?
El exsenador panista y dirigente de la AMEDI, Javier Corral, escribió en su reciente columna “Contradicciones”, publicada en El Universal el 22 de abril, que la sanción a los promotores del spot y a la televisora que lo cobró y lo difundió, le corresponde “a la esfera de la Secretaría de Gobernación”, específicamente al área de la dirección general de Radio, Televisión y Cinematografía.
Corral va más allá. Señala que, bajo lo establecido en el artículo 1916 del Código Civil federal, existe daño moral contra López Obrador “al compararlo con los dictadores e imputarle un hecho cierto o falso, determinado o indeterminado, que puede causarle deshonra, descrédito, prejuicio, o exponerlo al desprestigio de alguien”.
“Salta a la vista la magnificación de un hecho circunscrito a la toma de las tribunas con la disolución que Huerta, Hitler, Mussolini y Pinochet llevaron a cabo de los congresos en sus países”, advierte Corral.
La posición del exsenador panista refleja un punto de vista con credibilidad y con influencia en un sector de su propio partido.
Explícitamente, Corral se ha opuesto a la toma de la tribuna –algo que en algún momento también se analizó cuando se discutió la Ley Televisa-, por lo que es muy difícil señalar al político chihuahuense como un defensor oficioso de las medidas de resistencia civil.
La directora de RTC, de la Secretaría de Gobernación, Irma Pía González Luna, se deslindó de la responsabilidad de su oficina, pero también consideró que Mejor Sociedad, Mejor Gobierno “tiene derecho y todos los espacios para poder expresarse en lo que está de acuerdo”.
Aquí es donde está el punto más álgido de este debate. ¿Existe derecho, incluso, para la difamación y la calumnia pagadas como anuncio televisivo? ¿Acaso no le corresponde a la Secretaría de Gobernación regular los contenidos de los anuncios televisivos en función de que se trata del usufructo de la concesión de un bien público? ¿Estamos hablando de libertad de expresión o de libre empresa para encabezar una guerra sucia mediática? ¿Por qué se exime la Secretaría de Gobernación de regular estos casos cuando ésta dependencia se ha caracterizado por presionar a los medios para que ejerzan censura previa?
Los spots constituyen una fórmula de “desalojo mediático” de las acciones de resistencia civil. Provienen de grupos que desearían, paradójicamente, que el gobierno de Calderón actuara como Hitler, Mussolini o Pinochet: clausurando y reprimiendo cualquier muestra de descontento o de disenso social.
Aspirar a la uniformidad de las opiniones y ejercer el poder del Estado para clausurar la disidencia es, indudablemente, un sello del fascismo. ¿Lo sabrá el señor Velazco Arzac? ¿Lo apoya en este propósito el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios? ¿Qué criterio ético utiliza Televisa para seguir con la difusión de una campaña de odio?
Estas preguntas constituyen el otro debate en torno al debate energético.
Los golpistas del PAN
Álvaro delgado
Apostar al miedo es el único argumento que le queda a quienes no pueden resistir la memoria del pasado ni son creíbles cuando hablan del futuro.
Es el recurso del que se sabe derrotado...: Carlos Castillo Peraza
México, D.F., 21 de abril (apro).- Guillermo Velasco Arzac y “Mejor sociedad, mejor gobierno”, uno de los tantísimos membretes que este personaje ha creado, constituyen apenas, como proclama el lugar común, la punta del iceberg de una amplia estructura --visible y, al mismo tiempo, oculta-- de la extrema derecha asociada al Partido Acción Nacional (PAN), cuyo apresurado deslinde del más reciente spot del odio, transmitido en los mejores horarios de Televisa, busca despistar de esa estrecha vinculación.
Las evidencias de esta asociación de intereses políticos y económicos a todos los niveles --cuyo eje es el PAN-- sobran, al margen de si Velasco Arzac es militante formal, que no lo es, porque ahora, como en el 2006 --sólo para hablar de dos momentos--, los beneficiarios de las sistemáticas campañas ilegales y de anónimo financiamiento han sido ese partido y sus candidatos, entre ellos Felipe Calderón.
Velasco Arzac es un viejo activista de una de las expresiones más beligerantes de la ultraderecha mexicana, la Organización Nacional del Yunque, y ha consagrado prácticamente medio siglo de su vida a confrontar --por la vía de la violencia física y de la difamación-- a quienes él y sus compañeros de viaje identifican como enemigos en todos los ámbitos, entre ellos el político, el religioso y aun el racial.
