Por Laura Viadas
México DF, 23 marzo 09 (CIMAC).- Hace exactamente un año usé el titulo de “Las Muertas de Juárez, 15 años después”, una investigación especial en tres partes para el programa de televisión “México Confidencial” que se transmitió –en otra versión-- también de tres partes por radio y se publicó en un periódico.
Hace un año estuve en Ciudad Juárez para esa investigación sobre el feminicidio: la idea era seguir los pasos de una historia sin final que durante todo este tiempo ha generado grandes alegatos, inmensas manifestaciones y resultados dudosos.
Seguir las huellas del hoy tratado como “fenómeno” de “las Muertas de Juárez”, es decir las mujeres asesinadas en esa ciudad, me llevó también a recorrer nuevamente las páginas del libro de mi querido amigo Víctor Ronquillo, un texto hoy traducido incluso al italiano que mostraba la abismal realidad de Juárez, la misma que quince años después yo encontraría casi exactamente igual.
Hoy por hoy me parece todavía más ridícula la discusión sobre si Ronquillo era o no el primer investigador que se había dado a la tarea de involucrarse en el caso, recuerdo que en su momento fue cuestión de “créditos editoriales”, pero en lo personal sé que Ronquillo se comprometió con el tema, sé que no quería hacerse famoso con ello y lo sé porque lo viví de manera muy cercana a él y a Jorge Fernández Menéndez, que siempre ha sido el principal promotor moral de aquellas investigaciones tortuosas que Ronquillo y yo, entre otros muchos planteamos para pedir su opinión.
Así pues, Víctor Ronquillo encontró una nota roja perdida en el periódico local, de ahí le rasco todo lo que pudo y escribió “Las Muertas de Juárez”. Jamás olvidare que cuando se publicó, yo le pregunté, con no disimulado espanto, qué pensaba que iba a pasar. Víctor me miro y dijo genuinamente agotado:
“No lo sé, hermana, de verdad no lo sé. Pero tú y yo tenemos hijas. Me gustaría que para cuando ellas crezcan tengamos una respuesta…”.
Pero no, nuestros hijos e hijas crecieron, y no, no tenemos una respuesta...
Tenemos, como una moneda de cambio –falsa por cierto-- muchos intentos de explicación y tenemos una Ciudad Juárez que parece, como diría Joaquín Sabina, “el culo del mundo”. Y no se equivoca: mucha modernidad, mucha tecnología, pero Juárez, como otras provincias de nuestro país, parecen el fin del mundo.
Hace un año, yo quise seguir la huella de 15 años de dolor e impunidad. Con todo el apoyo de CIMAC, quien ha mantenido la memoria y sobre todo los contactos de aquellas mujeres que viven allá y luchan segundo a segundo porque el olvido no arrastre el dolor, así encontré a Esther Suárez, la indignada y feroz luchadora que denunció antes que nadie y nos puso el tema en la mano a muchos periodistas.
Una mujer que hoy con su centro de apoyo ayuda a que las vivas “sobrevivan” a cualquier tipo de maltrato. Encontré también a las Organizaciones, incansables, pero también, aisladas pues al paso de los años se han confrontado porque las distintas autoridades –según administración en turno-- favorecen a unas y no a otras, desgastando la lucha y enemistándolas.
Eso lo encontré, lo viví y lo escuche en espacios del gobierno en donde no hubo respuestas violentas, pero sí condescendientes con sus largas de “entrégueme en una lista sus peticiones”.
Encontré a madres y hermanas de las desaparecidas, mujeres de quien no puedo mencionar una porque es casi como insultar a las otras si no se mencionan, porque ahí están, todas, atrapadas en el asqueroso silencio de la burocracia humana que no es solo el papeleo en oficinas, sino que llega también a la actitud general de hastío por un tema que por brutal pareciera ser mejor ignorado.
En ese viaje también encontré al Presidente Municipal y a toda su gente, personajes que no dudaban en compartir información sobre lo que han vivido con distintos puntos de vista. Hace un año, un sonriente y dispuesto Presidente Municipal me habló ante una cámara de todos los planes y proyectos: de botones de aviso de emergencia para ayudara víctimas de maltrato, de guarderías para que las mujeres pudieran tomar la decisión de dejar a un marido golpeador y buscar trabajo sin angustiarse por donde estarían sus hijos, de nuevas revisiones a los expedientes, etc.
Y yo le creí, de verdad le creí, el hombre era honesto, y supongo que además le creí, como todos los demás, porque finalmente era una esperanza y de nada a eso, mejor eso. Pero un año después la violencia que azota a toda la República hizo que el Presidente Municipal se fuera a vivir a El Paso, y pues de los proyectos todo se queda en un signo de interrogación.
