Sus instalaciones y organización no responden a necesidades
De la redacción
México DF, 31oct 08 (CIMAC).- Las mujeres que no han iniciado su vida reproductiva o que la han concluido son objeto de discriminación en diversas instituciones de salud pública en México y Centroamérica, revelaron miembros de El Colegio de México (Colmex) e integrantes de organizaciones civiles, informó la Agencia NotieSe.
Durante el Coloquio de Estudios de Género que se llevó a cabo en esa institución, y culminó el pasado 24 de octubre, Martha María López Ramos, maestra en estudios de género del Colmex, informó que las internas del Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla carecen de un conocimiento efectivo sobre los métodos anticonceptivos al momento de concebir a su primera hija o hijo.
Expuso que los cursos de sexualidad proporcionados por los servicios de salud del penal no tienen continuidad, además de que son de cupo limitado y no proporcionan métodos anticonceptivos suficientes.
En una investigación realizada en el penal sobre las prácticas sexuales de las reclusas, López observó que “pesa más la construcción de género” en la estructura penitenciaria, “dado que la presencia de infecciones de transmisión sexual en alguna de ellas es motivo suficiente para suspenderle la visita conyugal”.
Por otra parte, Bessna Raquel Alva, representante de Ipas México, argumentó que la falta de infraestructura, servicios amigables y capacitación en el personal de Salud de todo el país, representan barreras para la atención adecuada de las mujeres durante el embarazo, parto y adolescentes en situación de aborto.
Recordó que en conferencias y convenciones internacionales, el Gobierno mexicano se ha comprometido a eliminar los obstáculos legales y reglamentarios a la salud reproductiva.
“La realidad muestra que las instalaciones y organización de las instituciones públicas de salud, no responden adecuadamente a las necesidades específicas de este sector de la población. De ahí que se requiera del diseño de estrategias y modelos integrales de atención médica, que respondan a sus características y necesidades particulares”, señaló.
CONSTRUCCIÓN ESTEREOTIPADA
A su vez, Andrea González Gutiérrez, especialista en estudios de género de la Universidad Autónoma Metropolitana, demandó el cese a la construcción estereotipada de la mujer en los medios de comunicación y los servicios de salud, donde, “se difunde el cuerpo provocador, sometido a las nuevas tecnologías”.
“El cuerpo de la mujer es utilizado como campo de mercado dirigido a una idealización de género en una sociedad en la que se prohíbe caducar. En la menopausia el cuerpo de la mujer es más discriminado en el mercado laboral y la seguridad social”, analizó.
En el caso específico de Guatemala, “estos temas no han significado un interés primordial por parte de las autoridades de salud y el tema es muy reciente”, dijo Ana Lucía Hernández Cordero, antropóloga de la Universidad de San Carlos de ese país.
Explicó que las mujeres indígenas consideran a los métodos anticonceptivos modernos como algo extraño o desconocido pues “la población guatemalteca tiene conocimientos sobre la salud propios de su cultura, contrarios a los saberes médicos de tipo occidental”.
Subrayó que las políticas de salud sexual y planificación familiar recién están tomando fuerza en aquél país, no obstante, “el uso de métodos anticonceptivos y la posibilidad de acceder a tener una educación en la materia se inserta dentro de un contexto de desigualdad. La influencia de las distintas instituciones sociales, como la escuela, la iglesia y la familia, en muchas ocasiones influye en el comportamiento reproductivo de las mujeres”, concluyó.
08/GG
De la redacción
México DF, 31oct 08 (CIMAC).- Las mujeres que no han iniciado su vida reproductiva o que la han concluido son objeto de discriminación en diversas instituciones de salud pública en México y Centroamérica, revelaron miembros de El Colegio de México (Colmex) e integrantes de organizaciones civiles, informó la Agencia NotieSe.
Durante el Coloquio de Estudios de Género que se llevó a cabo en esa institución, y culminó el pasado 24 de octubre, Martha María López Ramos, maestra en estudios de género del Colmex, informó que las internas del Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla carecen de un conocimiento efectivo sobre los métodos anticonceptivos al momento de concebir a su primera hija o hijo.
Expuso que los cursos de sexualidad proporcionados por los servicios de salud del penal no tienen continuidad, además de que son de cupo limitado y no proporcionan métodos anticonceptivos suficientes.
En una investigación realizada en el penal sobre las prácticas sexuales de las reclusas, López observó que “pesa más la construcción de género” en la estructura penitenciaria, “dado que la presencia de infecciones de transmisión sexual en alguna de ellas es motivo suficiente para suspenderle la visita conyugal”.
Por otra parte, Bessna Raquel Alva, representante de Ipas México, argumentó que la falta de infraestructura, servicios amigables y capacitación en el personal de Salud de todo el país, representan barreras para la atención adecuada de las mujeres durante el embarazo, parto y adolescentes en situación de aborto.
Recordó que en conferencias y convenciones internacionales, el Gobierno mexicano se ha comprometido a eliminar los obstáculos legales y reglamentarios a la salud reproductiva.
“La realidad muestra que las instalaciones y organización de las instituciones públicas de salud, no responden adecuadamente a las necesidades específicas de este sector de la población. De ahí que se requiera del diseño de estrategias y modelos integrales de atención médica, que respondan a sus características y necesidades particulares”, señaló.
CONSTRUCCIÓN ESTEREOTIPADA
A su vez, Andrea González Gutiérrez, especialista en estudios de género de la Universidad Autónoma Metropolitana, demandó el cese a la construcción estereotipada de la mujer en los medios de comunicación y los servicios de salud, donde, “se difunde el cuerpo provocador, sometido a las nuevas tecnologías”.
“El cuerpo de la mujer es utilizado como campo de mercado dirigido a una idealización de género en una sociedad en la que se prohíbe caducar. En la menopausia el cuerpo de la mujer es más discriminado en el mercado laboral y la seguridad social”, analizó.
En el caso específico de Guatemala, “estos temas no han significado un interés primordial por parte de las autoridades de salud y el tema es muy reciente”, dijo Ana Lucía Hernández Cordero, antropóloga de la Universidad de San Carlos de ese país.
Explicó que las mujeres indígenas consideran a los métodos anticonceptivos modernos como algo extraño o desconocido pues “la población guatemalteca tiene conocimientos sobre la salud propios de su cultura, contrarios a los saberes médicos de tipo occidental”.
Subrayó que las políticas de salud sexual y planificación familiar recién están tomando fuerza en aquél país, no obstante, “el uso de métodos anticonceptivos y la posibilidad de acceder a tener una educación en la materia se inserta dentro de un contexto de desigualdad. La influencia de las distintas instituciones sociales, como la escuela, la iglesia y la familia, en muchas ocasiones influye en el comportamiento reproductivo de las mujeres”, concluyó.
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