urra! Tanto ha exigido el lic. Efecé que los gringos asuman sus responsabilidades en el tema del narcotráfico que mañana colocarán el caso México bajo la lupa de una comisión de senadores estadunidenses para que se dignen evaluar lo hasta ahora hecho por la servicial administración felipense. Ya no será una de aquellas certificaciones que tantos entripados teatrales fingían los funcionarios mexicanos que les provocaban, sino una disección en forma, hecha por empleados de la secretaría de Seguridad Interior, a cargo de Janet Napolitano. También se espera que hoy Barack Obama dé a conocer el programa de seguridad fronterizo que podría implicar la colocación de tropas en la frontera con México.
La aritmética política también está descompuesta. Hasta 30 millones de pesos ofrece la procuraduría federal de justicia por los datos que lleven a la detención de capos destacados, como si el punto fino de esos temas estuviera en los anzuelos y las carnadas, y no en las cestas de captura de donde invariablemente saltan libres los ejemplares supuestamente pescados, y en los propios pescadores oficiales, quienes suelen desdoblarse y ser lo mismo que dicen combatir. En otra numeralia de simulación, ahora salen los organizadores del menospreciado debate sobre una refinería conque el tiempo para cada expositor, es decir, para cada estado con interés en el tema, será de 25 minutillos, con lo que el tal alegato convocado queda reducido a mero ejercicio esceno- gráfico menor, sin sustancia ni pretensión mayor que ayudarle a Poncio Calderón a lavarse las manos en chapopote. Por cierto, el ocupante de Los Pinos presume que ha ayudado a que 160 mil empleos no se hayan cancelado (lo cierto es que con dinero público se ha financiado a empresas privadas para que paguen porcentajes pequeños de su sueldo normal a trabajadores obligados así a aguantar vara para no ser despedidos: puras violaciones a las leyes laborales). Y el orgullo de su porcentualismo: 70 por ciento menos de hechos delictivos en Ciudad Juárez desde que están por allá unos 10 mil soldados (lo importante será ver qué pasará cuando el Ejército reduzca significativamente su presencia en esa plaza).
En el escenario de injusticia e impunidad extremas destaca el caso de Germán Larrea, un empresario verdaderamente intocable. Los familiares de los mineros caídos en Pasta de Conchos han pasado años de infierno mientras el dueño del Grupo México sufre en el Hipódromo de las Américas las incidencias de las carreras en que participan algunos de sus caballos pura sangre. Otro amante de la buena vida, Napoleón Gómez Urrutia, cuando menos ha debido sacrificarse al trasladar una pequeña parte de sus lujos a Canadá, donde vive un dorado exilio como líder sindical combatido por el abascalismo foxista y ahora por el calderonismo lozanista. Pero el poderoso Larrea ha impedido, incluso, que los trabajadores mineros coloquen sus fotografías en las calles, con letreros acusatorios. Y, respecto a citatorios y diligencias judiciales, el equipo jurídico del gran millonario recurre a mil marrullerías para que ese mexicano de excepción no tenga contacto físico con la fea y sucia maquinaria judicial. Ahora, según la parte sindical, un juez ha ordenado arresto administrativo del intocable Larrea y de Elías Morales, el obrero al que usó para tratar de desbancar al júnior Napoleón. En la trágica telenovela nacional, a pesar de tantos villanos y tantos episodios de escándalo, no deja de ser interesante saber si cuando menos por razones de escaparate y apariencias la incorruptible justicia mexicana se atreve a tocar con el pétalo de un barrote a uno de los principales miembros destacados del México de castas.
Wanted. El procurador Eduardo Medina Mora presentó el sistema de recompensas de la PGR para atrapar a los líderes de diferentes cárteles del narcotráficoFoto Jesús Villaseca
Astillas
El homenaje oficial a Luis Donaldo Colosio, a 15 años de su asesinato, no convocó a ninguno de los gobernadores priístas ni a personajes del mundillo legislativo o de la cúpula obrera, según la nota de Ciro Pérez Silva puesta ayer en la edición de Internet de La Jornada. El discurso oficial tampoco lo pronunció la presidenta del comité nacional, Beatriz Paredes, sino el coordinador editorial y de divulgación, el sinaloense Heriberto Galindo... La maestra Lidia Ernestina Gómez García escribe desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y pregunta si no parece extraño que estemos recibiendo visitas internacionales de alto rango en el país: Francia, No-ruega, Bélgica y Estados Unidos, en menos de un mes. ¿Estaremos presenciando el remate público del país? Luego, pasa a temas de futurismo electoral: “Yo creo que la figura de Ebrard, así como la de Encinas, no tienen suficiente fuerza, y algo me hace suponer que los medios harán crecer a Ebrard en algún momento cercano a 2012 sólo para llevarle la contraria a AMLO como posible candidato. Sin embargo, quien empieza a despuntar es Monreal. Necesitamos alguien que pueda tener un perfil, no ante los medios, sino ante el movimiento. Encinas desperdició esa oportunidad cuando tomó decisiones ambivalentes. No por su permanencia en el PRD, eso lo comprendo, sino por su incapacidad para renunciar a la pelea por la dirigencia cuando se vio tan tremendo cochinero, porque allí estaba la evidencia del apoyo que reciben los chuchos del gobierno en turno”... Manuel de Jesús Cabral dice que es increíble el poder, la convocatoria y el convencimiento que ejerce Andrés Manuel en sus seguidores. En realidad, considera, la derecha debería protegerlo porque gracias a su liderazgo los ánimos no se han desbordado... Y, mientras los transportistas siguen protestando por todo el país y el calderonismo hace como que oye y como que atiende (hasta que un día de éstos el conflicto cambie de velocidad o se salga de carril), ¡hasta mañana, con los marinos mexicanos preparándose para participar, por primera vez en su historia con buques propios, en ejercicios conjuntos con Estados Unidos, en la reactivación de la Cuarta Flota, junto a fuerzas de otros países latinoamericanos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
La aritmética política también está descompuesta. Hasta 30 millones de pesos ofrece la procuraduría federal de justicia por los datos que lleven a la detención de capos destacados, como si el punto fino de esos temas estuviera en los anzuelos y las carnadas, y no en las cestas de captura de donde invariablemente saltan libres los ejemplares supuestamente pescados, y en los propios pescadores oficiales, quienes suelen desdoblarse y ser lo mismo que dicen combatir. En otra numeralia de simulación, ahora salen los organizadores del menospreciado debate sobre una refinería conque el tiempo para cada expositor, es decir, para cada estado con interés en el tema, será de 25 minutillos, con lo que el tal alegato convocado queda reducido a mero ejercicio esceno- gráfico menor, sin sustancia ni pretensión mayor que ayudarle a Poncio Calderón a lavarse las manos en chapopote. Por cierto, el ocupante de Los Pinos presume que ha ayudado a que 160 mil empleos no se hayan cancelado (lo cierto es que con dinero público se ha financiado a empresas privadas para que paguen porcentajes pequeños de su sueldo normal a trabajadores obligados así a aguantar vara para no ser despedidos: puras violaciones a las leyes laborales). Y el orgullo de su porcentualismo: 70 por ciento menos de hechos delictivos en Ciudad Juárez desde que están por allá unos 10 mil soldados (lo importante será ver qué pasará cuando el Ejército reduzca significativamente su presencia en esa plaza).
En el escenario de injusticia e impunidad extremas destaca el caso de Germán Larrea, un empresario verdaderamente intocable. Los familiares de los mineros caídos en Pasta de Conchos han pasado años de infierno mientras el dueño del Grupo México sufre en el Hipódromo de las Américas las incidencias de las carreras en que participan algunos de sus caballos pura sangre. Otro amante de la buena vida, Napoleón Gómez Urrutia, cuando menos ha debido sacrificarse al trasladar una pequeña parte de sus lujos a Canadá, donde vive un dorado exilio como líder sindical combatido por el abascalismo foxista y ahora por el calderonismo lozanista. Pero el poderoso Larrea ha impedido, incluso, que los trabajadores mineros coloquen sus fotografías en las calles, con letreros acusatorios. Y, respecto a citatorios y diligencias judiciales, el equipo jurídico del gran millonario recurre a mil marrullerías para que ese mexicano de excepción no tenga contacto físico con la fea y sucia maquinaria judicial. Ahora, según la parte sindical, un juez ha ordenado arresto administrativo del intocable Larrea y de Elías Morales, el obrero al que usó para tratar de desbancar al júnior Napoleón. En la trágica telenovela nacional, a pesar de tantos villanos y tantos episodios de escándalo, no deja de ser interesante saber si cuando menos por razones de escaparate y apariencias la incorruptible justicia mexicana se atreve a tocar con el pétalo de un barrote a uno de los principales miembros destacados del México de castas.