Un año después el titulo “Las Muertas de Juárez 15 Años después” apareció otra vez: el 18 de marzo que acaba de pasar, mi hijo me llamó a gritos para que viera yo una nota en Internet:
“El cantante británico Peter Gabril ha recibido hasta hoy la firma de cerca de mil personas para una petición que el músico hará a Felipe Calderón contra los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, en el norte del país, según la página Web de la ONG del artista, Witness”.“Gabriel pretende entregar una carta junto con las firmas al mandatario el próximo día 27, fecha de su primer concierto en México, y en ella pide a las autoridades del país que actúen contra las desapariciones y muertes de mujeres en la ciudad fronteriza, lindante con Estados Unidos”.
Este hijo mío que me mostraba la nota con cierta ilusión porque ha sido testigo y cómplice en el monitoreo, pues su madre le ha compartido desde el libro del tío Víctor hasta el video y las grabaciones de hace un año. Me miró y con un duro criterio dijo:
“Ojala que lo haga, refiriéndose al mítico ex cantante de Génesis, pero sobre todo, mamá, ¡ojala que ahora sí pase algo…!
… La nota yo ya la había enviado a Jorge Fernández Menéndez para ver si la incluían en el noticiero de Imagen para el cual ya no trabajo, pero del cual no me deslindo del todo --por necia--, debo reconocer que me hizo recordar a Jane Fonda y su llamado internacional, a la función especial de Los Monólogos de la Vagina, al recién presentado video documental “ Bajo Juárez/ The city devouring its daughter” de Alejandra Sánchez Orozco y José Antonio Cordero, apoyado por la actriz Vanessa Bauche, de la canción de Eugenia León que en su disco mas reciente “Puño de Tierra” les dedica a las muertas y claro; a muchas otras cosas que todos los que no dejamos de seguir el tema podemos recordar.
El comunicado de prensa decía además…
“Ciudad Juárez y el estado de Chihuahua, en el que se encuentra esa localidad, han sido escenario desde 1992 de más de 450 crímenes contra las mujeres que han quedado impunes, según Witness (testigo en inglés), organización de defensa de los derechos humanos. "Debido a la presión para resolver estos crímenes, las autoridades han fabricado culpables mediante tortura buscando acallar a quienes exigen justicia", se dice en la solicitud, disponible en www.witness.org. La organización toma como punta de lanza los casos de Neyra Azucena Cervantes, desaparecida en mayo de 2003, y de su primo Miguel David Meza, según Witness torturado para inculparse del crimen y encarcelado por él durante tres años.
En la iniciativa también participan los actores mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna, que en agosto de 2007 hicieron pública la petición y anunciaron la intención de recabar firmas antes de hacerla llegar a las autoridades mexicanas. Desde que fuera hallada la primera mujer asesinada en Ciudad Juárez (Alma Mireya Chavarría, de 19 años), han pasado 15 años y todavía no cesan este tipo de crímenes en esa zona del país, insistieron entonces los actores mexicanos y el músico británico. Una investigación del Parlamento mexicano hecha pública este domingo reveló que entre 2006 y 2007 se contabilizaron en México un total de 2 mil 232 asesinatos de mujeres. El documento subrayó que el Estado de México (circundante a la capital) y el Distrito Federal ocuparon el primero y segundo lugar en número de homicidios de mujeres con 299 y 244 casos en dos años, respectivamente. Chihuahua fue escenario de 84 asesinatos de género en el mismo periodo…”.
Y al final de releer la nota que me mostraba mi hijo se revolvió todo otra vez: Palabras, cifras, estadísticas…, libros, programas especiales y líderes de opinión…
15 años, las muertas, las hermanas, las y los hijos de aquellas que no volvieron, las madres ahora si ya hechas pedazos por la vejez y por la tristeza acumulada, las organizaciones con su lucha y ese Juárez que desde aquí se ve tan lejano con sus calles desiertas y todos sus sectores de alta peligrosidad…
Aclaro que me gusta Peter Gabriel, que su trabajo social no acostumbra anunciarlo mucho pero que ha tenido resultados en lo que toca a llamar la atención, aclaro también que sí creo que Felipe Calderón recibirá la petición.
Pero entre toda esta nueva atención que deberá surgir la semana entrante, cuando llegue el famoso cantante a dar su concierto, también tuve que aclararme a mi misma y debo decir que, de todo, me quedo con la frase de mi hijo: “Ojala ¡carajo!, ahora sí pase algo…”.
Porque evidentemente entre todo lo que se escribe y lo que se habla en las grandes ligas de discusión, ahí esta una generación de jóvenes que cree menos aún en las buenas intensiones y esperan que algún día, por fin les demos una respuesta sobre nuestras mujeres asesinadas en Juárez.
