Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
¡A falta de pan, circo! Tal pareciera ser la máxima imperial que se disponen a seguir al pie de la letra, en tiempos de crisis del capitalismo salvaje y sus brutales secuelas nacionales, Ernesto Zedillo Ponce de León, demócrata impar sólo porque entregó las llaves de Los Pinos al habilidoso engañabobos –con todo respeto para los incansables promotores del voto útil que algunos aún justifican-- de Vicente Fox Quesada y el bipolar enamorado cuasi adolescente a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
Eduardo Ibarra Aguirre
¡A falta de pan, circo! Tal pareciera ser la máxima imperial que se disponen a seguir al pie de la letra, en tiempos de crisis del capitalismo salvaje y sus brutales secuelas nacionales, Ernesto Zedillo Ponce de León, demócrata impar sólo porque entregó las llaves de Los Pinos al habilidoso engañabobos –con todo respeto para los incansables promotores del voto útil que algunos aún justifican-- de Vicente Fox Quesada y el bipolar enamorado cuasi adolescente a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
El trío de cínicos sostenido con recursos del erario para que lleven un tren de vida que los propios monarcas envidiarían, amén de los recursos provenientes de los negocios forjados por ellos y sus familiares al amparo del poder, pero nunca investigados por el Ministerio Público Federal, entraron en escena y mostraron aptitudes para desempeñar el papel de bufones de los atribulados dueños de la aldea global, ausentes del Foro Económico Mundial, y las trasnacionales, algunas asesoradas en la actualidad por Zedillo Ponce de León, naturalmente que después de entregarles porciones de las riquezas del país a precio de ganga, como Ferrocarriles Nacionales de México.
El dizque ranchero de Guanajuato que nació en el Distrito Federal y se dedicó la mayor parte de su vida laboral a promover las ventas de Coca-Cola en México y América Latina, exhibió a Martha María Sahagún Jiménez como mentirosa, al asegurar a los candidatos a alcaldes del Partido Acción Nacional que se dedicó todo el sexenio a hacer campaña a favor del blanquiazul y dejó encargada la oficina presidencial. Declaración de parte, relevo de pruebas. ¿Dónde están la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación? ¿Qué esperan para proceder?
Escribo mentirosa no porque pretenda descubrir el hilo negro y mucho menos faltarle al respeto a la señora, sino porque la siguiente declaración, hecha en julio de 2004, en Brasil, por la madre de los exitosísimos empresarios Bribiesca Sahagún, así lo evidencia.
Dijo Sahagún Jiménez para declinar a las aspiraciones dinásticas, a ser candidata a vivir otro sexenio en las cabañitas, muy a su pesar y con la voz entrecortada: “No obstante, quiero afirmar que no seré candidata a la Presidencia de la República”. Remató: “En este sentido quiero dejar claro que nunca he intervenido ni intervendré en decisiones institucionales que sólo competen al presidente de la República”.
Uno a uno, los que formaron parte del gobierno del cambio (en reversa) niegan haberse hecho cargo de Los Pinos, excepto la michoacana de Zamora. La conclusión es evidente.
Además de los programas y las políticas que se mantienen inalterables, el trío tiene en común el traslado de un sexenio a otro de buena parte del equipo gubernamental. Calderón, por ejemplo, heredó a la tercer parte del gabinete de su antecesor con todo y que presume ser El hijo desobediente.
Del señor que en la campaña presidencial de 1994 confesó “Me gusta que me digan la neta”, heredó a los entonces secretarios de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler; de Energía Jesús Federico Reyes Heroles González Garza; al subsecretario de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, Javier Lozano Alarcón; al director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub…
Resulta escandaloso pero comprensible, pues, que los que se concertaron desde Los Pinos (Zedillo) y San Lázaro (Calderón) para imponer a la nación el quebranto de 850 mil millones de pesos para rescatar a los banqueros (Fobaproa), cínicamente exhiban sus complicidades, que el segundo pretenda elevarlo a modelo frente a la crisis financiera global y ostente “como uno de los mejores equipos económicos del mundo” al gris e incompetente grupo que reacciona tardía y erráticamente.
Acuse de recibo
Ejército temido y temible (30-I-09) suscitó dos comentarios. Para el general y doctor José Francisco Gallardo Rodríguez: “Forum anticipó a través del debate el desenlace que tendría la utilización del Ejército en asuntos ajenos a sus funciones, ¿por ello bloquean a la revista desde el poder? Pero queda claro, tenemos una clase política irresponsable y un Ejército que masacra a su pueblo. Seguimos firmes en la lucha, benévolos en la victoria y altivos ante el poder corrupto que nos gobierna”… Enrique Martínez Maurice escribe textualmente: “Los militares descabezados en guerrero murieron de gastritis: Ernestina Ascencio, de Zongolica Veracruz. Porque la revolución vive. Comuna en resistencia”… Porfirio Barrera Jiménez, abogado guerrerense radicado en el Distrito Federal, apuesta a que “que el universo te otorgue aquello que más desees: un espíritu brillante, de libertad, de felicidad, de abundancia, de salud y valor. Y, pedirte que no te des por vencido en estos tiempos de lucha en la defensa de nuestra patria. Continúa en la lucha para alcanzar el éxito y la felicidad en tu noble tarea de comunicador. Y otórgales una lección a los aduladores, los farsantes, los que se mofan de tus logros”.
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