Wanted. El procurador Eduardo Medina Mora presentó el sistema de recompensas de la PGR para atrapar a los líderes de diferentes cárteles del narcotráficoFoto Jesús Villaseca
Astillas
El homenaje oficial a Luis Donaldo Colosio, a 15 años de su asesinato, no convocó a ninguno de los gobernadores priístas ni a personajes del mundillo legislativo o de la cúpula obrera, según la nota de Ciro Pérez Silva puesta ayer en la edición de Internet de La Jornada. El discurso oficial tampoco lo pronunció la presidenta del comité nacional, Beatriz Paredes, sino el coordinador editorial y de divulgación, el sinaloense Heriberto Galindo... La maestra Lidia Ernestina Gómez García escribe desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y pregunta si no parece extraño que estemos recibiendo visitas internacionales de alto rango en el país: Francia, No-ruega, Bélgica y Estados Unidos, en menos de un mes. ¿Estaremos presenciando el remate público del país? Luego, pasa a temas de futurismo electoral: “Yo creo que la figura de Ebrard, así como la de Encinas, no tienen suficiente fuerza, y algo me hace suponer que los medios harán crecer a Ebrard en algún momento cercano a 2012 sólo para llevarle la contraria a AMLO como posible candidato. Sin embargo, quien empieza a despuntar es Monreal. Necesitamos alguien que pueda tener un perfil, no ante los medios, sino ante el movimiento. Encinas desperdició esa oportunidad cuando tomó decisiones ambivalentes. No por su permanencia en el PRD, eso lo comprendo, sino por su incapacidad para renunciar a la pelea por la dirigencia cuando se vio tan tremendo cochinero, porque allí estaba la evidencia del apoyo que reciben los chuchos del gobierno en turno”... Manuel de Jesús Cabral dice que es increíble el poder, la convocatoria y el convencimiento que ejerce Andrés Manuel en sus seguidores. En realidad, considera, la derecha debería protegerlo porque gracias a su liderazgo los ánimos no se han desbordado... Y, mientras los transportistas siguen protestando por todo el país y el calderonismo hace como que oye y como que atiende (hasta que un día de éstos el conflicto cambie de velocidad o se salga de carril), ¡hasta mañana, con los marinos mexicanos preparándose para participar, por primera vez en su historia con buques propios, en ejercicios conjuntos con Estados Unidos, en la reactivación de la Cuarta Flota, junto a fuerzas de otros países latinoamericanos!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Apartir del precio máximo que alcanzó en julio del año pasado de 4.70 dólares por galón, el diesel ha venido bajando en Estados Unidos y este día cuesta 2.20, es decir, menos de la mitad. No es secreto de Estado la integración del precio: 21% corresponde a impuestos; 15% a gastos de distribución y mercadeo; 17% es absorbido por la refinación, y 47% es el valor de la materia prima, el petróleo crudo. Calculado el dólar a $14.50, un litro cuesta 8.43 pesos. Inversamente, Pemex ha venido aumentando su precio mes tras mes, con la idea de igualarlo al estadunidense. Eso era un abuso antes de la devaluación, ahora sencillamente es un atentado incalificable contra la economía. Primero protestaron los pescadores, pero sus líderes fueron cooptados por la Sagarpa. Luego se inconformó la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, pero sus directivos, encabezados por Jorge Cárdenas Romo, entregaron la causa al nuevo secretario de Comunicaciones, Molinar Horcasitas. Sin embargo, la sumisión de los dirigentes no resuelve el problema de fondo. Ayer los transportistas de distintas partes de la República –carga, transporte urbano y suburbano– irrumpieron en la capital para expresar su descontento e irritación. Una de sus dirigentes, Aurora López Acevedo, precisa el problema: el costo del diesel hasta hace poco representaba 20% de sus gastos de operación; ahora, 60%. El gobierno los está empujando a la ruina. La demanda es bajar el precio a 6.10 pesos por litro. El gobierno calderonista no ha atendido dos llamados del Congreso para que suspenda los aumentos.
Clausuran InverBan
El pasado 6 de enero publiqué este mensaje:
“Tengo una duda sobre la seriedad de las sofomes, en específico de InverBan. Me parece atractivo el rendimiento que ofrece. ¿Me recomiendas entrarle con mis ahorros?
www.inverban.com.mx
Rogelio Ponce/León
R: No recomiendo empresas ni servicios, luego quedan mal y me hacen quedar mal. Sin embargo, me llamó la atención que Inverban ofrezca franquicias de gasolineras de Pemex (¿cómo las obtuvieron estos señores precisamente de León, señor Reyes Heroles?).
Dos meses después, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores anuncia que clausuró las oficinas de InverBan en León y el Distrito Federal, en virtud de que no contaba con autorización para captar recursos del público.
¿Es broma?
Parece una broma de mal gusto que Luis Téllez figure entre los aspirantes a presidir la Bolsa Mexicana de Valores ahora que concluye la gestión de Guillermo Prieto Treviño. La bolsa es una empresa privada regulada por el gobierno y necesita a una persona que merezca confianza. Sin embargo, el desempeño de Téllez en el asunto del avionazo en que murió Juan Camilo Mouriño y luego las grabaciones telefónicas que lo llevaron a renunciar a la Secretaría de Comunicaciones, no son antecedentes que le sirvan de aval.
Clausuran InverBan
El pasado 6 de enero publiqué este mensaje:
“Tengo una duda sobre la seriedad de las sofomes, en específico de InverBan. Me parece atractivo el rendimiento que ofrece. ¿Me recomiendas entrarle con mis ahorros?
www.inverban.com.mx
Rogelio Ponce/León
R: No recomiendo empresas ni servicios, luego quedan mal y me hacen quedar mal. Sin embargo, me llamó la atención que Inverban ofrezca franquicias de gasolineras de Pemex (¿cómo las obtuvieron estos señores precisamente de León, señor Reyes Heroles?).
Dos meses después, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores anuncia que clausuró las oficinas de InverBan en León y el Distrito Federal, en virtud de que no contaba con autorización para captar recursos del público.
¿Es broma?
Parece una broma de mal gusto que Luis Téllez figure entre los aspirantes a presidir la Bolsa Mexicana de Valores ahora que concluye la gestión de Guillermo Prieto Treviño. La bolsa es una empresa privada regulada por el gobierno y necesita a una persona que merezca confianza. Sin embargo, el desempeño de Téllez en el asunto del avionazo en que murió Juan Camilo Mouriño y luego las grabaciones telefónicas que lo llevaron a renunciar a la Secretaría de Comunicaciones, no son antecedentes que le sirvan de aval.
res contradictorias declaraciones de ocasión intentaron dibujar el estado que guarda la banca que opera en México: a) las instituciones extranjeras que acaparan el mercado nacional comenzaron a restringir el otorgamiento de crédito por órdenes de sus casas matrices (Guillermo Ortiz Martínez); b) “rechazo que los bancos tengan una política deliberada de contracción del crédito (Ignacio Deschamps, flamante presidente gremial) y c) la banca en México es uno de nuestros activos más valiosos para superar los efectos de la crisis global; es un activo que debemos cuidar y que debemos explotar inteligentemente.
Pues bien: a) contra lo que afirma el gobernador del Banco de México, las trasnacionales financieras que operan en México de siempre, no por la crisis, han restringido el crédito, especialmente a los sectores más productivos y generadores de empleo; b) mal arranca el nuevo presidente de la ABM, porque deliberadamente la banca ha contraído el crédito a la micro, pequeña y mediana empresas, y lo concentra en los grandes consorcios; y c) la banca que opera en el país lejos de ser el activo presumido por el doctor catarrito, es un enorme pasivo para el crecimiento y el desarrollo del país, al tiempo que ha explotado salvajemente a su clientela.
Casi tres décadas han transcurrido desde aquella decisión lópezportillista de expropiar la banca. De allí en adelante, todo ha sucedido, todo se ha hecho (regresar parcialmente –los Caps–, reprivatizar, modernizar, salvar, rescatar, reconcentrar y extranjerizar), menos garantizar un sistema bancario al servicio del país. De hecho, las cosas no han cambiado mucho: actualmente operan en México 43 bancos reconocidos como tales, pero los cinco de mayor tamaño concentran alrededor de 80 por ciento de los activos y de la cartera de crédito, algo no muy distinto a lo que sucedía antes del primero de septiembre de 1982.
Que la crisis restringe el crédito, se queja el gobernador del Banco de México, y que la banca no tiene una política deliberada de contracción del crédito, según el dirigente de la ABM. Pues bien, en uno de sus más recientes análisis, la Cepal nos ilustra: alrededor de 60 por ciento de la cartera comercial (de la banca que opera en México) está concentrada en los 50 mayores acreditados de cada banco, casi 70 por ciento en los 100 más grandes y 81 por ciento en los 300 más importantes. Así, las micro, pequeñas y medianas empresas representan un “mercado abandonado por los bancos trasnacionales… El análisis de algunas experiencias de países, basado en datos de series de tiempo, muestra que la entrada de los bancos trasnacionales a sistemas cerrados desplaza a las pymes del crédito empresarial y tiende a concentrarlo en las grandes corporaciones”.
Para el organismo especializado de la ONU, el resultado de las estructuras vigentes en la cartera de la banca comercial que opera en México es la baja participación, dentro de crédito total, de los acreditados comerciales-empresariales que no pertenecen al grupo de los 300 deudores principales de cada banco, es decir, la baja importancia relativa de los acreditados más chicos. El caso de menor concentración, dentro de grandes bancos (Banorte), presenta una participación potencial de los clientes pequeños de 19.2 por ciento. Este mismo coeficiente es de 7 por ciento en el caso del banco con mayor nivel de concentración de cartera en sus 300 acreditados mayores (Banamex-Citibank), dimensión aún menor que la mostrada por el promedio de los bancos pequeños.
Al analizar la composición de la cartera de los cinco grandes bancos destaca que Banorte, el único mexicano entre los de mayor tamaño, presenta la más alta orientación a los clientes pequeños; los bancos europeos (Santander, HSBC y BBVA) una posición intermedia, y el estadunidense (Banamex-Citibank) una mayor tendencia a los grandes corporativos.
Sólo 10.9 por ciento de la cartera total de la banca comercial en el país quedaría disponible para ser destinada a la actividad comercial-empresarial de los clientes de menor tamaño (no pertenecientes a los 300 mayores deudores de cada banco). Y debe recordarse que este coeficiente es solamente un indicador aproximado de los recursos designados a las pymes, pues se trata de un techo más que de una participación exacta. Si se considera que la cartera crediticia representa 56 por ciento de los activos del sistema bancario, entonces resulta que ese techo es apenas 6.1 por ciento de los activos totales del sistema, o 1.9 por ciento del PIB.