México DF, 23 marzo 09 (CIMAC).- Hace exactamente un año usé el titulo de “Las Muertas de Juárez, 15 años después”, una investigación especial en tres partes para el programa de televisión “México Confidencial” que se transmitió –en otra versión-- también de tres partes por radio y se publicó en un periódico.
Hace un año estuve en Ciudad Juárez para esa investigación sobre el feminicidio: la idea era seguir los pasos de una historia sin final que durante todo este tiempo ha generado grandes alegatos, inmensas manifestaciones y resultados dudosos.
Seguir las huellas del hoy tratado como “fenómeno” de “las Muertas de Juárez”, es decir las mujeres asesinadas en esa ciudad, me llevó también a recorrer nuevamente las páginas del libro de mi querido amigo Víctor Ronquillo, un texto hoy traducido incluso al italiano que mostraba la abismal realidad de Juárez, la misma que quince años después yo encontraría casi exactamente igual.
Hoy por hoy me parece todavía más ridícula la discusión sobre si Ronquillo era o no el primer investigador que se había dado a la tarea de involucrarse en el caso, recuerdo que en su momento fue cuestión de “créditos editoriales”, pero en lo personal sé que Ronquillo se comprometió con el tema, sé que no quería hacerse famoso con ello y lo sé porque lo viví de manera muy cercana a él y a Jorge Fernández Menéndez, que siempre ha sido el principal promotor moral de aquellas investigaciones tortuosas que Ronquillo y yo, entre otros muchos planteamos para pedir su opinión.
Así pues, Víctor Ronquillo encontró una nota roja perdida en el periódico local, de ahí le rasco todo lo que pudo y escribió “Las Muertas de Juárez”. Jamás olvidare que cuando se publicó, yo le pregunté, con no disimulado espanto, qué pensaba que iba a pasar. Víctor me miro y dijo genuinamente agotado:
“No lo sé, hermana, de verdad no lo sé. Pero tú y yo tenemos hijas. Me gustaría que para cuando ellas crezcan tengamos una respuesta…”.
Pero no, nuestros hijos e hijas crecieron, y no, no tenemos una respuesta...
Tenemos, como una moneda de cambio –falsa por cierto-- muchos intentos de explicación y tenemos una Ciudad Juárez que parece, como diría Joaquín Sabina, “el culo del mundo”. Y no se equivoca: mucha modernidad, mucha tecnología, pero Juárez, como otras provincias de nuestro país, parecen el fin del mundo.
Hace un año, yo quise seguir la huella de 15 años de dolor e impunidad. Con todo el apoyo de CIMAC, quien ha mantenido la memoria y sobre todo los contactos de aquellas mujeres que viven allá y luchan segundo a segundo porque el olvido no arrastre el dolor, así encontré a Esther Suárez, la indignada y feroz luchadora que denunció antes que nadie y nos puso el tema en la mano a muchos periodistas.
Una mujer que hoy con su centro de apoyo ayuda a que las vivas “sobrevivan” a cualquier tipo de maltrato. Encontré también a las Organizaciones, incansables, pero también, aisladas pues al paso de los años se han confrontado porque las distintas autoridades –según administración en turno-- favorecen a unas y no a otras, desgastando la lucha y enemistándolas.
Eso lo encontré, lo viví y lo escuche en espacios del gobierno en donde no hubo respuestas violentas, pero sí condescendientes con sus largas de “entrégueme en una lista sus peticiones”.
Encontré a madres y hermanas de las desaparecidas, mujeres de quien no puedo mencionar una porque es casi como insultar a las otras si no se mencionan, porque ahí están, todas, atrapadas en el asqueroso silencio de la burocracia humana que no es solo el papeleo en oficinas, sino que llega también a la actitud general de hastío por un tema que por brutal pareciera ser mejor ignorado.
En ese viaje también encontré al Presidente Municipal y a toda su gente, personajes que no dudaban en compartir información sobre lo que han vivido con distintos puntos de vista. Hace un año, un sonriente y dispuesto Presidente Municipal me habló ante una cámara de todos los planes y proyectos: de botones de aviso de emergencia para ayudara víctimas de maltrato, de guarderías para que las mujeres pudieran tomar la decisión de dejar a un marido golpeador y buscar trabajo sin angustiarse por donde estarían sus hijos, de nuevas revisiones a los expedientes, etc.
Y yo le creí, de verdad le creí, el hombre era honesto, y supongo que además le creí, como todos los demás, porque finalmente era una esperanza y de nada a eso, mejor eso. Pero un año después la violencia que azota a toda la República hizo que el Presidente Municipal se fuera a vivir a El Paso, y pues de los proyectos todo se queda en un signo de interrogación.