Desde que, en los sesenta, encabezaba las escuadras violentas del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) en la Universidad Iberoamericana y la UNAM, Jenofonte --que con ese seudónimo se le conoce en la organización secreta--, hasta el fraude electoral que maquinó, en 1975, en la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) y aun su paso por el gobierno de Vicente Fox, como improvisado policía --que fue despedido por Alejandro Gertz--, su trayectoria ha estado marcada por el escándalo de un dogmático.
Jefe nacional operativo de El Yunque, cuya existencia y vigencia sólo es puesta en entredicho por los ignorantes o los cómplices, Jenofonte tiene como una de sus habilidades la generación de organismos supuestamente ciudadanos, a menudo simples cascarones, como “Mejor sociedad, mejor gobierno”, un membrete matriz de otros que, al menos en este caso, sirven para ilustrar cómo operan los miembros de esta organización clandestina, sobre todo en el PAN y en sus gobiernos.
De hecho, de eso vive: Ostenta un doctorado patito, del Ateneo Filosófico, pero no se le conoce oficio, si acaso el de generador de membretes desde que El Yunque se hizo del control de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), a mediados de los setenta, y se convirtió en cantera de panistas, como Manuel Clouthier, cilindrado por él y por Francisco Calderón.
La mancomunidad entre El Yunque y el PAN, por la propia relevancia del caso, ha sido documentada en tres libros periodísticos: El Yunque, la ultraderecha en el poder, El Ejército de Dios. Nuevas revelaciones sobre la extrema derecha en México, y El engaño. Prédica y práctica del PAN, los dos primeros editados por Plaza y Janés y el tercero, por Grijalbo.
No son pocos los dirigentes panistas que han pretendido escamotear a los mexicanos, incluyendo a los propios militantes, la información sobre esta connivencia; y Germán Martínez lo intenta ahora con el deslinde del más reciente spot del odio: Trata de hacer creer, como los gringos, que en el PAN y en el gobierno hay halcones, los duros de la extrema derecha, y palomas, los moderados, que representarían él y Calderón.
Pero el spot de la agrupación que encabeza Velasco Arzac se comenzó a transmitir por televisión la noche del jueves, justo cuando Calderón recibió, en Los Pinos, a José María Aznar, exjefe del gobierno de España, quien, en febrero del 2006, se pronunció públicamente por él, en abierta violación a la Constitución de México.
Pero veamos: “Mejor sociedad, mejor gobierno” se ufana de estar integrada por otros organismos. ¿Cuáles? Uno de ellos es la Coordinadora Ciudadana. ¿Y esto qué es? Es una agrupación política nacional con registro en el Instituto Federal Electoral (IFE) y que recibe prerrogativas.
Pues resulta que la Coordinadora Ciudadana tiene como presidente… a Velasco Arzac y el grueso de sus integrantes, conforme al padrón que tiene el reportero en su poder, son militantes del PAN, empezando por quien la fundó, en 1996, Antonio Sánchez Díaz de Rivera, actual diputado federal de ese partido, frustrado candidato a la alcaldía de Puebla y exsubsecretario de la Sedesol con Fox.
¿Qué otro organismo forma parte de “Mejor Sociedad, mejor gobierno”? Movimiento Nacional de Solidaridad Popular, fundado hace 17 años para hacer labor social, cuyo primer presidente fue Raúl Vázquez Osorio, exsecretario particular de Carlos Abascal Carranza, justamente antecesor de Sánchez Díaz de Rivera en la presidencia de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El actual presidente de ese organismo es Armando Aguilar Víquez. ¿Y quién es este señor? Milita en el PAN y fue delegado de la Secretaría del Trabajo en el Estado de México.
¿Hay otro organismo que constituye “Mejor sociedad, mejor gobierno? Sí. Se trata del Movimiento Nacional de Jóvenes Competitivos Definen el Rumbo (sic), A.C., una denominación que sólo se le puede ocurrir a alguien como Velasco Arzac.