La restricción crediticia para las pequeñas y medianas empresas contrasta con su importancia en la economía como generadoras de producción y empleo. Según datos de la Canacintra, citados por la Cepal, en 2004 había más de 118 mil pequeñas empresas y más de 27 mil medianas. En conjunto, estas pymes empleaban a 5.3 millones de personas, monto superior a los 4.7 millones de empleados por las empresas grandes. Por su parte, las microempresas ocupaba 6.2 millones de personas. Así, más de 70 por ciento del empleo generado por las empresas correspondía a las de menor tamaño. Sin embargo, las participaciones en materia de crédito bancario son inversas, las grandes empresas reciben, por mucho, la mayor parte del financiamiento. Dedicar entre uno y dos puntos del PIB a financiar institucionalmente a las empresas que generan 70 por ciento del empleo del país es obviamente insuficiente.
En fin, a la banca trasnacional le abrieron las puertas de par en par, sin que el consumidor se beneficiara ni por los precios ni por la calidad de los servicios bancarios, puntualiza la Cepal. Entonces, si para el gobierno calderonista lo anterior es un activo, ¿qué será un pasivo?
Las rebanadas del pastel
De los lectores: el hecho es que ahora la Casa Blanca es la dueña de parte importante nuestro patrimonio nacional. ¿Cómo es posible que un gobierno extranjero sea el dueño del Palacio de Iturbide y demás edificaciones coloniales que son verdaderas joyas, tales como el Palacio de la Canal en San Miguel de Allende, La Mansión Solariega de los Montejo en Mérida, el Palacio San Mateo de los Condes de Valparaíso, la Casa del Diezmo en Morelia, o la Casa del Conde del Valle de Súchil en Durango? ¿Y qué con la colección, de enorme valor, de pintura de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, hasta cuadros de destacados artistas mexicanos y extranjeros representativos de todas las épocas? ¡Cuanta ignominia y entreguismo de Calderón y secuaces! (Manuel Deffis Ramos (manueldeffis@gmail.com).
Raúl de la Rosa: Tiempo de Blues
Pues bien: a) contra lo que afirma el gobernador del Banco de México, las trasnacionales financieras que operan en México de siempre, no por la crisis, han restringido el crédito, especialmente a los sectores más productivos y generadores de empleo; b) mal arranca el nuevo presidente de la ABM, porque deliberadamente la banca ha contraído el crédito a la micro, pequeña y mediana empresas, y lo concentra en los grandes consorcios; y c) la banca que opera en el país lejos de ser el activo presumido por el doctor catarrito, es un enorme pasivo para el crecimiento y el desarrollo del país, al tiempo que ha explotado salvajemente a su clientela.
Casi tres décadas han transcurrido desde aquella decisión lópezportillista de expropiar la banca. De allí en adelante, todo ha sucedido, todo se ha hecho (regresar parcialmente –los Caps–, reprivatizar, modernizar, salvar, rescatar, reconcentrar y extranjerizar), menos garantizar un sistema bancario al servicio del país. De hecho, las cosas no han cambiado mucho: actualmente operan en México 43 bancos reconocidos como tales, pero los cinco de mayor tamaño concentran alrededor de 80 por ciento de los activos y de la cartera de crédito, algo no muy distinto a lo que sucedía antes del primero de septiembre de 1982.
Que la crisis restringe el crédito, se queja el gobernador del Banco de México, y que la banca no tiene una política deliberada de contracción del crédito, según el dirigente de la ABM. Pues bien, en uno de sus más recientes análisis, la Cepal nos ilustra: alrededor de 60 por ciento de la cartera comercial (de la banca que opera en México) está concentrada en los 50 mayores acreditados de cada banco, casi 70 por ciento en los 100 más grandes y 81 por ciento en los 300 más importantes. Así, las micro, pequeñas y medianas empresas representan un “mercado abandonado por los bancos trasnacionales… El análisis de algunas experiencias de países, basado en datos de series de tiempo, muestra que la entrada de los bancos trasnacionales a sistemas cerrados desplaza a las pymes del crédito empresarial y tiende a concentrarlo en las grandes corporaciones”.
Para el organismo especializado de la ONU, el resultado de las estructuras vigentes en la cartera de la banca comercial que opera en México es la baja participación, dentro de crédito total, de los acreditados comerciales-empresariales que no pertenecen al grupo de los 300 deudores principales de cada banco, es decir, la baja importancia relativa de los acreditados más chicos. El caso de menor concentración, dentro de grandes bancos (Banorte), presenta una participación potencial de los clientes pequeños de 19.2 por ciento. Este mismo coeficiente es de 7 por ciento en el caso del banco con mayor nivel de concentración de cartera en sus 300 acreditados mayores (Banamex-Citibank), dimensión aún menor que la mostrada por el promedio de los bancos pequeños.
Al analizar la composición de la cartera de los cinco grandes bancos destaca que Banorte, el único mexicano entre los de mayor tamaño, presenta la más alta orientación a los clientes pequeños; los bancos europeos (Santander, HSBC y BBVA) una posición intermedia, y el estadunidense (Banamex-Citibank) una mayor tendencia a los grandes corporativos.
Sólo 10.9 por ciento de la cartera total de la banca comercial en el país quedaría disponible para ser destinada a la actividad comercial-empresarial de los clientes de menor tamaño (no pertenecientes a los 300 mayores deudores de cada banco). Y debe recordarse que este coeficiente es solamente un indicador aproximado de los recursos designados a las pymes, pues se trata de un techo más que de una participación exacta. Si se considera que la cartera crediticia representa 56 por ciento de los activos del sistema bancario, entonces resulta que ese techo es apenas 6.1 por ciento de los activos totales del sistema, o 1.9 por ciento del PIB.
La restricción crediticia para las pequeñas y medianas empresas contrasta con su importancia en la economía como generadoras de producción y empleo. Según datos de la Canacintra, citados por la Cepal, en 2004 había más de 118 mil pequeñas empresas y más de 27 mil medianas. En conjunto, estas pymes empleaban a 5.3 millones de personas, monto superior a los 4.7 millones de empleados por las empresas grandes. Por su parte, las microempresas ocupaba 6.2 millones de personas. Así, más de 70 por ciento del empleo generado por las empresas correspondía a las de menor tamaño. Sin embargo, las participaciones en materia de crédito bancario son inversas, las grandes empresas reciben, por mucho, la mayor parte del financiamiento. Dedicar entre uno y dos puntos del PIB a financiar institucionalmente a las empresas que generan 70 por ciento del empleo del país es obviamente insuficiente.
En fin, a la banca trasnacional le abrieron las puertas de par en par, sin que el consumidor se beneficiara ni por los precios ni por la calidad de los servicios bancarios, puntualiza la Cepal. Entonces, si para el gobierno calderonista lo anterior es un activo, ¿qué será un pasivo?
Las rebanadas del pastel
De los lectores: el hecho es que ahora la Casa Blanca es la dueña de parte importante nuestro patrimonio nacional. ¿Cómo es posible que un gobierno extranjero sea el dueño del Palacio de Iturbide y demás edificaciones coloniales que son verdaderas joyas, tales como el Palacio de la Canal en San Miguel de Allende, La Mansión Solariega de los Montejo en Mérida, el Palacio San Mateo de los Condes de Valparaíso, la Casa del Diezmo en Morelia, o la Casa del Conde del Valle de Súchil en Durango? ¿Y qué con la colección, de enorme valor, de pintura de los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, hasta cuadros de destacados artistas mexicanos y extranjeros representativos de todas las épocas? ¡Cuanta ignominia y entreguismo de Calderón y secuaces! (Manuel Deffis Ramos (manueldeffis@gmail.com).
Raúl de la Rosa: Tiempo de Blues
Esta será una crónica de lo que vi en uno de los conciertos más descomunales a los que haya asistido.
Llegar al caparazón del Palacio de los Deportes –esa gigantesca tortuga de cobre– caminando en silencio era una especie de peregrinación en la que sólo los gritos de ¡playeras de a cien vaaros! interrumpían ese andar pausado de los miles de aficionados convocados por el espíritu de la música, por el rencuentro con Carlos Santana.
La mayoría de los asistentes eran adultos, muchos de los cuales iban acompañados de sus hijos, dos generaciones unidas extrañamente por el mismo artista, y otros muchos no lo habían escuchado en vivo. ¿Cuántos conservan aún ese primer elepé titulado escuetamente Santana?
Lo sorprendente es que ya han pasado ¡40 años! desde la presentación ante el mundo de esa irreverente formación de jovencitos, encabezada por un desconocido y magro guitarrista mexicano en el ya mítico concierto de Woodstock, que se llevó a cabo en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969.
Ese joven guitarrista (aunque acumula más de seis décadas) sigue en la palestra como uno de los mejores músicos, que cambia, evoluciona, se renueva, para continuar siendo Santana, ése que ha vendido más de 90 millones de discos.
Segunda llamada
Con 20 minutos de retraso empezó el esperado concierto del domingo pasado. El escenario lucía sobrio, sin la parafernalia de luces y equipo que rodean a estos espectáculos masivos. Primer gran acierto: pasar en la enorme pantalla escenas del concierto de Woodstock, en el momento en que toca Soul Sacrifice. Poco a poco se fue integrando el sonido de la banda actual, con todo y Santana, para terminar tocando todos al unísono: los de antes y los de hoy.
Ahora entiendo –40 años después– lo que fue ese trabuco de congas, pailas, batería y demás percusiones que enmarcaron las notas de rock y blues en la guitarra de un músico mexicano (que ni siquiera había grabado un disco) y que se quedaron grabadas en el más de medio millón de asistentes a ese festival.
Carlos Santana debería poner en un cuadro esos mil 50 dólares que recibió de pago en aquella ocasión, para mirarlo todos los días y recordar ese enorme trecho que ha recorrido, artística y financieramente hablando.