Un año después el titulo “Las Muertas de Juárez 15 Años después” apareció otra vez: el 18 de marzo que acaba de pasar, mi hijo me llamó a gritos para que viera yo una nota en Internet:
“El cantante británico Peter Gabril ha recibido hasta hoy la firma de cerca de mil personas para una petición que el músico hará a Felipe Calderón contra los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, en el norte del país, según la página Web de la ONG del artista, Witness”.“Gabriel pretende entregar una carta junto con las firmas al mandatario el próximo día 27, fecha de su primer concierto en México, y en ella pide a las autoridades del país que actúen contra las desapariciones y muertes de mujeres en la ciudad fronteriza, lindante con Estados Unidos”.
Este hijo mío que me mostraba la nota con cierta ilusión porque ha sido testigo y cómplice en el monitoreo, pues su madre le ha compartido desde el libro del tío Víctor hasta el video y las grabaciones de hace un año. Me miró y con un duro criterio dijo:
“Ojala que lo haga, refiriéndose al mítico ex cantante de Génesis, pero sobre todo, mamá, ¡ojala que ahora sí pase algo…!
… La nota yo ya la había enviado a Jorge Fernández Menéndez para ver si la incluían en el noticiero de Imagen para el cual ya no trabajo, pero del cual no me deslindo del todo --por necia--, debo reconocer que me hizo recordar a Jane Fonda y su llamado internacional, a la función especial de Los Monólogos de la Vagina, al recién presentado video documental “ Bajo Juárez/ The city devouring its daughter” de Alejandra Sánchez Orozco y José Antonio Cordero, apoyado por la actriz Vanessa Bauche, de la canción de Eugenia León que en su disco mas reciente “Puño de Tierra” les dedica a las muertas y claro; a muchas otras cosas que todos los que no dejamos de seguir el tema podemos recordar.
El comunicado de prensa decía además…
“Ciudad Juárez y el estado de Chihuahua, en el que se encuentra esa localidad, han sido escenario desde 1992 de más de 450 crímenes contra las mujeres que han quedado impunes, según Witness (testigo en inglés), organización de defensa de los derechos humanos. "Debido a la presión para resolver estos crímenes, las autoridades han fabricado culpables mediante tortura buscando acallar a quienes exigen justicia", se dice en la solicitud, disponible en www.witness.org. La organización toma como punta de lanza los casos de Neyra Azucena Cervantes, desaparecida en mayo de 2003, y de su primo Miguel David Meza, según Witness torturado para inculparse del crimen y encarcelado por él durante tres años.
En la iniciativa también participan los actores mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna, que en agosto de 2007 hicieron pública la petición y anunciaron la intención de recabar firmas antes de hacerla llegar a las autoridades mexicanas. Desde que fuera hallada la primera mujer asesinada en Ciudad Juárez (Alma Mireya Chavarría, de 19 años), han pasado 15 años y todavía no cesan este tipo de crímenes en esa zona del país, insistieron entonces los actores mexicanos y el músico británico. Una investigación del Parlamento mexicano hecha pública este domingo reveló que entre 2006 y 2007 se contabilizaron en México un total de 2 mil 232 asesinatos de mujeres. El documento subrayó que el Estado de México (circundante a la capital) y el Distrito Federal ocuparon el primero y segundo lugar en número de homicidios de mujeres con 299 y 244 casos en dos años, respectivamente. Chihuahua fue escenario de 84 asesinatos de género en el mismo periodo…”.
Y al final de releer la nota que me mostraba mi hijo se revolvió todo otra vez: Palabras, cifras, estadísticas…, libros, programas especiales y líderes de opinión…
15 años, las muertas, las hermanas, las y los hijos de aquellas que no volvieron, las madres ahora si ya hechas pedazos por la vejez y por la tristeza acumulada, las organizaciones con su lucha y ese Juárez que desde aquí se ve tan lejano con sus calles desiertas y todos sus sectores de alta peligrosidad…
Aclaro que me gusta Peter Gabriel, que su trabajo social no acostumbra anunciarlo mucho pero que ha tenido resultados en lo que toca a llamar la atención, aclaro también que sí creo que Felipe Calderón recibirá la petición.
Pero entre toda esta nueva atención que deberá surgir la semana entrante, cuando llegue el famoso cantante a dar su concierto, también tuve que aclararme a mi misma y debo decir que, de todo, me quedo con la frase de mi hijo: “Ojala ¡carajo!, ahora sí pase algo…”.
Porque evidentemente entre todo lo que se escribe y lo que se habla en las grandes ligas de discusión, ahí esta una generación de jóvenes que cree menos aún en las buenas intensiones y esperan que algún día, por fin les demos una respuesta sobre nuestras mujeres asesinadas en Juárez.
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