Resulta que ese organismo nació, en 2004, pero sólo hasta junio del año pasado celebró su primera asamblea, en Puebla, y fue investido como su presidente Guillermo Almazán Smith, justamente un muchacho poblano que fue anfitrión de Francisco Javier Salazar Sáenz, sustituto de Abascal en la Secretaría del Trabajo, quien en El Yunque tiene el seudónimo de Capablanca, y Gerardo Mosqueda Martínez, coordinador general de delegaciones de esa secretaría y cuyo sobrenombre es Veckemans.
En ese acontecimiento participaron, además de Velasco Arzac, Juan José Rodríguez Posada, presidente del Consejo Coordinador Empresarial y cuñado de Sánchez Díaz de Rivera, ambos prominentes militantes de El Yunque; y autoridades de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la institución educativa fundada por esa organización.
La presencia de Salazar Sáenz, quien busca ser candidato al gobierno de San Luis Potosí, y Mosqueda Martínez, secretario de Gobierno de Guanajuato, no era fortuita: Fueron ellos, desde la Secretaría del Trabajo, los que dieron vida a ese membrete, tal como lo reveló el propio Almazán Smith, por cierto, militante del PAN como sus mentores.
“De hecho --dijo, en entrevista--, algunas de las reuniones que se realizaron fueron en Los Pinos. Ahí dejábamos nuestros datos y conocíamos gente de otros estados.”
Añadió, en información recogida por La Jornada de Oriente, de Puebla: “También se nos invitaba a las reuniones del Consejo para el Diálogo de los Sectores Productivos, para que escucháramos a los dirigentes empresariales y ellos nos fueran conociendo.”
Pero, a ver: ¿Quiénes forman el Movimiento Nacional Jóvenes Competitivos Definen el Rumbo, A.C.? ¿Le suena Celiderh, es decir, el Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano? ¿Recuerda Compromiso Joven Proméxico? Pues sí, se trata de los membretes que, junto con la Alianza Sindical Mexicana (ASM) --la central del sindicalismo blanco impulsado por Abascal-- y el Consejo Mexicano de la Juventud (CMJ), financiaron en el 2006 una intensa campaña de promocionales, en radio y televisión, que comparaban a López Obrador con Hugo Chávez.
Junto con los spots del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que gastó más de 100 millones de pesos, estos organismos de fachada de El Yunque --que a su vez invirtieron más de 30 millones-- constituyeron una de las baterías de Calderón y el PAN contra López Obrador, a sabiendas de que eran ilegales.
Quiénes están detrás de ellos: Celiderh, con sede en Chihuahua, fue fundado por Enrique Terrazas Torres, militante del PAN y uno de los dueños de Cementos Chihuahua, cuyo hijo, también militante activo, es presidente de la Coparmex en esa entidad.
El Consejo Mexicano de la Juventud es un membrete, con sede en Nuevo León, cuyo primer presidente es Edwin Valdés Cabello, por supuesto militante del PAN, y Compromiso Joven Promexico, también con sede en Monterrey, es otro de los organismos de fachada creados por Velasco Arzac, tal como se documenta en el capítulo “Los financieros del odio”, del libro El Engaño…
Como se ve, Velasco Arzac, aunque no lo haga formalmente, es un activo militante del PAN y de la causa de la derecha en general, tal como se acreditó también cuando, en el proceso electoral del 2006, hizo una campaña denominada “Un millón de votos más por Felipe”.
¡Jenofonte para presidente…!
Apuntes
La escuela de Velasco Arzac y El Yunque está presente en el gobierno de Calderón, quien desde que comenzó su desabrida gestión advirtió del colapso del Valle de México por una inminente inundación. Será el caos, vaticinó también José Luis Luege, director de la Comisión Nacional del Agua. Pero ahora resulta que no: El jueves 17, Luege dijo que los estudios realizados por expertos indican que no existen daños estructurales en el drenaje profundo, como lo pregonó en sus labores de golpeador. Ahora sólo falta que Calderón ofrezca, también, disculpas.
Otro dato sobre la sociedad Yunque-PAN: Luege fue penúltimo presidente de Desarrollo Humano Integral (DHIAC), organismo de fachada de El Yunque, y es uno de los prominentes miembros de esa organización en el gobierno de Calderón, como su propio secretario particular, César Nava. Luege está a cargo de la protección de José Ramón Ardavín Ituarte, hijo nada menos que del jefe nacional de la Organización, Bernardo Ardavín Migoni…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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