Algo poco común en este medio de la música, tan lleno de egos y envidias, ha sido la capacidad que Santana ha tenido para conjuntar tal cantidad de talentos, sin duda los mejores. El buen sonido, a pesar de las limitaciones del Palacio de los Deportes, permitió escuchar una máquina perfecta de hacer música y apreciar las cualidades de todos y cada uno de sus integrantes.
Tercera llamada
El gran secreto (por todos conocido) es esa pasmosa batería de percusiones, que sustenta con polirritmia permanente sus notas. Santana puede hacer lo que quiera, saltar, volar, requintear, que de esto sabe un rato, porque siempre va a estar allí ese enorme colchón de cueros, pailas y congas percutidos por músicos que, por sí solos, son un espectáculo visual y sonoro.
¿Cómo describir ese triunvirato encabezado por Dennis Chambers en la bataca naranja? Una coordinación que se antoja irreal; velocidad y técnica excepcional; un baterista que se coordina como metrónomo con esa dupla que les pega a los cueros con una vehemencia que sólo aquí, de este lado del océano, se da: Raúl Rekow y Karl Perazzo son de una finura y precisión maravillosas.
Los demás no les van a la zaga: Chester Thompson en el Hammond, Bill Ortiz en la trompeta, Jeff Cressman en el trombón, Tommy Anthony guitarra y voz, Andy Vargas voz, Benny Rietveld al bajo y Tony Lindsday. Todos son el complemento ideal de Santana.
El concierto comenzó con Soul Sacrifice y terminó con Jingo, la locura. Santana fue complaciente e interpretó todos sus éxitos. De las prédicas del músico, que asistió enfundado en una playera con la Virgen de Guadalupe (¿dónde he visto eso?), y de ese mundo sin fronteras, me quedo con ese otro mundo no excluyente.
¿El concierto? Irrepetible. ¿Santana?, sigue siendo ese gran invocador de los espíritus del blues, sus primigenios maestros, el extraordinario creador de su propio sonido y que cumplió la gran sentencia: Llevar la música un poco más allá de donde la encontró. Y en esto Carlos Santana ha sido pródigo.
Me retiré con el privilegio de haber asistido a ese excepcional ritual encabezado por Carlos Santana.
delarosa_@hotmail.com
Opinión
Luis Hernández Navarro: La militarización de la política
Llegar al caparazón del Palacio de los Deportes –esa gigantesca tortuga de cobre– caminando en silencio era una especie de peregrinación en la que sólo los gritos de ¡playeras de a cien vaaros! interrumpían ese andar pausado de los miles de aficionados convocados por el espíritu de la música, por el rencuentro con Carlos Santana.
La mayoría de los asistentes eran adultos, muchos de los cuales iban acompañados de sus hijos, dos generaciones unidas extrañamente por el mismo artista, y otros muchos no lo habían escuchado en vivo. ¿Cuántos conservan aún ese primer elepé titulado escuetamente Santana?
Lo sorprendente es que ya han pasado ¡40 años! desde la presentación ante el mundo de esa irreverente formación de jovencitos, encabezada por un desconocido y magro guitarrista mexicano en el ya mítico concierto de Woodstock, que se llevó a cabo en una granja de Bethel, Nueva York, los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969.
Ese joven guitarrista (aunque acumula más de seis décadas) sigue en la palestra como uno de los mejores músicos, que cambia, evoluciona, se renueva, para continuar siendo Santana, ése que ha vendido más de 90 millones de discos.
Segunda llamada
Con 20 minutos de retraso empezó el esperado concierto del domingo pasado. El escenario lucía sobrio, sin la parafernalia de luces y equipo que rodean a estos espectáculos masivos. Primer gran acierto: pasar en la enorme pantalla escenas del concierto de Woodstock, en el momento en que toca Soul Sacrifice. Poco a poco se fue integrando el sonido de la banda actual, con todo y Santana, para terminar tocando todos al unísono: los de antes y los de hoy.
Ahora entiendo –40 años después– lo que fue ese trabuco de congas, pailas, batería y demás percusiones que enmarcaron las notas de rock y blues en la guitarra de un músico mexicano (que ni siquiera había grabado un disco) y que se quedaron grabadas en el más de medio millón de asistentes a ese festival.
Carlos Santana debería poner en un cuadro esos mil 50 dólares que recibió de pago en aquella ocasión, para mirarlo todos los días y recordar ese enorme trecho que ha recorrido, artística y financieramente hablando.
Algo poco común en este medio de la música, tan lleno de egos y envidias, ha sido la capacidad que Santana ha tenido para conjuntar tal cantidad de talentos, sin duda los mejores. El buen sonido, a pesar de las limitaciones del Palacio de los Deportes, permitió escuchar una máquina perfecta de hacer música y apreciar las cualidades de todos y cada uno de sus integrantes.
Tercera llamada
El gran secreto (por todos conocido) es esa pasmosa batería de percusiones, que sustenta con polirritmia permanente sus notas. Santana puede hacer lo que quiera, saltar, volar, requintear, que de esto sabe un rato, porque siempre va a estar allí ese enorme colchón de cueros, pailas y congas percutidos por músicos que, por sí solos, son un espectáculo visual y sonoro.
¿Cómo describir ese triunvirato encabezado por Dennis Chambers en la bataca naranja? Una coordinación que se antoja irreal; velocidad y técnica excepcional; un baterista que se coordina como metrónomo con esa dupla que les pega a los cueros con una vehemencia que sólo aquí, de este lado del océano, se da: Raúl Rekow y Karl Perazzo son de una finura y precisión maravillosas.
Los demás no les van a la zaga: Chester Thompson en el Hammond, Bill Ortiz en la trompeta, Jeff Cressman en el trombón, Tommy Anthony guitarra y voz, Andy Vargas voz, Benny Rietveld al bajo y Tony Lindsday. Todos son el complemento ideal de Santana.
El concierto comenzó con Soul Sacrifice y terminó con Jingo, la locura. Santana fue complaciente e interpretó todos sus éxitos. De las prédicas del músico, que asistió enfundado en una playera con la Virgen de Guadalupe (¿dónde he visto eso?), y de ese mundo sin fronteras, me quedo con ese otro mundo no excluyente.
¿El concierto? Irrepetible. ¿Santana?, sigue siendo ese gran invocador de los espíritus del blues, sus primigenios maestros, el extraordinario creador de su propio sonido y que cumplió la gran sentencia: Llevar la música un poco más allá de donde la encontró. Y en esto Carlos Santana ha sido pródigo.
Me retiré con el privilegio de haber asistido a ese excepcional ritual encabezado por Carlos Santana.
delarosa_@hotmail.com
Opinión
Luis Hernández Navarro: La militarización de la política
Felipe Calderón ha hecho de la guerra contra el narcotráfico el eje de su gobierno. El combate al crimen organizado ha proporcionado a su mandato una vía de legitimación que las urnas le negaron. La militarización de la política le ha dado las herramientas para administrar el país con medidas de excepción. La politización de la seguridad pública le ha facilitado recomponer la cadena de mando-obediencia.
De la misma manera en la que el 11 de septiembre de 2001 le permitió a George W. Bush intentar hacer de la guerra el poder constituyente de un nuevo orden neoconservador, la batalla contra los cárteles de la droga ha posibilitado al jefe del Ejecutivo mexicano tratar de afianzar y perpetuar su gobierno. Pero, en lugar de enviar tropas a Irak y Afganistán, el mandatario mexicano las ha sacado de sus cuarteles para tomar posiciones dentro del territorio nacional.
El Ejército está en las calles de muchas localidades del país, desempeñando funciones que no le corresponden. Ha establecido retenes, toques de queda de facto e inspecciones. Los mandos militares ocupan los puestos policiales. En lo que parece el ensayo general de lo que se piensa hacer en varios estados del norte, en lugares como Ciudad Juárez, Chihuahua, se vive una situación muy cercana a un estado de excepción no decretado por el Congreso.
Día a día Felipe Calderón se presenta ante los medios de comunicación como el comandante en jefe de una gran cruzada nacional. La propaganda nacional lo presenta como el defensor de las familias mexicanas. Sus desplazamientos por el país son organizados con el mayor sigilo. Sus actos públicos son encapsulados por elementos del Estado Mayor Presidencial. Las demandas o protestas en su contra son acalladas por la fuerza pública.
A corto plazo, la politización de la seguridad pública le ha proporcionado al jefe del Ejecutivo saldos positivos. Las encuestas le reconocen niveles de aceptación razonables, aunque han caído sistemáticamente en los últimos meses. Las violentas expresiones de descontento social que se vivieron durante 2006 se han acotado.
Entre las primeras bajas de la guerra en que vivimos se encuentran los derechos humanos. El marco jurídico ha sido transformado en despecho de éstos. En la macabra cuenta de descabezados, cadáveres insepultos y pozoleros que se registra cada día, el asesinato de líderes sociales apenas cuenta. La criminalización de la protesta social avanza cada día.
No parece importarle al jefe del Ejecutivo que al militarizar la política la haya desgastado y degradado. Pareciera ser que le tiene sin cuidado que en plena crisis económica, con la producción nacional estancada, el desempleo creciendo y la válvula de escape de la migración hacia Estados Unidos atascada, sus márgenes de maniobra se hayan reducido. La única salida que vislumbra es intensificar aún más esa guerra.
El último episodio de la politización de la seguridad pública son los reiterados señalamientos sobre el involucramiento con el crimen organizado de siete gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), formulados por distintos dirigentes y legisladores del Partido Acción Nacional (PAN). Ciertas o no las acusaciones, más que buscar combatir realmente el crimen organizado, lo que muestran es el deseo del blanquiazul de utilizar la ofensiva antinarco para golpear a sus rivales electorales.
Para Felipe Calderón el futuro inmediato es amargo. Todas las encuestas auguran el triunfo del tricolor en los próximos comicios federales. La pérdida de la mayoría panista en la Cámara de Diputados significará una declaratoria de muerte anticipada del sexenio calderonista, ya de por sí breve.
La única posibilidad de que Acción Nacional remonte electoralmente a corto plazo parece estar en que desde el gobierno federal se desate una furiosa campaña mediática que asocie a destacados políticos priístas con el narcotráfico para deslegitimarlos. El PAN posee una amplia experiencia en campañas electorales negativas y Antonio Solá, el asesor de cabecera del presidente para estos asuntos, sigue teniendo gran ascendencia sobre el hombre de Los Pinos.
Para Calderón, seguir una opción de esta naturaleza implicará quedarse sin aliados y poner en serio riesgo la ya de por sí precaria gobernabilidad existente. No hacerlo supondrá perder la mayoría en San Lázaro, ubicarse en condiciones muy difíciles de cara a los comicios de 2010, en los que se renovará casi la tercera parte de los gobernadores, y quedar preso en las redes del tricolor.
En 2006, al PAN y los poderes fácticos no les tembló la mano para polarizar el país y llevarlo al borde del enfrentamiento violento. A pesar de que el PRI no es López Obrador, la situación no tendría por qué ser distinta en 2009. Más aún si la ruta que se ha trazado desde Presidencia es la de incrementar la presencia de los militares en las calles, mantenerlos lejos de los cuarteles y ponerlos a hacer el trabajo que corresponde a los civiles.
De la misma manera en la que el 11 de septiembre de 2001 le permitió a George W. Bush intentar hacer de la guerra el poder constituyente de un nuevo orden neoconservador, la batalla contra los cárteles de la droga ha posibilitado al jefe del Ejecutivo mexicano tratar de afianzar y perpetuar su gobierno. Pero, en lugar de enviar tropas a Irak y Afganistán, el mandatario mexicano las ha sacado de sus cuarteles para tomar posiciones dentro del territorio nacional.
El Ejército está en las calles de muchas localidades del país, desempeñando funciones que no le corresponden. Ha establecido retenes, toques de queda de facto e inspecciones. Los mandos militares ocupan los puestos policiales. En lo que parece el ensayo general de lo que se piensa hacer en varios estados del norte, en lugares como Ciudad Juárez, Chihuahua, se vive una situación muy cercana a un estado de excepción no decretado por el Congreso.
Día a día Felipe Calderón se presenta ante los medios de comunicación como el comandante en jefe de una gran cruzada nacional. La propaganda nacional lo presenta como el defensor de las familias mexicanas. Sus desplazamientos por el país son organizados con el mayor sigilo. Sus actos públicos son encapsulados por elementos del Estado Mayor Presidencial. Las demandas o protestas en su contra son acalladas por la fuerza pública.
A corto plazo, la politización de la seguridad pública le ha proporcionado al jefe del Ejecutivo saldos positivos. Las encuestas le reconocen niveles de aceptación razonables, aunque han caído sistemáticamente en los últimos meses. Las violentas expresiones de descontento social que se vivieron durante 2006 se han acotado.
Entre las primeras bajas de la guerra en que vivimos se encuentran los derechos humanos. El marco jurídico ha sido transformado en despecho de éstos. En la macabra cuenta de descabezados, cadáveres insepultos y pozoleros que se registra cada día, el asesinato de líderes sociales apenas cuenta. La criminalización de la protesta social avanza cada día.
No parece importarle al jefe del Ejecutivo que al militarizar la política la haya desgastado y degradado. Pareciera ser que le tiene sin cuidado que en plena crisis económica, con la producción nacional estancada, el desempleo creciendo y la válvula de escape de la migración hacia Estados Unidos atascada, sus márgenes de maniobra se hayan reducido. La única salida que vislumbra es intensificar aún más esa guerra.
El último episodio de la politización de la seguridad pública son los reiterados señalamientos sobre el involucramiento con el crimen organizado de siete gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), formulados por distintos dirigentes y legisladores del Partido Acción Nacional (PAN). Ciertas o no las acusaciones, más que buscar combatir realmente el crimen organizado, lo que muestran es el deseo del blanquiazul de utilizar la ofensiva antinarco para golpear a sus rivales electorales.
Para Felipe Calderón el futuro inmediato es amargo. Todas las encuestas auguran el triunfo del tricolor en los próximos comicios federales. La pérdida de la mayoría panista en la Cámara de Diputados significará una declaratoria de muerte anticipada del sexenio calderonista, ya de por sí breve.
La única posibilidad de que Acción Nacional remonte electoralmente a corto plazo parece estar en que desde el gobierno federal se desate una furiosa campaña mediática que asocie a destacados políticos priístas con el narcotráfico para deslegitimarlos. El PAN posee una amplia experiencia en campañas electorales negativas y Antonio Solá, el asesor de cabecera del presidente para estos asuntos, sigue teniendo gran ascendencia sobre el hombre de Los Pinos.
Para Calderón, seguir una opción de esta naturaleza implicará quedarse sin aliados y poner en serio riesgo la ya de por sí precaria gobernabilidad existente. No hacerlo supondrá perder la mayoría en San Lázaro, ubicarse en condiciones muy difíciles de cara a los comicios de 2010, en los que se renovará casi la tercera parte de los gobernadores, y quedar preso en las redes del tricolor.
En 2006, al PAN y los poderes fácticos no les tembló la mano para polarizar el país y llevarlo al borde del enfrentamiento violento. A pesar de que el PRI no es López Obrador, la situación no tendría por qué ser distinta en 2009. Más aún si la ruta que se ha trazado desde Presidencia es la de incrementar la presencia de los militares en las calles, mantenerlos lejos de los cuarteles y ponerlos a hacer el trabajo que corresponde a los civiles.
ntre finales del año pasado y el arranque del presente, mientras las fuerzas armadas de Israel masacraban a miles de civiles indefensos en la franja de Gaza, había que leer, en la prensa nacional e internacional, doctas opiniones según las cuales la culpa de todo la tenían los propios palestinos, ya porque fueran terroristas o porque eligieron, en comicios democráticos, a una autoridad terrorista, o bien porque se dejaban usar por los terroristas como escudos humanos. Y decían, a coro con los órganos de propaganda del régimen de Tel Aviv: en su misión estrictamente defensiva, los soldados israelíes procuraban minimizar las bajas humanas pero, por desgracia, los fanáticos fundamentalistas estaban tan mezclados con sus propias familias que resultaba imposible no provocar una que otra muerte colateral, por más que una que otra significara, en el contexto de la operación Plomo Fundido, algo así como las tres cuartas partes de los fallecimientos totales. Pensar y escribir algo distinto (por ejemplo, que la incursión era en realidad una agresión genocida y racista de exterminio deliberado) constituía una clara expresión calumniosa de judeofobia y de antisemitismo, y quienes se refirieran a las acciones del Estado de Israel como crímenes de guerra, de seguro eran nazis.
La semana pasada, sin embargo, Haaretz dio a conocer testimonios de algunos soldados israelíes que participaron en la incursión y que dijeron haber recibido órdenes de disparar contra civiles desarmados y directivas que llevaron al asesinato de ancianos, mujeres y niños palestinos; dio cuenta, asimismo, de la noción, transmitida a las tropas por los mandos militares, de que las vidas de los palestinos son mucho, pero mucho menos importantes que las de nuestros propios soldados.
A la luz de tales revelaciones, el ministro de Defensa de Tel Aviv, Ehud Barak, saltó de su asiento para exclamar que el de Israel es el ejército más moral del mundo y que los incidentes relatados serán examinados uno por uno. Ajá: si alguien se tomara la molestia de indagar los asesinatos de civiles en Cisjordania y Gaza a manos de las fuerzas agresoras, las cárceles de Israel tendrían que estar llenas de militares israelíes.
Ahora, los avezados opinadores que hace un par de meses se indignaban por la judeofobia de los críticos de la agresión militar podrían aducir que los soldados que decidieron contar una pequeñísima parte de las atrocidades entonces cometidas son, en realidad, enemigos de Israel; que esos muchachos que fueron a defender a su país de los ataques con misiles resultaron ser propagadores de la calumnia urdida por los propios terroristas de Hamas; que son antisemitas; que son nazis.
Pero no lo harán. Olvidarán el episodio, escribirán textos sobre historia, cultura y otros temas y voltearán la espalda ante la obscena mentira orwelliana (cuando escribió 1984, George Orwell tenía en mente a Goebbels y a los aparatos de propaganda del estalinismo) de que el ejército de Israel es el más moral del mundo. En cuanto a la política de exterminio y de limpieza étnica impulsada por Tel Aviv en Gaza, Cisjordania y la Jerusalén oriental, no volverán a recordar esos asuntos por un largo tiempo, a menos que en un caso de emergencia –un nuevo crimen de guerra que deba ser solapado– se requiera de sus servicios.
navegaciones@yahoo.com http://navegaciones.blogspot.com
Alberto Aziz Nassif
La semana pasada, sin embargo, Haaretz dio a conocer testimonios de algunos soldados israelíes que participaron en la incursión y que dijeron haber recibido órdenes de disparar contra civiles desarmados y directivas que llevaron al asesinato de ancianos, mujeres y niños palestinos; dio cuenta, asimismo, de la noción, transmitida a las tropas por los mandos militares, de que las vidas de los palestinos son mucho, pero mucho menos importantes que las de nuestros propios soldados.
A la luz de tales revelaciones, el ministro de Defensa de Tel Aviv, Ehud Barak, saltó de su asiento para exclamar que el de Israel es el ejército más moral del mundo y que los incidentes relatados serán examinados uno por uno. Ajá: si alguien se tomara la molestia de indagar los asesinatos de civiles en Cisjordania y Gaza a manos de las fuerzas agresoras, las cárceles de Israel tendrían que estar llenas de militares israelíes.
Ahora, los avezados opinadores que hace un par de meses se indignaban por la judeofobia de los críticos de la agresión militar podrían aducir que los soldados que decidieron contar una pequeñísima parte de las atrocidades entonces cometidas son, en realidad, enemigos de Israel; que esos muchachos que fueron a defender a su país de los ataques con misiles resultaron ser propagadores de la calumnia urdida por los propios terroristas de Hamas; que son antisemitas; que son nazis.
Pero no lo harán. Olvidarán el episodio, escribirán textos sobre historia, cultura y otros temas y voltearán la espalda ante la obscena mentira orwelliana (cuando escribió 1984, George Orwell tenía en mente a Goebbels y a los aparatos de propaganda del estalinismo) de que el ejército de Israel es el más moral del mundo. En cuanto a la política de exterminio y de limpieza étnica impulsada por Tel Aviv en Gaza, Cisjordania y la Jerusalén oriental, no volverán a recordar esos asuntos por un largo tiempo, a menos que en un caso de emergencia –un nuevo crimen de guerra que deba ser solapado– se requiera de sus servicios.
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Alberto Aziz Nassif
¿Bravuconería electoral?
Sin duda el banderazo de salida electoral se dio el pasado 19 de marzo en el puerto de Acapulco durante la Convención Nacional Bancaria. Germán Martínez provocó a Beatriz Paredes y le demandó que se definiera sobre el apoyo del PRI a la política de seguridad de Felipe Calderón. Hay muchas maneras de pedir colaboración, como se ha venido dando entre el PAN y el PRI en los últimos años, pero el estilo del panista fue bravucón. Unas horas después el senador Beltrones arremetió contra Calderón y lo retó a tomar decisiones; que “se faje los pantalones de una vez por todas” sobre tres temas: la ubicación de la nueva refinería de Pemex, el caso de la francesa Florence Cassez y el expediente de Banamex. ¿Qué significan estas bravatas discursivas entre el PRI, el PAN y el gobierno federal?
El contexto electoral divide y pone a competir a los partidos; abre tiempos de polémica en los que se enfrían las buenas relaciones y la dinámica de alianzas legislativas disminuye a su mínima expresión.
Además, si a ello le agregamos que varias encuestas sobre intención del voto expresan una caída del panismo y un repunte del PRI, se puede entender de mejor forma la estrategia agresiva de Germán Martínez. Ya se ha hecho una tradición panista lanzar propaganda sucia en contra de sus adversarios, sobre todo cuando el PAN está en desventaja. Lo mismo hizo en 2006 y ahora va a intentarlo de nuevo. Independientemente de la última reforma electoral, el tono del discurso puede ensuciar de forma considerable el clima de las elecciones de julio. Lo único que se necesita es tener a personajes como Martínez y Beltrones en la escena para fabricar tormentas declarativas.
Sin haberse disipado todavía la polarización que dejó 2006, este proceso se anuncia como una nueva confrontación de dimensiones considerables. El eje se ha desplazado de un pleito entre izquierda y derecha hacia un ajuste entre las dos derechas gobernantes. Dos partidos, el PAN y el PRI, que desde los pactos del salinismo en 1988 se han alternado el poder presidencial en los últimos cuatro sexenios. La única oportunidad de romper este pacto y modificar el modelo de país la tuvo la izquierda en 2006, pero fracasó.
El pacto PRI-PAN ha generado un acercamiento en intereses, aliados y componendas, que han formado una sólida alianza. Durante los primeros dos años del actual sexenio la alianza entre las derechas ha dado resultado para legislar, pero a medida que el país entra de nuevo en proceso electoral los desacuerdos crecen y las posibilidades de pactar algunas de las reformas legislativas pendientes se alejan.
El otro polo de la disputa, el PRD y los otros partidos de izquierda, atraviesa por una situación complicada en términos de preferencias electorales; actualmente se encuentran en un tercer sitio y a una considerable distancia de los dos primeros lugares. Esta posición ubica a la izquierda en una situación electoral diferente a la que tuvo como puntera en 2006; hoy no se ve como un factor de contrapeso importante en la contienda y quizá se mantenga al margen de la confrontación PRI-PAN. La batalla estelar de 2009 será entre el PRI y el PAN; la sucesión de 2012 será otra historia.
Habrá que observar hasta dónde va a llegar esta confrontación que desde hace algunas semanas inició el PAN con el mismo tono y temática. ¿Tiene el gobierno de Calderón pruebas de la supuesta vinculación de algunos priístas con el narco? Si eso es cierto, ¿procederá legalmente o todo terminará en una bravuconería electoral? Acaban de concluir las precampañas, pero hasta mayo se inician formalmente las campañas, estamos en el momento en el que se van a poner a prueba las estrategias de propaganda sucia, sobre todo del PAN, que se ubica en un segundo lugar en preferencias electorales, con el fin llegar a la campaña (mayo-junio) con una intención de votos más alta. ¿Calderón está dispuesto a romper el pacto con el PRI para ganar más votos o sólo está probando a ver qué pasa?
Una cosa es que se comparta una buena parte del proyecto del país, como sucede entre el PRI y el PAN, y otra será ver el tamaño del pleito electoral que puede darse entre los dos contendientes con el fin de ganar más curules en San Lázaro. La crisis económica juega en términos electorales en contra de los partidos gobernantes, casi como una constante, así que el PAN tendrá que hacer circo, maroma y teatro para contrarrestar el efecto de electoral de una muy mala racha económica.
Si a ello sumamos la grave crisis de seguridad pública que se vive por la “guerra” contra el narcotráfico, el panorama se complica aún más para el gobierno de Calderón. En cambio, para el PRI el enfoque es diferente: es el retador que necesita mantener su ventaja de puntero, y sólo le urge no equivocar la estrategia, continuar con su perfil, evitar el pleito interno y responder con inteligencia al presidente del PAN, lo cual no es muy complicado. Salvo que la bravuconería panista se convierta en expedientes judiciales, pero ese es otro escenario…
Investigador del CIESAS
Javier Corral Jurado
¿De dónde tanto rubor?
Quién sabe de dónde tanto rubor, el PRI se rasga las vestiduras. En una especie de papel victimal se tira al suelo, se llama ofendido, agraviado ante el desafío público que le ha lanzado el dirigente nacional del PAN para que defina si concurrirá en el Congreso a aprobar las reformas pendientes en materia penal y de combate al narcotráfico, o con su omisión legislativa le seguirá haciendo el caldo gordo a los narcotraficantes.
Más allá del estilo o lenguaje que el dirigente del PAN utilice, el tema esencial es la negativa a colaborar de los gobiernos locales del PRI en la lucha contra la delincuencia, y la de sus representantes en el Congreso para dotar de mejores instrumentos legales a ese combate frontal.
Pero la polémica se ha ido por el tono y no por el fondo. Sabemos que en México lo anecdótico toma el lugar de lo fundamental, pero hay que advertir que esa orientación no es casual en este tema. El PRI se resiste a blindar en serio a la política electoral del dinero del narco, los gobernadores se esconden en la competencia exclusiva de la Federación para escabullirse de la responsabilidad, y sus diputados y senadores tienen detenidas iniciativas importantes enviadas por el Presidente en dos temas que reconfigurarían la colaboración estados-municipios-Federación, por una parte, y en un mayor aislamiento a la operación de las mafias del narco, por otra.
En el mayor problema que los mexicanos hemos enfrentado en materia de seguridad, el PRI no quiere hacerse cargo de nada, ni siquiera de la responsabilidad histórica de décadas de corrupción e inacción oficiales. Contestan con evasivas, sermones e insultos, incluso por parte de personajes a los que por supuesto la injuria no les queda; me refiero al caso del senador Murillo Karam, de mejor nivel que en el que se colocó.
Siendo el de la inseguridad y la violencia el tema que más preocupa a la población, el PRI quiere confinar toda la responsabilidad a los gobiernos del PAN en una estricta apuesta electoral, pero lo imposibilita su propia historia y la abultada carga de la complicidad de sexenio tras sexenio. A las supuestas víctimas de hoy se les ha olvidado su papel victimario de ayer. Así, con gran descaro y a nombre de “la visión de Estado”.
Un seguimiento riguroso de las declaraciones y los hechos de los dirigentes partidistas en esta materia daría claves más precisas para desentrañar los motivos de la actual confrontación verbal, pero también nos advertiría de una resistencia priísta a entrarle al toro por los cuernos.
Los medios, salvo contadísima excepción, no dieron puntual seguimiento a la postura del PRI frente a la propuesta del PAN de blindar las campañas, pero que fue delatora de su miedo a la inspección. Se dijeron espiados y perseguidos.
El narcomenudeo es la principal base de sustento y operación del narco. En la proliferación de lugares que comercian ilícitamente con estupefacientes está el tejido mayor de su “base social”. El Presidente presentó varias reformas a la legislación aplicable para que este delito sea perseguido también por las policías municipales y estatales y, con ello, establecer un frente común con la Federación para combatir eficazmente al narcomenudeo, pero el PRI dice que eso no se puede, aunque sepan que 95% de las policías del país son locales y sólo 5% federales.
Combatir el crimen requiere atacar su financiamiento, para ello se ha propuesto armonizar la legislación federal con las directrices internacionales en combate al lavado de dinero, estableciendo medidas para la adecuada coordinación entre autoridades fiscales y financieras y órganos de justicia estatales y federales, pero esto también duerme el sueño de los justos en el Congreso.
Lo más grotesco es que la iniciativa, también del Presidente, para aprobar la extinción de dominio de todos los bienes relacionados con los delincuentes, sus prestanombres y aquellos provenientes de la comisión de delitos está detenida, y oficialmente la representación priísta en el Senado ha dicho que no están de acuerdo con ella y la mantendrán detenida. Los delincuentes no sólo siguen operando desde dentro de las prisiones, sino que cuando logran sali, también recuperan los bienes asegurados.
Por supuesto que la pregunta es totalmente pertinente: ¿de qué lado está el PRI en la batalla contra el narcotráfico?
Profesor de la FCPyS de la UNAM
Más allá del estilo o lenguaje que el dirigente del PAN utilice, el tema esencial es la negativa a colaborar de los gobiernos locales del PRI en la lucha contra la delincuencia, y la de sus representantes en el Congreso para dotar de mejores instrumentos legales a ese combate frontal.
Pero la polémica se ha ido por el tono y no por el fondo. Sabemos que en México lo anecdótico toma el lugar de lo fundamental, pero hay que advertir que esa orientación no es casual en este tema. El PRI se resiste a blindar en serio a la política electoral del dinero del narco, los gobernadores se esconden en la competencia exclusiva de la Federación para escabullirse de la responsabilidad, y sus diputados y senadores tienen detenidas iniciativas importantes enviadas por el Presidente en dos temas que reconfigurarían la colaboración estados-municipios-Federación, por una parte, y en un mayor aislamiento a la operación de las mafias del narco, por otra.
En el mayor problema que los mexicanos hemos enfrentado en materia de seguridad, el PRI no quiere hacerse cargo de nada, ni siquiera de la responsabilidad histórica de décadas de corrupción e inacción oficiales. Contestan con evasivas, sermones e insultos, incluso por parte de personajes a los que por supuesto la injuria no les queda; me refiero al caso del senador Murillo Karam, de mejor nivel que en el que se colocó.
Siendo el de la inseguridad y la violencia el tema que más preocupa a la población, el PRI quiere confinar toda la responsabilidad a los gobiernos del PAN en una estricta apuesta electoral, pero lo imposibilita su propia historia y la abultada carga de la complicidad de sexenio tras sexenio. A las supuestas víctimas de hoy se les ha olvidado su papel victimario de ayer. Así, con gran descaro y a nombre de “la visión de Estado”.
Un seguimiento riguroso de las declaraciones y los hechos de los dirigentes partidistas en esta materia daría claves más precisas para desentrañar los motivos de la actual confrontación verbal, pero también nos advertiría de una resistencia priísta a entrarle al toro por los cuernos.
Los medios, salvo contadísima excepción, no dieron puntual seguimiento a la postura del PRI frente a la propuesta del PAN de blindar las campañas, pero que fue delatora de su miedo a la inspección. Se dijeron espiados y perseguidos.
El narcomenudeo es la principal base de sustento y operación del narco. En la proliferación de lugares que comercian ilícitamente con estupefacientes está el tejido mayor de su “base social”. El Presidente presentó varias reformas a la legislación aplicable para que este delito sea perseguido también por las policías municipales y estatales y, con ello, establecer un frente común con la Federación para combatir eficazmente al narcomenudeo, pero el PRI dice que eso no se puede, aunque sepan que 95% de las policías del país son locales y sólo 5% federales.
Combatir el crimen requiere atacar su financiamiento, para ello se ha propuesto armonizar la legislación federal con las directrices internacionales en combate al lavado de dinero, estableciendo medidas para la adecuada coordinación entre autoridades fiscales y financieras y órganos de justicia estatales y federales, pero esto también duerme el sueño de los justos en el Congreso.
Lo más grotesco es que la iniciativa, también del Presidente, para aprobar la extinción de dominio de todos los bienes relacionados con los delincuentes, sus prestanombres y aquellos provenientes de la comisión de delitos está detenida, y oficialmente la representación priísta en el Senado ha dicho que no están de acuerdo con ella y la mantendrán detenida. Los delincuentes no sólo siguen operando desde dentro de las prisiones, sino que cuando logran sali, también recuperan los bienes asegurados.
Por supuesto que la pregunta es totalmente pertinente: ¿de qué lado está el PRI en la batalla contra el narcotráfico?
Profesor de la FCPyS de la UNAM
Enrique del Val Blanco
Leyes de Reforma
Se cumplen 150 años de una de las efemérides más importantes para nuestra patria. Me refiero al conjunto de leyes que la historia ha denominado las Leyes de Reforma, gracias a las cuales la República pudo emanciparse del poder eclesiástico y consolidarse.
El presidente Benito Juárez contó con la colaboración, entre otros mexicanos, de Miguel Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo, José María Iglesias y Francisco Zarco para fundamentalmente proponer y llevar a cabo cambios para vencer el retroceso y oscurantismo que reinaba en la nación.
Es a partir de julio de 1859 cuando se dan las leyes más importantes que nacionalizan los bienes del clero, crean el registro civil y el matrimonio civil, se secularizan los cementerios e incluso facultan al gobierno para declarar qué días se consideran festivos y se prohíbe la asistencia de los gobernantes a las funciones de la Iglesia —esta última, como hemos visto, es violada constantemente por los gobernantes panistas, igual que otras.
A estas leyes le antecedieron o siguieron otras cuya temática era la administración de justicia, la libertad de cultos, la secularización de los hospitales, la desamortización de las fincas propiedad de la Iglesia y la supresión de los fueros, la exclaustración de las monjas y frailes y la extinción de comunidades religiosas, así como la prohibición del cobro de derechos y obvenciones parroquiales.
Si no hubiera sido por el presidente Juárez y la gesta de hombres que le siguió difícilmente podríamos estar hablando de un México independiente, porque las Leyes de Reforma tuvieron principios inalienables, crearon instituciones básicas para la patria civil y consolidaron para el Estado derechos fundamentales que siguen siendo vigentes.
Hoy, a 150 años de esta obra magnifica, debemos exigir que se cumplan con dichas disposiciones pues en la realidad, como todos sabemos, algunas de ellas se violan reiteradamente y las modificaciones que los diversos gobiernos les han hecho no han redundado en un avance de la nación sino en retroceso.
La Iglesia católica, al igual que hace 150 años, sigue pretendiendo inmiscuirse en los asunto del Estado y en la política, sin entender que su papel y sus acciones están confinadas a los templos, por cierto propiedad de la nación.
Es por eso que las acciones del presidente Juárez siguen siendo válidas y deben ser recordadas, como lo están siendo por la UNAM con una serie de eventos que iniciaron el día de ayer y que, junto con otras instituciones, difundirán el ejemplo juarista, hoy tan necesario.
Esperemos que el gobierno federal haga suya la conmemoración de las Leyes de Reforma. Aunque algunas de ellas ideológicamente no les gusten, deben recordar que desde esa época es obligación separar las creencias personales y religiosas de la función de gobernar, y no estaría mal que las autoridades educativas también hicieran algo por inculcar en nuestra niñez y juventud la lección de los hombres de la Reforma, aunque no coincidan con ella.
Analista político y economista
El presidente Benito Juárez contó con la colaboración, entre otros mexicanos, de Miguel Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo, José María Iglesias y Francisco Zarco para fundamentalmente proponer y llevar a cabo cambios para vencer el retroceso y oscurantismo que reinaba en la nación.
Es a partir de julio de 1859 cuando se dan las leyes más importantes que nacionalizan los bienes del clero, crean el registro civil y el matrimonio civil, se secularizan los cementerios e incluso facultan al gobierno para declarar qué días se consideran festivos y se prohíbe la asistencia de los gobernantes a las funciones de la Iglesia —esta última, como hemos visto, es violada constantemente por los gobernantes panistas, igual que otras.
A estas leyes le antecedieron o siguieron otras cuya temática era la administración de justicia, la libertad de cultos, la secularización de los hospitales, la desamortización de las fincas propiedad de la Iglesia y la supresión de los fueros, la exclaustración de las monjas y frailes y la extinción de comunidades religiosas, así como la prohibición del cobro de derechos y obvenciones parroquiales.
Si no hubiera sido por el presidente Juárez y la gesta de hombres que le siguió difícilmente podríamos estar hablando de un México independiente, porque las Leyes de Reforma tuvieron principios inalienables, crearon instituciones básicas para la patria civil y consolidaron para el Estado derechos fundamentales que siguen siendo vigentes.
Hoy, a 150 años de esta obra magnifica, debemos exigir que se cumplan con dichas disposiciones pues en la realidad, como todos sabemos, algunas de ellas se violan reiteradamente y las modificaciones que los diversos gobiernos les han hecho no han redundado en un avance de la nación sino en retroceso.
La Iglesia católica, al igual que hace 150 años, sigue pretendiendo inmiscuirse en los asunto del Estado y en la política, sin entender que su papel y sus acciones están confinadas a los templos, por cierto propiedad de la nación.
Es por eso que las acciones del presidente Juárez siguen siendo válidas y deben ser recordadas, como lo están siendo por la UNAM con una serie de eventos que iniciaron el día de ayer y que, junto con otras instituciones, difundirán el ejemplo juarista, hoy tan necesario.
Esperemos que el gobierno federal haga suya la conmemoración de las Leyes de Reforma. Aunque algunas de ellas ideológicamente no les gusten, deben recordar que desde esa época es obligación separar las creencias personales y religiosas de la función de gobernar, y no estaría mal que las autoridades educativas también hicieran algo por inculcar en nuestra niñez y juventud la lección de los hombres de la Reforma, aunque no coincidan con ella.
Analista político y economista
Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Los ricos también lloran
La cosa se remite a dos páginas de EL UNIVERSAL de ayer: en la 13 aparece un anuncio de la prestigiosa casa de subastas Louis C. Morton que ahora ofrece su servicio de empeños; préstamos en efectivo sobre pinturas, joyería y antigüedades.
Indagando un poco me entero de que han venido creciendo geométricamente. De cómo los clientes llegan muchas veces con los ojos llorosos y lentes oscuros a dejar sus obras de arte, sus joyas más preciadas o las antigüedades heredadas por abuelos y bisabuelos. Y todos sin excepción rogando un compromiso de discreción absoluta. Siempre les urge el dinero para pagar a proveedores, para cubrir una nómina o nomás para el gasto de la casa.
Hace unos días prestaron dos y medio millones de pesos por un Tamayo. Las joyas, entre las que no faltan lacrimosos anillos de compromiso, le suelen reportar hasta 100 mil o 500 mil pesos al pignorante. El caso es que Morton Hall-Casa de Empeño, que empezó con su matriz en las Lomas, ya está abriendo sucursales. Montes de Piedad para ricos.
El segundo caso está en la mismísima primera plana de nuestro diario: “Crisis expulsará a miles de la escuela”; un estremecedor reportaje sobre la desbandada de hasta 50% del alumnado de escuelas y universidades privadas a públicas. Los padres, simple y llanamente, ya no pueden pagar las altas colegiaturas. Lo malo es que ni en la UNAM ni en el Poli u otras opciones oficiales hay cupo. El desastre que viene.
El último caso ilustrativo ocurre aquí desde donde escribo, en el edificio más alto del sur de la ciudad. Sede del Banco Mundial y de algunos grandes corporativos. Le dicen Torre Nortel porque la famosa firma canadiense de comunicaciones tiene varios pisos y por tanto su logotipo en las alturas.
El caso es que en el mezzanine hace poco se abrió un pequeño local: “Cosette: reparaciones express”. Al principio no se paraban ni las moscas. Ahora competimos por ver quién llega primero con su ropita. Aumentaron los empleados y ya metieron un tapanco para el taller de costura. Lo paradójico es que mientras Nortel está despidiendo a miles de empleados y vendiendo cientos de metros cuadrados, Cosette se expande.
Digo esto porque el que hoy niegue que la crisis nos muerde a todos, y apenas empieza a enseñar sus fauces, ya puede ir pidiendo chamba en Disneylandia. Aunque allá también redujeron el presupuesto. Igual se los platico para que sean de los privilegiados que sepan por qué esta mole puede adoptar el nombre del entrañable personaje de Los miserables: Torre Cosette.
La cosa se remite a dos páginas de EL UNIVERSAL de ayer: en la 13 aparece un anuncio de la prestigiosa casa de subastas Louis C. Morton que ahora ofrece su servicio de empeños; préstamos en efectivo sobre pinturas, joyería y antigüedades.
Indagando un poco me entero de que han venido creciendo geométricamente. De cómo los clientes llegan muchas veces con los ojos llorosos y lentes oscuros a dejar sus obras de arte, sus joyas más preciadas o las antigüedades heredadas por abuelos y bisabuelos. Y todos sin excepción rogando un compromiso de discreción absoluta. Siempre les urge el dinero para pagar a proveedores, para cubrir una nómina o nomás para el gasto de la casa.
Hace unos días prestaron dos y medio millones de pesos por un Tamayo. Las joyas, entre las que no faltan lacrimosos anillos de compromiso, le suelen reportar hasta 100 mil o 500 mil pesos al pignorante. El caso es que Morton Hall-Casa de Empeño, que empezó con su matriz en las Lomas, ya está abriendo sucursales. Montes de Piedad para ricos.
El segundo caso está en la mismísima primera plana de nuestro diario: “Crisis expulsará a miles de la escuela”; un estremecedor reportaje sobre la desbandada de hasta 50% del alumnado de escuelas y universidades privadas a públicas. Los padres, simple y llanamente, ya no pueden pagar las altas colegiaturas. Lo malo es que ni en la UNAM ni en el Poli u otras opciones oficiales hay cupo. El desastre que viene.
El último caso ilustrativo ocurre aquí desde donde escribo, en el edificio más alto del sur de la ciudad. Sede del Banco Mundial y de algunos grandes corporativos. Le dicen Torre Nortel porque la famosa firma canadiense de comunicaciones tiene varios pisos y por tanto su logotipo en las alturas.
El caso es que en el mezzanine hace poco se abrió un pequeño local: “Cosette: reparaciones express”. Al principio no se paraban ni las moscas. Ahora competimos por ver quién llega primero con su ropita. Aumentaron los empleados y ya metieron un tapanco para el taller de costura. Lo paradójico es que mientras Nortel está despidiendo a miles de empleados y vendiendo cientos de metros cuadrados, Cosette se expande.
Digo esto porque el que hoy niegue que la crisis nos muerde a todos, y apenas empieza a enseñar sus fauces, ya puede ir pidiendo chamba en Disneylandia. Aunque allá también redujeron el presupuesto. Igual se los platico para que sean de los privilegiados que sepan por qué esta mole puede adoptar el nombre del entrañable personaje de Los miserables: Torre Cosette.
Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
Pemex: ¿nueva refinería y nuevo director?
A quienes oyeron el tono con que el presidente Felipe Calderón le habló a Jesús Reyes Heroles en la última reunión del gabinete económico (la semana pasada), les quedó claro que algo hicieron mal el director del Pemex y su equipo en el manejo del tema de la nueva refinería y el lugar donde se ubicará el complejo petrolero.
En esa reunión, comentan asistentes, el Presidente fue terminante en la orden a Reyes Heroles: “Hay que transparentar el proceso y analizar públicamente las propuestas”. Y aunque eso intentan ahora Jesús y su equipo, el problema es que esa fue la tercera vez que Calderón daba la misma orden al funcionario. Y por el retraso y la poca pericia con que se implementó, los miembros del gabinete que asistieron a la citada reunión entendieron que al Presidente no le gustaron las formas, los tiempos y mucho menos la polémica que desató una de las decisiones más importantes de su sexenio.
Tan expresivo fue Calderón con Reyes Heroles, que hubo quien salió de ese encuentro en Los Pinos con la idea de que el 15 de abril —después de las tres órdenes presidenciales— podría no sólo conocerse el lugar donde se ubicará la nueva refinería, sino también el nombre de un nuevo director para Petróleos Mexicanos.
Y es que mientras Calderón insistía desde hace meses en que buscaran mecanismos para hacer de la decisión “un proceso transparente y público”, el equipo al que Jesús encargó la selección, encabezado por Roberto Ortega Lomelí y asesores, se dedicó a hacer consultas por debajo de la mesa y abrió un opaco proceso de auscultación y cabildeo con gobernadores, contrario a las órdenes expresas del Presidente.
En los últimos meses, nada se supo de los mecanismos con que Pemex analizaba las propuestas de los estados, y de pronto, Reyes Heroles y sus brillantes asesores le salieron al Presidente con la batea de “convocar a foros abiertos para tomar la decisión”, justo lo que les pidió desde hace semanas.
Hay incluso testigos de una advertencia que Calderón hizo a Reyes Heroles, el 11 de marzo, en las obras de la presa La Yesca, entre Nayarit y Jalisco. Ney González, el gobernador nayarita, estaba presente cuando el Presidente le advirtió al director de Pemex, por segunda ocasión, que era urgente transparentar la definición de la refinería.
¿Por qué Jesús esperó tanto para atender las órdenes del Presidente y por qué sus asesores hicieron lo contrario y perdieron varios meses? Tal vez esa pregunta se despeje con los dos anuncios que ya se esperan el 15 de abril.
A quienes oyeron el tono con que el presidente Felipe Calderón le habló a Jesús Reyes Heroles en la última reunión del gabinete económico (la semana pasada), les quedó claro que algo hicieron mal el director del Pemex y su equipo en el manejo del tema de la nueva refinería y el lugar donde se ubicará el complejo petrolero.
En esa reunión, comentan asistentes, el Presidente fue terminante en la orden a Reyes Heroles: “Hay que transparentar el proceso y analizar públicamente las propuestas”. Y aunque eso intentan ahora Jesús y su equipo, el problema es que esa fue la tercera vez que Calderón daba la misma orden al funcionario. Y por el retraso y la poca pericia con que se implementó, los miembros del gabinete que asistieron a la citada reunión entendieron que al Presidente no le gustaron las formas, los tiempos y mucho menos la polémica que desató una de las decisiones más importantes de su sexenio.
Tan expresivo fue Calderón con Reyes Heroles, que hubo quien salió de ese encuentro en Los Pinos con la idea de que el 15 de abril —después de las tres órdenes presidenciales— podría no sólo conocerse el lugar donde se ubicará la nueva refinería, sino también el nombre de un nuevo director para Petróleos Mexicanos.
Y es que mientras Calderón insistía desde hace meses en que buscaran mecanismos para hacer de la decisión “un proceso transparente y público”, el equipo al que Jesús encargó la selección, encabezado por Roberto Ortega Lomelí y asesores, se dedicó a hacer consultas por debajo de la mesa y abrió un opaco proceso de auscultación y cabildeo con gobernadores, contrario a las órdenes expresas del Presidente.
En los últimos meses, nada se supo de los mecanismos con que Pemex analizaba las propuestas de los estados, y de pronto, Reyes Heroles y sus brillantes asesores le salieron al Presidente con la batea de “convocar a foros abiertos para tomar la decisión”, justo lo que les pidió desde hace semanas.
Hay incluso testigos de una advertencia que Calderón hizo a Reyes Heroles, el 11 de marzo, en las obras de la presa La Yesca, entre Nayarit y Jalisco. Ney González, el gobernador nayarita, estaba presente cuando el Presidente le advirtió al director de Pemex, por segunda ocasión, que era urgente transparentar la definición de la refinería.
¿Por qué Jesús esperó tanto para atender las órdenes del Presidente y por qué sus asesores hicieron lo contrario y perdieron varios meses? Tal vez esa pregunta se despeje con los dos anuncios que ya se esperan el 15 de abril.
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